Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la inauguración del acueducto Simbolar - Añatuya, desde Santiago del Estero.
Buen día, buen día a todos y a todas. Gracias. Antes que nada, gracias por la paciencia porque sé que estuvieron mucho tiempo acá esperando bajo este sol inclemente, pero nos demoramos un poco en la salida de Buenos Aires. Pero no queríamos estar ausentes, no queremos estar ausentes.
Hoy estamos inaugurando esas cosas que, con Gabriel, siempre digo, nos gusta inaugurar, que es obra que mejora la calidad de vida de la gente. En este caso, un acueducto que nace acá en Simbolar y termina en Añatuya, y pasa por varias localidades en el medio. Y que en verdad lo que estamos haciendo es llevando agua donde hace falta; llevamos mejor calidad de vida a quienes lo necesitan, y de eso se trata. (APLAUSOS).
Y también la alegría, como dije recién en la reunión que tuvimos con otros gobernadores, la alegría de poder hacer esto en una provincia tan quería como es la provincia de Santiago del Estero; una provincia tan norteña, tan prototípica del norte argentino, tan lastimada durante muchos años. Y que yo que soy hijo de un riojano y conozco de qué se trata el norte, pero también soy un porteño que ama a su ciudad y, sin embrago, se avergüenza ver lo injusta que es la Argentina, como lo acaba de decir recién, Gerardo; con una ciudad tan opulenta y con un interior que tanto necesita y que sistemáticamente ha sido olvidado.
Por eso, cuando empezó mi gobierno, en mí primer mensaje, yo dije: “que iba a ser un presidente que iba a gobernar con 24 gobernadores”. Y por eso mí primera instrucción al ministro del Interior, al ministro de Obras Públicas es vayan a trabajar al norte donde durante años la Argentina se olvidó de nuestros compatriotas. Y llévenle al norte todo lo que les haga falta para que el norte, de una vez y para siempre, pueda desarrollarse. (APLAUSOS).
Como decía hace un rato, el Federalismo, que está en nuestra Constitución, que le dio vida a nuestro país, que es el alma de nuestro país, está escrita en nuestra Constitución, está declamada por muchos y está por muy pocos respetadas. Y la verdad lo que tenemos que hacer es respetar el Federalismo; porque el Federalismo no es otra cosa que darle a cada argentino y a cada argentina la oportunidad de ser feliz, en el mismo lugar, donde nació. Es darle la oportunidad de nacer, de crecer, de poder estudiar, de poder encontrar una familia, acá en Estación Simbolar; de poder encontrar un trabajo, de poder estudiar, de poder disfrutar la vida aquí en Estación Simbolar; y también la posibilidad de morirse después de haber vivido muy feliz en Estación Simbolar. Eso es el Federalismo. Mientras no logremos eso, el país no va a ser un país federal, el país va a seguir siendo siempre un país donde hay un centro rico que concentra las riquezas y hay un norte periférico y un sur periférico donde vivir cuesta mucho. Y donde también muchos jóvenes piensan que el futuro está allá, en ese centro del país, y los encandilan las luces del centro, pero allí muchas veces no hay lugar para ellos y terminan marginados; y pierden el afecto de sus familias, pierden el afecto de sus pueblos, pierden el arraigo que todos tenemos al lugar donde nacemos.
Estamos viviendo un tiempo donde estamos dando este debate incansablemente, yo desde la Presidencia de la Nación, pero cada gobernador que me acompaña diciendo, exactamente, lo mismo. Nosotros no podemos dormir en paz en un país que concentra tanta riqueza en pocos y distribuye tanta pobreza en muchos más. No podemos vivir en paz con nuestra conciencia viendo el retraso del norte, viendo el retraso del sur y viendo cómo sigue enriqueciéndose el centro del país. Yo agradezco enormemente esa capacidad productiva del centro del país, y celebro que haya un puerto donde sale esa riqueza, pero lo que no celebro es la discriminación que ha habido una y otra vez para con el norte y para con el sur de la Patria, porque fíjense que venimos de hablar de obras que necesitan esa cuenca que une al norte de Santa Fe al sur del Chaco y al este de Santiago del Estero, que lo que busca es aprovechar mejor un recurso cada vez más escaso, que es el agua, y toda esa obra cuesta lo mismo que lo que la Ciudad de Buenos Aires quiere llevarse para ella. A mí me encantaría que venga el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y vea lo que es el norte, porque aquí no discuten cómo ampliamos los subtes, acá lo que estamos discutiendo es quien tiene agua, fíjense qué es lo que estamos discutiendo, fíjense hasta dónde ha llegado la desigualdad, y con mucho esfuerzo estamos celebrando 180 kilómetros de un acueducto, pero hace falta mucho más, eso es lo que nos está pasando.
Y tiene mucha razón Gerardo cuando dice que la patria existe porque el norte existió, porque si no hubiera existido el Ejército del Norte y el norte no hubiera resistido, seguramente San Martín no hubiera logrado la proeza de cruzar Los Andes, liberar Chile, liberar Perú, una sola instrucción le dio a ese Ejército del Norte, “no dejen que los realistas entren por el norte a la Argentina, y el Ejército del Norte, los norteños, eso lo cuidaron y eso lo lograron. Si somos un país, somos por el esfuerzo de esos norteños que pelearon por la integridad de Argentina. (APLAUSOS)
De allí en más nacieron miles de norteños y norteñas, nos dieron riqueza cultural, nos dieron riqueza gastronómica, con sus empanadas, con sus comidas típicas, tamales, sus humitas, sus asados, nos dieron personajes muy importantes la Universidad de La Plata la fundó un riojano, muy importante, y por lo tanto nos dieron hombres como Güemes, nos dieron hombres como Jofré, nos dieron mucho, nos dieron hombres como Carrillo, nos dieron hombres como Carrillo. (APLAUSOS)
Mientras dije recién que estoy convencido que nadie puede desarrollarse en una sociedad injusta, y nadie puede sentirse feliz y tranquilo en una sociedad donde algunos están discriminados y otros favorecidos, y por lo tanto voy a trabajar incansablemente, mientras sea Presidente, les voy a dejar todo lo que tengo en mí para que esa desigualdad desaparezca. (APLAUSOS) Lo voy a hacer por ustedes, pero también lo voy a hacer por mí, porque mientras yo veo tanta desigualdad, yo no duermo en paz, y la verdad hay una canción que Nebbia escribió allá por los años setenta que tiene una frase que yo siempre revindico como la mejor definición de ética, esa canción en una estrofa dice “yo quisiera poder descansar en paz antes de morir, yo quiero descansar en paz esta noche, y hoy estoy ayudando a dar igualdad”, y a esa paz la estoy logrando.
Gracias a todos y a todas. Mucha fuerza Gobernador en su pelea por el federalismo acompáñenme a mí, acompañen a todo el interior de la patria postergada, para ponerla de pie de una vez y para siempre.
Gracias a todos y a todas.