Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto oficial por los 3 años de gestión de gobierno, desde el Parque Colón, Casa Rosada
Muy buenos días a todos y a todas. En verdad, es un lindo día para que nos encontremos y es un día para la reflexión colectiva, para eso los he convocado, para eso les he pedido que me acompañen.
Cuando, en aquel mes de mayo, Cristina me propuso que sea candidato, la verdad, es que nunca pensé que los días que vendrían serían los días que vinieron. La verdad es que los dos soñábamos con poner en marcha una Argentina pujante; que estaba muy quedada, que estaba muy atrasada; que había perdido el trabajo; que había cerrado 23 mil empresas; que se había endeudado más allá de lo debido. Y creíamos que todo eso era capaces de revertirlo, pero lo que no esperábamos era que, al día 99, una pandemia cayera sobre el mundo y trastocará todos los planes que todos teníamos.
Vino la pandemia; cuando empezamos a superarla nos llegó la mala noticia de que allá en Rusia y Ucrania se habían decidido lanzar una guerra, las timando más vidas de las muchas vidas lastimadas que la pandemia había dejado. Y me parece que es bueno que reflexionemos porque tal vez en estos tres años pasaron muchas más cosas, hicimos muchas más cosas de lo que somos capaces de ver. Y no la hizo un presidente, la hicimos todos, la hicimos todos, cada uno de nosotros. Y quiero llamar a esa reflexión colectiva porque hemos atravesado tormentas –de las peores- y hemos podido superarlas. En cada tormenta siempre hay un punto azul, y ese punto azul muchos se encargaron de no mostrarla. Mostraron lo gris, mostraron lo difícil, mostraron los errores, pero no mostraron nunca lo que fuimos capaces de hacer. Quienes están acá atrás mío –todos- cada uno y cada una de ellas son actores centrales de que la Argentina se haya recuperado. No son inventos nuestros, no son hologramas, son personas de carne y hueso.
Todas pudieron salir adelante con el esfuerzo propio, sin ninguna duda, y con un Estado presente, que los ayudó a estar de pie y poder avanzar. Y hemos hecho mucho, mucho, mucho; y es hora de que nosotros pongamos en valor esos logros y que no nos confundan; porque hemos visto hace una semana cómo el sistema de medios puede ocuparse de tapar una noticia, pero la verdad hace tres años que venimos viendo cómo se tapan noticias en Argentina que hacen al desarrollo de la Argentina y al buen vivir de los argentinos y de las argentinas. Y entonces opté por esto porque el tercer año no lo evaluamos en una reunión de Gabinete, lo avaluamos entre todos. Lo pongamos sobre la mesa, lo pongamos sobre la mesa lo que estuvo bien, lo que estuvo mal y digamos lo que debemos decir.
Miren, muchos dicen: “que soy un presidente timorato, que son un presidente que no ejerce el liderazgo como algunos le gusta que se ejerza el liderazgo”. Para mí los liderazgos no se ejercen ni gritando, ni golpeando la mesa. Los liderazgos se ejercen convenciendo a todos de cuál es el camino a seguir y lograr que todos nos sigan. Eso es ser líder. Los líderes no están un escalón más arriba que su pueblo, están junto a su pueblo; y en todo caso marchan al frente de su pueblo, pero no están encima. Yo creo en ese liderazgo porque yo soy un hijo de la democracia. Yo viví, empecé a militar a los 14 años, abracé las banderas del peronismo a mis 14 años de edad, era delegado de la UES. Pero, la verdad es que el desarrollo político mío empezó cuando pasó la Guerra de las Malvinas, el pueblo salió a las calles, las madres exigieron la democracia, las abuelas exigieron democracia, el pueblo acompaño ese pedido de democracia y soy un hijo de esa democracia. Y a esa democracia la cuido más que nadie; cuidar esa democracia es cuidarla en su calidad institucional, que las instituciones funcionen cómo deben funcionar; cuidar la democracia es garantizar la libertad de todos. Libertad no es, solamente, que cada uno diga lo que quiere; libertad es que cada uno se sienta capaz de elegir su forma de vivir y que todos lo respetemos y todos lo ayudemos en esa elección.
