Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la inauguración de 15 kilómetros y finalización de la Autopista RN. 8, Pilar-Pergamino, Provincia de Buenos Aires
Muchas gracias. Gracias a todos y todas por estar aquí. Gracias compañero allá atrás, gracias.
Bueno, es un día muy lindo, muy feliz -para mí, en lo personal un poco ingrato porque se me fue un amigo muy querido que es, Mario Wainfeld- pero muy feliz porque estamos terminando una obra que desde el primer día con Gustavo y con Gabriel venimos planteando que hay que terminar.
Miraba recién el video que preparó Gabriel -supongo-, y la gente de Gabriel, y decía nunca más cierto aquel principio peronista: “Mejor que decir es hacer y mejor que prometer es revisar”, ¿No? Y yo pensaba en cómo había sido mi campaña, y la verdad que yo en mi campaña nunca hablé de esta ruta, nunca. Nunca hablé tampoco de la Autopista General Perón. Sí hablé de que íbamos a trabajar para todos los argentinos, y esta ruta, que cruza muchos municipios gobernados por opositores, legítimamente elegidos por sus respectivos pueblos, democráticamente elegidos por sus pueblos, la seguimos adelante sin importarnos cuánto se podían beneficiar esos municipios, porque de lo que estábamos seguros es que en esos municipios lo que había eran argentinos y argentinas que vivían y que necesitaban de esta ruta.
Ahora, al mismo tiempo, con Gustavo mirábamos el otro día la Autopista General Perón. Allí, esa autopista atraviesa 12 municipios, todos peronistas. Esa autopista nunca se construyó en otras épocas porque beneficiaba a municipios peronistas. (APLAUSOS) Y eso es algo que tenemos que desterrar en la Argentina, porque más allá de quién gobierna ocasionalmente, los que viven en esta patria son argentinos y argentinas, y es por ellos por los que tenemos que trabajar. Ni por los intendentes, ni por el presidente, ni por los concejales, ni por los diputados; por los argentinos y por las argentinas, por ellos tenemos que trabajar.
Y yo, créanme, ahora que uno está en tiempo de balance, porque está jugando como en tiempo de descuento, estos últimos meses de la presidencia, miro para atrás y tengo la íntima tranquilidad de que siento que hice lo que creía que debía hacer.
Muchas veces, en estos días, escucho… nos denunciaron, a Kato acá, porque fuimos a hablar, como venimos hoy a hablar con ustedes sobre la importancia de la obra pública, porque distrajimos 30 minutos de un día para que tomemos trascendencia de la obra pública. Quiero contarles a todos de qué estamos hablando cuando hablamos de obra pública, porque por ahí muchos no entienden, por ahí muchos piensan que es un tema de empresarios de la construcción y del Estado. Es un tema de la vida de la gente, son hombres y mujeres que se benefician con un Estado presente que hace obras que los mercados no hacen porque no son rentables, simplemente por eso, porque no son rentables.
Seguramente si uno tuviera que hacer una autopista circunvalación en una gran ciudad, ahí habría muchos que privadamente pensaron en el peaje y querrían hacer la obra. Las cámaras no me van a poder ayudar hoy, pero si uno mira para la izquierda lo único que ve es una inmensidad de campo impresionante y si uno mira a la derecha es una inmensidad de campo impresionante. Yo sé que muy cerca está Pergamino, que es una ciudad muy hermosa, enorme, pujante, con mucha gente, y que hay muchos distritos que cruzan con mucha gente, y también distritos pujantes, pero nosotros esta obra la hacemos para que la Argentina crezca. Para que la Argentina pueda, de una vez por todas, tener un mejor funcionamiento en el transporte de su producción y en el transporte de la gente, porque finalmente de Pergamino a Pilar van a tardar una hora en llegar, ¿cuánto tardaban antes?
Me contaba el otro día la Intendenta de Merlo, que con la Autopista Perón va a estar en menos de una hora en La Plata, y que hoy en día le significa tres horas de viaje.
Ahora, hablamos de las autopistas… paso la publicidad. Nosotros hicimos 18 mil kilómetros de rutas en la Argentina y quién nos precedió hizo 9 mil. (APLAUSOS) Implementó un plan, que fue ese plan famoso de la participación público y privada, que lo pudimos desmontar porque era muy nocivo para la Argentina, porque todo estaba dolarizado, y finalmente cuando tomamos las obras -corregime Kato si lo que digo está mal- los precios finales fueron un 70% más bajo de los que se licitaron en las PPP. Esa es la plata que ahorramos para todos los argentinos y argentinas.
