Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei, ante inversores, desde la Bolsa de Nueva York, EE.UU.

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Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei, ante inversores, desde la Bolsa de Nueva York, EE.UU.

Hola a todos. Muchísimas gracias por esta recepción. Es para mí un gran honor estar en esta casa, dando a conocer lo que es la experiencia del caso argentino.

Nosotros - al momento de arribar al Gobierno - básicamente Argentina estaba al borde de lo que hubiera sido la peor crisis de su historia, pues combinaba los elementos de las tres más grandes crisis, de la historia argentina. Además, teníamos un desequilibrio monetario, que era el doble del que teníamos, en el año 75, previo al Rodrigazo; teníamos una situación, en el Banco Central, mucho más precaria que la que teníamos- en el año 1989 -, antes de la hiperinflación de Alfonsín, y teníamos indicadores sociales peores que los que teníamos, en el final de la convertibilidad. Por lo tanto, estaba todo dado para que ocurriera un verdadero estallido. Al mismo tiempo, Argentina, mostraba déficits gemelos por el equivalente de 17 puntos, del PBI. Ustedes saben que la literatura de indicadores temprano de crisis 4 puntos de déficit gemelos, en términos del PBI, es un es una alerta amarilla; en el caso de 8 puntos del PBI presagia una tremenda crisis. Así es que imagínense lo que era enfrentar 17 puntos; al mismo tiempo de esos 17 puntos, 15 estaban generados desde el sector público nacional, donde 5 correspondían al déficit fiscal que generaba el Tesoro y 10 puntos correspondían al déficit cuasi fiscal, es decir el déficit, que generaba el Banco Central.

Esto, además, en un contexto, donde el Banco Central tenía reservas internacionales netas negativas, por cerca de 12.000 millones de dólares; teníamos deudas con importadores por 50.000 millones de dólares; teníamos dividendos pendientes de pagos por 10 mil millones de dólares; teníamos vencimiento de deudas - en pesos - por el equivalente a 90.000 millones de dólares; vencimientos de deudas, en dólares, por 25 mil millones de dólares, principalmente con multilaterales, pero teníamos el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional caído por los sucesivos incumplimientos del gobierno anterior. Y, además, teníamos - dentro del balance del Banco Central - pasivos remunerados por el equivalente a 4 bases monetarias que vencían, a 1 día. En definitiva, estaba todo dado para que hubiera una verdadera catástrofe. Sin embargo, nosotros nunca nos quejamos de la herencia, sólo la describimos, porque también hay que ser sinceros, que - en condiciones normales, de presión y temperatura - yo no sería presidente; en condiciones normales no habría presidentes liberales libertarios y por eso nunca hubo en el mundo. Por eso yo soy el primer presidente liberal libertario, de la historia de la humanidad.

En ese sentido, al mismo tiempo, la inflación venía corriendo- cuando uno miraba la primera semana de diciembre - a un ritmo del 1% diario. Eso es cerca de 3700% anual. En los primeros quince días de diciembre ya corría, a un ritmo el 7500% anual, y la inflación mayorista - del mes de diciembre - se había ubicado al 54%, lo cual - anualizado - daba 17.000%, lo cual era absolutamente factible, dado todo el desequilibrio monetario que estaba mostrando Argentina y que, en condiciones normales, Argentina hubiera convalidado monetariamente. Por lo tanto, para evitar la catástrofe, que hubiera causado una hiperinflación, necesitábamos cortar rápidamente, con la emisión monetaria. En ese sentido, lo primero que emprendimos fue - en el lado del Tesoro - un fuerte ajuste fiscal, y nos propusimos como meta alcanzar el déficit cero. La meta del déficit cero - en términos financieros - implica que la deuda no crece más; si la deuda no crece la relación deuda-producto es no creciente, por lo tanto, el país se convierte en un deudor solvente y, por lo tanto, digno de crédito.

