Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la inauguración de la pavimentación de la Ruta Provincial N°3, en el tramo entre el límite con La Rioja y Costa de Reyes, Catamarca
Buen día a todos y todas. ¿Cómo les va? ¿Cómo están? Yo muchas veces les he contado la alegría que me causa venir a estas tierras, hijo de un riojano, nacido en Chilecito. Para mí La Rioja y Catamarca son dos provincias que amo profundamente porque de chico mi padre nos traía a veranear a La Rioja, era medio cruel – 50 grados de calor – pero era la necesidad de volver a su pueblo, de volver a su tierra. Y siempre nos hacía cruzar a Catamarca que tenía lugares hermosísimos para ver, bellezas como esta. Ver al Famatina con su nieve eterna, que recuerdo de chico, de 10 años, verlo una mañana asomada, que veía una suerte de cono blanco, porque el cielo se confundía con la montaña, y eso era el Famatina. Lo veía desde Chilecito, la ciudad natal de mi padre. Y ver que estamos haciendo algo para unir a La Rioja y Catamarca, para mí, es una enorme alegría, es una misma tierra. (APLAUSOS) Tierra de gente buena, tierra de gente sana, tierra de gente trabajadora.
Ahora, también es una buena oportunidad para que reflexionemos en momentos difíciles que vive la Argentina. Difíciles, porque veníamos de dos años de crecimiento económico, en ese crecimiento logramos muchas cosas importantes, por ejemplo, que el empleo crezca. Tenemos hoy la tasa de desempleo más baja en muchos años. Por ejemplo, los trabajadores de la construcción cuando nosotros llegamos eran 220 mil, hoy son 450 mil. (APLAUSOS) Logramos que crezca el empleo registrado, que crezcan los puestos de trabajo. Nos ha costado mucho hacer crecer los ingresos de los que trabajan, y más con un proceso inflacionario como el que teníamos, que heredamos; porque nunca olvidemos que heredamos el gobierno con 54 puntos de inflación, no dejaron un país con cero inflación. Nos dejaron un país con una deuda impagable y nos dejaron un país con una inflación de 54 puntos, pero después vino la guerra y complicó la inflación en todo el mundo y nos complica a nosotros también.
Y por eso, quiero hacerlos reflexionar a todos un instante, porque un gobierno que no piense como pensamos nosotros, ese problema lo resuelve de un solo modo, ¿Saben cómo se llama? Ajustando. Dicen: “Paremos el gasto”, entonces dicen: “Paremos la obra pública”, y cuando uno dice “Paremos la obra pública”, lo que está haciendo es que Costa de Reyes, Villa Lugano, Potrerillos del otro lado del límite con La Rioja, se queden sin esta ruta, que tiene la importancia que mencionó el director del colegio. (APLAUSOS)
Acá viven argentinos y argentinas, en un lugar que para un porteño es un lugar maravilloso porque la verdad el paisaje que para ellos se les debe haber vuelto cotidiano y no lo admiran o no lo aprecian, como lo podemos apreciar nosotros, el paisaje es maravilloso, pero este paisaje hay que traerle infraestructura, hay que traerle rutas, hay que traerle escuelas, hay que traerle hospitales, hay que traerles agua, hay que traerles tratamiento de aguas cloacales. Todo eso hace falta acá, en estos lugares que parecen inhóspitos y que, para muchos que no piensan como nosotros, son lugares que tiene que correr la suerte que tenga que correr.
Por eso, hago mención de esto porque escucho decir a algún candidato que hay que parar con la obra pública, que hay que eliminar el Ministerio de Obras Públicas, como si la obra pública no hiciera falta. Sin obra pública en la Argentina no hay rutas como esta, sin obra pública no hay más colegios, sin obra pública no hay más universidades, sin obra pública no hay más hospitales públicos, sin obra pública no (INAUDIBLE), no hay viviendas.
Y entonces les pido que reflexionen, que se den cuenta lo que les están diciendo, porque detrás de un mensaje de libertad, que dice: “Seamos libres, elijamos el colegio que queramos, le vamos a dar un váucher a cada alumno”. ¿Qué pueden elegir si no es la escuela que el Estado les da? si acá nadie viene privadamente a montar una escuela. ¿De qué váucher me están hablando? (APLAUSOS) ¿De qué me están hablando?