Para nosotros la república no es una palabra, es un valor. Pero en la república todo tiene que funcionar bien; tiene que funcionar bien un Poder Ejecutivo que disponga; tiene que funcionar bien un Poder Legislativo que saque las leyes; y tiene que funcionar bien un Poder Judicial que no ande escondido en los Lagos Escondidos del sur de la patria, sino que haga justicia. (APLAUSOS).
En estos tres años hicimos muchas cosas -yo les decía- y quiero contárselos mirándolos a los ojos porque en estos tres años de mucho dolor hay que acordarse de lo que heredamos, una deuda impagable; que si no hubiéramos hecho los acuerdos que hicimos este año tendríamos que estar pagando 19 mil millones de dólares, que no sabríamos de dónde saldrían para hacer frente a esa deuda, no sabríamos cómo hacerlo. Y, seguramente, tendríamos infinita más pobreza de la que, lamentablemente, tenemos. Pero también quiero decirles que en ese tiempo nos ocupamos de los que peor estaban y no dudamos en lanzar un IFE -dos IFES- para que, efectivamente, (INAUDIBLE), no se preocupen porque son notas que tengo de las cosas que hicimos y esas las recuerdo. Hicimos dos IFES porque la gente más necesitada lo estaba reclamando. Y nos dimos cuenta que había nacido en la Argentina una economía, que es una economía popular, que llegó para quedarse. Y que debemos prestarles atención a esos sectores, a los que les cuesta mucho entrar en la formalidad, pero que en el mientras tanto necesitan del auxilio de todos nosotros para poder estar viviendo en condiciones de mínima dignidad.
Hicimos el IFE, pero también teníamos trabajadores en el sector formal. Y muchas de esas empresas decían que no podían seguir trabajando porque, claro, si no había mercado, no había quien comprara. Salvo algunas cosas que eran los insumos básicos, los medicamentos, los alimentos; el resto de las cosas se paralizó, el resto de la economía se paralizó. Y nosotros nos preocupamos por cada uno de esos trabajadores y llevamos el ATP adelante. El ATP nos permitió, lo que yo tenía en mí cabeza, que era que un día la pandemia iba a terminar y la Argentina iba a volver a trabajar como siempre. Y lo que necesitaba era que cada uno pudiera ir a su lugar de trabajo, al día siguiente de terminada la pandemia, y allí pudiera seguir trabajando como si una pesadilla hubiera pasado. Y lo hicimos y apoyamos a muchos trabajadores. Lo veo ahí a Héctor Daer, lo veo a Carlitos Acuña, lo veo a Hugo, que fue central porque los trabajadores, camioneros del transporte de carga, fueron centrales para que la Argentina no se detuviera en esos años, en ese tiempo.
Teníamos un problema con los chicos, cómo hacíamos porque la Organización Mundial de la Salud nos decía: “que los chicos no vayan al colegio porque en los colegios, en las aulas los chicos se contagian”. Y fue todo un dilema que tuvimos que enfrentar y discusiones públicas que todos conocen. Pero allí estaban los docentes, Sergio, estaban las docentes, acá había una docente por acá..., no sé dónde, ¡acá! ¡acá! Que aprendieron una nueva forma de enseñar a través de la virtualidad, a la distancia y se ocuparon de los chicos. Y estuvieron los maestros también presentes para seguir distribuyendo alimentos en las escuelas donde más se necesitaba dar alimentos para que los chicos no pierdan las proteínas que necesitan. Eso lo hicimos entre todos.
