Palabras del Presidente de la Nación, Javier Milei al visitar la plataforma de e-commerce, Mercado Libre, en Saavedra.
Buenas tardes a todos. Para comenzar quiero agradecerles a todos por estar aquí presentes hoy y dedicarles un agradecimiento especial, a los directivos de MercadoLibre y Plaza Logística; gracias a empresarios como ustedes y su incansable esfuerzo de todos los días que nuestro país saldrá adelante, concretamente son sus inversiones la que generan riqueza y empleo, tal como el flamante Centro de Almacenamiento, que estamos celebrando juntos – hoy - y que dará lugar a 2500 puestos de trabajo, directos y otros miles de manera indirecta.
En junio del año pasado, antes de convertirme en presidente, les dije que yo solo no podría sacar a todos del abismo en el que nos dejó la casta política y que ustedes eran piezas fundamentales en la Argentina que se venía. Porque un presidente puede generar condiciones para que invertir sea rentable y atractivo, pero al final del día es el emprendedor y el empresario quien arriesga su capital y en consecuencia el que dinamiza la actividad económica.
A nueve meses de haber asumido tengo la alegría de celebrar esta ampliación con ustedes y también de destacar que, hoy, hay anuncios por más de 50,000 millones de dólares en inversiones, para los próximos años. Durante los últimos 100 años, Argentina fue castigado por gobiernos que entendieron mal la relación entre el Estado y el privado. Bueno si me rascan un poquito voy a...casi que no debería existir, pero es una cuestión de transición.
Se obstinaron tanto en arbitrar quién gana y quién pierde, que - en última instancia - destruyeron la economía y terminaron haciendo inviable cualquier tipo de inversión. El tema es que el único que puede generar riqueza - en este país y en el mundo entero - es el empresario, no el político. El político no sabe cómo crear riqueza, ni tiene los incentivos adecuados para hacerlo y cuando lo quiere hacer lo único, que genera es corrupción. Pero para que eso ocurra, el empresario hay que dejarlo ser “porque la libertad de cada uno engendra la prosperidad común”, es una cita velada, de mi papá, Adam Smith, o sea al empresario hay que dejarlo producir y brindar bienes y servicios de mejor calidad y venderlos al mejor precio que pueda y tiene que tener la posibilidad de ganar dinero por ello. Una de las cosas que siempre a mí me interesa que quede claro es que un empresario exitoso es un benefactor social, porque si está ganando dinero quiere decir que le arregló algún problema a la gente y ese tipo merece ser ponderado. Y cuanto más gana es porque le arregló la vida a muchísimas personas. De hecho, en la reunión previa, cuando uno ve los números que muestra la compañía, verdaderamente quiero agradecer porque Marcos y todo tu equipo son grandes benefactores sociales, porque le están arreglando la vida no solo a un montón de argentinos, sino a un montón de personas en todo el continente, así es que gracias.
Parece una obviedad lo que estoy diciendo, pero para quienes nos gobernaron - a lo largo de las últimas décadas - esto parecía un disparate o una mala palabra. El problema es que negar esta verdad básica no nos salió gratis, porque gracias a sus políticas erradas pasamos de ser un país rico a multiplicar, por 10, la cantidad de pobres, en los últimos 50 años. O sea que más allá de las intenciones o los protagonistas, el daño que estas ideas nos hicieron a los argentinos es de proporciones bíblicas.
Pensar que cuando llegamos, al inicio del siglo XX, éramos uno de los tres países más ricos del mundo; hoy estamos de la mitad de la tabla para abajo, pero lo vamos a revertir.
Hoy estamos aquí en las oficinas de Mercado Libre, que es un ejemplo de la Argentina que deseamos y por la cual trabajamos incansablemente día y noche. En 20 años pasaron de ser un startup, que funcionaba en un garage, a ser la empresa líder de e-commerce, en Latinoamérica, con presencia en 18 países, una empresa que - desde el 2017 - multiplicó por más de 100 veces el valor de sus acciones en el mercado de capitales. Mercado Libre, Marcos Galperín y todo su equipo de trabajo, son el ejemplo perfecto de innovación y de la fuerza que tenemos los argentinos, aún en condiciones adversas.
