Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, durante la inauguración oficial del Gasoducto "Presidente Néstor Kirchner", en Salliqueló, prov. de Buenos Aires
Muchas gracias. Gracias a todos y todas por estar aquí. Este es mi último 9 de julio como Presidente, me hubiera gustado estar en Tucumán, pero bien ameritaba estar acá y postergar mi viaje a Tucumán y celebrar allí, donde nació la Patria, el día de nuestra Independencia.
Siempre recuerdo lo que fue la Independencia argentina, que no fue de un día para el otro, empezó el 25 de mayo de 1810 y de allí en más hubo una sucesión de luchas llevadas adelante por enormes patriotas argentinos, Moreno en el primer momento, Belgrano, San Martín, Güemes, Macacha Güemes, Juana Azurduy, mujeres también, maravillosas, que hicieron algo increíble que parecía imposible. Que en el momento mismo en que en Europa las monarquías se afianzaban, después de que la Revolución Francesa había caído un poco en desgracia y Napoleón Bonaparte desplegaba su imperio por toda Europa, y las monarquías querían volver a hacerse fuertes y hacerse fuertes en sus colonias, sus colonias se animaron, aquí en América del Sur a gritar libertad, a independizarse de ellos. Y la verdad es que, fueron hombres tremendos, y fueron ejércitos tremendos, que debieran enfrentar nada más y nada menos al Ejército Realista que había vencido a las fuerzas napoleónicas, que parecían invencibles entonces. Esos hombres y esas mujeres nos dieron el primer grito de independencia allá en 1816. Y la verdad que yo recuerdo ese instante con mucha emoción, con mucha alegría, con profundo reconocimiento por lo que fueron capaces de hacer en momentos muy difíciles del mundo.
Aquella independencia política que logramos en 1816, se le suma un llamado que Juan Domingo Perón hizo en el 47’, invocando a la independencia económica de la Argentina. Ya Perón nos advertía lo que significaba lograr independencia económica para favorecer el desarrollo de nuestra patria. Pues bien, irónicamente el destino me ha permitido que hoy, de algún modo, estemos empezando a declarar la independencia energética de la Argentina, un 9 de julio, aquí en el corazón de la Provincia de Buenos Aires, en Salliqueló. (APLAUSOS)
En verdad, como bien han dichos quienes hablaron antes que yo, allí en Vaca Muerta, existe la segunda reserva de gas no convencional del mundo, allí tenemos gas para los próximos 50 años, tenemos gas para nosotros, tenemos gas para exportar, tenemos una enorme oportunidad, pero todo ese gas no era posible si no lo transportábamos.
Y en verdad la decisión de hacer este gasoducto fue una decisión tomada por este gobierno, por nuestro gobierno, por todo nuestro gobierno, donde participaron desde el Poder Legislativo, que ayudó a dar los recursos necesarios, dictando aquella ley de los aportes a las grandes fortunas, hasta la decisión de ver cómo se hacía este gasoducto, que empezaba allí, en la tierra de Omar Gutiérrez y terminaba aquí, en el corazón de la Provincia de Buenos Aires, en la tierra de Axel.
Y no era fácil ver cómo se diseñaba, cómo se hacía, cómo se concretaba porque el gobierno que nos precedió lo intentó varias veces y no lo logró. No lo logró porque no encontró financiamiento o no lo logró porque cuando quiso hacerlo el FMI se lo prohibió, o no lo logró porque cuando quiso hacerlo sin fondos del Estado, a través de la participación pública privada, lo que inventó fue un formidable negocio, que le daba a la empresa que lo hiciera 27 años de concesión y una tarifa en dólares asegurada. Gracias a Dios que eso no ocurrió.
