Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la inauguración de 100 obras púlbicas del Plan "Argentina Hace", en 100 municipios del país, CCK
Muchas gracias a todos y todas, la verdad un lindo acto, un lindo motivo de encuentro: cuando asumí – allá por el año 2019 – me acuerdo que repetía una y otra vez que a mí me hacía anímicamente muy mal vivir en un país, donde toda la riqueza se concentraba en el centro; vivíamos en un país con un centro y dos periferias, al Norte y al Sur y que eso hablaba de la desintegración, que el país tenía y que eso no era bueno, claramente no era bueno para nadie.
Esto no iba en desmedro del centro del país, donde – efectivamente – hay mucha riqueza y donde efectivamente hay que seguir trabajando y donde hay que seguir dándole impulso, pero sí era un llamado de atención, a toda la Argentina, para poner atención en el Norte, para tener atención, en el Sur, donde residen argentinos y argentinas que necesitan vivir mejor, necesitan vivir con mejores condiciones de dignidad, simplemente eso.
Yo siempre cuento una historia personal: soy hijo de un riojano, que – a los 12 años dejó su provincia – se internó en el Colegio Nacional Buenos Aires, porque en aquellos años ese centro de estudios era internado; terminó su colegio secundario, a los 17 años; entró en la Universidad de Buenos Aires, se habrá recibido a los 23 ó 24 años, no sé a qué edad, y después desarrolló toda su tarea de abogado, de juez, en la Ciudad de Buenos Aires y siempre cuento la historia, de que cuando yo tenía siete, ocho, diez años papá tenía la costumbre de llevarnos de vacaciones, en enero, a La Rioja. ¿Hay algún riojano acá? Pero hay catamarqueños, bueno del Sur hay, en el Zoom los hay, entonces me van a entender y yo siempre decía, que cosa de locos esto de pasar las vacaciones con 50 grados de calor. Para un chico de 10 años, además, al mediodía se cortaba todo porque todos se iban a dormir la siesta, yo quería ir a jugar a la pelota y estaba solo en La Rioja, porque a esa hora no existía un alma. Y después, con el tiempo, me di cuenta que lo que papá buscaba era regresar a su tierra, donde no había vivido, en su infancia; eso fue a los 12 años y, claro, quería recuperar ese tiempo perdido.
Y yo me propuse que eso no pase más y me acuerdo, que – en toda la campaña – decía que yo lo que quería es que el que nazca en algún pueblo del Sur de la Patria tenga la misma posibilidad de desarrollarse, que el que nazca en la Ciudad de Buenos Aires. Y que el que nazca, en La Quiaca, tenga la misma posibilidad de desarrollarse que el que nazca, en la Ciudad de Buenos Aires, porque no es justo un país, donde para poder desarrollarse hay que hacer tantos kilómetros, tanta distancia. Y así me propuse hacer una Argentina más federal y la verdad es que tengo la tranquilidad de que sé que he cumplido, sé que he cumplido. (APLAUSOS)
¿Alcanza con lo que he hecho? No, no alcanza, hace falta mucho más, pero no hay que bajar los brazos - como bien dice “Kato” - hay que seguir insistiendo para hacer más federal a la Argentina, para darles más posibilidades a esos 500 habitantes, que viven al pie de Los Andes santacruceños, para que vivan mejor, en mejores condiciones para darles mejores posibilidades de desarrollo. Y lo mismo con cualquier habitante del Norte del país. Y la verdad es que el Norte y el Sur necesitaban obras de todo tipo, necesitaban obras que tuvieran que ver con generar infraestructura suficiente, como para poder sacar sus producciones y eso lo hicimos con rutas, con caminos. ¿Cuántas rutas llevamos construidas? 500 rutas, 500 tramos de rutas construidas, en estos 4 años. Lo hicimos con la hidrovía, que la recuperamos para el país, la administra el país, ahora, pero también era necesario prestarle atención a las cosas cotidianas de quienes viven en las ciudades, en los municipios y así surgió este Plan, que presentamos, en enero de 2020. Porque no sólo bastaba hacer grandes autopistas, hacía falta llevar agua, hacía falta llevar cloacas, hacía falta hacer cordones cunetas, hacer veredas, hacer más fácil la vida de la gente, en la ciudad donde había nacido y donde vivía. Y así se hizo este Plan, que se extendió a lo largo y a lo ancho de todo el país.
