Declaraciones del presidente, Alberto Fernández, y del ministro Tristán Bauer, al recorrer las obras de restauración y puesta en valor de la ex sede de la Biblioteca Nacional.
BAUER.- Cuando asumimos vinimos a este edificio, un edifico realmente extraordinario. Aquí funcionó durante muchos años la Biblioteca Nacional, bajo la dirección de distintos directores, fundamentalmente Groussac y Jorge Luis Borges, desde el año 55 hasta el año 73. Me acuerdo cuando llegué y lo vi en un estado de deterioro asombroso y de aquí mismo me fui al despacho del presidente, le mostré las fotografías que mostraban claramente cómo se hallaba la biblioteca. Y tengo un enorme agradecimiento hacia el presidente porque inmediatamente me dijo: “Andá a verlo a Katopodis”. Vinimos con el Ministro Katopodis y hubo que hacer un abordaje integral.
PRESIDENTE.- El edificio tiene dos valores trascendentales, uno, un valor arquitectónico inigualable porque la belleza de la arquitectura de este edificio la he visto pocas veces en Argentina, debo ser franco. Y cuando Tristán me trajo aquellas fotos y vinimos a ver – claro - todo esto estaba en una situación de tal abandono que yo decía cómo vamos a hacer para poner esto en valor y allí aparece y allí aparece la magnífica obra de Gabriel Katopodis y su equipo de restauración y uno puede apreciar la belleza arquitectónica, la belleza en los faroles, la belleza del mobiliario, la belleza en los techos. La verdad algo que – lamentablemente – los argentinos habíamos perdido en la memoria y que debemos recuperarla, con lo cual tiene también ese valor arquitectónico, tienes su valor histórico, de pensar que aquí Borges hizo gran parte de su obra, que aquí estuvo muchos años Borges dirigiendo la Biblioteca Nacional dejándonos su legado escrito y que gran parte de aquello que escribió lo creó aquí. Por eso, hablábamos recién, que – en verdad – este edificio es hoy parte de la Biblioteca Nacional, que ya tiene un edificio más nuevo, que está instalado, allá, cerca de Recoleta, debería ser un edificio dedicado a Borges, básicamente, que son los que le vivieron y le dieron vida a este edificio como biblioteca. Espero que pronto los argentinos, los porteños, todos, ver las bellezas que tiene la Patria y que, a veces, quedan olvidadas, abandonadas incomprensiblemente mal tratadas y que hacen a nuestra cultura.