Les pido a todos que reflexionemos, porque yo entiendo que con la pandemia y con los problemas que estamos viviendo, la guerra, la sequía - que nos ha privado de 25 mil millones de dólares a la Argentina – Yo entiendo que son momentos difíciles, y entiendo que muchos estén desalentados, pero conviertan ese desaliento en fuerza para que la Argentina no retroceda, para que la Argentina no vuelva atrás; para que no vuelvan los que nos dejaron esta deuda, los que nos dejaron la inflación, a explicarnos cómo se hace para salir de la deuda y de la inflación. (APLAUSOS) Para lo que abandonaron la salud pública, para los que cerraron el Ministerio de Salud, para los que cerraron el Ministerio de Trabajo, porque para ellos el trabajo es un costo, y para nosotros el trabajo es la fuerza que se asocia al capital para hacer crecer el país. No es todo lo mismo, yo les pido que piensen, que reflexionen, que –por más – que por más que canten rock, que se tiren los pelos para adelante detrás de toda esa fachada hay una enorme mentira, que engaña a los jóvenes, y que engaña a los confundidos. (APLAUSOS).
Y quiero decirles que también hay una gran diferencia, porque frente a la crisis, a nosotros nos preocupan los más débiles, no los más fuertes. Los más fuertes pasan las crisis como quien se saca el polvo que pueda haber tocado, su saco, pero a los más débiles les cuesta… les cuesta mucho.
Por eso le digo a esos empresarios, que se llenaron de plata, en los dos últimos años, en que la Argentina creció 16 por ciento, se llenaron de mucha plata, en los años de pandemia, que ha llegado la hora de distribuir y que no se quejen, cuando el gobierno les dice, que tienen que darle una suma a sus trabajadores para tratar de mejorar el equilibrio, que alguna vez piensen en la comunidad, en la que viven y dejen de pensar en sus bolsillos. Porque lo único que estamos haciendo con esto es un poco más de justicia, es distribuir más las ganancias de algunos y que esas ganancias y esas utilidades lleguen a los que trabajan. Esa reflexión, que les pido a los trabajadores, también se las hago a algunos gobernadores. Yo estoy rodeado por dos Gobernadores, que ni siquiera esperaron – al Gobierno Nacional – para hacer las correcciones que había que hacer, lo hicieron ante y se sumaron con más esfuerzo, cuando el Gobierno Nacional pidió más esfuerzo y no se quejaron de distribuir mejores ingresos, entre los empleados públicos, no se quejaron.
Me llama la atención, que Catamarca y La Rioja puedan, y la ciudad más opulenta, de la Argentina, tenga dificultades para hacer eso, me llama mucho la atención. Y esto para que a nadie lo confundan, no es un programa platita, no es el plan platita, es el plan justicia para que los que más tienen mejor repartan. Eso es, no es otra cosa, es el plan justicia, no es el plan platita.
La verdad es que todo lo que pudimos aportar, a las provincias, lo hemos aportado en silencio, en todos estos años, donde hicimos casi 7 mil obras públicas, donde terminamos casi 4 mil obras públicas, las empezamos y las terminamos y son obras públicas, que llegaron a todas las intendencias, de la República Argentina, sin distinción del partido político, que gobernaba. No es que estamos poniendo la plata, ahora, lo hemos hecho en silencio, convencidos de que ese el camino. El único camino posible es hacer una Argentina Grande y para que esa Argentina sea grande el Norte Grande debe desarrollarse. Y por eso, con orgullo digo, que el 65 por ciento de la inversión de obra pública –en mi Gobierno – se hizo en el Norte Grande Argentino, que era el lugar que más lo necesitaba.
Yo les pido a los argentinos que ahora, que estamos en tiempo democráticamente de elegir autoridades, les pido que piensen, porque nosotros pudimos hacer todo esto, porque Ricardo, en La Rioja; porque Raúl, en Catamarca, pensaban igual que el presidente y tienen una misma concepción de cómo se debe gobernar. Porque nosotros escuchamos a la gente, nosotros leemos lo que nos dicen, también escuchamos a las urnas, pero también lo escuchaba a Thiago, cuando me pedía recién, que en su plaza, en la plaza de su pueblo – acá en Costa de Reyes – quiere que haya juegos para los chicos y quiere que haya un playón para poder jugar el fútbol. ¿Y eso quién lo va a hacer, sino nosotros, quién lo va a hacer? ¿Conocen ustedes a algún empresario privado, que quiera venir a invertir, a Costa de Reyes, para que Thiago tenga un lugar de diversión, junto con sus amigos?
