Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto de anuncio de la alianza estratégica entre YPF y la Petrolera Petronas para la industrialización del gas no convencional, desde el CCK
Buenas tardes a todos y todas. Gracias a YPF. Gracias a Petronas. Gracias a sus directivos por hacernos vivir este momento.
Saben ustedes que allá, cuando terminaba la década del 1980, el Mundo se planteaba un desafío que para muchos era un gran problema, que era la idea de la globalización. El mundo dejaba de ser un conjunto de Naciones y empezaba a ser concebido como una gran aldea. Y la verdad, que los desafíos que a partir de entonces el mundo nos impuso fueron enormes y no siempre nos salieron bien. La globalización generó muchos problemas, trajo desencuentros, empobreció a algunos y enriqueció a otros. Lo cierto es que la globalización fue un fenómeno comunicacional que no pudimos evitar. Los mercados dejaron de dormir, porque mientras Asia trabaja, en Occidente se hacen negocios en Asia y viceversa. Ahora, la globalización nos trajo un problema mayor que es que cuando un problema ocurre, en algún lugar, en alguna latitud, ese problema repercute en todos.
Nosotros asistimos a una enorme crisis en este tiempo; una crisis que tiene que ver con la alimentación y es una crisis que tiene que ver con la energía. Obviamente, superar la crisis de la alimentación es primordial porque nadie puede pensar su vida sin alimentarse adecuadamente, nadie. Y terminar con bolsones de pobreza y de miseria es una obligación ética que el mundo del presente nos impone. Pero también es cierto que nadie pude desarrollarse sin energía; la energía hoy es un derecho esencial que las sociedades deben acceder para poder pensar en desarrollarse.
Cuando uno sobrevuela de noche el mundo, en algún avión, y mira hacia abajo, por la ventanilla, va a ver mucho más iluminado el mundo desarrollado que el mundo que quiere desarrollarse. Allí, donde se distribuyan luces, hay energía y donde hay sombras, hay pobreza.
El mundo asiste hoy a una crisis energética inigualable, producto de un conflicto bélico que ha privado de energía a Europa y ha puesto en crisis las condiciones como para poder cumplir con las demandas energéticas que el mundo requiere. Esto que es un hecho trágico que nos toca vivir, irónicamente, es una gran oportunidad para la Argentina; porque nosotros tenemos aquí en Argentina precisamente la energía que el mundo demanda y que en el futuro el mundo demande.
Por ahí no nos hemos dado cuenta, pero hoy estamos asistiendo a una suerte de, poner una surte de piedra fundacional del tiempo, en donde la Argentina ingrese de otro modo al mundo global. Ingrese, como decía Pablo, como un gran jugador global en la oferta energética. Ya sabemos qué tenemos. Tenemos la suerte de ser la segunda reserva no convencional del mundo. Estamos construyendo, empezamos hace poco, un gasoducto, que va a permitirnos el autoabastecimiento, cuando termine toda su obra; Pero tenemos también, recursos excedentes que podemos mandar al mundo y que nos van a permitir traer los dólares que necesitamos para seguir creciendo.
Y hoy, tal vez no nos dimos cuenta, pero estamos asistiendo a un instante fundacional de la Argentina porque para que nosotros podamos exportar ese gas que en exceso tenemos, necesitamos que en Argentina se construya otro gasoducto u otros gasoductos y que se instalen plantas de licuefacción de gas, porque si el gas no logramos licuarlo es imposible exportarlo. Podemos exportarlo como hacemos con Chile, pasando gas natural por gasoductos, pero no podemos transpórtalos en barcos si previamente no los licuamos adecuadamente.
Hoy lo que estamos viendo es la unión de dos grandes empresas, no de una, de dos. De dos empresas donde el Estado está presente, Petronas e YPF.
YPF todos sabemos lo que significa para los argentinos, es la empresa madre, es la empresa querida por todos los argentinos, es nuestra empresa. Pero Petronas es un jugador demasiado importante en el campo de juego de la producción de energía. El cuarto productor de gas licuado del mundo, por momentos el tercero. Un enorme jugador, que llegó a la Argentina, hace 8 años, como bien contó Pablo y que se quedó. Confiando en nosotros y asociándose a nosotros en este tiempo que nos toca.
