Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la inauguración del edificio de la escuela de Educación Técnica N°100, desde Paraná.
Buenas tardes a todos y todas. Contento de estar aquí en esta magnífica escuela que en verdad tiene una historia magnífica, ¿no? Es una escuela pensada para que los jóvenes que estudian encuentren una salida laboral rápida después de haber terminado sus escuelas y sus estudios. Le preguntaba recién a María De los Ángeles cómo era que después de terminar su bachillerato esta hoy acá y me explicaba que además aquí imparten una educación terciaria que le permite obtener la tecnicatura en temas navales, de construcción naval.
Y me parece lo que nosotros tenemos como grandes desafíos es, precisamente, garantizar quien estudia rápidamente encuentre una salida laboral más allá de seguir estudiando. La inversión en la educación es la mejor inversión que podemos hacer porque el futuro está en el saber, en el conocimiento. Un pueblo que hoy no accede al conocimiento, al estudio, al saber, a la ciencia, a la tecnología es un pueblo que va quedando poco a poco al margen. Ahora, yo decía esta escuela donde estamos hoy este magnífico edificio tiene mucha historia. Una historia que empezó con el Chino Busti que fue un amigo, que fue tres veces Gobernador de Entre Ríos y que yo quisiera que hoy ya no esta lo aplaudamos mucho (APLAUSOS).
Esta escuela además se construyó por la acción decidida de alguien que se ocupo de expropiar las tierras y que esto pueda ser una realidad, que es hoy la Diputada Blanca Suneski quiero darles las gracias y quiero que le demos un aplauso también por eso (APLAUSOS). Gracias blanquita. Está escuela empezó a construirse por la decisión de Cristina y si no hubiera tenido esa decisión que es la misma que la mía de darle impulso a la educación y mejorar la calidad educativa tal vez hoy yo no podría estar disfrutando de esta inauguración y también un aplauso para ella (APLAUSO). Y a mí me queda la más grata noticia que es la de poner en marcha un nuevo edificio maravilloso que cuenta con instalaciones muy modernas. Me contaba recién Silvio, el rector, me mostraba piletas donde se iban a hacer las pruebas adecuadas para que garantizar la calidad de lo que acá construyen jóvenes hombres, jóvenes mujeres y que le van a servir mucho a una provincia que es parte de la Mesopotamia, está rodeada de ríos. Y por lo tanto prepararse para la técnica y la construcción de naves en al agua es muy importante, es muy importante. Y yo eso lo celebro y gracias, Gustavo, por haber terminado también el trabajo y haberme ayudado a terminar este trabajo. Y que estemos todos hoy aquí, gracias, Juancho por esta acá, te veo con alegría acá entre nosotros, sabes cuánto te quiero.
Gracias a todos y todas porque es muy importante, es un tiempo el que enfrentamos muy difícil, el mundo se ha conmovido mucho, se ha conmovido mucho. Se conmovió primero por una pandemia impiadosa que se llevó millones de vidas en el mundo. Y cuando creemos estar saliendo de ese mal momento ocurre una guerra que pone en jaque la paz del mundo y cambia absolutamente la convivencia y la tranquilidad que queríamos alcanzar. Y cuando se viven momentos tan difíciles, ¿saben qué hace falta? Que nos unamos mucho porque cuando trabajamos juntos todo es más fácil, cuando trabajamos unidos todo es más fácil, todo es más fácil. No hay más lindo trabajar por los jóvenes porque ellos son el futuro, ellos allá que están en la escalera escondidos mirándome de allí. Ellos son el futuro y, ¿qué futuro debemos darles? Debemos darle un futuro con conocimiento. No me voy a cansar de repetirlo una y otra vez. En la actualidad la riqueza de las sociedades no está en tener petróleo, en tener gas, en tener oro, en tener plata, en tener cobre ni siquiera en tener soja, maíz, trigo, no, no, no. El secreto está en tener el conocimiento, la ciencia, la tecnología para poder aprovechar mejor todos esos recursos, allí está el secreto. No nos basta tener una hidrobia magnífica si no tenemos astilleros hombres, mujeres que trabajen en la construcción de naves que vayan por esos ríos y saquen esa producción del norte argentino y la saquen por el Atlántico hacia el mundo no vamos a poder hacerlo. Por eso cada dinero, cada peso que nosotros ponemos en materia educativa, para algunos es un gasto para mí es una inversión, es invertir en el futuro. Cada computadora que hoy recibieron ustedes, no es un gasto para el Estado, es una inversión, porque nadie puede crecer y desarrollarse sin poder acceder a la informática, al mundo digital.
