Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la inauguración del edificio de la Escuela Secundaria N°82 "Doctor René Favaloro", en Basail, provincia de Chaco
Muchas gracias. Buenos días Basail. Contento de estar aquí con ustedes, feliz de estar aquí con ustedes. Gracias querido Intendente, gracias Ignacio por la buena recepción, gracias querido gobernador, sabes cuánto te quiero y cuánto valoro todo lo que haces. (APLAUSOS) Gracias a los intendentes de otras intendencias cercanas, gracias a los legisladores nacionales que nos acompañan, a los provinciales, a los funcionarios de la provincia, a los funcionarios nacionales que me están acompañando.
Hoy es un día muy feliz para mí, realmente porque me ha contado el Intendente que es el primer Presidente que visita Basail, y la verdad que esa es una deuda que la Argentina tiene con muchos lugares del país. Coqui que sabe de mi vocación federal, siempre ha tenido la generosidad de que cuando me trajo al Chaco, me trajo a lugares donde habitualmente no se llega desde la Ciudad de Buenos Aires. Y así me llevó a Castelli, en el Impenetrable, donde inauguramos agua potable para Castelli, y un día me llevo a Fuerte Esperanza, en el centro del Impenetrable, donde llevamos también no solamente viviendas, sino también agua potable que hace falta. Y hoy me trae a Basail, a esta hermosa ciudad, a este hermoso pueblo, llámenlo como quieran es un lugar hermoso, con hermosa gente por lo que veo, que se esfuerza y que hace Argentina todos los días. Y con ese lema federal que siempre tuve, siempre tengo producto como siempre digo de ser hijo de un riojano que me contó todas las penurias que era poder estudiar en La Rioja cuando era chico y poder desarrollarse en La Rioja. La verdad es que siento que estamos simplemente cumpliendo con obligaciones largamente demoradas que la Argentina toda tienen para con el Norte argentino.
Hace un rato cuando me reuní con un grupo de alumnos, alguno de ellos me dijo: “Gracias por esta Escuela, porque pensamos que nunca la íbamos a tener, que siempre íbamos a estar junto con la escuela primaria”. Y la verdad es que le dije: “No, no tenés nada que agradecer, porque simplemente estamos cumpliendo con un derecho que vos tenés. Con el derecho de tener un lugar donde estudiar, donde poder integrarse junto a sus compañeros, un lugar donde recibir una educación adecuada, porque estamos en un tiempo donde la educación tiene una relevancia singular. No nos estamos dando cuenta porque eso ocurre generalmente cuando uno es parte de un tiempo donde una revolución está transcurriendo, pero nosotros estamos dejando atrás la revolución industrial y estamos entrando en una revolución, que es la revolución tecnológica, la era de la tecnología. Y si hay algo que la era tecnología exige, es desarrollar el conocimiento. El futuro está en estudiar, en capacitarse, en prepararse; está en las sociedades que desarrollan la ciencia y la tecnología, allí están. Adviertan ustedes la importancia que tiene que cuenten con una computadora y la importancia que tiene que en tu escuela haya conexión para acceder a internet. Esa es la realidad que vivimos hoy y eso es lo que hoy no podemos postergar más, porque una escuela que no accede a internet cuyos alumnos, no acceden a internet, es una escuela que está atrasada respecto del resto del mundo. Y hoy en día, contar con una computadora para un alumno es tan importante, como en mi época contar con un libro o una biblioteca, son canales de acceso al conocimiento. Con lo cual, como vi muchos alumnos y muchas alumnas de acá de Basail, quiero que todos tomen dimensión de lo importante que es la educación. Acá no es un lugar donde se pasan seis horas al día, acá es un lugar donde ustedes están construyendo su futuro.
La Argentina hizo mucho a lo largo de los años para que la educación sea accesible a todos, para que todos puedan recibir la educación que corresponde. Uno debe remontarse a Belgrano y Alberdi, personas que la historia tiene matices, pero que fueron realmente visionarios el día que pensaron que la educación debía ser pública y gratuita para todas y todos los argentinos porque allí estaba la base del desarrollo. Y después le pregunte a alguno de ustedes qué iba a estudiar cuando terminara quinto año, uno me dijo que quería estudiar veterinario, otro me dijo que quería estudiar psicología. Me enteré que tenemos carrera de psicología acá en Sáenz Peña y con los cual, también estamos acercando la Universidad a los chaqueños y a las chaqueñas, y esa universidad fue muy prestigiosa en el mundo. Fue una universidad que hizo una reforma en el año 18, que permitió abrir la cabeza de todos, con aquella reforma universitaria, que permitió no solamente la libertad de Cátedra, sino también el Co gobierno en la universidad. Las universidades son gobernadas por docentes, por graduados, por alumnos y en algunos casos por no docentes también. Y eso significó un gran avance, y el gran avance fue, cuando en los años de Perón, Perón declaró la universidad gratuita, en la educación universitario y permitió que todos los hijos de los trabajadores pudieran acceder a la universidad superior. Que nos solamente era algo que estaba asegurado para las elites de las diferentes sociedades.