La pandemia fue un momento siniestro. Yo siempre digo, lo hablo mucho con los gobernadores, acá está el Gobernador de Tucumán, y lo hablo con muchos intendentes, algunos los veo por allí, lo veo a Lucas, lo veo a Andrés, lo veo a Julio, y lo hablo con muchos de ellos. Y siempre les digo: “ustedes se dieron cuenta de lo que fue gobernar en la pandemia”, porque gobernar en la pandemia era pisar terreno desconocido, no sabíamos, realmente, por dónde transitar porque no teníamos certezas. La pandemia había llegado a Europa antes que a nosotros, y yo lo llamaba a Pedro Sánchez, y lo llamaba a Macron, y la llamaba a Merkel y le pedía que me expliquen qué estaban haciendo. Y lo que me decía es: “haciendo que la gente no circule por las calles, quedándose en sus casas”. Y un día apareció la vacuna y salimos enloquecidos a buscar la vacuna. Nos acusaron de mil cosas, pero empezamos a vacunar en la Argentina al mismo tiempo que el mundo central empezó a vacunar a sus ciudadanos. La vacuna no se distribuía con igualdad, se distribuía muy injustamente. El 90 por ciento de las vacunas quedaban en manos del mundo central y el 10 por ciento de las vacunas iba para el mundo de las periferias, ahí estábamos nosotros. Pero, aun así, estuvimos entre los primeros países del mundo que empezó a vacunar. (APLAUSOS). Llevamos un plan de vacunación tremendo, muy exitoso. Vos tuviste mucho que ver y como vos compañeras. Héctor, muchos compañeros y compañeras de tu gremio tuvieron mucho que ver; y, eternamente, vamos a agradecerles el esfuerzo que hicieron. (APLAUSOS). Porque en el camino muchas y muchos quedaron porque fueron los más expuestos al virus de la pandemia cuando la pandemia no tenía solución.
Los cierto es que el tiempo pasó, la Argentina hoy tiene más de 110 millones de dosis dadas. Leemos en los diarios, que hay un rebrote de COVID. Nuestra Vicepresidente el viernes se contagió de COVID, el miércoles pasado. Pero, sin embargo, el COVID hoy no ocupa camas de terapia intensiva, no exige respiradores automáticos porque la inmunidad es muy grande. Entre los países de más de 30 millones de habitantes somos el país que más inmunidad ha logrado entre sus ciudadanos y eso es lo que nos permite seguir actuando. (APLAUSOS).
La economía, en aquel año del 2020, se cayó; claro, como se cayó la economía en todo el mundo, por supuesto que se cayó. Y nos trajo dolor, caímos 9 puntos el Producto Bruto Interno, pero al año siguiente lo recuperamos, aumentamos el 10,3 por ciento el Producto Bruto Interno. Y este año estamos por encima 6 por ciento aumentando el Producto Bruto Interno; y el año que viene no vamos a crecer menos del 3 por ciento, solamente, por el arrastre. Y, ¿saben qué quiere decir eso? que desde que Néstor se fue en la Argentina no logramos crecer tres años consecutivos de economía del país y lo estamos logrando entre todos y todas. (APLAUSOS).