Y por favor, despertémonos, yo entiendo el malestar que puedan estar viviendo, ese malestar – con todas las medidas, que Sergio, anunció el otro día – estamos tratando de aplacarlo, de hacerlo más llevadero, de hacerle más fácil la vida a aquel que vive de un sueldo, porque sabemos el problema inflacionario que tenemos, no lo negamos. No negamos el problema inflacionario, ni negamos el problema del ingreso. A eso – como hemos hecho siempre – lo que hicimos fue ponerle el pecho, lo que no hicimos fue hacerle caso al Fondo Monetario Internacional, que es lo que ellos hacen a la perfección. Porque si hubiéramos hecho caso al Fondo Monetario Internacional, la Argentina, hoy, hubiera estado inmensamente empobrecida, con una devaluación impresionante, que era lo que nos pedían que hagamos. No lo hicimos y no lo vamos a hacer, porque entre el Fondo y los argentinos y argentinas nosotros elegimos a los argentinos y las argentinas, sin ninguna duda.
Y además yo les pido… nosotros hicimos un gran esfuerzo, en la Argentina, hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance. Yo siento que pudimos, en un contexto muy adverso, hacer mucho, pero estoy seguro que queda mucho por hacer, queda mucho por hacer. Entonces, para que esto pueda seguir haciéndose, que la Argentina pueda seguir desarrollándose con un criterio igualitario, con un criterio de justicia social necesitamos que Sergio sea presidente, porque – de otro modo – no va a pasar. Ya lo están avisando, no soy yo el que dice que va a cerrar el ministerio de Obras Públicas, son ellos; no soy yo el que llamó al Fondo Monetario para pedir, que – por favor –no acompañen a la Argentina en el proyecto que la Argentina presentó,. ¿Saben quién fue? El mismo ministro que, en diciembre de 2019, me pidió ayuda para parar la estampida del dólar porque no podían pararla ellos y yo ya era presidente electo. ¿Saben cuál es la diferencia? Que yo pensé en ustedes, y ellos piensan en ellos. Yo pensé en que una estampida de esa naturaleza iba a llenar de pobres, a la Argentina, y no sabía cuántos votos perdía con eso, no me importaba. Me importaba que no hubiera más pobres. A ellos no les importa eso, prefieren que la Argentina exploté y llegar al poder para hacer lo que hicieron siempre.
Miren, la semana que viene, voy a inaugurar un acueducto, en el Chaco, de 500 kilómetros, lleva agua a 450 mil chaqueños y chaqueñas. Empezamos ya obras, en La Pampa, para que General Pico tenga un acueducto, de 150 kilómetros más o menos, que va a beneficiar a 150 pampeanos. Las dos obras de las que estoy hablando estuvieron presupuestadas, durante los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri, pero no se hicieron. Porque saben ¿qué privilegió Macri? Hacer el Paseo del Bajo, en Puerto Madero. Yo soy un vecino, de Puerto Madero, la verdad ese es el barrio más cómodo de la Ciudad de Buenos Aires, ¿La verdad cuál era el mayor problema? Que los que vivimos, en Puerto Madero, vayamos más rápido, con nuestros autos y evitemos los camiones, o llevarles agua a 600.000 argentinos, que lo necesitan. Pues bien, yo elijo llevarle agua a los 600.000 argentinos, que lo necesitan y vamos a seguir eligiendo eso, si Sergio es presidente. (APLAUSOS).
Por eso les pido, que pensemos, que reflexionemos y que no nos dejemos vencer, por los mismos que cada vez que ganan hacen negocios con la verdadera casta, que quiere gobernar, en la Argentina, que es la casta de los ricos y los poderosos. Gracias amigos y amigas de Catamarca, los felicito por esta obra, disfrútenla, vamos a seguir trabajando mucho tiempo juntos. Hasta siempre. (APLAUSOS).