Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la presentación del Plan Integral Argentina Irrigada, en el CCK
Muchas gracias a todos y a todas: primero démosle un aplauso al cumpleañero (APLAUSO), feliz cumpleaños querido Sergio, el segundo antes de que nos pongamos en el tema que nos convoca hoy. Saben cuánto yo admiro, aprecio, valoro el desarrollo de la ciencia y la tecnología, en la Argentina, pues estoy convencido que nosotros ahí tenemos un diferencial con el resto el mundo, que nos pone en un lugar de privilegio, y que si nosotros invertimos en ciencia y tecnología realmente podemos ser grandes actores en el escenario mundial, con lo cual cada vez que se premia a un científico argentino no saben cuánto lo celebro yo, no saben cuánto, y hoy cuando llegué me enteré que Celeste, nuestra Directora del Servicio Meteorológico Nacional ha sido premiada con el Premio Konex, en la Argentina. Felicitaciones Celeste. (APLAUSOS) Con los dos permisos que me dieron, vamos al tema que nos ocupa.
Miren, Sergio lo ha explicado muy bien, también lo ha explicado muy bien “El Turco”, también lo ha explicado muy bien, mucho de lo que yo quería decir lo han dicho quienes me precedieron en la palabra, el querido Gerardo Zamora.
El mundo en el que vivimos es un mundo distinto, no es el mundo en el que nosotros…, ni siquiera el mundo al que nosotros llegamos, es un mundo que ha cambiado diametralmente; las razones son muchas, ya que la pandemia ayudó mucho a ese cambio. Lo cierto es que la globalización, tal como la conocíamos nosotros, ha dejado de existir, aquella idea de la gran aldea no existe más, ¿y qué pasó? Algo de lo que habló Sergio hace un ratito, que lo que eran localizaciones, empresas en China tratando de aprovechar la mano de obra barata en la producción china, hoy se llama deslocalización, y se trata de volver a llevar esas empresas a los países de orígenes, porque el efecto que eso generó fue que terminaron construyendo un enorme imperio en China, en desmedro de los grandes poderosos que generaron o promovían esas políticas, días atrás, hablando con Josep Borrell, que es el alto comisionado de la Unión Europea en materia exterior, le decía: “ustedes - a esta altura - ya deberían darse cuenta lo caro que les salió el trabajo barato, deberían darse cuenta.
Y en ese proceso de deslocalización hay un nuevo fenómeno, que es un fenómeno en el cual las naciones y las regiones empiezan a potenciarse, porque no es que la globalización haya desaparecido, lo que empieza a asomar es la regionalización del mundo, y entonces Europa se abroquela, hace más fuerte la Unión Europea, el LAFTA se abroquela, hace más fuerte el conglomerado de países de América del Norte. Asía se abroquela; África.
Ayer hablaba con Lula y le comentaba de la necesidad de abroquelarnos, en América Latina, porque el futuro que se viene le da a América Latina grandes oportunidades de desarrollo, básicamente por lo que ese mundo va a demandar; son dos cosas básicamente: alimentos y energía, y de eso tenemos, y mucho, y podemos ser grandes proveedores del mundo.
Ahora, todo esto ocurre en un contexto en donde el mundo también ha cambiado, por lo que algunos llaman cambio climático, y lo que yo llamo crisis climática. No es solamente un cambio, es una crisis que no nos permite ni siquiera avizorar claramente lo que nos va a pasar, y a veces los cálculos fallan. Y a veces pensamos que el problema está en algún lugar, específicamente, y de repente descubrimos que no es así. Parecía que el cambio climático no nos tocaba a nosotros, pero - durante los cuatro años de nuestro Gobierno - no está aquí ningún gobernador mesopotámico, creo, pero saben que vivimos la baja más importante del Río Paraná. Ah, acá está el Gobernador de Misiones, que ha visto lo que ha pasado en sus Cataratas también.
La realidad es que tampoco esperábamos tener la sequía más grande de los últimos cien años; desde 1929 no había una sequía que se pareciera a esta. Ahora uno lee, habla con amigos y Pedro Sánchez me contaba, hace días atrás que hoy - España - vive la sequía más grande, en años y cómo les repercute a ellos. Le repercute en algo que, a los sanjuaninos, a los riojanos, a los mendocinos les va a poner definitivamente contentos: en el precio de la oliva, porque la sequía está afectando a los olivares españoles, ¿y eso que hace? Que suba el precio de la oliva. Con esto lo que quiero marcar es que también puedo marcar que, mientras Argentina tuvo la mayor sequía de su historia, Brasil tuvo agua en abundancia y generó una superproducción de granos que ni siquiera permitió que los precios, por nuestra falta de oferta, suban, porque todo lo que nos faltó a nosotros lo superan ellos con su superproducción. Este es el mundo que nos toca vivir. Y en ese contexto, ¿qué representa el agua?, Mucho, mucho, se dan cuenta cuánto vale el agua, y el agua qué ocurre, el agua se está volviendo un bien escaso, se está volviendo un bien escaso, que además no podemos manejar con facilidad, tenemos que saber bien cómo aprovecharla, como distribuirla, precisamente, porque esa escasez ocurre, y esa escasez afecta muchas veces el tránsito pluvial, como nos afectaba en algunos momentos el tránsito por el Paraná, por la hidrovía. A veces afecta las condiciones de vida de los pueblos enteros, y fundamentalmente afecta la producción agrícola ganadera.