Esa tarea que nosotros nos habíamos propuesto alcanzar, en el primer año de gestión, todo el mundo nos decía que era imposible, que era imposible que hiciéramos un ajuste de 5 puntos del PBI, que solamente, en el mejor de los casos, se podía hacer un ajuste de 1 punto del PBI. Además - en los últimos 123 años de historia - Argentina mostró déficit fiscal en 113; y en los 10 que tuvo superávit, ese superávit es engañoso porque Argentina estaba en default y no pagaba intereses. Y sorprendentemente, y gracias a la enorme labor, del enorme ministro de Economía que tengo - que es Luis “Tota” Caputo, quien está aquí - alcanzamos el equilibrio financiero, en el primer mes de gestión. Hoy, ya llevamos 8 meses de superávit financiero; hemos logrado reducir el riesgo país, de niveles de 2900 puntos a 1300 y con una tendencia a que siga bajando y con un compromiso inquebrantable sobre las cuentas públicas. De hecho, días atrás, me tuve que ver forzado a vetar, un aumento irresponsable de las jubilaciones, por parte del Congreso, donde – increíblemente -, mientras que - durante la administración anterior - las jubilaciones perdieron, cerca del 40%, en términos reales, y que, durante nuestro gobierno, llevan ganado más del 5%, en términos reales, votaron una ley que implicaba un aumento del gasto público, de - por lo menos – 1,2 del PBI. Además, no habían propuesto ningún mecanismo de financiamiento, con lo cual era una situación absolutamente irresponsable, y que eso - en términos dinámicos - implicaba aumentar la relación deuda-producto en 67% del PBI. Es decir, implicaba directamente exterminar, el futuro, de los jóvenes con una deuda absolutamente impagable.

Por lo tanto, nuestro compromiso con el equilibrio fiscal es inquebrantable y no estamos dispuestos a negociar - bajo ningún punto de vista - el equilibrio fiscal. Ese equilibrio fiscal - con el correr de los meses - nos permitió no solo salvar el programa con el Fondo Monetario Internacional, sino que, al mismo tiempo, nos permitió ir armando una curva de pesos, y en ese contexto comenzamos el saneamiento, del Banco Central, ya que dos tercios del déficit se generaba, desde el Banco Central, y eso implicaba creación endógena de dinero que alimentaba, además, la inflación. Ya habíamos cortado el canal de emisión del Tesoro; entonces ahora teníamos que empezar a cortar los canales de emisión, del Banco Central.

Y esa tarea que nadie mencionaba, que nadie se animaba a señalar cómo se resolvía, en una labor gigantesca, propia de cíclope, nuestro presidente del Banco Central, Santiago Bausili, en 7 meses, logró eliminar el déficit cuasifiscal, junto a una enorme tarea hecha por nuestro secretario de Finanzas, el doctor Pablo Quirno, y - a partir de ahora - Argentina no emite más ni para financiar al fisco ni para financiar el déficit cuasifiscal. Por lo tanto, estábamos en condiciones de avanzar, no sólo ahora, hacia una situación de déficit cero, sino que estábamos en condiciones de avanzar hacia una situación de exceso de oferta de dinero cero. Esto significaba que estábamos en condiciones de emitir solamente contra compra de dólares, y en ese contexto, básicamente, lo que nosotros considerábamos era que esa emisión tenía como contrapartida demanda de dinero y que - consecuentemente - eso no iba a llevar a una pérdida del poder adquisitivo de la moneda, y por ende iba a trabajar bien para bajar la inflación. Sin embargo - en la medida que fuimos avanzando- nos dimos cuenta que, en rigor, dado el control de capitales que aún persiste que, si bien es mucho menor que el que teníamos, cuando iniciamos, sólo para que tengan un orden de magnitudes: cuando nosotros llegamos, solamente se pagaba el 15% de las importaciones y, hoy, se paga el 95% de las importaciones.

Y, en ese sentido, aún tenemos problemas de stocks que resolver y eso tiene consecuencias en el diseño de la política monetaria, que voy a explicar, dentro de un rato. Pero una de las cosas que nos dimos cuenta es que - cuando uno tiene libre movilidad de capitales - aquellos que traen los dólares están comprando pesos y esos pesos los compran para hacer transacciones y por eso no genera inflación. Sin embargo, cuando ustedes tienen control de capitales, esa operación no es tanto comprar pesos, sino que es vender dólares porque están obligados y esos pesos que ustedes están emitiendo, ahora, no necesariamente tienen demanda de dinero y - por ende - el remanente es lo que está generando inflación. Frente a esa situación decidimos radicalizar, nuestra política monetaria, y directamente ir a un nivel de emisión cero; es decir, que la cantidad de dinero quede constante.

