Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la inauguración del Hospital Modular de Los Cardales, en Exaltación de La Cruz, provincia de Buenos Aires
Muchas gracias, muchas gracias. Gracias, Diego, por recibirme con el cariño que siempre me recibís, con el afecto. Gracias a Los Cardales por recibirme.
Cuenta, Diego, que es la primera vez que un presidente visita Cardales. Pero cuento yo que este presidente no es la primera vez que visita Cardales. Le contaba, a Diego, que cuando era chico mi viejo tenía un amigo, acá en Cardales, que tenía un campo. Y entonces cuando, algún fin de semana, se podía nos decía: “vamos al campo”; y veníamos acá a Cardales. Y yo me venía con mí guitarra y me sentaba abajo de un árbol, en ese campo, y sentía el contacto con la naturaleza; venía de la ciudad y sentía que acá estaba la naturaleza. Con lo cual, tengo un muy lindo recuerdo de Cardales, un muy grato recuerdo y para mí es una alegría estar aquí en Cardales. Es un lugar maravilloso que me dejó marcado, me dejó marcado. (APLAUSOS).
Gracias, Ricardo, por estar acá siempre acompañándonos. Gracias, Ricardo, de verdad. (APLAUSOS). Gracias, Ale, por estar con nosotros; gracias, de verdad, por estar acá en representación de Carla Vizzotti. Gracias al compañero que está allá tan enojado, gritando también; gracias, gracias, gracias. (APLAUSOS). ¿eh? Por eso, gracias, gracias.
Vamos a ver, vamos a…; miren, la verdad es que nos han tocado cuatro años muy difíciles, muy difíciles, muy difíciles. Cuatros años donde hubo dos años de pandemia complicadas y dos años donde, además, tuvimos que enfrentar la guerra; que fue una guerra no singular, fue una guerra que trascendió a los dos países en disputa. Y que dejó un daño enorme a toda la economía del mundo y también a la Argentina. Nosotros, al día de hoy padecemos problemas por el conflicto de esa guerra, hasta el día de hoy lo padecemos.
La realidad es que en medio de tanto conflicto y de haber heredado el país que heredamos, porque de eso tampoco debemos olvidarnos, tres años después, todos nosotros podemos sentirnos con la tranquilidad de que nos hemos recompuestos, nos hemos puesto de pie una vez más; y una vez más podemos trabajar, podemos pensar en el desarrollo del país.
Mientras hablaban, Diego y “Kato”, no dejaba de mirar la Ruta 6, que está acá arriba; y no dejaba de ver la cantidad de camiones que están pasando. En esos camiones hay producción argentina, hay trabajo argentino; y esos camiones, durante los años precedentes a nuestra llegada al Gobierno, no circulaban por acá porque no había producción, porque no había trabajo; porque el desarrollo no alcanzaba los niveles que han alcanzado en estos dos años. (APLAUSOS).
Esa es la realidad, esa es la realidad porque no todo es lo mismo, no todo es lo mismo, no todo es lo mismo; y nosotros tenemos que darnos cuenta que no todo es lo mismo, no todos creemos en las mismas cosas. Nosotros hoy seguimos creando, instalando, haciendo, construyendo hospitales a lo largo de toda la Argentina. Hemos invertido 50 mil millones de pesos en el desarrollo hospitalario a lo largo de toda la Argentina. Se hicieron hospitales más grandes, se hicieron hospitales modulares, se hicieron hospitales más chicos, de acuerdo a lo que cada comunidad necesitaba. Y acá tenemos un principio de solución a un problema que tenía Cardales y que tan bien explicó Cristina, lo hizo mucho mejor de lo que lo puedo hacer yo; cómo se pudo pasar de la salita de primeros auxilios a contar con este hospital, que lo que nos va a permitir es dar una mejor atención en la urgencia y si es necesario llevarlo hasta el hospital de Exaltación, bueno, entonces lo harán, lo harán.
Y…, ¿qué es lo que nosotros queremos con esto? Lo que nosotros queremos es llevar salud a todos los argentinos en cada rincón de la Argentina; eso es lo que queremos, eso es lo que buscamos, eso es lo que necesitamos. Lo que yo no quiero más es que alguien que viva en Cardales, o en cualquier lugar cercano a Buenos Aires, tenga que irse a Buenos Aires a atenderse, eso es lo que no quiero. Lo que quiero es que la salud se acerque a ustedes, no que ustedes tengan que ir corriendo a Buenos Aires a buscar la salud; de eso se trata el federalismo.