Si una alegría me queda es que – durante nuestro gobierno – no hubo un municipio, en la Argentina, que no haya recibido obra pública del Gobierno Nacional. (APLAUSOS). Y nunca preguntamos cómo pensaban, qué afiliación tenían, si en la interna estaban más cerca o más lejos, nunca, nunca. ¿Por qué? Porque lo que pensábamos era en la gente, en los que viven ahí, porque – finalmente – todos nosotros lo que tenemos que hacer es hacerle la vida más llevadera a nuestro pueblo. Esa es nuestra tarea, hacerle más fácil la vida a nuestro pueblo. Y empezamos, empezamos y veo que nos ha ido muy bien porque de las 6517 obras públicas, que hicimos, en todo el país, que este es un número récord para un gobierno de la democracia, en cuatro años, 3623 están terminadas pero de Plan “Argentina Hace”, que es parte de esas 6517 obras terminadas se terminaron casi 3.000 obras. Entonces tuvo mucho sentido y cuando además me doy cuenta que se hizo del modo – como contaba Débora – es mucho más lindo, porque además pudimos integrar a sectores de la sociedad, que tenían dificultades para integrarse, por su condición de madre soltera, por su condición de género, por su pasado, donde alguien que registra un antecedente penal lo dejaban de lado y pudimos ir avanzando y pudimos seguir integrando a esos argentinos a la sociedad.
Y estos que por ahí son logros, que no son fáciles de palpar, pero son logros enormes. Es muy emotivo, escucharte Débora, de verdad, a todos nos conmoviste, porque pasar de hacer rosquitas para sobrevivir a manejar una retroexcavadora es un gran avance. No, no me des las gracias, es tu mérito, fueron tus ganas, fueron tus deseos de crecer, fueron tus deseos de integrarte. Lo que te hacía falta es que te den la oportunidad, solamente eso. Tuviste la oportunidad y mirá todo lo que hiciste. (APLAUSOS). Gracias para vos. Y entonces podemos estar muy contentos de lo que hoy estamos anunciando, de lo que hoy estamos mostrando, porque es un logro del gobierno.
Ahora – como yo siempre digo – estamos en tiempos electorales, yo sé que todo se toma en tono electora, pero quiero plantearlo más en tono reflexivo, no quiero decir nombres, pero esto también tiene que ver con una forma de ver el país y de cómo vemos a nuestra sociedad, cómo creemos que nuestra comunidad debe desarrollarse. Si algunos creen, que vivimos en una sociedad justa, bueno siento que están muy equivocados, porque no siento que estamos viviendo en una sociedad justa. La sociedad es injusta, porque – geográficamente – algunos tienen más fuerzas que otros, pero la sociedad es injusta intrínsecamente en sí misma, porque hay algunos que acumulan y hay algunos que les falta. Y son muchos más aquellos a los que les falta, que aquellos que acumulan. Y en verdad, nosotros hacemos política, todos los que estamos acá. Quién puede vivir en paz sabiendo que vivimos en una sociedad donde algunos pocos ganan y millones pierden, no podemos estar tranquilo con eso. Alguna vez dije yo que la mejor definición de ética que escuché en mi vida, la escuché en los años ´70 de un tema de Litto Nebbia que se llamaba Días de conflicto; en un verso que decía: “Quiero poder descansar en paz antes de morir”; tenemos que poder descansar en paz antes de morir sabiendo que vivimos en una sociedad justa, sino no dormimos en paz.
