Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la presentación del Sistema Integral de Información Digital Educativa (SInIDE), desde Casa Rosada
Buenas tardes a todos y a todas; muchas gracias: a mí cada vez que damos un paso en favor de la educación, y de la educación pública es un día de alegría, saber que la universidad, del centro de la provincia de Buenos Aires, ha sido capaz de trabajar – junto al ministerio – para construir un instrumento de tecnología tan necesario como este es algo que también me llena de alegría.
No hace falta que diga que soy un defensor absoluto de la educación pública; no hace falta que diga el reconocimiento que tengo para con cada docente argentina, hacía cada maestra, hacía cada maestro; no dejan de impresionarme el esfuerzo cotidiano de los maestros y las maestras argentinas.
Días atrás, cuando firmamos y anunciamos que las jubilaciones docente iban a empezar a actual semestralmente, en vez de trimestralmente y estaba Sergio en el acto, recordé algo que había vivido personalmente – que déjenme transmitírselos a ustedes – llegué a Casa de Gobierno, y en el Patio de las Palmeras habían un montón de chicos que estaba de visita en la Casa de Gobierno, y me acerqué a saludarlos y los invité a conocer una parte de la Casa de Gobierno, que – habitualmente – no se conoce, que es el Área Presidencial. Con ese contingente de alumnos, que debían ser no menos de 50 alumnos, chiquitos, de cuarto o quinto grado iban tres maestras, venían de Villa Ballester y me contaron todo lo que hicieron para poder llegar allí. Así tomaron dos colectivos y un tren para llegar con esos 50 chicos y mostrarles el casco histórico, de Buenos Aires, incluyendo la Casa de Gobierno. Y esa vocación y esa entrega de los maestros y las maestras que vive ahí, porque hay que moverse con 50 chicos en colectivos y en trenes, hay que moverse, esa vocación es incalculable y es realmente necesario que la sociedad argentina la reconozca, de una vez y para siempre. Por ello, hay que trabajar por sus ingresos, trabajar porque estén mejor pagos, porque – finalmente – tienen nada más y nada menos que el deber y la obligación de cuidar a nuestros hijos y educarlos, educarlos, en un tiempo, en donde la educación es un eje central del desarrollo, absolutamente central.
Me van a escucharlo repetir, una y mil veces, en el presente, pero las sociedades ricas no son las sociedades que tiene petróleo, que tienen gas, que tienen litio, que tienen plata, las sociedades ricas son las que desarrollan el conocimiento, la inteligencia, la ciencia y la tecnología, esas son las sociedades ricas. Y, por lo tanto, en la educación primaria, en esta educación inicial de los primeros quince años – en verdad – la primera y secundaria, estoy hablando, lo que estamos haciendo en sembrando la semilla del conocimiento para que germine, para que crezca. Si no lo hacemos, vamos a vivir atrasados, respecto del mundo, y no podemos permitirnos eso y menos podemos dejarle eso a las generaciones, que vienen.
Este Sistema Integral de Información Digital Educativa (SInIDE), la verdad es un paso trascendental que ayuda mucho a la tarea cotidiana de los docentes y está muy bien, hay que hacerle más fácil la tarea a los docentes; ya en el ejemplo que conté demostré la enorme vocación que tienen, con lo cual todo lo que sea por aliviar el trabajo de los docentes bienvenido sea, lo merece, pero además es un sistema que nos permite conocer cómo es la vida de cada estudiante, en la Argentina, en términos educativos: dónde están sus fortalezas y sus debilidades.
Después de que pasó la pandemia muchos chicos se sintieron tentados a dejar de asistir al colegio; nosotros fuimos al socorro de esos chicos a buscarlos y traerlos y este es un sistema, que nos permite prender alertas cuando un chico deja el colegio, o falta sistemáticamente algún día, como dijo “Jimmy”. Y eso ¿qué nos permite hacer? Abordar el problema claramente, ya no dependemos de que alguien se dé cuenta, sino que el sistema advierte que allí hay un problema, hay un chico que falta sistemáticamente los lunes, como decía recién “Jimmy” o hay un chico, que ha dejado de asistir al colegio y tenemos que ir a buscarlos rápidamente para volverlo a hacer partícipe de la educación presencial.