Es lo mismo que con la educación. Nosotros tenemos que acercar las escuelas, los colegios, tenemos que acercar las universidades a ustedes, a los que habitan el interior de la patria; no esperar que ustedes, o sus hijos, tengan que hacer kilómetros y kilómetros en busca de un hospital, o de una escuela, o de una universidad; eso es lo que no debemos hacer. Y por eso nosotros persistimos en nuestra lógica; 50 mil millones de pesos invertidos en centros de salud, ¿280? parte ya se han construido, parte se están construyendo; es lo que la Argentina necesita.
Y…, ¿Por qué lo hacemos? Porque estamos convencidos, convencidos, que lo que hace falta, en Argentina, es un mejor desarrollo; un desarrollo más igualitario. Nosotros cumplimos 40 años de democracia este año; y si hay algo que no hemos logrado concretar, con la democracia, es un desarrollo federal, un desarrollo más igualitario, un desarrollo para los que viven lejos del gran centro urbano que es Buenos Aires. Porque derecho a desarrollarnos en el lugar donde nacimos tenemos todos, no los porteños solos. Y lo digo como porteño que soy, y orgulloso de serlo. Pero no estoy en paz con mi conciencia de ver la opulencia de la ciudad y ver tantas carencias en el interior de mí patria. Igualar eso es algo que nosotros tenemos que trabajar mucho y trabajar bien, y escucharnos, no gritarnos.
Escuchaba recién al compañero quejarse por el uso de agroquímicos; y está bien, son temas que se debaten en el mundo, pero no es necesario hacerlo de ese modo, no es necesario hacerlo de ese modo. Una de las cosas que tenemos que aprender, ahora que en el bar hay más silencio, es aprender a hablarnos en voz baja, plantearnos nuestras diferencias en voz normal sin necesidad de maltratarnos, ya demasiado nos maltratamos como país. (APLAUSOS). No hace falta maltratarnos más. Recuperemos la convivencia democrática ahora que vemos lo que ha pasado en Brasil, vemos lo que pasa en Perú; reconstruyamos la convivencia democrática conviviendo en la diversidad, si no todo tenemos que pensar igual. Yo estoy seguro que el compañero que se quejaba por el uso de agroquímicos lo hacía honestamente; equivocaba el modo, pero lo hacía honestamente; estoy seguro que él cree eso y tal vez haya que escucharlo, pero no hay que hacerlo de ese modo. Tenemos que bajar los gritos y escucharnos un poco más. Tenemos que ser capaces de escuchar al otro, porque…, ¿saben qué? el otro día escuchaba un discurso del expresidente, fuera del país, que decía: “que la Argentina tiene la sociedad más frustrada de los últimos 70 años”; y de verdad me indignó mucho, quiero ser honesto, sentí mucho dolor. Porque cuando Cristina agradecía a la cooperadora de la salita de primeros auxilios, ¿esa es una sociedad frustrada? Esa es una sociedad maravillosa que busca auto gestionar la salud que el Estado nacional no le brinda. (APLAUSOS). ¿Frustrado? Orgullo de lo que hicieron tiene que estar, que frustrados. (APLAUSOS). ¿Frustrados? Por favor, somos una sociedad increíble, como un pueblo maravilloso.
Y yo no quiero que los confundan y que les hagan creer que somos un país de cuarta, que no tenemos un futuro, somos un pueblo, tal vez el pueblo más resiliente del mundo, nos hemos, nos hemos puesto de pie una y mil veces, después de haber enfrentado mil problemas, no quiero ir tan lejos, hemos sido un pueblo que los que estaban trabajando un día en Plaza de Mayo los bombardearon los propios compatriotas, y allá no sé cuántos murieron, porque iban a trabajar y hacían trámites bancarios y se quedaron muertos en la Plaza de Mayo. Después vinieron los de los secuestros, de las desapariciones, de las dictaduras, vino la guerra de Malvinas, y nos pusimos de pie y recuperamos la democracia, y con la democracia tuvimos problemas, porque lamentablemente la crisis económica que enfrentó a quien yo quiero mucho, a Raúl Alfonsín, terminó con 5.400 puntos de inflación, y nos recuperamos, y la convertibilidad, que fue una ilusión que nos hizo sentir que la inflación se contenía, sin advertir que estábamos perdiendo competitividad en el mundo y se estaba perdiendo trabajo, también estalló y nos recuperamos, y recuperamos el trabajo, y recuperamos la producción, y estos camiones que sigue pasando son producción argentina, y ahí hay miles de puestos de trabajo que hemos recuperado, del 2019 a la fecha somos el segundo país que más creció en el mundo, seguimos creando puestos de trabajo en Argentina en 21 provincias cuya desocupación están por debajo del 1 por ciento.
