Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, durante la entrega de los premios Houssay, Houssay Trayectoria, Jorge Sábato y la distinción de investigador/ra de la Nación, en el auditorio del Centro Cultural de la Ciencia
Buenas tardes a todos y a todas; gracias por estar aquí, gracias por invitarme y gracias por hacerme participar. Es un evento raro y lindo para mí, me hace pensar mucho. Me han escuchado decir, más de una vez, que nuestro futuro como sociedad depende del desarrollo de la ciencia y la tecnología, me han escuchado decir, más de una vez, que un país no es rico por tener petróleo, por tener gas, por tener litio, es rico por desarrollar la ciencia y la tecnología, que sepa aprovechar todos esos minerales, todas esas riquezas.
Días atrás, ayer o anteayer, ya ni me acuerdo firmamos la paritaria docente y yo dije: “quiero estar presente”. La verdad no hacía falta que estuviera presente, pero quise hacerlo para poner en valor la educación pública, para poner en valor la tarea docente, para que toda la Argentina entienda que eso es muy importante, que cuidar los ingresos de quienes enseñan, en cualquier nivel de la educación es un tema que debe ocuparnos y preocuparnos, nos obliga a ocuparnos de la cuestión.
Y con la entrega de estos premios me pasa algo parecido; yo soy sólo un abogado que enseña, hace muchos, Derecho Penal, en la Facultad de Derecho, de la Universidad de Buenos Aires, pero quise venir a la casa de la ciencia, que es un poco este ministerio de Ciencia y Tecnología que espero que nunca más deje de ser ministerio. (APLAUSOS). Este lugar, efectivamente, eran unos galpones, donde uno pasaba hace años, eran unos galpones olvidados de una vieja bodega que había estado aquí y hoy es este lugar maravilloso, que alberga a la comunidad científica, que efectivamente son pocos, pero definitivamente son muy importantes, son muy pocos, pero son centrales para que la sociedad argentina se desarrolle, para que la Argentina crezca, como todos queremos que crezca.
A mí me pone muy feliz ver el criterio que ha tenido este Premio, me pone muy feliz ver que se premia la investigación, la calidad científica, la calidad tecnológica del interior de la Patria. Si en verdad queremos vivir en una sociedad mejor tenemos que igualar condiciones y la Argentina no da las mismas condiciones en todo el país, y cuando yo veo que salen premiados gente del norte argentino, a mí me llena de satisfacción, porque es un paso más que damos en favor de la igualdad, de posibilidades que la Argentina necesita.
A Andrea la conocí en la pandemia, yo soy un abogado, así que pocas veces pude cruzarme con alguien como Andrea, y vi su dedicación, su vocación, su esfuerzo; Tenés muy bien ganado los dos premios que te llevaste hoy, y me pone muy feliz ser yo uno de los que participó de la entrega de tu premio. (APLAUSOS)
En verdad la ciencia es algo maravilloso que a todos nos involucra y a veces no nos damos cuenta de cómo nos involucra. Y déjenme contarles una historia más, absolutamente personal, pero que me llena de alegría. Allá, a mediados de los años 80’, yo ya enseñaba Derecho Penal en la Facultad de Buenos Aires y di un curso, en el ciclo profesional en el Estado, que se llamaba: “El Aborto”, Reflexiones acerca de la conveniencia de castigarlo. En verdad, era un curso que inyectaba más una duda ¿Tiene sentido castigarlo al aborto? ¿Sirve en términos de criminología castigar el aborto? El libro de cabecera de ese curso era un libro que escribió Florencia Lula. Se llamaba: “Decisiones de vida y de muerte”, era una recopilación de artículos y su propio aporte, su propia mirada sobre la eutanasia y sobre el aborto. Yo, leí ese libro y dije: “Epa, pongámonos a pensar seriamente lo que estamos haciendo en Argentina". Ese era un libro de texto en mi curso. Le pregunté a Daniel: ¿Florencia Luna es la que escribe sobre Bioética? Y Daniel me dijo: “Sí”. No sabes la alegría que me da que tu madre haya sido premiada porque hizo un trabajo enorme, maravilloso. Y ¿Qué estoy queriendo poner de relieve? ¿Cómo un abogado terminó leyendo las ideas de una experta en Bioética? Porque esta es la maravilla de la ciencia que a todos nos cruza, que si todos trabajáramos en equipo, como Andrea nos recomendó recién, las cosas salen más fácil y a veces un abogado necesita de una experta en Bioética para que su cabeza se abra y diga “no estamos haciendo bien las cosas en el Derecho” porque aquí hay alguien que me está mostrando que no estamos haciendo las cosas bien. Eso es la ciencia, eso es la maravilla de la riqueza de la ciencia.
Mientras yo sea Presidente, voy a poner todo el dinero que haga falta para que la ciencia y la tecnología se sigan desarrollando en Argentina (APLAUSOS) porque allí no estoy gastando plata, allí estoy invirtiendo futuro, estoy invirtiendo más igualdad, estoy invirtiendo más desarrollo, estoy invirtiendo en pensamiento y esa inversión no tiene precio.
Felicitaciones a todos y todas. Gracias.