Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la inauguración de la exposición BNA Conecta, en Tecnópolis
Gracias, muchas gracias, gracias a todos y todas por estar aquí: hace un año estuvimos allí, en tierras de mi querido Andrés Watson, inaugurando la primera expo Pyme, como la llamábamos nosotros, ahora han ampliado su nombre a Expo BNA Conecta Pyme. Las cosas que hace la publicidad, pero está muy bien. Acá lo importante es que hay más de 10.200 empresas que han sido convocadas y han aceptado la convocatoria y se han sumado para algo que allá en Florencio Varela fue tan exitoso: vincular Pymes que hagan negocios entre ellas y potencien su capacidad de desarrollo. Ese es el sentido de todo esto, en un país que –tanto Silvina como el “Vasco” – han descrito como algo tan explícito y tan claro.
Déjenme hacerles algunas reflexiones, miren claramente nosotros nos han tocado un tiempo difícil, y veo ahí al querido Omar Gutiérrez, que le ha tocado gobernar Neuquén, que anda próspera hoy en día, pero le ha tocado también gobernador en época de pandemia y con todas las dificultades que esto nos generó a los que nos tocó gobernar. Pero que además recibimos un país en una situación compleja, a mí no me gusta hablar mucho del pasado, pero lo cierto es que hay que recordarlo, porque si no nos equivocamos. Recibimos un país que como bien dijeron, quienes me precedieron en la palabra, estaba en default en moneda argentina y estaba en default virtualmente con la deuda que habían tomado; una deuda que además tiene una característica singular, fue un récord en tiempo y en cantidad, 150.000 millones de dólares de deuda, tomada en menos de dos años, impresionante. Pero más impactante es que se la hayan dado, porque la verdad era una deuda absolutamente insostenible para la Argentina.
Cuando nosotros empezamos la discusión con los acreedores privados y con el Fondo la primera premisa que nos fijamos es vamos a discutir la sostenibilidad de esta deuda, ¿esta deuda ustedes entienden que fue dada a un país que podía sostenerla? Y conseguimos que por primera vez el FMI hable de la necesidad de que las deudas sean sostenibles para poder ser exigidas. Y le impuso el concepto de sostenibilidad a los acreedores privados. Por eso logramos una quita de los acreedores privados, con la deuda que teníamos que - al fin del tiempo en que tenemos para pagar- habrá significado un ahorro de 30 mil millones de dólares para la Argentina. Y después vino la discusión con el Fondo, que fue una discusión que se extendió por más de dos años y que había que darla en el medio de la pandemia, con muchas dificultades y con muchas exigencias externas.
Porque lo que siempre hay que recordar es que cuando uno está en default con el Fondo lo que inmediatamente se genera es la recisión del crédito de todos los organismos, hay que saber que el Banco Mundial no nos presta más plata, que el BID no nos presta más plata, que la CAF no nos presta más plata y que por ejemplo un swap, como el chino, se hubiera caído. Hay que entender todo esto, para entender por qué uno tiene la necesidad de negociar con el Fondo. La discusión es cómo se negocia, se puede negociar con las reglas ortodoxas que siempre el Fondo propone o se puede negociar como lo hicimos nosotros, nosotros no negociamos así. Hoy, Sergio no está negociando así, hoy Sergio está negociando con la misma lógica con la que negociamos el primer día. Ustedes vieron que se cambiaron las metas de reservas, que el programa inicial proponía ¿Saben por qué pasó eso? Porque exigimos, desde Argentina poner un artículo que específicamente dijera que si - por circunstancias ajenas a la política económica argentina - la economía sufría un traspié las condiciones económicas se alterarán y podíamos revisar las metas sin la necesidad de pedir un perdón, una disculpa, un waiver, como le llaman algunos. ¿Y saben por qué pudimos cambiar las metas de reservas? Porque existió aquel artículo.
¿Y saben por qué Sergio, ahora, está discutiendo las metas fiscales? Porque aquel artículo dijo que entre las causas que podían alterar las circunstancias económicas del país estaba la situación climática. ¿Y qué nos pasó? Lo dijo bien el “Vasco”, me cuesta llamarlo Ignacio, lo conozco hace tanto tiempo, pero lo digo con todo el cariño de siempre, lo dijo recién el “Vasco”: nos pasó la mayor sequía que registra la historia argentina, desde el año 1929; eso nos pasó. ¿Y eso qué significó? Que ingresen, a la Argentina, 20 mil millones de dólares menos. ¿Y eso que significó? Que alrededor de 7 mil millones de dólares menos tenemos en reservas monetarias. Y que 13 mil millones de dólares dejaron de circular, entre nosotros. Todo eso significa.