Con lo cual este programa que estamos lanzando hoy, que incorpora casi dos millones de hectáreas a la superficie irrigada que se van a favorecer más de 50 mil productores con todo esto, en verdad es primero hacer una lectura correcta de lo que nos pasa, saber que el agua se ha vuelto un bien escaso, con lo cual tendremos que saberla aprovechar al máximo.
Recién Celeste - cuando veníamos caminando para acá - le dijo a Sergio: “este año va a llover mucho”. Ojalá, le dijimos y ojalá que así sea, pero también algunos me informan que vamos a pasar el invierno más frío, de muchas décadas. Este es el mundo en que nos ha tocado vivir, este es el mundo, con lo cual el aprovechamiento del agua se vuelve una política central…central.
Las provincias – como Mendoza – que desde muchos años conocen el problema de la irrigación y aprovechan con sus canales el agua, fluvial fundamentalmente, producto del deshielo están observando el problema, hoy en día, pero muchas otras provincias que no han prestado atención, de ese modo, en los últimos años se han empezado a preocupar por la falta de agua para su gente y para la producción. Pues bien, esto que estamos haciendo hoy es un paso muy importante, pues son 2.000 millones de dólares, que entidades financieras ponen al servicio de la Argentina y al servicio de los productores argentinos, para que nosotros potenciemos nuestra capacidad productiva, en todo el país. Y eso está muy bien, y eso debemos celebrarlo. ¿Basta? No, no basta, hay que hacer muchas obras más.
El “Turco” Neme mencionó, perdón “Turco, no sé cómo te llamas de nombre, siempre te he dicho “Turco”, querido secretario Neme, él mencionaba las otras obras, efectivamente hay 27 canales construyéndose en diferentes lugares del país, entre otros el Canal de la Patria, construyéndose en la provincia de Santiago del Estero, fue una obra postergada por décadas y que tanta necesidad tiene Santiago del Estero para poder lograr un mejor desarrollo agropecuario y ganadero, en esas zonas, pero como esa, 26 más. ¿Por qué? Porque entendemos cuál es el problema. Y bien dijo Sergio que entendamos que el mundo es otro, pues ha cambiado, tenemos que trabajar mucho, pues es increíble que tanta agua, en Brasil y nosotros no hayamos podido aprovechar nada de esa agua. Tenemos que ver si existen posibilidades de que la aprovechemos y estoy hablando en términos técnicos.
Estoy diciendo que tenemos que ver cómo nos potenciamos como región, porque como región también Sergio dijo algo, al pasar, que no me pasó desapercibido, en verdad sería esplendido que la Argentina deje de producir alimentos para los animales y empiece a producir alimentos para los seres humanos, deje de mandar granos en bruto y los convierta en harina, los convierta en aceite o los convierta en comida, que podamos exportar para los seres humanos, que es lo que no hacemos hoy, que dejemos de exportar producción primaria y exportemos producción industrializada. Sergio siempre dice lo mismo: un grano de maíz, vendido como tal tiene un precio; un grano de maíz que alimenta a un pollo que se exporta tiene otro precio. Eso son todos los desafíos que tenemos en el futuro, si es que sabemos leer bien el presente en que vivimos, si sabemos leer bien en el presente en el que vivimos, sabemos que tenemos que ser mucho más cuidadoso de los nuestro porque la globalización, la gran aldea de la hermandad no existe, porque aparecen nuevos actores geopolíticos en pugna y tenemos que estar lo más lejos posible de esa pugna y mantener la multilateralidad que nosotros proponemos.
Que necesitamos hacer de Latinoamérica una región que enfrente el desafío de esta nueva globalidad y que esas son las tareas, pero que también entendamos que la primera tarea la debemos hacer nosotros, en la Argentina. Y lo que estamos haciendo, hoy, es mejorando con agua – un bien escaso, que va a seguir siendo escaso – las condiciones de producción, en la Argentina. Por eso, los ciclos políticos pueden cambiar, pero lo que no cambian son las necesidades de la sociedad y de nuestro pueblo, esas son más o menos constantes. Y si queremos construir una economía pujante, capaz de producir alimentos para el mundo, capaz de potenciar la producción del litio, capaz de llevar el gas, que tenemos en Vaca Muerta a todo el mundo, como energía en este tiempo, si somos capaces de sacar el cobre, que está en la cordillera, si somos capaces que nuestra Patagonia construya el hidrógeno verde, que el mundo busca, entonces el futuro es nuestro. Y lo ideal sería, que los argentinos y las argentinas, que hacemos tanto barrullo, en la política, veamos cómo el mundo ha cambiado y nos dediquemos a construir nuestro futuro.
Hoy, estamos dando un paso en ese sentido. Gracias a todos y todas. (APLAUSOS)