Palabras del presidente de la nación, Alberto Fernández, en la primera exportación, a Brasil, de la nueva planta de la empresa de electrodomésticos Whirlpool, en Fátima, Pilar, Provincia de Buenos Aires.
Muy bien, buen día a todos y todas. Gracias directivos de la empresa por recibirme con tanto afecto.
Voy a contarles un poco la historia de todo esto. Hace… ¿cuánto hace que vine acá? Año y medio estuve por acá. Después de una ardua discusión que se había dado en Brasil, para ver dónde se instalaba Whirlpool. Y teníamos una competencia creo que, con Colombia, en aquel momento, y la gente de Whirlpool es muy inteligente y decidió venir a la Argentina, y eligió un hermoso distrito que es Pilar para poner esta planta. Cuando llegué la primera vez, la planta no era esto, era mucho menos. Recordábamos al ingresar que toda la primera parte donde estaban los inyectores de plástico hoy en día, todo eso estaba vacío. El acto ese lo hicimos en aquél lugar porque estaba todo vacío y hoy eso está todo ocupado con máquinas, que producen parte de los artículos para el hogar que se producen hoy en día aquí en Whirlpool. Y la verdad que en aquel momento me dijeron: “Mirá, vamos a hacer una inversión importante y nosotros confiamos en que todo lo que produzcamos lo podamos vender al exterior, a Brasil fundamentalmente”. Y objetivamente la inversión ocurrió. La inversión no solo fueron máquinas o estos 30 mil metros cuadrados en 80 mil metros cuadrados totales, 31 metros cuadrados cubiertos. No solamente esa inversión, que sin dudas es una inversión muy grande, sino también la inversión en puestos de trabajo. 280 personas trabajan acá en Whirlpool, cuando llegué eran muchísimas menos. Y la verdad es que, eso a mí me llena de satisfacción, porque también pude ver cómo parte de la producción se carga en un container, que va a terminar en Brasil, y para eso se había creado esta empresa, para producir y exportar.
Para mi sorpresa, hoy me encontré que no solo están haciendo lavarropas para exportar a Brasil y para vender en el mercado interno, sino que además están produciendo cocinas para el mercado interno, y que están pensando en breve en empezar a producir aires acondicionados para el mercado interno. ¿Qué quiero decirles con todo esto? Todo empezó, para que todos tomemos noción, en un tiempo muy difícil, cuando la pandemia todavía nos prohibía muchas cosas y cuando todo parecía que iba a ser imposible, donde las economías del mundo se habías paralizado y donde pensábamos que la recuperación iba a ser muy, pero muy lenta y que tal vez nosotros no llegáramos a verla, pero no pasó esto, porque hubo decisión.
Cuando hablábamos y me mostraron los cuadros de crecimiento de cómo se iba desarrollando la empresa pudimos ver que esto fue un proyecto, hasta aquí, casi perfecto, donde cada uno hizo lo que tenía que hacer, donde cada uno cumplió la parte en la que se había comprometido y así pudimos lograr este objetivo, y el objetivo es industrializar a la Argentina.
La Argentina no nació para ser el granero del mundo, ni nació para ser el supermercado del mundo, la Argentina también es capaz de producir lavarropas y de producir autos, y de producir productos industrializados que nos permitan ingresar al mundo y traer divisas a la Argentina, que las necesitamos y mucho.
Por eso, me parece, que hoy, vengo a ver cómo aquel sueño se está haciendo realidad, como aquella voluntad se convirtió en una realidad concreta. Y pude hablar con algunos de ustedes y les decía a ustedes que el negocio de la empresa es ganar plata, pero también el negocio social es que la gente tenga trabajo, tenga un trabajo digno, tenga un trabajo registrado, tenga un trabajo donde los derechos de los trabajadores sean respetados.
Veo además, con alegría que la cuestión del género, acá, es respetada porque hay muchas mujeres, operando en la producción de todas estás máquinas. Y todo esto es un avance social, en la Argentina, así es cómo crecemos como sociedad, de ese modo. A ustedes por ahí les parezca poco, pero son 180 hombres, mujeres, hermanos, hermanas, que trabajan en una empresa muy importante, sin ninguna duda, de prestigio internacional, de prestigio mundial, pero lo que ustedes están haciendo es logrando avanzar en su carrera.