Cuando acordamos con el Fondo tuvimos que llevar adelante una pandemia y la pandemia es algo que no le deseo a nadie, vos Omar que la viviste conmigo, creo que debe ser lo más ingrato que le puede pasar a un gobernante, porque uno no sabe dónde está pisando, no conoce lo que se viene, no sabe cómo remediarlo, no sabe cómo pararlo. Y la afrontamos y los resultados no han sido malo, los resultados han sido – dentro de todo – buenos, sabemos que se murieron 130.000 argentinos y argentinas y siempre estarán en nuestros corazones el recuerdo y el dolor que esas muertes causaron. Pero sabemos que se enfermaron, en la Argentina, 11 millones de argentinos y que 10.870 mil argentinos y argentinas fueron a los hospitales públicos, recibieron atención y se curaron. Eso lo sabemos, no, no, eso no aparecía en los zócalos de las pantallas, eso no aparecía, pero eso fue lo que pasó. Y no sabemos cuántos se salvaron por las vacunas que conseguimos tempranamente, porque nosotros empezamos a vacunar, en la Argentina, en diciembre de 2020, junto con el Primer Mundo.
Y fue tan grande nuestro proceso de vacunación, el más grande de la historia, que logramos ser – entre los países de más de 30 millones de habitantes – el que más inmunidad tiene. Y ustedes me dirán, ¿y por qué me habla de todo esto este tipo? Porque ese nivel de inmunidad es el que garantiza que la producción – de la que habla el “Vasco” sea posible porque no tuvimos que cerrar más fábricas porque no podíamos poner en riesgo la salud pública de la gente y porque se abrieron los restaurantes, se abrió la hotelería; ahora en el mientras tanto, cuando la incertidumbre nos acechaba, sacamos aquella Asignación para el Trabajo y la Producción (ATP), de la que habla el “Vasco”.
Y atendimos a más de 4 millones de trabajadores pagándoles la mitad del suelo o más y muchos nos decían. “qué locura, qué locura”, no, no era una locura, saben por qué, porque la pandemia iba a pasar y yo quería, que, al día siguiente, todo vuelva a funcionar como estaba antes. Y eso no fue un gasto, fue una inversión que hizo la Argentina para que el trabajo formal no se pierda y para que las fábricas recuperen su potencia inmediatamente después de concluida la pandemia. ¿Nos equivocamos? No, no nos equivocamos, porque es verdad que cuando pagamos ese ATP y el IFE para los sectores más desposeídos, la verdad, es que el Producto Bruto argentino cayó 9 Puntos, pero un año después creció 10 Puntos y medio, y al año siguiente creció 5 Puntos y medio y en los dos últimos años crecimos 16 Puntos. ¿Y por qué crecimos 16 Puntos? Porque tenemos una política clara, que, aunque tengamos que asumir la deuda y tengamos que discutir con el Fondo no somos ni complacientes con el Fondo, ni salimos de la irracionalidad de no discutir la deuda y siempre tuvimos un horizonte claro: producción y trabajo.
Antes de mi llegada, 23 mil Pymes habían cerrado; hoy tenemos 33 mil Pymes funcionando. Cuando yo llegué la desocupación era del 11 por ciento; hoy la desocupación es menos del 6 por ciento. Bien dijo el “Vasco”, en 24 provincias el empleo registrado sigue creciendo, tenemos 21 provincias con un desempleo de menos del 3 por ciento, vayan a Catamarca, alguien habrá acá de Catamarca, vos, y pregunten en Catamarca lo qué pasa, pues una explosión de producción y tienen problemas hasta para conseguir trabajadores, me cuentan. Vayan y vean, ahora eso es producto de qué. De esto que está haciendo, hoy, que le dimos un crédito, acá al amigo, para que amplíe su empresa, para que haga crecer, para que dé más trabajo. Eso es producto de que, frente a toda esa adversidad, porque bien dijo el “Vasco”, después de la pandemia, cuando creíamos que todo paraba, vino la guerra de Rusia y Ucrania y ahí tuvimos un debate interno, qué hacemos, porque los precios de la energía se fueron al diablo y dijimos, qué hacemos, porque si seguimos importando energía a estos precios, vamos a tener un problema muy serio, que el problema no ocurra en la producción y el trabajo, que el problema ocurra en otro lado, pero no en la producción y el trabajo. Y así lo hicimos y yo desafío a cualquiera a que venga a negar esto que estoy diciendo.