Este sistema, en el año que está transcurriendo, ya tiene 19 provincias que se han incorporado y 5 que ya lo están utilizando. Tierra del Fuego es una de ellas, la Catamarca de mi querido Ramón Jalil, a quien no veo, pero supongo que seguirá participando de este acto, es otra y lo que tenemos es que rápidamente involucrar a las provincias argentinas en este sistema, porque cuanto antes lo hagamos vamos a poder hacer lo que decía “Jimmy”: “garantizar, que aún en la escuela, donde haya pocos alumnos, sepamos lo qué pasa con esos alumnos, que no sea sólo un privilegio de las grandes escuelas, de los grandes centros urbanos, que sea un derecho de cada argentino y de cada argentina que estudia, y que también el Estado está asumiendo una responsabilidad más, porque ahora no va a poder decir el Estado yo no sabía, ahora el Estado va a saber, y como va a saber va a tener que ocuparse de que eso no pase. Estamos dando un paso en favor del conocimiento, y yo eso lo celebro, esa es la Argentina que tenemos que construir.
Días atrás escuchaba a alguien decir que en verdad el Ministerio de Ciencia y Tecnología no hace falta, y tampoco hace falta el Ministerio de Cultura, que todo podría quedar en manos de un ministro de educación, miren, son todas cosas muy distintas que exigen esfuerzos muy distintos; el esfuerzo que tiene el Ministro de Educación de garantizar la educación básica que la Argentina necesita es enorme, y es muy distinta a la dedicación que necesita el que está desarrollando y prestando atención a las políticas para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, es muy distinto. La economía del futuro tiene mucho que ver con la ciencia y la tecnología, no solo la educación, y es muy distinta la tarea que tiene que cubrir alguien que solo piensa en la cultura, que no necesariamente es educación, la cultura se expande por el mundo a una velocidad enorme, nosotros por ahí no nos damos cuenta, pero también consumimos culturas de otras regiones del mundo, y poder trabajar en el desarrollo de la cultura, no solamente como patrimonio de argentinidad, sino como industria, es una tarea enorme, la industria cultural es una industria creciente que nada tiene que ver con quien tiene el deber de hacer que se eduquen los argentinos y las argentinas.
Yo marco estas cosas porque tienen mucho que ver en cómo concebimos al país, cómo vemos al país, para algunos la ciencia y la tecnología, las culturas, son datos secundarios que pueden quedar en manos de una persona que tiene el tremendo deber de hacer que la educación funcione en la Argentina, no solo la inicial, también la universitaria, es una tarea inmensa. Y otros creemos que no, que hace falta alguien que piense en esa educación, alguien que piense en el desarrollo científico y tecnológico, y alguien que solo piense en el desarrollo cultural, no todo es lo mismo. (APLAUSOS)
Por eso yo quiero mandarle un enorme abrazo, a Raúl, a cada chiquito, a cada chiquita, cada alumno, cada alumna allí en Catamarca, a cada maestro, a cada maestra, gracias a Miriam por sus palabras, gracias a las maestras, a los maestros, a los docentes que hoy están acá acompañándonos, gracias por estar hoy aquí. Gracias querida Ministra por acompañarnos. Lo que les pido es que entendamos la importancia de la educación, el conocimiento, la ciencia y la tecnología para el desarrollo de la Argentina, y que endentamos que todo el dinero que ponemos en procura de educar mejor, de desarrollar más al conocimiento, es la mejor inversión que como sociedad podemos hacer.
Gracias a todos y a todas. (APLAUSOS)