Naturalmente, esto ha traído ya consecuencias y se puede ver, porque la inflación mayorista – hoy - está en el 2,1%. Esto quiere decir que de venir viajando a una inflación anualizada del 17.000%; hoy estamos en niveles del 2%, que significa 28% anual. Lo cual es una verdadera hazaña porque esto lo hemos hecho sin fijar el tipo de cambio; sin controlar precios; sin una hiperinflación previa, que permita la reconstrucción de la demanda de dinero y eso facilite la estabilización; sin violentar derechos de propiedad y en el medio, además, recomponiendo precios relativos de precios que habían sido pisados, por la administración anterior. Es decir, por eso siempre digo que mi ministro de Economía, - de quién estoy tan orgulloso, el doctor Luis “Toto” Caputo - va a ser recordado como el mejor ministro de Economía de la historia, porque lo que está haciendo es verdaderamente una tarea enorme.

Dicho esto - frente a este esquema nuevo, de política monetaria- se nos cuestionó que había – ahora - intervención del mercado y se nos cuestionó el tema de la acumulación de reservas. Respecto a la intervención, dado que nosotros tenemos todavía control de capitales, lo que puedo decir es que el nivel de intervención – ahora - bajó porque en un mundo sin intervención… ¿cómo sería el mundo sin intervención? El tipo de cambio sería libre; la variación de la cantidad de dinero sería cero y la variación de las reservas sería cero. En ese contexto, el tipo de cambio paralelo es libre, en Argentina, no sólo eso, sino que además antes - como obligábamos a los exportadores liquidar sus dólares - cada 3 dólares que comprábamos, estábamos interviniendo por tres. Hoy - como mantenemos constante la cantidad de pesos - al inicio devolvíamos básicamente 2 dólares, con lo cual la intervención había caído un tercio y hoy que la brecha es mucho más chica y básicamente los niveles de intervención siguen cayendo. Por lo tanto, lejos de haber más intervención, hay menos intervención.

Al mismo tiempo, se nos cuestiona el tema de la acumulación de reservas, y la verdad que es un argumento bastante ridículo y pobre conceptualmente porque la pregunta es: si ese argumento fuera cierto, significa que entonces todos los países que tienen tipo de cambio libre entrarían en default, lo cual es una tontería enorme. Básicamente, nuestro argumento es que - los dólares para pagar los servicios de la deuda - tienen que ser comprados con superávit fiscal; tienen que ser comprados con disciplina fiscal; con ahorro fiscal y no con emisión monetaria, porque cuando ustedes lo compran con emisión monetaria, en realidad lo que están haciendo es estafar a los ciudadanos, porque - por un lado - ustedes compran dólares; inyectan pesos, pero esos dólares que tienen - el Banco Central - comprados con emisión de pesos, después el Gobierno coloca bonos sobre el Banco Central. De hecho, el máximo acreedor del Estado nacional es el Banco Central; en la última administración, el Tesoro le robó al Banco Central, y - por ende - a los argentinos, 45 mil millones de dólares, y por lo tanto nosotros no vamos a habilitar esa estafa.

Se terminó el momento, en el cual el Estado argentino estafe – principalmente - a los argentinos de bien y a sus acreedores. Por lo tanto, los dólares se van a comprar con superávit fiscal y no con impuesto inflacionario encubierto.
Dicho esto, no sólo hemos trabajado en la estabilización de la macro, pues otra de las grandes demandas, que tenía mi shock description, como presidente, era no sólo domar la inflación, lo cual está en camino, sino que – además - teníamos como agenda reducir la inseguridad. Argentina parecía tierra de nadie; parecía que era imposible controlar las marchas, los piquetes y todas esas actividades fuera de la ley, que obstruía la posibilidad de trabajar tranquilo, a los argentinos de bien. Y en ese sentido, también, quiero reconocer la enorme tarea de mi ministra de Seguridad, la doctora Patricia Bullrich - que también está aquí con nosotros – donde, frente a la primera marcha, desarrolló el Protocolo Anti piquete, y - a partir de ahí - no se cortó más una calle, en Argentina. Y, de hecho, llevamos 4 meses sin que haya un piquete, o sea, ya desistieron totalmente. Y no sólo eso, sino que - en la provincia de Santa Fe - la ciudad de Rosario, un foco que suele ser víctima del narcotráfico; el último mes, se logró cero homicidios y lleva - en lo que va la implementación del Plan Bandera - una caída del 80%. Por lo tanto, también estamos cumpliendo, con esa parte, que requería el shock description de terminar con la inseguridad.