Y gracias a Dios que pudimos hacer este gasoducto con recursos nuestros, con recursos de nuestros argentinos, con empresas argentinas, con trabajadores argentinos, que nos está garantizando que el gas llegue a los lugares de desarrollo que más lo necesitan, porque aquí de Salliqueló va el gas que provee a Bahía Blanca, a todo el pueblo petroquímico de Bahía Blanca para poder producir. Y de acá también sale para Buenos Aires y cruza todo el Gran Buenos Aires y todas las industrias que están necesitando el gas para producir. Y en 15 días como anticipó Sergio, vamos a estar llamando a la licitación para hacer el segundo tramo, que lleve este mismo gasoducto hasta San Gerónimo y de allí el gas de Vaca Muerta se expanda por todo el país. (APLAUSOS)
Ahora, estamos recuperando con estos 573 kilómetros de gasoducto, que empleó a más de 10.000 trabajadores. Estamos recuperando la soberanía energética de la que antes le hablaba. Y yo la verdad que tengo una satisfacción personal muy grande, porque me comprometí a que lo íbamos a hacer y lo hicimos- no lo hice solo- lo hicimos. Me acuerdo todavía, un día de abril del año 2022, cuando estábamos con Axel en Neuquén, con Omar Gutiérrez, cuando anunciamos el llamado a licitación. Era la obra pública más grande que la democracia iba a recordar. Axel se acuerda, el viento venía de frente, era insoportable, insostenible, los patagónicos estarán acostumbrados, pero los porteños menos, y la verdad es que, el viento que traía sobre la cara, estaba lleno de arena y en un momento me refregué los ojos- como estoy haciendo ahora- para sacarme la arena que llegaba a mis ojos y Clarín me inmortalizó en la tapa diciéndome: “El Presidente soportó el viento del Sur”, y muy chiquito decía: “Anunció la licitación de un gasoducto”. Clarín este es el gasoducto que te dije que íbamos a hacer. (APLAUSOS)
En esos días también, me comprometí, porque hablé con los empresarios que estaban haciendo la obra. Yo quiero realmente destacar, y lo digo profundamente, con toda honestidad y de lo más profundo de mi corazón, darle las gracias a Agustín Gerez y a ENARSA. De verdad Agustín, hiciste un trabajo extraordinario. (APLAUSOS) Y Después hablé con los empresarios que estaban comprometidos en la obra, porque quería saber cuánto tiempo iba a tardar esta obra, y me dijeron que en 10 meses iban a terminarla y entonces yo dije: “Bueno, si esto es cierto, entre el 20 de junio y el 9 de julio vamos a poder inaugurar esta obra”. Y me animé a decirlo públicamente, que entre el 20 de junio y el 9 de julio íbamos a poder hacer esta obra y lo cumplimos.
El 20 de junio empezaron a llenarse los caños de este gasoducto y el 9 de julio el gasoducto está terminado. (APLAUSOS) Y allí mi gratitud a cada uno de los trabajadores y cada una trabajadoras de la UOCRA, que hicieron un trabajo encomiable, que con Sergio lo vimos, cuando recorrimos, en La Pampa, cómo se soldaban los caños, de este gasoducto. (APLAUSOS). Una vez más, gracias. Agustín, de verdad, gracias, porque te seguía de cerca y te mordía los talones para que no dejes de hacer, lo que hacías espontáneamente, que era hacer que la obra se cumpla, en tiempo y forma.
Y hay una gratitud final, que es a Pablo González, al presidente de YPF y a YPF. Nosotros recibimos YPF, en una situación calamitosa, con un endeudamiento, que parecía ser inviable en la empresa; resolvimos el problema del endeudamiento. YPF ayudó en el problema del diseño – como bien dijo Cristina – de este gasoducto, permitió, invirtió en el año 2022, más de 4 mil millones de dólares para favorecer la exploración y la explotación de Vaca Muerta para tener el gas, que debíamos transportar. Hoy, de todo lo que produce Vaca Muerta el 58 por ciento del petróleo, de Vaca Muerta, lo saca YPF y el 35 por ciento del gas, de Vaca Muerta, la saca YPF. Gracias, Pablo, gracias por tu trabajo, de verdad. (APLAUSOS).
¿Qué está diciendo todo esto? Esta diciendo que todos los que estamos sentados, aquí, creemos que no hay ninguna posibilidad de que un país se desarrolle si el Estado no está presente llevando las obras, que hacen falta, impulsando las políticas necesarias, allí donde el mercado no ve un negocio rentable. Porque la diferencia de precios, que hay entre el gas, que sacamos de Vaca Muerta, en boca de pozo, y el gas importado, que viene en un barco, es definitivamente infinita. 400 por ciento de diferencia, esa es la diferencia.