A alguien le pregunté si era su primer trabajo y me contestó que sí, ahí estaban enseñándole los primeros pasos, en una sala que está al comienzo y todos me dijeron que era su primer trabajo. Después, acá, me encontré con otro, que no lo identifico, que me dijo que no era su primer trabajo “porque nunca había tenido la oportunidad de trabajar del modo formal, como lo está haciendo hoy en Whirlpool”. Y eso es un avance, un enorme avance.
Sin dudas, en estos cuatro años, hemos tenido que transitar un tiempo muy difícil, signado por muchas cosas, signado por lo que nos tocó heredar como deuda, sumado a la pandemia que fue una catástrofe mundial; cuando eso pensábamos que terminaba y el mundo iba a ser mejor, que iba a ser más solidario, que iba a trabajar más unido y se desató una guerra, que complicó los precios de los alimentos, los precios de la energía y como si eso fuera poco sobrevino la mayor sequía que la Argentina, registra, en los últimos cien años. Todo eso pasó, pero también paso que, la Argentina – en los dos últimos años –creció 16 puntos. También es verdad, que, en la Argentina, la inversión, en la industria, se sigue registrando; también es verdad que llevamos 32 meses consecutivos de creación de empleo registrado; también es verdad que la ANSES registra un millón de personas nuevas, que se sumaron al mercado del trabajo, un millón cien mil.
¿Qué quiero decirles con esto? Que en un tiempo tan ingrato, tan difícil, tan complejo todo eso lo hicimos nosotros, no lo hice yo, lo hizo el pueblo argentino, lo hizo la sociedad argentina y cuando hablo de la sociedad argentina incluyo a los emprendedores, a los empresarios, a los que invierten, a los que confían en el país, a los que arriesgan en el país, a los que no compran bonos y títulos, sino que invierten en máquinas para que todos ustedes tengan trabajo y produzcan y su verdadera ganancia es cargar un container para que se vaya a Brasil. Esa Argentina la construimos en el tiempo más difícil, que la humanidad ha registrado. Somos un pueblo maravilloso, ustedes son gente maravillosa y que no nos confundan, porque ese país tenemos que seguir construyéndolo. Porque yo soy consciente que, en estos cuatro años, hemos hecho mucho, soy tan consciente de eso como de todo lo que falta por hacer, pero no retrocedamos, no volvamos para atrás, sigamos con esto.
Hay algunos que creemos que el Estado es muy importante para igualar allí donde la desigualdad aparece, para que ese compañero que me dijo: “no, yo antes trabajaba en verdulería, en otros lugares, pero nunca tuve la posibilidad de trabajar, de tener un salario digno, de trabajar y de tener mis vacaciones”, para que eso sea un derecho para todos, para que nadie los deje librados a su suerte, para eso está el Estado. Y el Estado también está para ayudar a los que se arriesgan en la Argentina, que ponen su patrimonio, en nuestro país, para producir, para dar trabajo, para hacer crecer a la Argentina.
Hoy, Whirlpool nos muestra que esto es posible, en las condiciones más difíciles esto es posible. Yo les pido que no retrocedamos, les pido que sigamos mirando hacia adelante. Tienen una empresa, trabajan en una empresa, que es ejemplo de lo que se pueda hacer, en la Argentina, cuando todos nos ponemos de acuerdo y todos entendemos que tenemos que ser solidarios con el otro, que un hombre o una mujer sin trabajo, en la Argentina, es un problema de todos nosotros, no es un problema de quien no tiene trabajo, es un problema de todos nosotros. El que no tiene una vivienda es un problema de todos nosotros y no de quien no tiene una vivienda. Si nosotros entendemos eso vamos a ser lo que somos: un gran país y vamos a ser una sociedad maravillosa, porque vamos a ser más solidarios.
No bajen los brazos, están en una empresa que debe inspirarlos, no vuelvan para atrás, apuesten el futuro, como dice el “Flaco” Spinetta: “mañana, siempre es mejor”. Gracias a todos y todas, gracias Whirlpool. (APLAUSOS)