Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto por el 20° aniversario del Programa Nacional Remediar, desde Tecnópolis.
Buen día a todos y a todas. Gracias por estar acá.
Es un día importante, es un momento importante; Celebrar los 20 años del Programa Remediar, que fue un programa, realmente, que de algún modo marca un antes y un después dentro de la salud pública.
Hay que acordarse de aquellos días, ¿no? Duhalde, gobernaba en la emergencia; la Argentina tenía 2 millones y medio de planes sociales; la pobreza había escalado más del 60 por ciento; el desempleo rondaba el 25 por ciento, uno de cada cuatro argentino no tenían empleo; y el Estado estaba en una situación, realmente, en términos económicos, caóticos. En ese cuadro, el presidente, Duhalde, pero -fundamentalmente- alguien al que quiero; realmente, siempre estaré agradecido y reconocer lo que significó, que fue Ginés Gonzáles García se animó a llevar adelante el programa del que hablamos hoy. (APLAUSOS).
Cuando uno dice: “se animó”, dice: “en el contexto en el que estábamos alguien se preocupó para que no les falten los medicamentos a los que los necesitaban”. Y empezó siendo un programa acotado que, permanentemente, fue creciendo en servicio, en cantidad de medicamentos. Y uno tiene que poner en valor esto porque cuando a una persona enferma le hacen falta medicamentos -no puede acceder a los medicamentos- su estado de salud se deteriora, su calidad de vida empeora y todo empieza a ser una complicación no solo para la persona, sino también para la familia, para quienes la quieren; y -como decía Carla- no siempre fue este programa, suficientemente, atendido. Para nosotros, cuando llegamos con Néstor, nosotros llegamos pocos meses después al Gobierno con Néstor, llegamos en mayo del 2003 y esto había empezado en octubre del 2002. Pero, Néstor, que era todos nosotros, como Cristina, como yo, fuertes defensores de la salud pública le dijimos: “métele, avanza, avanza con tu plan de genéricos, avanza con el Programa Remediar, esto ayuda a favorecer el acceso de las personas que necesitan un medicamento a ese medicamento”; y Ginés lo hizo. Lo hizo durante los años de Néstor y después se siguió haciendo lo mismo durante los años de Cristina; esto ahí hay que destacarlo porque hubo siempre un común denominador que rigió en nuestra mirada; Daniel, fue ministro en esos años de Cristina.
Y hay datos como para darnos cuenta qué en política no todo es lo mismo. Algunos creemos que el Estado debe estar presente para ir en socorro de los que más necesitan. Y otros piensan que los que más necesitan son parte de un mercado y que tiene que estar esperando que el mercado le ofrezca una solución. Nosotros sabemos que el Estado no esta para eso, el Estado está para ir en socorro de quien lo necesita; sabiendo que los mercados hay un pedazo de la sociedad que la deja afuera porque no participa de la posibilidad de comprar. Y entonces nosotros seguimos adelante, y yo me ocupé de tomar dos datos que hablan de lo que pasó, cuando el programa existía y cuando el programa entró en una faz de olvido; de olvido porque disminuyeron la cantidad de botiquines distribuidos, pero -a su vez- disminuyeron la cantidad de medicamentos que esos botiquines tenían, las dos cosas disminuyeron. En el año 2013, Cristina distribuyó 176 mil botiquines, con un total 44 millones de tratamientos. Y en año 2019, en el año en que yo llegué, los 176 mil botiquines se redujeron a 106 mil con menos contenido; y los 44 millones de tratamientos se redujeron a 23 millones de tratamientos. Esa es la diferencia que existe entre los que creen que la salud pública hay que preservarla, debe ser gratuita y todos deben poder acceder a ello; y que dentro del concepto de salud pública está el poder acceder a la medicación, a los remedios que hacen falta para atender enfermedades.
Y yo quiero que no olviden esa diferencia porque esa diferencia es una diferencia sustancial; no solo para el presente, sino para el futuro. cuando yo llegue, en el 2019, tampoco se creía en la salud pública, que ni Ministerio de Salud teníamos, ni Ministerio de Salud teníamos. Y cuando llegó la pandemia, con Ginés, con Carla, que estaba en el Ministerio de Salud ayudándonos, con Daniel, que era ministro de la provincia vimos la cantidad de carencias que debíamos afrontar. No olvidarnos, no olvidarnos, poner en valor cada cosa, poner en valor cada cosa.