Igual vamos a ver, a quién le pegaron más, si te pegaron a vos o a mí me pegaron más. Pero parece que eso genera resiliencia y éxito, pero no lo recomendaría como método. O sea que - sin duda - hay algo particular del espíritu argentino. ¿Cómo se explica, sino que seamos al mismo tiempo el país de la región con menos inversión extranjera directa, en los últimos 15 años, pero con la mayor cantidad de unicornios per cápita? Contra viento y marea y con las complicaciones múltiples que trae llevar un negocio, en la Argentina, esta empresa, así como muchas otras, ha logrado creer ser extraordinariamente y convertirse en ejemplo para tantos jóvenes, que sueñan con emprender en nuestro país.
Si construir Mercado Libre fue posible, imagínense todo lo que podemos lograr si garantizamos las condiciones macro y reducimos el costo argentino, en los distintos sectores de la economía. Podemos soñar, por qué no, con 10, 15 nuevas empresas de escala mundial con pasaporte argentino en un futuro no tan lejano.
Pero la primera condición básica para ello es dejar atrás - de una vez por toda - la inflación y recuperar la estabilidad, sin la cual es imposible el cálculo económico y Por ende la asignación correcta de recursos y por ende el crecimiento económico. Porque sólo sin inflación podemos proyectar hacia el futuro y podemos analizar mejores escenarios dinámicos a lo largo del tiempo. Sin una noción de cómo va a ser el futuro es imposible invertir, es imposible dar trabajo.
Una segunda condición en la que avanzamos a paso firme, todos los días, es la batalla contra ese monstruo de muchas cabezas, que es el costo argentino; que entre el costo carísimo del crédito; la legislación laboral obsoleta; la burocracia eterna; las montañas de impuestos y regulaciones absurdas encarece – prácticamente - todas las actividades económicas y le quita competitividad del trabajo argentino. Nosotros tenemos un compromiso indeclinable con devolverle la competitividad, a la Argentina, y por eso estamos haciendo las reformas estructurales más ambiciosas y profundas, de las últimas décadas, que van a incentivar la innovación el crecimiento de las empresas y - en definitiva - el crecimiento de todos los argentinos.
Porque, en definitiva, el éxito privado de las empresas redunda siempre en un beneficio para el común de la sociedad; estoy intenso con Adam Smith, les aviso. Hoy me tocó Adam Smith; reparemos un segundo en el beneficio que esta empresa le trajo a toda la sociedad argentina. Me van a criticar con que les hago publicidad, pero no es más que un ejemplo práctico, pero nos van a pegar igual, así que olvídate. En primer lugar, hoy, podemos acceder a casi cualquier artículo de consumo, del mercado, eligiendo entre distintos oferentes y con tiempos de envío cortos. Hace 15 años no podíamos.
En segundo lugar, democratizó el acceso a diferentes medios de pago a pequeños comerciantes y emprendedores cuentapropistas que anteriormente sólo se manejaban con pagos en efectivo y que no contaban con la infraestructura para aceptar pagos, como sí podían hacerlo los grandes comercios y empresas. ¿A cuántas empresas y emprendedores les fue mejor, gracias a este servicio financiero? Incontables, es un número enorme. Imagínense cómo podría ser la vida de los argentinos si hubiera más empresas así. Existe el talento, sobran regulaciones. Sepan que nosotros estamos trabajando para ser una tierra de oportunidades para los emprendedores.
Para finalizar, retomo las palabras que dije hace unos días, en la Unión Industrial Argentina: nuestro gobierno es un aliado incondicional del sector privado. Nadie, más que ustedes, genera riqueza, puestos de trabajo y crecimiento para nuestro país. Ni el Estado, ni los políticos pueden hacerlo. Cuando el Estado genera riqueza, lo hace para los políticos; cuando el Estado genera trabajo, lo hace para sus amigos- amigas.
En definitiva, son ustedes lo que empujan para adelante, invirtiendo su capital y cuando usufructúan de lo invertido es porque están satisfaciendo una necesidad. Ustedes son benefactores sociales porque le están arreglando los problemas a la gente; Mercado Libre es la prueba cabal de ello. Nosotros como gobierno lo que sí podemos hacer - y ya estamos haciendo - es remover todos los obstáculos y trabas que separan a la Argentina que nos dejaron de la Argentina que soñamos todos los días: un país libre, próspero y pujante. Es decir, nuestro compromiso es convertir Argentina en el país más libre del mundo.
Que Dios bendiga a los argentinos, que las Fuerzas del Cielo nos acompañen. ¡Viva la libertad carajo! Muchas gracias a todos.