Y eso lo hacemos, porque los que estamos acá, y particularmente me pongo en primera persona, porque soy el presidente, simplemente, estoy convencido de que si el Estado no está presente, la Argentina, no se desarrolla. Y tuve que poner presente, al Estado, en muchos lugares, no solamente ahí, porque cuando llegamos – y muchos se olvidan – es un tiempo especial, diría Cristina, estamos en épocas electorales y por lo tanto vale la pena hacer memoria. Pero hagamos memoria, porque cuando llegamos al gobierno, el ministerio de Trabajo no existía, lo habían eliminado; no existía el ministerio de Ciencia y Tecnología, lo habían eliminado; no existía el ministerio de Salud, lo habían eliminado. ¿De qué prescinde uno, cuando tiene que ajustarse el cinturón? De aquello que cree que no es necesario, no era necesario para ellos ni la salud pública, ni la ciencia y la tecnología y mucho menos el trabajo.
Ahora nosotros no creemos en eso, claramente no creemos en eso, nosotros creemos que hace falta un Estado presente, que sea capaz de impulsar el desarrollo, que no es verdad que la actividad privada puede resolver todo. Se los dice alguien, que en este tiempo, recuerda haber recibido un ministerio de Obras Públicas, con una deuda de 50 mil millones de pesos y con el 70 por ciento de la obra pública paralizada y que hoy tiene el orgullo de decir, que tiene 6.400 obras públicas vigentes, en todo el país, que no existe un solo municipio, en toda la Argentina, que no haya tenido una obra pública. (APLAUSOS). Que, además, quiero decirles, que de las 6400 obras públicas, 3602 obras públicas están terminadas. Las empezamos y las terminamos. Allí hay hospitales, escuelas, allí hay rutas, obras hidráulicas. Gracias Gabriel Katopodis por todo tu esfuerzo.
La conclusión que hoy podríamos sacar, entre la Argentina del 2019 y el 2023, es que se inauguraron 13 obras públicas, por día. Recuérdenlo y compárenlo. Yo me acuerdo, yo inauguré la sede de la Universidad de Tierra del Fuego, allí en Ushuaia, cuando volvía de la Antártida e inauguré también la sede de Farmacia y Bioquímica, en la Universidad de Misiones, en Posadas, e inauguramos las sedes de universidades, en San Luis, e inauguramos la sede, también, en la Universidad de San Martín, donde hoy, los profesores, los científicos, de esa universidad, unidos a los científicos del CONICET, unidos a un laboratorio privado están terminando la vacuna contra el COVID, hecha por los argentinos y las argentinas. (APLAUSOS).
Eso lo hemos hecho porque estamos convencidos de la necesidad de que el Estado esté presente. Porque de otro modo no podíamos hacerlo. Hemos trabajado mucho para que la Argentina se recupere y pudimos recuperarla en un mundo absolutamente difícil y complejo. No voy a aburrirlos, pero recibí lo que recibí, recibí la deuda con el Fondo, recibí la economía dislatada, que me dejaron, tuve que enfrentar una pandemia, tuve que enfrentar una guerra, que subió los precios de los alimentos y de la energía de manera descomunal. Y cuando creí que todo estaba terminado debí soportar la sequía más grande, de los últimos cien años, y no me quejo, porque a cada problema - como soy peronista le puse el pecho – y pudimos salir adelante. Y cada problema, que tuvimos lo enfrentamos y cada problema, que tuvimos lo solucionamos.
Y así, también, digo con orgullo, que llevamos 32 meses ininterrumpidos creando trabajo registrado y digo con orgullo, que en nuestra gestión se crearon más de un millón 100 puestos de trabajo. Si gobernar es trabajar, como decía el General Perón…General: he cumplido.
La desocupación, de hoy, en día es 6,9 por ciento, es de los índices de desocupación más bajos, que registra nuestra democracia. Así que nos llevamos la obra más grande de la democracia y nos llevamos uno de los índices de desocupación más bajo de la democracia, nos llevamos la experiencia de haber puesto el pecho y de haber seguido adelante.
