Mensaje del presidente de la Nación, Alberto Fernández, por el Día de la Independencia en San Miguel de Tucumán
Querido pueblo argentino: cada 9 de julio nos convoca a la Patria, aquí, a Tucumán. Para mí, además, este día tiene la particularidad de ser el último 9 de julio, que celebre en este mandato presidencial, que los argentinos y argentinas me han confiado. Con semejante carga emocional no quise estar ausente en estos festejos y por eso me hago presente, de este modo.
Ustedes, también, saben que - este 9 de julio - otro hecho, de enorme significación me impide participar de los festejos, en esa hermosa tierra, que vio nacer la independencia, pues hoy 9 de julio, vamos a inaugurar, en Salliqueló, en el corazón de la provincia de Buenos Aires, el gasoducto “Néstor Kirchner”, un antes y un después para nuestro desarrollo. Esta es una obra, que hemos construido en tiempo récord, que es única en Sudamérica y que representa la obra más importante, de los últimos 40 años, en la Argentina. La iniciamos, cuando la pandemia aún nos golpeaba y la concluimos, precisamente, en el año en que celebramos cuatro décadas de democracia ininterrumpida.
Desde el descubrimiento de los yacimientos, en Vaca Muerta, en varias ocasiones se planteó la construcción de este gasoducto. A veces todo quedó en la nada porque no hubo forma de financiar la obra; otras veces todo naufragó porque quisieron hacer prevalecer los intereses privados a los verdaderos intereses de nuestro pueblo. Como una suerte de ironía del destino resulta que este gasoducto, que representa un paso crucial hacia la soberanía energética y la independencia económica termina siendo inaugurado, precisamente, el día en que nuestra Patria recuerda el instante en que se declaró libre de todo colonialismo. Avanzar en nuestra independencia es hacernos artífices de nuestro destino; es ser capaces de adueñarnos de los recursos que nos permitan crecer y desarrollarnos como sociedad. Es el Estado quien debe garantizar la salud y la educación publicas y quien debe promover el avance constante de la ciencia y la tecnología, quien debe favorecer la producción del campo y el desarrollo de nuestras industrias. Sin un Estado presente y activo no hay independencia posible; la independencia que tanto nos ha costado nunca se gana de una vez y para siempre. La independencia debemos construirla y expandirla, cada día, con el trabajo fecundo de cada argentino en la defensa de los intereses de la Patria.
Como nunca han claudicado los héroes de nuestra independencia, guiados por el sueño emancipatorio, de una tierra libre, de una tierra de iguales, nosotros no podemos claudicar permitiendo, que negocien la dignidad de nuestro pueblo, los que quieren una Argentina débil y sometida a los poderes concentrados de una economía global, que sólo busca preservar a los poderosos. Es tiempo de estar unidos, como nuestros patriotas han sabido estarlo, en distintos momentos de la historia siempre unidos, sabiendo que nadie más que nosotros conoce el valor de una Argentina libre y soberana, una Argentina que no dependa de nada ni de nadie; una Argentina que amanezca cada día como una tierra justa, donde todos y todas puedan desplegar sus planes de vida. No hay Patria sin independencia, toda Patria debe ser libre de tomar sus decisiones y vivir sus sueños.
Hoy, que tanto se habla de libertad, quiero que recordemos la verdadera libertad, la libertad que nace de la igualdad; la libertad que pregonan los personeros del dinero es una libertad para pocos, que sólo agranda la desigualdad que enfrentamos. No hay independencia ni libertad posible en una tierra de injusticia.
Hoy vivimos un proceso, en el que las grandes mayorías populares construyen sus proyectos y ejercen su derecho, al futuro, estudiando en la educación pública, consiguiendo un empleo registrado o accediendo decenas de miles de familias, a una vivienda propia, construida por el Estado. Así hacemos una Argentina mejor.
Por eso, hoy, que celebramos nuestra independencia es tiempo de ir por más, de no alterar el rumbo, de avanzar al mañana transitando el camino de lo justo y lo bueno para nuestro pueblo. No es por nosotros que los exhorto a hacerlo, es por los hijos de la Patria, que ya se los ve creciendo, en una Argentina libre e independiente.
¡Viva la Patria! Muchas gracias.