Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el III Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, en Beijing, China
Señor presidente de la República Popular China, presidente Xi Jinping; señores y señoras mandatarios y representantes de distintos países, buenos días: es un privilegio tener la oportunidad de hablarles, en esta ceremonia - de apertura - del “III Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional”.
En un momento en el que las hegemonías se diluyen, las regiones crujen y el multilateralismo busca afianzarse, el planteo de la Franja y la Ruta constituye una prometedora iniciativa, de cooperación global, nacida de la idea de la “contribución conjunta”.
Para nosotros - respetuosos del multilateralismo - la iniciativa se nos presenta como un mecanismo de relacionamiento entre países, que no compite con las estructuras regionales existentes, sino que se alinea con ellas y aprovecha sus fortalezas. Pero también vivimos hoy un momento en el que el avance tecnológico y la profunda crisis climática nos obligan a modificar rápidamente el modo en que producimos y consumimos. Así, asistimos a dos transiciones simultáneas: la transición digital y la transición global ecológica. Ambas nos enfrentan a riesgos y, a la vez, ambas nos abren enormes oportunidades.
El gobierno argentino está convencido de la necesidad de encarar estos desafíos comunes, con una lógica cooperativa, que favorezca el desarrollo económico y social de todas las naciones. Por eso, apoyamos – firmemente- las propuestas presentadas por el presidente Xi Jinping en el marco de las Naciones Unidas: las Iniciativas para el Desarrollo Global, de Seguridad Global y Civilización Global. Y también celebro los 8 objetivos, que el presidente Xi Jinping nos ha hecho conocer.
Debo reconocer que hemos encontrado, en China, un socio relevante con quien avanzar en la concreción de esas intenciones. La elevación de las relaciones bilaterales, a formas de asociación cada vez más estrechas, ha sido parte de una vocación política continua, desde que rubricamos la Asociación Estratégica Integral, de la Argentina con la República Popular China, en el año 2014, hasta la plena adhesión - durante mi Presidencia - a la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Tras la firma del Memorándum de la Franja y la Ruta- precisamente -,en el mes de junio de este año, hemos trabajado en un Plan de Cooperación más detallado que propicia un ambicioso programa de obras. Nuestro objetivo es que este Plan de Cooperación permita una mejora sustancial de las infraestructuras estratégicas de la Argentina. En estos días, estaremos dando un paso más en la implementación de ese plan, a través de la conformación de los Grupos de Trabajo.
La República Popular China es un país con el que acumulamos, más de 50 años de fructíferas relaciones diplomáticas. China ha sido para Argentina un socio clave, en los últimos años. Pero también fue un hermano, que nos acompañó en la pandemia, que nos socorrió financieramente, cuando la presión del Fondo Monetario Internacional nos puso en jaque y que invierte, en nuestro país, generando trabajo para argentinos y argentinas.
No son palabras. Son hechos. China está colaborando en la transición energética argentina, a través de la financiación y construcción de centrales hidroeléctricas, parques eólicos y parques fotovoltaicos. Tan sólo las represas, que se están construyendo en la Patagonia Argentina, implican una inversión cercana, a los 5.000 millones de dólares. Se trata de un proyecto para generar energía limpia y renovable, que significará una mejora sustancial de la matriz energética de la Argentina.
También son muy importantes las inversiones de origen chino, en el sector minero argentino, en especial, en los salares de los cuales se extrae litio, uno de los minerales que se ha posicionado en el centro de la transición energética. Queremos profundizar ese trabajo con China para agregar valor al litio, que Argentina tiene para mejorar así nuestro perfil exportador y productivo y estimular el empleo digno y bien remunerado.
Quisiera finalizar estas palabras de apertura agradeciendo la solidaridad, del presidente Xi Jinping y del pueblo chino. Como ya he dicho, los últimos años han sido particularmente difíciles para la humanidad toda y para la Argentina, en particular. La pandemia y la guerra han conmovido la economía global y dificultado el normal relacionamiento entre las naciones. La reducción del comercio mundial da cuenta de este proceso.
Durante el peor momento de la pandemia, la Argentina y China trabajamos codo a codo. Recibimos la solidaridad de China cuando nos donó material sanitario para la atención médica y cuando nos aprovisionó de vacunas, en el mismo momento en el cual los países centrales las acaparaban para sus habitantes. Los insumos médicos que China nos donó fueron necesarios para poder garantizar la atención sanitaria de la población. Las vacunas - por su parte - fueron imprescindibles para poder recuperar la normalidad perdida luego de meses de aislamiento y contracción de la actividad económica. Todo eso tuvo consecuencias severas en los ingresos familiares.
Tanta adversidad, no nos impidió fortalecer nuestros vínculos.
Estamos muy agradecidos por el apoyo financiero, que China nos
ha brindado, en el mismo momento en que el Fondo Monetario
Internacional nos exigió hacer frente a una deuda insostenible,
que irresponsablemente le dio al gobierno que me precedió y, en el mismo momento, que una sequía ha hecho caer nuestras exportaciones privándonos de divisas por un monto equivalente a tres puntos de nuestro Producto Bruto Interno.
Finalmente - también con el apoyo y el acuerdo del gobierno de la República Popular China - hemos podido acceder a los BRICS, un grupo de naciones, que propone repensar la relación global desechando hegemonismos y respetando el multilateralismo.
Celebro, también, la propuesta, que ha hecho el presidente Putin, para trabajar en los BRICS, y mejorar la comunicación entre nuestros países.
Presidente Xi Jinping sepa de nuestra sincera gratitud hacia su gobierno y hacia el pueblo chino.
Espero que, durante este Foro, podamos debatir en torno a los ejes que usted ha planteado: reflexionar sobre las formas del comercio internacional; promover la utilización de tecnologías con menor impacto ambiental; desarrollar la economía digital; profundizar el relacionamiento entre gobiernos subnacionales y la cooperación marítima. Todos son temas que hacen a los desafíos comunes, que el presente nos impone y que exige, para lograrlos con éxito, la interacción pacífica y colaborativa de todos los pueblos del mundo.
Un viejo proverbio africano enseña que si quieres llegar más rápido pues entonces camina solo, pero si quieres llegar más lejos camina con otros que te acompañen. En este tiempo tan ingrato, caminemos juntos y acortemos la distancia que nos separa de ese mundo socialmente más justo que todos soñamos.
Muchas gracias. (APLAUSOS)