Nosotros, como fue Néstor, como fue Cristina y como soy yo, estamos decididos a que no hay mejor inversión que la que se pone en materia educativa, en materia de ciencia, en materia de tecnología y en materia de desarrollo del conocimiento, lo hicimos antes, con el Chino, con Blanquita, con Cristina, y lo vamos a seguir haciendo ahora con todos, con Blanquita, con Cristina, conmigo, y con todos los argentinos, porque es la hora de terminar con las divisiones, ya discutimos mucho, a nos peleamos mucho, ya nos diferenciamos mucho, y la verdad que tanta pelea no le hace fácil la vida a la Argentina, es la hora de que después de tanto dolor, de tanta angustia, de tanto pesar, de tantas pérdidas, como nos dejó la pandemia, y teniendo que enfrentar los efectos colaterales de una guerra de las que somos totalmente ajenos, es hora de que estemos más unidos que nunca. La verdad es que el campo en la Argentina es tan importante como la industria, y no hay que discutirlo, es una discusión obsoleta, y tenemos ayudar a los que de verdad producen en el campo, y tenemos que ayudar a los que producen alimentos, otros servicios, para que la Argentina crezca, y todos tienen que entender que son parte de una comunidad y que en esa comunidad todos tenemos que hacer algo para para que la comunidad mejore, no somos entes separados, somos todos partes integrantes de una misma sociedad, y una sociedad no es tal si algunos crecen mucho y millones padecen; una sociedad es una sociedad cuando todos crecen, cuando todos se desarrollan, cuando todos tienen la posibilidad de hacerlo. Y es esa sociedad la que quiero que se construya para ustedes, porque la sociedad en la que yo viví y en la que me crié no fue ni justa, ni igualitaria ni equilibrada, fue una sociedad llena de obstáculos, y yo quiero que tengan menos obstáculos para poder desarrollarse, para crecer, esa es la obligación de todos nosotros, es la obligación que tenemos.
Así que les digo, disfruten de esta maravillosa escuela, acá están estudiando lo que a ustedes les gusta estudiar, acá van a poder salir con un potencial que yo no tengo, la capacidad de poder construir naves que naveguen los ríos de la patria, y algunos de ustedes podrán seguir su carrera, vos con tu tecnicatura, María de los Ángeles siguiendo tu carrera, en algún astillero privado, en algún astillero del estado, del Río Santiago, en cualquiera, poder seguir creciendo, poder aplicar lo que aprendimos e nuestra vida cotidiana, y vamos a seguir trabajando para Entre Ríos, porque como siempre digo, como siempre pido que entendamos que somos una sociedad y que somos parte de lo mismo y que nadie se salva solo, nosotros somos un país, y aunque estemos distribuidos en 24 provincias somos un país, y Entre Ríos es la Argentina, debe ser atendida como cualquier otra provincia, gobierne quien gobierne, veíamos con el gobernador una obra magnifica que está avanzando, y que esperamos que se termine sobre fin de año, que es la Avenida de Circunvalación de la Ciudad Capital, y un proyecto demorado durante décadas, que finalmente lo podemos hacer, ¿y para qué lo hacemos? Para que vivan mejor los entrerrianos. Solamente para eso. Así que muy contento de estar otra vez en esta querida provincia, de hombres tan grandes, tan importantes, y mujeres tan importantes, y les deseo lo mejor, ahora es hora de estudiar en mejores condiciones, con mejores herramientas, el futuro es de ustedes y vamos a ayudar a que sea mejor.
Gracias a todos y a todas.