No sólo eso, sino que, además, desde la propia campaña hemos tenido una clara posición internacional. Es más, siempre dijimos que íbamos a estar aliados con el mundo libre, que íbamos a estar en contra de los autócratas. Ya siendo diputado, me había manifestado, en favor de Ucrania, frente a la invasión rusa y, además, era tan claro mi alineamiento con los Estados Unidos - independientemente de quién vaya a ser el que gobierna Estados Unidos - porque es una decisión estratégica, ser aliado de Estados Unidos, como representante del mundo libre; también dijimos que nos íbamos a alinear con Israel; también señalamos que nos íbamos a alinear con el mundo libre y que íbamos a rechazar de plano la agenda 2030 y todo lo que tiene que ver con el catecismo woke.

En ese sentido, en el día de ayer, mi grandiosa canciller, la doctora Diana Mondino - que está acá - dio una verdadera clase de por qué Naciones Unidas no debe alejarse de su objetivo original de mantener la paz y debería dejar de abrazar toda la agenda socialista, que lo único que conduce es al empobrecimiento. Por lo tanto, ayer, también hemos dado muestras contundentes de nuestra alineación no sólo con el mundo libre, sino – además - con las ideas del capitalismo de libre mercado.

Naturalmente, también, se nos cuestiona la política social; dicen que no tenemos corazón. Yo diría que no tienen cerebro, los que hacen ese comentario. De hecho, mucho no les gustó el último posteo que hice en Instagram del virus KU-K12. Pero más allá de eso, las únicas partidas que crecieron fuertemente - durante nuestro Gobierno - fueron lo que tiene que ver con el gasto de contención social. Nosotros sabíamos que hacer el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad implicaba poner en riesgo la situación social, y ahí no sólo hemos duplicado las partidas. De hecho, lo que tiene que ver con los dos planes más importantes que tiene Argentina que es la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar, no sólo que se duplicó y más, sino que - hoy - cubre la canasta básica total. Por lo tanto, eso representa una mejora sustancial, respecto a lo que el gobierno populista y tan preocupado por la gente solamente cubría la mitad. Pero no sólo eso, sino que, además, en el medio, terminamos con los intermediarios, con los gerentes de la pobreza, es decir, con los que se quedaban con parte del dinero que iba a los sectores más vulnerables. Y, obviamente, que tocar esos privilegios; tocar esos robos, generó muchas operaciones de prensa en contra de nuestro Gobierno; operaciones de prensa que, además, están sobreestimuladas por el simple hecho de que les cortamos la pauta publicitaria. Nosotros creemos en la libertad de verdad, no de que un Gobierno tiene que estar sobornando periodistas para que los periodistas digan lo que uno quiere; si son tan buenos que compitan en el mercado y que se ganen el favor del consumidor, como se ganan todas las empresas de bien su mercado.

Pero esto no es todo, pues además, iniciamos un conjunto de reformas estructurales, impulsando la Ley Bases y enviando un Decreto de Necesidad y Urgencia, donde hemos logrado pasar estas reformas, con el 15%, de la Cámara de Diputados, y con el 10% de la Cámara de Senadores, y es increíble que todavía nos cuestionen que no hay gestión; en eso también debo agradecer profundamente al doctor Guillermo Francos, que está en Buenos Aires, por su gestión en todo lo que tiene que ver con la cuestión política y poder conseguir tamaños resultados.

¿Por qué es importante esas reformas? Primero: porque esas reformas son 8 veces más grandes que lo que la reforma que hizo, en los 90, Carlos Saúl Menem; siendo que la reforma de Menem había sido la más grande de la historia. Hoy, la reforma estructural más grande la historia es la que estamos llevando nosotros a cabo y que la hicimos solamente en 6 meses.