Si nosotros hubiéramos parado la importación de gas el crecimiento del país no hubiera sido de 5 Puntos y medio, simplemente así. Y vino la sequía con todo lo que ya dijimos que representa, pero, sin embargo, el primer trimestre registra índices de crecimientos notables en la industria. ¿Qué les quiero decir con todo esto? Dos cosas. Primero una conclusión de todo lo que estoy diciendo, la conclusión es que nosotros soportamos muchas adversidades, muchas más de las que hubiéramos querido, muchas más de las que hubiéramos podido prever. Porque una pandemia no la preveía nadie, sin embargo, frente a cada problema le pusimos el pecho y salimos adelante y cuando salimos adelante lo hicimos con trabajo, dedicación, pensando en los que producen y en los que trabajan y nos ha ido bien. Eso quiere decir que estamos bien. No, no estamos bien, tenemos muchos problemas que resolver, claro que sí. Ustedes piensan que no prestamos atención al problema, que significa la inflación o que no presta atención a que los ingresos de los trabajadores no vayan a la par de la inflación o la superen, que es lo que más deseamos. Claro que nos preocupa y son los desafíos, que tenemos por delante.
Pero estos desafíos no los podríamos haber tenido sino hubiéramos podido hacer todo esto que hicimos, porque hay un millón de argentinos que por ahí sus ingresos no les permiten, llegar a fin de mes, pero cuando nosotros llegamos no tenían trabajo, que es una cosa distinta. Hay un millón y medio de trabajadores informales, aparte de estos, que por ahí les está costando con el auxilio del Estado y con las changas llegar a fin de mes, pero hace cuatro años atrás, no tenían trabajo. Por lo tanto, tenemos mucho para decir de lo mucho que hicimos, en un contexto absolutamente desfavorable y nunca bajamos los brazos, porque teníamos esa convicción, de la que hablaba el “Vasco” y siempre trabajamos juntos, porque el Banco Nación siempre hubo alguien como Silvina, hoy, que sabía que estaba allí para auxiliar, para promover la producción y no para especular financieramente.
Y nosotros a la banca pública, yo creé el grupo de empresas del Banco Provincia, con lo cual se darán de cuenta la importancia que le asignamos a la banca pública. Y les digo que esa banca pública hay que defenderla mucho, porque lo que dijo Silvina es cierto y lo que dijo el “Vasco” también, cada dos por tres vienen a proponernos como plan de solución privatizar la banca pública y la banca pública es central para el desarrollo de un país, porque hay muchos que no pueden acceder al crédito con la banca privada, pero pueden acceder con los subsidios que el Estado da tasas para que la banca pública aúne esfuerzos con el Estado y le dé lo que necesitan los que quieren producir y crecer. Miren que alegría me da que hoy en Córdoba tengamos una planta de bioetanol, que no solamente duplica su planta, sino que ya está pensando en exportar. Miren la alegría que me da, ¿qué banco privado te hubiera ayudado en esto? Ninguno, porque lo que ahí hubiera tenido que pagar no le hubiera rendido, dejen de mentirles a los argentinos, dejen de mentirles porque haciendo todo esto los resultados del Banco Nación son muy buenos y haciendo lo que ellos hicieron tuvieron en rojo, tres años, al Banco Nación.
Y digo todo esto porque estamos en tiempo electoral, para que voy a mentirles, y yo estoy fuera de la contienda electoral, estoy dedicado a ser presidente. Recién le pedí a Julio, que, por favor, me vaya a bajar un mensaje, acá, que no tenía señal, que me estaba mandando Sergio Massa, porque estamos trabajando en un problema, que tenemos hoy, estoy dedicado a eso, pero lo que les pido es que no nos equivoquemos, los que dicen tener el remedio son los que trajeron la enfermedad; no nos equivoquemos. Y los que dicen ser el antisistema son los que más defienden el sistema. Esos que dicen que hay que tirar el Banco Central por la borda, que hay que dolarizar la economía, que hay que privatizar las calles de la Ciudad, que hay que terminar con la escuela pública porque es un sistema de adoctrinamiento… esos son los que más defienden el sistema injusto, que existe en el mundo actual. No se equivoquen y los que nos dicen a nosotros cómo arreglar el problema del déficit y cómo arreglar el problema de la deuda son los mismos que lo crearon y que, además, hicieron sus negocios con sus primos y sus amigos.
Yo me voy con la tranquilidad de que ningún amigo mío hizo negocios, ningún hermano mío se volvió millonario porque yo fue presidente y me voy con lo mismo que llegué, no se equivoquen, por favor. La discusión del presente es una discusión de la economía, pero es también una discusión del modelo de país, que queremos construir. Es un modelo de país más justo el que queremos nosotros; es un país para pocos el que proponen ellos. Es un país que se incluya en el mundo el que queremos nosotros; es un país súbdito de los poderosos el que ellos proponen. No nos equivoquemos y dejemos de discutir entre nosotros, porque el problema no está entre nosotros, está con los otros.
Gracias a todos y todas por haberme invitado. (APLAUSOS)