¿Qué tenemos que seguir trabajando? Claro que tenemos que seguir trabajando, yo no dejo un segundo de pensar en la inflación y en mejorar los ingresos de la gente, claro que hay que eso hay que seguir trabajándolo, pero démonos cuenta lo que fuimos lo que fuimos capaces de hacer, cuando nosotros llegamos no es que ustedes no tenían este Hospital Modular, la Nación no tenía un ministerio de Salud. (APLAUSOS) Cuando nosotros llegamos, el sarampión había vuelto a ser una enfermedad en la Argentina, porque dejaron de vacunar a los argentinos, y encontramos con Ginés, en aquel momento, arrumbados en la Aduana, cientos de miles de dosis que nunca aplicaron a los argentinos.
La Ciencia y la Tecnología había dejado de ser un ministerio; el Trabajo había dejado de ser un ministerio, decían que el mercado todo lo arregla y otros sabemos que eso no es así, otros sabemos que las sociedades necesitan de un Estado que les tienda la mano para poder hacer esto, porque esto no lo viene a hacer el mercado, porque no es negocio abrir esto acá, esto no es un negocio, esto es una necesidad, esto no es un negocio, esto es un derecho de ustedes, y el derecho de ustedes lo da el Estado, no se los dan los empresarios privados, ¿de acuerdo? (APLAUSOS)
Y también valoro, también valoro que muchos empresarios de la región han colaborado a que este hospital tenga mejores de condiciones, y han hecho su aporte, y está muy bien, porque las empresas deben vincularse a la comunidad donde ellas están, y deben ayudar, porque son más poderosas, porque son más fuertes,
y bienvenido y agradezco ese gesto empresario.
Entonces: tenemos por delante un desafío, yo estoy seguro que nosotros ya dejamos los cimientos armados para que la Argentina crezca, que la Argentina no crezca no es un deseo, es una realidad, crecimos el 10,3 por ciento del PBI el año pasado, vamos a crecer este año por arriba del 5 por ciento, vamos a crecer inexorablemente por la inercia que tenemos este año 2023.
Entonces aprovechemos la oportunidad que tenemos cuando estamos haciendo los cimientos, seamos capaces de diseñar la casa en la que vamos a vivir en el futuro, y en esa casa seamos capaces de acallar las voces altisonantes; de decirle al que insulta, no hace falta que insultes; de ser capaces de escucharnos en la diferencia y volver a unirnos, porque ninguna sociedad puede progresar si no se une en la búsqueda de los ideales.
Mi generación, que es la generación en la que empecé en los años setenta, pero soy un hijo de la democracia, de esta democracia, mi generación añoraba algo, tenía una utopía: que la democracia dure, veníamos de una dictadura muy terrible, Alfonsín gana las elecciones, y esa democracia estuvo permanentemente amenazada en sus comienzos, por los Carapintadas, por alzamientos, siempre vivíamos con el temor de perderla, y nos propusimos como sociedad cumplir con la utopía de fortalecer la democracia, esa utopía la cumplimos, hoy cumple cuarenta años, este año cumple cuarenta años. (APLAUSOS)
Juzgamos a los responsables del genocidio, los que torturaron, los que secuestraron. La primera condena de un torturador o de un genocida fue tapa de los diarios, hoy está en la página 20. ¿Saben qué quiere decir eso? Que ganamos, que ganamos, porque lo que debemos naturalizar es que el que comete un delito vaya preso, no debe ser tapa de noticias, tapa de un diario eso, debe ser una noticia que vaya a policiales, donde están las noticias de los criminales. Y ese es un gran triunfo que hemos logrado nosotros como sociedad.
Ahora tenemos que fijarnos otra utopía que tenemos que cumplir, la utopía de la igualdad, la igualdad de la justicia social, la justicia social es que mejoren los sueldos de los que trabajan, claro que sí, que la distribución del ingreso se haga de mejor modo, claro que sí, claro que sí, pero la justicia también y la igualdad es que en Cardales exista esto, y que no tengan que estar acá penando ante una urgencia cuantos kilómetros tienen que hacer para poder llegar.
La igualdad es que la Ruta 8 se convierta en la autopista que estamos haciendo, esa es la igualdad, para que tengan acceso y movimientos más rápidos, que esta Ruta que estamos mejorando y reconstruyendo, que por eso también el tránsito se ve más lento, funcione mejor; que la Universidad llegue lo más cerca de ustedes, que la educación esté al alcance de sus hijos, eso es la igualdad, eso es lo que tenemos que construir, esa debe ser nuestra utopía del futuro, porque podemos hacerlo, ¿saben por qué? Porque no somos unos fracasados, somos un pueblo maravilloso.
Gracias a todos y a todas. (APLAUSOS).