El tiempo que nos viene por delante nos enfrenta a enormes desafíos y nos da muchas oportunidades. El gran desafío es el cambio climático, ya está visto, lo vivimos en la sequía, lo vive Uruguay, donde, en Montevideo, abren las canillas y el agua no sale, lo vimos todos. España por una sequía perdió el cultivo del olivo y un mes y medio después las inundaciones arrasaron a España. Ahora nos enteramos que Europa es la que más ha crecido en el ambiente, en el calor, 2 grados, en relación a lo que hacía algunos años atrás. Ese cambio climático nos obliga también a desarrollar un cambio en el uso de la energía y buscar ir pasando paulatinamente hacia energía renovables.
Y la verdad, es que tenemos una gran oportunidad y este es el momento del Norte argentino, este es el tiempo de desarrollar el siempre postergado Norte argentino, porque allí está el Litio, que es la energía que más está buscando el mundo y que no debemos seguir sacándola y exportándola sin agregarle valor; por eso yo valoro tanto lo que LOGITECH está haciendo, junto con la gente del CONICET para poder desarrollar baterías de Litio y poder exportar baterías de Litio al mundo. (APLAUSOS)
No hay manera de crecer si a la materia prima no le agregamos valor, si no entendemos que la industria es el secreto del desarrollo de las naciones, no hay manera de crecer. No es verdad que hay un designio divino que nos ha condenado a ser el granero del mundo, y tampoco es verdad que hay un designio del mundo que nos ha condenado a hacer el supermercado del mundo. Podemos ser el mismo país que alguna vez hizo automóviles, que alguna vez hizo aviones, que puede hacer como hizo hoy un gasoducto que cruza toda la Patagonia para llevar gas a toda la Argentina. No somos un país sin destino, somos un país que tiene un destino formidable, que lo único que le hace falta es que nos unamos para lograrlo, como nos unimos en esta gesta, para lograr este gasoducto.
Miren, yo quiero repetir el agradecimiento que han dado ya quienes me precedieron en la palabra, a los que trabajaron en la obra, a los trabajadores de la UOCRA, a las trabajadoras de la UOCRA, a los técnicos, a los funcionarios, a los ingenieros que trabajaron en la obra, a los empresarios, que cumplieron en tiempo y forma con la realización de la obra; a los empresarios que pagaron el aporte voluntario de las grandes fortunas y con eso pudimos construir esta obra, además de hacer muchas otras cosa, porque parte de esos recursos sirvieron para comprar vacunas, para mejorar la salud, para mejorar el desarrollo social, muchas gracias también a ellos.
Quiero proponerles a ustedes que entendamos que estamos viviendo un momento especial, como se ha dicho aquí. Las elecciones se avecinan y no todo es lo mismo en política, porque así como mencioné todo lo que hicimos en la obra pública, podría aburrirlos contando la cantidad de Centros de Atención Infantil que creamos, la cantidad de jardines que creamos, la cantidad de escuelas que creamos. Cómo seguimos desarrollando escuelas técnicas a lo largo y a lo ancho del país. Podría contarles que en Argentina, hoy, 117.000 familias, desde el 2019 hasta hoy, tienen su casa propia, construida y financiada por el Estado, y eso no ocurría, eso no pasaba.
Por lo tanto, yo lo que más reclamo y lo que más les pido ahora, que este acto nos ha convocado, a que preservemos esta unidad, la unidad de los que queremos que la Argentina crezca, la unidad de los que queremos que la Argentina avance, la unidad de los que queremos una Argentina más igualitaria, una Argentina con justicia social. La unidad de los que queremos preservar los derechos de los que trabajan, la unidad de los que queremos distribuir adecuadamente los ingresos, la unidad de los que queremos una Argentina integrada al Mundo y no sumida a una potencia; para eso tenemos que unirnos, porque está dicho que, “Unidos todo se hace más fácil”. Haciendo cada uno de nosotros lo que le toca hacer, es mucho más fácil encontrar los logros. Mejor que decir, es hacer; mejor que estar juntos, es estar unidos. Hagamos como decía Perón, unidos avancemos, dejemos de hablar, sigamos haciendo.
Gracias a todos y todas. (APLAUSOS)