Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la entrega de 597 viviendas en Posadas, desde Misiones
Buen día a todos y a todas. Feliz de estar aquí en Posadas, feliz de estar aquí en Misiones otra vez junto al querido Oscar Herrera Ahuad, ese gobernador maravilloso que ustedes tienen.
Y feliz de estar compartiendo un momento como este. Siempre le digo a Santiago que, si hay un momento lindo que vivo como Presidente, es el momento cuando entrego casas para las familias que no las tenían, porque no tengo ninguna duda que tener un techo propio es una gran tranquilidad para las familias, es sacarse un gran problema de encima, es saber que tenemos dónde cobijarnos, los padres y los hijos, y tenemos dónde encontrarnos cada noche después del día de trabajo, y reencontrarnos cada mañana, después de descansar, bajo un mismo techo. Y que, en verdad para mí, el tener una casa hoy en día es un derecho humano, tener un techo dónde cobijarnos, nosotros con nuestros seres queridos, con nuestras familias, es un derecho humano.
Muchas veces algunos que miran con escepticismo a la política dicen: “Bueno, finalmente son todos iguales”. No somos todos lo mismo, no es todo igual. Hay quienes creemos que el Estado debe estar presente para acercar la vivienda a aquellos que no pueden acceder de otro modo a la vivienda y hay otros que creen que todos deben ir y recurrir al mercado para que el mercado les de las viviendas que necesitan y no todos pueden recurrir al mercado, porque no todos pueden acceder a un crédito hipotecario, porque no todos pueden acceder a un Banco y porque muchos necesitan aún de que el Estado Nacional los socorra, los auxilie, les dé la oportunidad.
Nosotros no vivimos en una Argentina igual, por más que lo proclamemos, vivimos en una Argentina que tiene, porque así alguna vez lo diseñó una generación, creo que, con la mejor buena fe, un centro muy rico, porque se pensó en aquella Argentina agroexportadora y después un norte muy olvidado y un sur muy olvidado. Un norte periférico y una Patagonia periférica. Y la verdad es que, yo me puse en la cabeza que tenemos que terminar con esas argentinas. La Argentina es una, no puede haber una Argentina del centro y una Argentina del norte y una Argentina del sur que tenga menos posibilidades de desarrollo, por las razones que enumeró recién el gobernador: por las distancias, porque están lejos, porque la energía es más cara, porque todo se hace más difícil lejos del Puerto de Buenos Aires. Tenemos que buscar los mecanismos para igualar en la Argentina.
Hace 40 años atrás mi generación tenía una utopía, era la utopía de la democracia. Veníamos de una cruel dictadura y creíamos que había que defender y construir una democracia que dure en el tiempo. Y este año estamos cumpliendo 40 años y esa utopía la hicimos realidad; la democracia, sin embargo, no resolvió todos los problemas, no logró hacer esa Argentina igualitaria de la que tanto hablo. Y tal vez, la utopía que esta generación tiene que tener es llevar igualdad a cada rincón de la Argentina, porque los misioneros, acá con este calor, con esta zona tropical, bajo este sol hermoso que nos ilumina, tienen exactamente el mismo derecho que un porteño a tener una casa, tienen el mismo derecho de acceder a una escuela, que el derecho de alguien que vive en el centro del país y el mismo derecho de tener la salud pública que en el centro del país se brinda.
Yo siempre digo que este país va a ser un país federal el día que todos los argentinos podamos desarrollar nuestra vida en el mismo lugar donde nacimos. Allí podamos crecer, podamos estudiar, podamos trabajar, podamos construir una familia, podamos disfrutar, podamos distraernos, pasear y podamos morir felices, después de haber vivido felices en el lugar donde nacimos. Ese día, la Argentina, va a ser un país federal. Mientras en Argentina tengamos argentinos y argentinas que sigan buscando dónde encontrar su felicidad en el centro del país y generalmente en las grandes ciudades del centro del país, y generalmente lo que ocurre, valga la repetición, es que encuentran allí frustración, no encuentran la alegría que buscaban. No hay mejor alegría que poder desarrollarse junto a los propios en el lugar donde se nace y ese es el gran desafío que tenemos.