Eso va a implicar que Argentina escale cerca de 80 puestos - en términos de libertad económica - y que, en términos de funcionamiento del sistema, empecemos a estar parecido a países como: Alemania, Italia, Francia. Pero nosotros a nosotros no nos alcanza eso. Nosotros tenemos planeado ser el país más libre del mundo, y para ello todavía tenemos pendiente 3.200 reformas estructurales que, efectivamente, cuando las terminemos vamos a hacer - sin lugar a dudas - el país más libre del mundo. En eso, también quiero resaltar la enorme labor que está llevando, otro de los grandiosos ministros que tengo, que es el caso del doctor Federico Sturzenegger, donde - día a día - vamos desregulando y quitando trabas a la economía. Por lo tanto, no tengan dudas que lo vamos a dar todo para hacer el país más libre del mundo, porque además aquellos países que son más libres, son 12 veces más ricos que los reprimidos, tienen el doble de tasa de crecimiento; tienen 25 veces menos de pobres en el formato estándar y 50 veces menos, en el formato extremo. Por lo tanto, si Argentina quiere salir del pozo - que nos hundió el socialismo - lo que necesitamos es volver a abrazar la ciudad de la libertad. Algo que ya hicimos, pues – Argentina - abrazó las ideas de la libertad, en el año 1860, que fue cuando se puso en marcha la Constitución de Alberdi, de 1853. Y de ser un país de bárbaros - en 35 años - nos convertimos en la primera potencia mundial. Entonces con un mundo más integrado, mejor comunicado y con muchísimas más posibilidades tecnológicas para acelerar la convergencia, ¿por qué no vamos a hacerlo ahora? Lo único que necesitamos es coraje, y - créanme- que si hay algo que me sobra es coraje para hacerlo.

Finalmente, la pregunta es ¿y cómo van a crecer? El primer punto es el crecimiento o la expansión va a tener dos partes. Hay una parte que va a tener que ver con lo que es la recuperación cíclica; de hecho, hoy, cuando uno mira las series de la economía, el 80% de las series están empezando a arrojar resultados positivos. Es decir, el mapa de actividad argentina empieza a pintarse - casi totalmente - de verde, y eso se debe a que en parte está ocurriendo una recuperación cíclica; hace 5 meses que los salarios le vienen ganando sistemáticamente a la inflación, es decir, tenemos mejora de los salarios reales; eso también aplica a las jubilaciones.

Al mismo tiempo bajar la inflación está eliminando esa distorsión, que genera la inflación en el funcionamiento del sistema de precios. De hecho, también quiero mencionar algo, porque la experiencia argentina, también muestra algo interesante en materia de estabilización, y es que la forma sana de corregir la inflación no es subiendo la tasa de interés, sino dejando de imprimir dinero. Porque lo que hay que saber es que la tasa de interés existe – independientemente - que exista el dinero. La tasa de interés existe porque existe el tiempo, no porque hay un Banco Central imprimiendo dinero. Y eso fue un elemento muy importante porque cuando no hicimos caso de las recomendaciones de subir la tasa de interés, como mecanismo de estabilización, hubiéramos tenido una relación de pasivos monetarios, en términos de base monetaria, de cerca de 10 veces hoy y estaríamos discutiendo de las características de la hecatombe argentina, y no de cómo Argentina logró terminar con la inflación.

Pero a veces es necesario volver a las raíces, hay que volver a leer los autores, del siglo XIX e inicio del siglo XX, antes de que apareciera la aberración de 1936, llamada: “Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero”, de ese ser siniestro que fue John Maynard Keynes. Dicho esto…Soy Milei, ¿qué esperaban? Dicho esto, también tenemos un elemento, que nos juega a favor, que es la recomposición de stocks; por lo tanto, la economía argentina se había sobre estoqueado, en la última parte del gobierno kirchnerista, por si se desataba la hiperinflación y poder estar protegidos con activos reales. Y esos stocks se agotaron - en la primera parte del año – y, por ende, hoy el ciclo de stocks juega positivamente, igual que la recomposición de la demanda - vía aumento de salarios y aumento de jubilaciones - y que se está manifestando en que cada vez se aumenta más el nivel de utilización de la capacidad instalada, en los distintos sectores de la economía, pero – claramente - eso hace al ciclo.