Yo duermo en paz porque sé que en estos cuatros años hice todo lo que estuvo a mi alcance por lograr ese objetivo; y algunos datos dicen: che, mira que estuviste cerca de conseguirlo; por ejemplo, 33 meses ininterrumpido creando empleo registrado; por ejemplo, creando más de 1.100.000 puestos de trabajo. Esos son datos que me dicen: “vas por la buena senda”; como dije el otro día, si Perón decía que gobernar es crear trabajo; General no le he fallado. ¿alcanza? No, no alcanza hace falta mucho más.
Tenemos, es cierto, una de las tasas de desocupación más baja de la historia argentina. En la construcción cuando nosotros llegamos al Gobierno, había una deuda de 50 mil millones de pesos y el 70 por ciento de la obra pública estaba paralizada. Y nosotros no solamente ordenamos esa deuda que teníamos, sino que pusimos un plan enormemente ambicioso en materia de obra pública y realizado con una transparencia incuestionable. Y estos son los resultados que tenemos, porque para mí es una enorme alegría haber inaugurado la sede de la Universidad de Tierra de Fuego, en Ushuaia, pero también haber llevado viviendas a Ushuaia; y la felicidad fue mayor cuando llevé viviendas, agua, al impenetrable chaqueño; o cuando fui a Los Altos, en Catamarca, un pueblito muy chiquito llevando casas; o cuando llevé casas a La Poma, en Salta; argentinos y argentinas en los confines del mundo que necesitaban de un Estado presente. Y como bien se ha dicho acá, todo eso que hicimos fue generando trabajo. Y en la industria de la construcción, en la actividad de la construcción, cuando nosotros llegamos había 220 mil trabajadore, hoy hay 480 mil trabajadores registrados en la actividad de la construcción. Hemos podido hacer mucho.
Yo cuando hablo de estas obras y hablo de todo el trabajo que pudimos hacer, a lo largo y a lo ancho del país; siempre…, y porque me gusta ser justo, y me gusta ser sincero y me gusta ser reconocido, siempre digo: yo creo que esto, aunque hubiera querido hacerlo no hubiera podido hacerlo si Gabriel Katopodis no hubiera sido el ministro de Obras Públicas. (APLAUSOS). Gabriel, a quien todos nosotros conocemos, tiene la condición de la humildad y la austeridad, algo que viene bien para este tipo de tareas; pero ha hecho un trabajo inconmensurable. Medio en broma y medio en serio, más en serio que en broma, suelo decir que, así como la salud pública le guardo un lugar de privilegio a Carrillo, a Ramón Carrillo, la obra pública argentina tiene que guardarle un lugar de privilegio a Gabriel Katopodis. (APLAUSOS).
Son muchas obras que mejoraron las condiciones de infraestructura de muchos pueblos, de muchas ciudades del interior del país; fue mucho el trabajo que creamos; él como yo pensábamos, que el Estado es un motorizador de la economía y que el Estado no puede estar ausente; y además tenemos una misma comunión de ideas sobre lo que es la política, la política es dar y no llevarse nada. (APLAUSOS).