Acá estamos entregando casi 600 casas en Misiones; cuando hice campaña, en el año 2019, anticipé que iba a crear un Ministerio de la Vivienda; muchos me dijeron: “che, otro ministerio”, otro ministerio sí. Nosotros necesitamos un ministro que solo piensa en la vivienda, que no piense en los puentes, en las rutas, en las cloacas; que piense solo en las viviendas. (APLAUSOS). Y la verdad es que el tiempo -creo- que me dio la razón porque cuando uno mira…, me voy a parar aquí en Misiones, son datos de Misiones. Nosotros en Misiones tenemos -hasta hoy- casi 10.200 soluciones habitacionales desarrolladas. Tenemos estas 600 viviendas que hoy entregamos; en ejecución tenemos 5 mil viviendas porque le restamos estás 600 viviendas que estamos entregado. Y tenemos entregadas -ya antes- 3.900 viviendas. Cuando ustedes suman todo eso le hemos traídos soluciones habitacionales a 10.200 misioneros y misioneras. (APLAUSOS).
Ahora, revisemos qué pasó acá en Misiones cuando no habíamos llegado al Gobierno y estaban los que creían que el mercado debía resolver el problema. Bueno, en esos años, nosotros entregamos 3.800 más 600, ¿no? o sea, 4.400 viviendas; en esos años se entregaron 400, y a nosotros nos queda todo este año por delante. Y en esos años, en ejecución, ¿saben cuántas viviendas hubo? 173, contra las 6 mil que hoy tenemos aquí.
Estas viviendas representan las viviendas…, en alguna de estas viviendas está la vivienda 76 mil, que entregamos nosotros desde que asumimos el Gobierno. (APLAUSOS). A fin de enero, vamos a haber entregado 80 mil viviendas, y a fines de marzo, vamos a llegar a las 100 mil viviendas entregadas a lo largo y a lo ancho de toda la Argentina. (APLAUSOS).
Y la mayor parte de esas viviendas, la mayor parte de esas viviendas, ¿saben dónde están? En el interior de la patria, en el interior de la patria. (APLAUSOS). Porque yo creo que así estamos igualando, y así estamos concretando esa utopía de vivir en un país más igualitario.
Ayer o antes de ayer hablaba con los gobernadores que me visitaron y les decía: saben que me acabo de dar cuenta, me acabo de dar cuenta que soy el primer Presidente de la democracia, de los 40 años de democracia, que nació en la Ciudad de Buenos Aires, soy el primer Presidente porteño; y tengo el orgullo de decir que soy el más federal de los porteños y el más preocupado por el interior de mí patria; y me peleo mucho con mí ciudad para que mí ciudad entienda que deje de dejar de lado su opulencia y ser parte de una mejor distribución de la riqueza en toda la Argentina.
Yo estoy muy feliz de estar hoy aquí con ustedes. Es una gran forma de empezar este año, dándoles a 600 familias sus casas. Terminé el año muy bien porque aquí muy cerca, en Formosa, fui con Gildo, el día de navidad a entregar también casa allí en Formosa que hacían falta como en toda la Argentina. Y vamos a seguir trabajando así. Y yo les pido que no bajen los brazos porque estamos remontando, estamos remontando. La Argentina este año va a volver a crecer; el trabajo en la Argentina se está multiplicando; los compañeros de la construcción lo saben perfectamente bien, cuando nosotros llegamos al Gobierno había 200 mil trabajadores de la construcción y hoy hay casi 800 mil trabajadores de la construcción; porque, como bien decía el gobernador, nada multiplica más el trabajo y la economía que las viviendas y que la obra pública, nada más que eso. (APLAUSOS).
Tenemos 5.300 obras públicas distribuidas a lo largo de toda la Argentina y eso es trabajo para argentinos y argentinas, y es mejor calidad de vida para argentinos y argentinas. Leía -por ahí- un cartel que pedía en una avenida llegue el asfalto, va a llegar el asfalto porque para nosotros la mayor preocupación es que los argentinos y las argentinas vivan con dignidad, como en este barrio. (APLAUSOS). Y también aceptando los desafíos de este tiempo, todo ese desarrollo de energía fotovoltaica que da también calefacción al agua a cada una de estas casas; eso es entender el presente, los desafíos del presente, en una provincia que -además- es una provincia muy importarte para todos los argentinos porque es parte del territorio argentino que más oxígeno brinda al ambiente argentino, por su selvas, por su bosques, por sus plantaciones forestales son, definitivamente, para la Argentina acreedores ambientales porque hacen mucho por el ambiente argentino; para que tengamos mejor aire para respirar, simplemente; nada más ni nada menos, lo digo simplemente, pero nada más ni nada menos.
Así es que misioneros, misioneras, una alegría estar aquí con ustedes; una alegría entregar estas viviendas, insisto, el año nos deparo la alegría de haber terminado siendo campeones del mundo. Tomemos ese ejemplo para darnos cuenta lo que somos capaces de hacer los argentinos cuando nos unimos, cuando trabajamos en equipo y nadie baja los brazos. A seguir creciendo y a seguir avanzando. Gracias a todos y todas. (APLAUSOS).