Estamos viviendo, además, un momento singular porque toda la lógica energética está en discusión en el mundo y porque repentinamente pareciera ser que el gas empezó a ser una energía necesitada por todos por considerarse energía de transición, en el tiempo que va de la utilización del combustible fósil a las energías renovables y allí es donde tenemos la posibilidad, una enorme oportunidad, pero también tenemos una suerte adicional, que la Argentina tiene la posibilidad también de desarrollar un cambio en su matriz energética, porque cuenta con toda la energía, con todos los tipos de energía que el mundo futuro demanda.
Tenemos, en el norte, la segunda reserva de litio, del mundo, con Bolivia y con Chile somos dueños del 60 por ciento de los recursos de litio que el mundo tiene.
Estuve, hace pocos días atrás, estuve visitando Y-TEC y ya empezaron a construir las celdas para construir las baterías de litio, que el mundo reclama. Sé que YPF está firmando acuerdos con gobernaciones para llevar adelante producción de baterías, directamente en las provincias que tiene litio y entonces ya dejaremos de exportar el litio en bruto y lo podremos exportar industrializado con todo lo que supone el incremento de trabajo y en calidad tecnológica. Este no es un dato menor, porque también el desarrollo de la tecnología es muy importante para el desarrollo de un país, en estos tiempos.
Estuve, ayer, o antes de ayer, no me acuerdo, en Bariloche, cuándo estuve. Ayer y pude ver el desarrollo del INVAP, del Balseiro, de la Comisión Nacional de Energía Atómica, todo el enorme potencial, que tenemos y pude ver todo el desarrollo tecnológico que hay allí. Tenemos científicos y tenemos la tecnología, que nos hace falta para poder aportar y allí donde la tecnología nos hace falta es muy bueno recurrir a los que pueden asociarse a nosotros, transferirnos la tecnología y lograr los resultados que necesitamos más rápidamente. De eso se trata este acuerdo, de eso se trata, nada más y nada menos.
Nosotros vamos a trabajar mucho y rápido, tan pronto podamos - como le decía al CEO de Petronas, en una charla que tuvimos hace un ratito en mi despacho – esto es una política de Estado, no es la decisión de un presidente, ni de un directorio de YPF, es la decisión de una Argentina, que advierte la oportunidad que tiene y no la quiere desaprovechar, es una Argentina que ve pasar un tren y se quiere subir en ese tren. Queremos ser parte del nuevo desarrollo energético que el mundo demanda y sabemos que podemos hacerlo.
Y como somos parte del mundo no nos complica la vida asociarnos a otros para poder hacerlo; YPF ya se asoció, cuando empezó Vaca Muerta, con actores privados y hoy lo hace con Petronas, en este desarrollo tan importante y espero que otros inversores privados, en la Argentina, lo hagan.
Tenemos un tiempo difícil en materia energética, es cierto. Y la verdad es que los agoreros de siempre preanunciaban que íbamos a pasar un invierno muy complejo, que nos iba a faltar, el gas; que nos iba a faltar la electricidad; que se iba a parar la producción. Nada de eso pasó. Nadie que vio, que en el invierno que está terminando, la Argentina vivió el mayor pico de demanda, en materia de gas, y el mayor pico de demanda, en materia de electricidad a lo largo de toda su historia y pudimos cubrir esa demanda porque trabajamos – como Gobierno – para poder hacerlo. (APLAUSOS).
Insisto en decirle que hoy es un día de mucha alegría para mí, porque estamos concretando el objetivo que nos hemos propuesto: no dejar dormir el gas, allá en Vaca Muerta, sacarlo tan pronto podamos, usar lo que necesitamos y exportar y tener utilidades con eso. No hay que temerle a la integración; nosotros estamos convencidos de la multilateralidad y creemos firmemente que vincularnos al resto del mundo nos hace bien. Pero vincularnos al resto del mundo como nosotros queremos, no vincularnos al resto del mundo, como algunos nos mandan. (APLAUSOS).
Hoy estamos tomando una decisión soberana, profundizando el vínculo con Petronas, estamos dando un paso enorme. Claro esto es un teatro, yo estoy hablando, otros hablaron antes que yo y ustedes escuchan y tal vez no tomamos dimensión de lo que, hoy, está ocurriendo, pero – en diez años – alguien va a recordar este día. Gracias a todos y todas. (APLAUSOS)