Hemos creado en este tiempo un millón y medio de puestos de trabajo, de los cuales 500 mil, más o menos, son empleos registrados, veía por ahí a las compañeras y a los compañeros de la UOCRA, cuando nosotros llegamos al Gobierno el gremio de la UOCRA tenía 200 afiliados, hoy tiene 450 mil, esos son trabajos genuinos que han podido conseguir. (APLAUSOS)
¿Y por qué logramos ese objetivo en el caso puntual de la UOCRA? Porque con Gabriel Katopodis llevamos adelante un plan de obras públicas muy ambicioso, un gran aplauso para Gabriel Katopodis, claro que sí. (APLAUSOS) Un plan muy ambicioso, muy ambicioso, que nos permitió a todos que hoy la Argentina tenga más de 5 mil obras en ejecución en todos los distritos del país sin distinción política, de los cuales 120 son obras emblemáticas que la Argentina está demandando hace muchos años, estamos construyendo un gasoducto que nos va a dar soberanía energética, tenemos el gas necesario para que ningún barco nos traiga gas a la Argentina; y espero que el 20 junio del año que viene estemos llegando a Salliqueló, con la primera parte de ese gasoducto Néstor Kirchner y de allí distribuyamos el gas a todos los rincones del país. (APLAUSOS)
Hemos logrado también que las compañeras y los compañeros de la UOCRA trabajen más porque ya hemos entregado 70 mil viviendas, a 70 mil familias que no tenían techo. (APLAUSOS) Hemos entregado 75 mil créditos a familias que tenían un terreno, pero no tenían el dinero para poder construir en ese terreno. Hemos dado más de 250 mil soluciones habitacionales en la Argentina; en la Argentina de hoy se están construyendo 140 mil viviendas, muchos me dijeron aquella vez en Mar del Plata, el día en que anuncié que iba a crear el Ministerio de la Vivienda, y me dijeron “para qué otro ministerio más”, yo necesito que haya alguien que piense solamente en la vivienda, que no piense en la vivienda como obra pública, que piense a la vivienda como vivienda, y se dedique las 24 horas del día a construir techos para las familias argentinas, y lo logramos, y lo logramos, y lo estamos logrando. Gran trabajo de Jorge Ferraresi, que hoy no está con nosotros, pero que tuvo mucho que ver, y de Santiago Maggiotti, que fue su segundo y sigue llevando adelante ese trabajo al pie de la letra. (APLAUSOS)
La Argentina es otra, y tenemos quedarnos cuenta que es otra, y la Argentina a la que nosotros apostamos es esa Argentina que pone en valor la obra pública, que sabe que el Estado tiene que estar presente para darle viviendas a los que la necesitan, que tiene que estar muy cerca de los que menos tienen, y por eso nunca vamos a dejar de lado, más allá de lo que escriban los diarios, las denuncias que se hagan, nunca vamos a dejar de lado la asistencia del Estado a aquel que la necesite, nunca vamos a hacerlo, nunca vamos a hacerlo. Y vamos a hacerlo bien, porque tampoco queremos que esa asistencia vaya a parar a quien no la necesita, la asistencia del Estado es para el que la necesita, para ellos todo, vamos a hacerlo. Y vamos a seguir adelante con políticas que para nosotros son centrales: yo destaqué recién el esfuerzo que fue la educación en los días de pandemia, pero también les digo, la educación, Mario, compañero intendenta de Zárate, que ahí lo veo también, lo estoy viendo poco, querido Intendente de Luján, todos tenemos que entender, todos tenemos que entender que la educación tiene que ver con nuestro futuro, que la educación es central para que nosotros podamos desarrollarnos, que sin educación no tenemos futuro, me lo han oído decir mil veces, y las repetiré mil veces más, los países ricos no son ricos porque tienen petróleo, oro, gas, cobre, los países son ricos porque tienen la tecnología para extraer todo eso. Por lo tanto, que nosotros invirtamos en educación, invirtamos en conocimiento, invirtamos en ciencia, invirtamos en tecnológica, estamos invirtiendo para hacer un país soberano y para darle más prosperidad a la Argentina en pleno. (APLAUSOS)
Cuando tuvimos que firmar ese acuerdo con el Fondo, que claro está, lo último que hubiera querido yo es tener una deuda con el Fondo, pero cuando tuvimos que resolver ese problema lo resolvimos, y yo les dije a todos no vamos a afectar ni a la seguridad social ni a la educación, ni a la ciencia, ni a la tecnología, ni al trabajo, y lo he cumplido cabalmente, pudimos llevar adelante ese plan sin que los salarios se depriman, sin que los trabajadores de la Educación se vean postergados, sin que la salud pase a un segundo plano, sin que la ciencia y el conocimiento se vean alicaídos, aumentó el presupuesto en educación, aumentó el presupuesto de salud, aumentó el presupuesto en ciencia y tecnología, nos hemos echado varas muy altas para cumplir, y las vamos a cumplir, y las vamos a cumplir.