Pero eso no es todo, hay más, y hay más cosas que van a favorecer el crecimiento económico. En primer lugar, es que el crecimiento se genera por inversión, y ustedes la inversión la tienen que financiar, o sea, necesitan del ahorro, Y básicamente el ajuste fiscal, que hemos hecho, les ha devuelto a los argentinos 15 puntos del PBI de ahorro. Es decir, mientras que - en diciembre del año pasado - discutíamos las características de la hiperinflación; hoy discutimos la existencia de crédito a treinta años y cómo se estructuran créditos a 30 años. Por lo tanto, eso está mostrando que los bancos dejaron de ser una oficina para financiar - de manera indirecta al fisco - y han tenido que salir a trabajar de banqueros, que era lo que queríamos que hicieran. Por otra parte, eso va a ser un gran elemento para el crecimiento económico. Al mismo tiempo, vamos a liberar el cepo. El cepo lo vamos a liberar, cuando la tasa de inflación, que tiene el programa macroeconómico sea cero, básicamente ustedes tienen una inflación observada en el consumidor que es 4%, y una inflación inducida por el programa - dado los controles de capitales, dado el crawling peg y la inflación internacional - del 2 y medio, por lo tanto, esa inflación hoy está en el 1 y medio. Cuando ese uno y medio haya desaparecido, se va a dar en una situación donde además las LeFis hayan desaparecido y la base monetaria - en el formato tradicional - coincida con la base monetaria amplia. En ese momento, habrá desaparecido el money overhang y podremos abrir - sin ningún tipo de problemas - el cepo porque ya no tendrán balas para cargar las armas que puedan tirar la estabilidad macroeconómica, porque se habrá eliminado el exceso de pesos, dentro de la economía.

Al mismo tiempo, nuestra disciplina fiscal va a implicar que, inexorablemente, el Riesgo País va a caer. De hecho, cuando discutíamos los impactos de lo que está haciendo, el Congreso, notamos que cada vez que sube el Riesgo País, 100 puntos básicos, el PBI - en dólares - cae 1.8 y cae 0.6, en pesos. Eso significa que, por ejemplo, si volviéramos a las andadas, que proponen los degenerados fiscales, que están en el Congreso de la Nación Argentina, implicaría perder un tercio del PBI, implicaría perder cerca de 200 mil millones de dólares. No se los voy a permitir, les voy a vetar todos, todos los excesos que quieran cometer cuando quieran atacar el resultado fiscal.

Y la consecuencia de ello será que – inexorablemente - el Riesgo País va a caer; la tasa de interés va a bajar y, consecuentemente, vamos a acelerar la acumulación de capital; va a aumentar la productividad y la economía argentina va a crecer y va a recuperar sus salarios. Y una última nota sobre el cepo: a diferencia de todas las otras experiencias que se salió con el yendo del tipo de cambio oficial hacia el paralelo, estamos demostrando que se puede hacer desde el paralelo hacia el oficial. Cuando lanzamos el programa de emisión cero, básicamente lo que nosotros enfrentábamos era una situación, donde el tipo de cambio paralelo, estaba en 1500, donde los pronósticos de los analistas decían que - en las próximas semanas - se iba a ir a 2000. Hoy el tipo de cambio paralelo está en 1200, en algunas mediciones en 1190, mientras que el tipo de cambio oficial - corregido por el Impuesto País - está en torno a los 1100. Es decir que, hoy, la brecha se está comprimiendo a menos del 10%. Por lo tanto, cuando dijimos que se va a cerrar la brecha, desde arriba hacia abajo, lo estamos cumpliendo, y el día que terminemos de levantar el cepo, se cerrará el exceso de demanda de divisas y, por ende, se cerrará el exceso de oferta al mercado de bonos y, por ende, subirá el precio de los bonos; bajará la tasa de interés; cerrará el exceso de oferta en el mercado de bienes; habrá una expansión adicional en la actividad económica; se cerrará también el exceso de oferta de trabajo y, por lo tanto, habrá mayores salarios con mayores empleos y, por lo tanto, con menos pobres e indigentes.

Por lo tanto, quiero decirles que – Argentina - se está poniendo de pie, abrazando las ideas de la libertad. Estamos comprometidos en hacer el mejor gobierno de la historia; estamos comprometidos en ser un faro de luz para las ideas de la libertad, para que todo el mundo deje de lado las ideas socialistas y vuelva a abrazar las ideas de la libertad, y estamos convencidos de que lo vamos a lograr.

¡Así es que muchísimas gracias! ¡Viva la libertad, carajo!