Hoy estoy inaugurando esta ruta, pero hace un mes atrás, Gabriel, fuimos a Catamarca y unimos una ruta que une La Rioja, Tinogasta, y que llega a la entrada del Gran Catamarca. Unimos el Gran Catamarca, la ciudad con La Rioja, una ruta provincial. Uno miraba a la izquierda, veía campo, miraba a la derecha, veía campo- más áridos que estos, claramente- pero de repente apareció un grupito de chiquitos del colegio primario, que estudiaban ahí nomás, y que todos los días tenían que hacer kilómetros en autos, muchas veces llevados por sus maestros, para llegar a esa escuela. ¿Quién iba a hacer esa obra si no era el Estado? ¿Dónde el capital privado se iba a ver interesado en hacer esa obra si no estaba el Estado presente? Y la felicidad de esos chiquitos que veían la posibilidad de llegar a su colegio más rápido, y no tener que pensar que el día que llovía no podía ir al colegio porque la ruta era intransitable porque se embarraba, ¿quién iba a pensar en ellos? Eso también es obra pública.
Y después pienso en los centros de infancia que construimos. ¿Cuántos llevamos construidos, Kato? 500 obras en marcha, ya se terminaron más de la mitad. Centros de Atención para chiquitos de la primera infancia, no hablo de los jardines que también son otro tanto.
Hablemos de las universidades. Yo inauguré la Sede que construimos nosotros íntegramente en la Universidad de Tierra del Fuego, pero también construimos la Sede de Farmacia y Bioquímica en Posadas, en la Universidad Nacional de Misiones. También construí la Sede donde hoy se está terminando la vacuna contra el Covid-19 Argentina, en la Universidad de San Martín. Y construimos sedes de universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país. ¿Por qué? Porque queremos que nuestros chicos tengan una universidad cercana para ir a estudiar, porque ese es el secreto. No es que los chicos hagan kilómetros y kilómetros para estudiar, sino que tengan una universidad cercana donde poder aprender. Eso saben qué es: obra pública.
Y cuando llegamos, nos encontramos con que el ministerio de Salud no existía más. ¿Se acuerdan ustedes? Pero construimos más de 30 hospitales modulares y no sé cuántos más de los otros, porque la pandemia nos lo exigió. 278 obras hospitalarias, a lo largo y a lo ancho de todo el país. (APLAUSOS).
No se lo habíamos prometido a nadie, simplemente lo hicimos porque hacía falta hacerlo. Simplemente por eso. Porque acercar la salud también a los que habitan en lugares alejados es nuestro deber. Y nunca preguntamos quién gobierna acá, simplemente lo hicimos. Eso también es obra pública.
Ayer hablaba con el ministro de Vivienda y le digo: “che,¿cuándo inauguramos la casa 130.000?” “No, esa ya la pasamos”, me dice. “¿Cómo que la pasamos ya?”, le digo. Y él me dice: “sí, recordá que vos estaba en India y tuvimos que pasarla”. Y ahora -en breve- vamos a inaugurar la 135.000 y la 140.000. (APLAUSOS). 140 mil familias, que accedieron a la vivienda porque el Estado se ocupó de ayudarlas a acceder a su vivienda. Quien me precedió entregó 14.000, con los créditos UVA, no tengo nada más que decir. Mejor que decir es hacer; mejor que prometer es realizar. (APLAUSOS).
Cuando llegamos también teníamos una crisis de empleo, había dos dígitos de desempleo y uno de los que más padecían eran los compañeros de la construcción. Vialidad estaba de brazos caídos, porque estaba realmente viviendo un mal momento, un momento ingrato, donde la palabra obra pública se había vuelto sinónimo de delincuencia y allí trabajan miles de personas – honestamente – para resolverles problemas a los argentinos y argentinas. Y resultó ser que había 220 mil trabajadores de la construcción. Le pregunté, un día, a “Kato” cuándo fue el mayor apogeo de los trabajadores de la construcción; en épocas de Cristina llegaron a haber 417 mil trabajadores de la construcción; hoy hay más de 500.000 trabajadores de la construcción. (APLAUSOS). ¿Eso saben qué es también? Eso también es la obra pública.