Nosotros restablecimos el Ministerio de Salud. Toda la pandemia la trabajamos con todos los gobernadores, con los ministros de salud de todo el país en pie un sistema que, virtualmente, había sido abandonado. 30 hospitales modulares tuvimos que construir, tuvimos que terminar de construir hospitales que estaban…, Cristina había dejado para terminar y nadie los había terminado, solamente, para que nadie recuerde que Cristina había hecho ese hospital. Pero no fue uno, fueron muchos y los terminamos. Y de repente hicieron falta respiradores y una empresa cordobesa se puso a producir respiradores y distribuimos 4 mil respiradores a lo largo y a lo ancho de todo el país para poder pasar la pandemia. Y mientras tanto salimos en conjunto a buscar vacunas, y conseguimos las vacunas; y hoy tenemos hasta la alegría de saber qué el trabajo conjunto de un laboratorio privado con la Universidad de San Martín, con el CONICET nos está a punto de dar una vacuna para el COVID argentina, hecha por científicos argentinos, producidas -íntegramente- en Argentina y ya no tendremos que pagarle patente a nadie para poder tener esas vacunas. (APLAUSOS).
Para que eso pase lo que hace falta es que estemos convencidos de que la salud pública es un deber del Estado, atender la salud de los argentinos y de las argentinas es un deber del Estado, sabiendo que hay un sector de la sociedad que puede recurrir a sus propios centros asistenciales, tener los médicos que ellos elijan, sabiendo todo esto, el Estado no puede desentenderse de la salud de los argentinos. si nosotros con el Plan Remediar los volvimos a ampliar, el plan Remediar hoy está vinculado a un montón de programas distintos, a veces dentro de los botiquines aparecen medicaciones muy caras para atender enfermedades muy especiales, y nosotros como Estado vemos quién está demandando eso y les acercamos a esa medicación muy costosa, son medicamentos de alto costo, lo llaman los que administran la salud.
Incorporamos dentro del Programa enfermedades muy complejas, como la fibrosis quística, y la medicación que se necesita para atender esa enfermedad, y llega dentro de esos botiquines. E incorporamos todo lo que tiene que ver con medicación vinculada a la salud reproductiva, que antes no estaba. Hoy tenemos un botiquín mucho más nutrido, gracias a Dios mucho más nutrido, que les da solución a muchos más argentinos y argentinas, gracias a Dios que sea así, bienvenido que sea así.
En lo que llevamos de gobierno, llevamos distribuidos 433.585 botiquines, muchos más medicamentos que los que había en el año 2019, y llevamos casi 91 millones de tratamientos que los argentinos y argentinas estaban demandando.
Yo marco estos datos, que seguramente ustedes que trabajan en la salud los deben conocer, pero tal vez el que nos está viendo en una pantalla en su casa no lo advierte, marco estos datos para que de una vez por todas entendamos que el Estado es el articulador de la igualdad social, y que la igualdad social no existe si uno puede ser atendido cuando se enferma, y si otro no puede ser atendido cuando se enferma. ¿Qué tiene que hacer el Estado? Garantizar la atención a todos, después cada uno seleccionará de acuerdo a sus recursos atenderse en un lado o en el otro, pero lo que no podemos dejar de hacer es darle atención médica al que lo está reclamando, y atención médica es todo, es tener hospitales de calidad, profesionales de excelencia y la medicación necesaria para poder sobrellevar aquello que el diagnóstico médico recomienda.
Nosotros estamos convencidos de esto, como creemos en la Educación Pública, del mismo modo creemos en la importancia de la Salud Pública, y por eso hoy estamos celebrando veinte años del REMEDIAR, que alguien quiere convertirlo en ley, porque alguien alguna vez pensó que no hacía falta, y hace mucha falta, hace mucha falta. Yo quisiera que los argentinos entiendan eso, esto no es una disputa política, son diferentes formas de concebir una sociedad, son diferentes modos de ver cómo convivimos entre nosotros. Si es verdad que a nosotros nos importa el prójimo, tenemos que cuidar mucho el REMEDIAR, y si nosotros nos sentimos seres individuales, y el individualismo nos consume, entonces el REMEDIAR será algo que será un problema de otro.
Para mí, para Carla, para Daniel, para Cristina, para los que estamos embarcados en este proyecto, estar atentos a la salud de nuestros hombres y de nuestras mujeres es una obligación. Buscarles una solución para que todos vivan sanos, es una obligación, y si no lo hacemos solo demostraremos nuestra miserabilidad humana, porque estaremos dejando en evidencia que el otro no nos importa, y a nosotros, los argentinos las argentinas, nos importan y mucho. Gracias por estar aquí. (APLAUSOS)