Ahora estamos en un tiempo probablemente distinto, las sociedades más ricas no son las que tienen petróleo, no son las que tienen gas, no son las que tienen litio, no son las que tienen oro, no son las que tienen plata, las sociedades más ricas son las que desarrollan el conocimiento. Hoy el conocimiento vale mucho más que cualquiera de esos minerales y cualquiera de esos productos que les he marcado, porque uno puede vivir en una senda donde el petróleo o el gas abunde, pero si no tiene la tecnología para sacarlo, no puede hacer nada con eso. Así como tenemos el litio, si no tenemos la tecnología para refinarlo, para convertirlo en batería, en esa situación generar industria, generar trabajo, la verdad que tener el litio vale poco. Vale mucho más que desarrollemos la tecnología que convierte ese litio en batería en energía.
Le digo todo esto para que entiendan que acá se van a encontrar con sus amigos, se van a divertir, vana a disfrutar del buen clima de las aulas, vana disfrutar del hermoso calor del Chaco y del Norte, pero sobre todas las cosas, van a estar construyendo su futuro. Y eso asúmanlo con mucha responsabilidad, eso es lo que más les pido. Como bien dijeron quienes hablaron antes que yo, tienen la suerte además de que esta Escuela lleva el nombre de una persona emblemática en la Argentina, René Favaloro, fue un médico educado en la universidad pública. Fue un médico que se dedicó a la medicina rural, cuidaba los pueblos allí donde la salud no llegaba y él era un médico de mucha argentina y muchas argentinas que no tenían acceso a la salud pública, mucho menos a la salud privada. Decidió mejorar sus conocimientos, estudió en los EE. UU, no se quedó allá, volvió a la Argentina con los conocimientos adquiridos, desarrolló técnicas para atender enfermedades cardiovasculares que son hoy adoptadas y desarrolladas en todo el mundo, y por una ironía del destino, terminó muriendo porque el Estado no dio respuesta a su proyecto que es la Fundación Favaloro. Esa Argentina no puede seguir existiendo, nunca más puede morirse un Favaloro porque el Estado lo abandonó, porque todo lo que Favaloro le dio a la Argentina no tiene precio. Y todo lo que le hubiéramos pagado era poco para lo que ha hecho por nosotros. Ese hombre, a quien pude conocer y pude ayudar a su Fundación, cuando estaba en una situación crítica, estando yo en el Grupo Banco Provincia, ese hombre que le da nombre a esta escuela maravillosa tómenlo de ejemplo, él – como ustedes – estudió en una escuela pública, se graduó en una universidad pública, amó a su Argentina, amó a sus compatriotas, se fue a llevar sus conocimientos allí donde otros no iban. Después fue a estudiar al exterior, se perfeccionó, se convirtió en un gran médico, en un gran científico. Y toda esa ciencia ¿dónde la aplicó? En la Argentina, para quiénes, para los argentinos y argentinas. Sigan ese ejemplo y no olviden la importancia que, en este tiempo, la educación tiene.
Por eso, el concepto de enseñanza obligatoria es un concepto correcto, porque ahí lo que está haciendo el Estado es impulsarlo a seguir estudiando, pero no tomen la educación como obligación, tómenla como una inversión de su futuro. Dense cuenta que cuanto más estudien estarán en mejores condiciones para afrontar el mañana y el mañana es de ustedes, no es nuestro, es de ustedes. (APLAUSOS). Lo que nosotros debemos hacer es darles las herramientas para que puedan alcanzar ese mañana de mejores modos, así es que feliz de estar en Basail, feliz de estar, una vez más en el Chaco, feliz de estar inaugurando una escuela, hemos inaugurado muchas escuelas a lo largo de estos tres años de mandato y todas las escuelas que hagamos son pocas porque hacen falta muchas escuelas, y todas las escuelas que hagamos deben tener este confort porque educar y educarse no debe ser un martirio, debe ser un acto de alegría, debe ser un momento de felicidad.
Hemos tenido la alegría, con el ministro de Educación, con la ministra de Trabajo, con el ministro de Economía, de hace pocos días atrás, dar por cerrada la paritaria docente, algo inusual, haber cerrado la paritaria docente quince días antes de que empiecen las clases, sacarles a nuestros maestros y maestras el problema de sus salarios. Cuando llegamos al gobierno la preocupación de los maestros era ver cómo mejoraban sus salarios, que se había caído al fondo del pozo, y hoy con alegría escucho que su preocupación es que no tengan que pagar Ganancias, porque sus sueldos han crecido, de tal modo, que empiezan a verse afectados por el Impuesto a las Ganancias.
Un maestro inicial, hoy, tiene un sueldo digno y esto ¿está bien? Claro que está bien, porque el ser maestro es una vocación, pero es además un trabajo y es un trabajo muy importante porque son los que educan y enseñan y penetran con normas de cultura a nuestros hijos, son lo que le indican el camino a nuestros hijos e hijas. Nuestros hijos e hijas pasan, a veces, más tiempo con sus maestros que con nosotros mismos, con lo cual tener maestros y maestras bien preparados y bien retribuidos es lo que debe hacer una Argentina de bien. (APLAUSOS). Y tener alumnos y alumnas que, con muchas ganas, con mucho esfuerzo, con mucho empuje vayan cada día al colegio a estudiar y a aprender es lo mejor que le puede pasar, a la Argentina, porque así estamos construyendo el futuro.
Los felicito tienen una escuela espléndida. Gracias a todos y todas. (APLAUSOS)