Los ferrocarriles: hoy el ferrocarril llega a Rosario; hoy el ferrocarril llega a Mendoza y a muchos otros lugares; llega a San Luis y seguimos trabajando para ver cómo seguimos conectando con vías férreas lugares de la Argentina. Eso también es obra pública y podría seguir enumerando y podría aburrirlos, pero no es para aburrirlos, es para llamarlos a la reflexión a todos los argentinos, que nos están viendo. Porque, la Argentina, vuelve a vivir un dilema que siempre tuvo. ¿Para quién es la Argentina? ¿Es para todos o es para algunos? Están los que creemos que la Argentina es para todos, los que creemos que esto no es un gasto, esto es una inversión hacia el futuro; los que creemos – como dije, esta mañana – que la ciencia y la tecnología tiene que ser propiedad de la Argentina. Y escucho decir ahí a un candidato que, la Argentina, no está para desarrollar ciencia y tecnología. “Afuera ciencia y tecnología”, grita y arranca un cartelito. ¿La Argentina de los cinco Premios Nobel va a renunciar a la ciencia y a la tecnología? ¿La Argentina de Favaloro, que revolucionó el mundo, en la atención de problemas cardíacos médicos va a renunciar a la ciencia y a la tecnología? ¿La Argentina que pone satélites en el espacio va a renunciar a la ciencia y a la tecnología? ¿La Argentina que ha desarrollado biotecnología, que es única en el mundo para mejorar la producción de nuestros campos va a renunciar a la ciencia y a la tecnología? No, muchachos, yo voy por el mundo, ¿saben de lo que se habla en el G20, de lo que se habla en Naciones Unidas, de lo que se habla en el G77, en cómo desarrollar el conocimiento, la ciencia y la tecnología, porque ahí está el futuro de la humanidad, ahí está el desarrollo de la sociedades.
Los dueños del mundo no son que tienen el petróleo y los que tienen el gas, sino son los que saben extraer el petróleo y el gas porque tienen la ciencia y la tecnología para hacerlo. Lo hemos vivido, en el mundo, en el presente, hace poco tiempo, la humanidad lo ha vivido. ¿Quiénes eran los poderosos del mundo? Los que podían hacer la vacuna ¿y el resto que éramos? Desesperados buscando una vacuna, en el mundo. Eso es la ciencia y la tecnología y eso es inversión pública, también. Y eso debe seguir siendo así.
¿Saben por qué? Porque queremos una Argentina para todos, no para unos pocos, para todos. Y porque sabemos cómo funciona, en el mundo, la inversión privada. La inversión privada funciona donde es rentable, donde no es rentable no funciona. Ahora, si esperamos que la Argentina progrese porque algunos pocos pueden hacer negocios, ese progreso va a ser muy lento. Y no nos tiene que avergonzar decir que el Estado está detrás de esto, porque también les mienten. Miren, Tesla, ha sido el primer auto eléctrico del mundo, hoy es un auto de lujo, en el mundo, desarrollado en los Estados Unidos. ¿Saben cómo empezó Tesla? Con un impresionante crédito del gobierno de los Estados Unidos para que los inversores pudieran llevar adelante el proyecto. El gobierno de Obama no dudó un segundo en poner plata ahí para desarrollar el auto eléctrico, que hoy se impone en todo el mundo.
¿Por qué nos hacen discutir esto a nosotros? Yo a todos les recomiendo que lean un libro, que se llama: “Misión economía”, que cuenta una historia, de Estados Unidos. Kennedy al comienzo de los 60 les dijo a los americanos, que antes que termine la década, del 60, Estados Unidos iba a poner un hombre, en la luna. Lo cumplió, en el año 69 lo hizo. Ahora, ¿qué hizo Kennedy con eso? Puso todos los recursos del Estado a movilizar una industria, que no existía, que era la industria aeroespacial y todo lo que se creó en torno a la industria aeroespacial es inmenso. ¿Y con qué dinero se hizo? Con dinero del Estado, así se empezó.
La guerra en Rusia y la guerra comercial entre China y los Estados Unidos ha dejado al descubierto que China tenía casi el monopolio de los microchips, los conectores que tan muchas veces son esenciales para nuestros autos, porque todos tienen nuevos sistemas de computación y claro descubrieron que no podían importarlos, de China. ¿Qué acaba de hacer el gobierno de los Estados Unidos? Atención: destinar 45 mil millones de dólares a créditos blandos para que empresas privadas empiecen a hacerlos. 45 mil millones, ¿les suena la suma? Es la misma suma que tomó de deuda con el Fondo Monetario Internacional quien me precedió en el cargo. Se dan cuenta cómo funciona el mundo, se dan cuenta cuánto nos mienten, se dan cuenta cuál es el camino correcto. Parece ser que Obama era peronista ¿no? Porque financió Tesla y que Kennedy también.
Por favor, yo les pido que pensemos en la Argentina, que nos merecemos, nos merecemos una Argentina unida, nos merecemos una Argentina, que viva en libertad, cómo vivió todo este tiempo. En todo este tiempo nadie puede decir, que fue perseguido por lo que dijo, nadie. Es más, se dijeron cada cosa, pero – no importa – nadie puede decir, que fue perseguido por eso. Necesitamos vivir en una Argentina más igualitaria.