Yo estoy muy contento con esto, aunque mis palabras suenen muy reflexivas y muy tranquilas. No puede dejar de expresar mi alegría porque hoy estemos inaugurando, en forma simultánea, 100 obras; finalizando 1640 obras en municipios del país y mejorando la vida de 4.700.000 argentinos y argentinas; que es lo que debemos hacer, para eso vinimos, en un tiempo muy difícil. Yo veía que esto lo presentamos el 10 de enero del 2020, me acuerdo de aquellos días y eran tremendos; bueno, ustedes también gobernaban conmigo en esa época y saben lo que fue vivir la pandemia, afrontarla en las condiciones que debíamos afrontarla porque la deuda nos había dejado sin ninguna posibilidad de crédito y la verdad es que había necesidades sociales muy grandes y sin embargo lo pudimos hacer, y nunca paramos en nuestra lógica; y después de la pandemia, cuando ya creímos que todo estaba ordenándose, apareció la guerra en Europa y trastocó todos los precios de los alimentos, de las energías; y esto también repercutió en la obra pública; y cuando creíamos que eso estaba terminando apareció una sequía, la sequía más grande de los últimos cien años; y por lo mucho que nos afectó, porque ahí dejando de entrar en la Argentina 20 mil millones de dólares, no paralizamos las obras públicas y seguimos adelante con dificultad, ya lo sé; sé que tienen reclamos para hacernos porque nos estamos demorando en los pagos y demás, lo sé. Y estamos haciendo un enorme esfuerzo para que las obras no se paren y poder cumplir los compromisos, lo sé y lo vamos a seguir haciendo. (APLAUSOS). Pero frente a tanta adversidad finalmente lo que demostramos es que…, ahí habló un Intendente radical, y habló una intendenta de la Patria de Néstor, y hay de todo acá. Y en todo caso lo que se demuestra es que cuando todos nos unimos, para trabajar por la gente, es todo mucho más fácil. Que hay algunos sectores de la política que, definitivamente, quieren profundizar las diferencias, lo hacen con el interés mezquino tal vez de ganar una elección, y también es cierto en políticas se representan intereses contradictorios y a veces esos intereses nos ponen en veredas diferentes, también es cierto; pero a la hora de trabajar por la gente nada de eso vale, nada de eso es excusa. No se trata de estar juntos, se trata de estar unidos en busca de un objetivo.
En estos últimos discursos, que me están tocando dar, siempre recuerdo a Antonio Cafiero; Antonio Cafiero fue alguien a quien yo quise mucho y respeté más; y Antonio siempre decía una frase que a mí me sirvió de mucho cuando volvió la democracia, porque cuando en los años ´80 terminaban…, empezaban, perdón, ´82, ´83, ´81 ya se empezaba a hablar de política; todos finalmente vamos a la elección, que gana Raúl Alfonsín, y todos queríamos que la democracia perdurara y a Alfonsín le tocaron tiempos duros donde algunos se pintaban la cara y no lo dejaban vivir en paz; y tenía que resolver un problema muy grave como era la responsabilidad de los genocidas; y fue un tiempo muy difícil en condiciones económicas también muy graves, porque también él, como yo, heredó una deuda impagable para la Argentina. Pero nosotros teníamos la utopía de que la democracia que llegaba con Alfonsín tenía que durar para siempre, y parecía una utopía porque la verdad es que nosotros sentíamos que estaba en nosotros, que se anidaba en nosotros esa vocación, pero no estamos muy seguros de que lo íbamos a lograr. Pero los años pasaron y el 10 de diciembre vamos a cumplir 40 años de democracia ininterrumpida con muchas dificultades, pero nunca volvimos a romper la democracia. Y entonces, ¿por qué fue posible que esa democracia dure 40 años? Porque había un colectivo social que decía: “solo queremos democracia”. La frase de Antonio era una frase que decía: “quien solo sueña, sueña solo; pero el que sueña con otros, cambia la historia”. (APLAUSOS).
Yo creo -porque lo verifiqué- que, si trabajamos unidos, nos ponemos a pensar en nuestros pueblos, no discriminamos a nadie, a todos los integramos a ser parte de una sociedad que progresé. Yo verifiqué que eso es posible hacerlo, yo lo pude hacer en cuatro años, es un pedacito muy chiquito y en todo caso si ustedes quieren díganmelo es una experiencia de laboratorio; y qué tal si todos soñamos en vivir en un país más justo, más igualitario donde la distribución del ingreso sea mejor, donde no haya tierras postergadas y tierras ricas, qué tal si ese sueño que yo tengo lo hacemos parte de todos nosotros; entonces si soñamos entre todos vamos a cambiar la realidad. Gracias a todos y todas por su tiempo. (APLAUSOS).