El sector privado también hizo su parte, y hemos crecido de un modo increíble, y los datos de la producción del sector privado son también para llamar la atención, y no se pueden descuidar, la Argentina creció y está creciendo como les he contado; la Argentina hoy tiene el mayor uso de la capacidad instalada de los últimos treinta años; la Argentina tuvo en el primer semestre el récord de inversión más alto desde que la inversión se mide en la Argentina; vamos a terminar este año con récord de exportaciones, también con record de importaciones, ¿pero saben por qué? Porque para seguir produciendo tenemos que importar insumos, por eso, por eso, no estamos gastando la plata de las importaciones en zapatillas o en camisetas, la estamos gastando en insumos para la producción, para que las empresas privadas sigan produciendo, sigan aumentando su trabajo, sigan dándole trabajo a los argentinos, que es lo que más necesitamos. (APLAUSOS)
Marco todo esto, que por ahí los aburre, pero quiero poner en valor lo que fuimos capaces de hacer, porque han tratado de convencernos que somos un país sin destino, escucho a un expresidente por el mundo dando conferencias diciendo que la Argentina es el país de 70 años de frustraciones, eso no es la Argentina; la Argentina es el país que tiene la salud pública que envida toda Latinoamérica; es el país que tiene la educación pública donde vienen todos los latinoamericanos a educarse; es el país donde los que trabajan discuten sus salarios, tienen sus aguinaldos, tienen sus vacaciones pagas, eso es la Argentina, es la Argentina que crece, es la Argentina donde los inversores privados ponen dinero, apuestan al crecimiento, dan trabajo, ganan plata, pagan sus impuestos y crecen, eso es la Argentina. La Argentina es el país que tiene científicos que se dedican a encontrar una vacuna para el COVID, para que nunca más tengamos que andar mendigando por el mundo quién nos vende una vacuna, eso es la Argentina. (APLAUSOS)
Tres años después podrán tildarme de timorato, de cobarde, de débil, que no grito, yo que soy un hijo de la democracia sé que los gritos sirven de poco, sé que el diálogo ayuda mucho más, y yo dialogo, dialogo, pero dialogo donde corresponde, dialogo con los trabajadores en las paritarias; dialogo con los empresarios y los actores…de la Argentina, en el Consejo Económico y Social, y me encantaría dialogar en el Congreso con la oposición, si es que la oposición alguna vez pensara más en la Argentina que en sus posibilidades electorales. (APLAUSOS)
Yo les garantizo a todos que me voy a poner al frente de todos, de todos nosotros sin exclusión; me voy a poner al frente para que en diciembre del 2023 el presidente que asuma, la presidenta que asuma, sea uno de nosotros, no voy a permitir que otra vez los que han entregado al país y lo han puesto de rodillas, vuelvan a querer hacerse cargo de la Argentina que solo les sirve a pocos. Yo les garantizo que voy a ponerme al frente para ordenar nuestra fuerza política que a todos incluya, que a nadie excluya, donde todos tengamos lugar, donde todos somos necesarios. Voy a ser el más solidario con los compañeros y las compañeras injustamente perseguidas, y voy a ponerme al frente del reclamo de libertad de los que están siendo injustamente perseguidos. (APLAUSOS)
No voy a dejar que en la Argentina una vez más se diga que los derechos humanos son un negocio, el dolor de estas Madres y de estas Abuelas no son un negocio, son la verdad viviente de lo que debimos pasar en esa Argentina macabra. (APLAUSOS)
Compañeros: empezamos el cuarto año, transitémoslo con mucha fuerza, vamos a ganar, unidos y por el bien de la Argentina.
Gracias a todos y a todas.