Nosotros no dijimos, en campaña, que íbamos a sacar, el Impuesto a las Ganancias para los que trabajan, aunque siempre dije que el salario nos es objeto impuestos, pero no dije que lo iba a sacar, pero lo fuimos sacando, poco a poco, y cuando pudimos, lo sacamos en su plenitud. (APLAUSOS). Porque seguimos creyendo que el salario no es objeto de impuesto. Yo lo que les pido es no retroceder, seguir mirando adelante, seguir caminando con los mismos objetivos, que tuvimos como pueblo, integrarnos federalmente.
Cuando llegamos al gobierno, la inversión en ciencia y tecnología el 80 por ciento estaba concentrado en la Ciudad de Buenos Aires, y el 20 por ciento iba para todo el resto del país; hoy es exactamente al revés; el 20 por ciento va a la Ciudad de Buenos Aires y el 80 por ciento se distribuye, en el resto del país.
La obra pública, ¿cuál era el lugar más atrasado, que tenía la Argentina? El norte argentino; entonces el 65 por ciento de la obra pública fue al norte argentino porque allí se necesitaba. (APLAUSOS) ¿Con qué idea vamos a diseñar un país? Esa es la primera pregunta que tenemos que hacernos.
Déjenme contarles dos anécdotas más y con esto termino y no los aburro más: miren, en los cuatros años que precedieron, en todos los presupuestos estaba puesto recursos para hacer un acueducto, en el Chaco, que llevaba agua potable para 450 mil chaqueños y también para hacer un acueducto, que uniera Santa Rosa con General Pico, para que llegara agua potable a General Pico, directamente desde el Río Colorado. Esas obras, en esos cuatro años, a pesar de estar presupuestadas nunca se hicieron. Ahora los recursos de esas obras, saben para qué se usaron. Se usaron para hacer el Paseo del Bajo, que es un hermoso paseo, que está en Puerto Madero, la zona más cara de Buenos Aires, para que los que vivíamos en Puerto Madero no tengamos que soportar tener un camión delante nuestro, mientras íbamos en auto. ¿A quién benefició esa obra y a cuántos argentinos postergó, que estos acueductos no se hicieran?
¿Saben una de las cosas que en pocos días vamos a hacer con Kato? Ya llegaron los caños con los que se está empezando a hacer el acueducto en La Pampa. Eso ya se licitó y ya llegaron los caños que van a llevar agua a General Pico, una demanda de décadas. Y en pocos días más vamos a inaugurar, con Kato, el acueducto que llevará agua a 450 mil chaqueños, que vienen esperándolo hace décadas. Eso es también la obra pública, es mejor vida para todos y todas.
Por eso les pido que cuando voten -nosotros seguramente cometimos errores- lo que les doy mi palabra es que los cometimos honestamente, no quisimos hacer daño, nunca quisimos hacer daño. Lo que sé es que por ahí cometimos errores, pero los cometimos honestamente. Sé que dejamos todo acá, en estos cuatro años, no nos llevamos más que la satisfacción de haber presidido a la Argentina y que muchos de ustedes nos hayan acompañado con su voto. Yo lo que les pido es que en este instante de reflexión no den un paso atrás. Atrás están los mentirosos y también están los aventureros que dicen cosas que suenan bien a la gente, pero que no dicen la verdad.
Miren, la Argentina padece una casta, la casta de los poderosos que tienen dinero, que concentran el ingreso en muy poca gente, ninguno de los que estamos acá somos serviles a esa casta, ni siquiera somos parte de esa casta. El que tanto cuestiona la casta es el que preserva los derechos de la peor casta que tiene la Argentina que es la casta de los dueños de la Argentina. Y eso hay que saberlo compañeros y compañeras, argentinos y argentinas. No dejarnos mentir más por esos discursos que suenan tan bien al oído, porque nos enojamos con la política, pero no vemos detrás a qué intereses responde quién dice lo que dice.
Por eso les pido que avancemos, sigamos construyendo el país. Siempre voy a estar al lado de ustedes porque yo sé muy bien a quién represento. En política siempre se representan intereses. Yo a ustedes les dije algún día que entre los jubilados y los bancos, voy a apostar por los jubilados. Y los jubilados dejaron de pagar sus medicamentos, y desde que yo llegué tienen sus medicamentos gratis e hicimos un enorme esfuerzo para que sus ingresos no caigan; Y les prometí que iba a estar al lado de los docentes y les presté mucha atención a los docentes argentinos para que mejoraran los ingresos que otros habían dejado retrasados; y les prometí que iba a estar al lado de los que trabajaban y construí trabajo para muchos argentinos y argentinas. Por favor, voten a Sergio Massa, para que no volvamos atrás.
Gracias a todos y todas. Felicitaciones por esta hermosa autovía. Gracias.