Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández en la presentación de la segunda etapa del Programa Nac de Infraestructura Universitaria, desde el Museo del Bicentenario.
Buenas tardes a todos y todas; un gusto tenerlos aquí con nosotros. Hoy empezamos el día con “Jimmy” y con la ministra de Salud poniendo el marcha nuestro plan de que todos los chicos empiecen el 2 de marzo sus clases, garantizar aulas abiertas, recuperar el normal funcionamiento de la educación, seguir promoviendo la vacunación de docentes y alumnos para garantizarnos que la pandemia no nos causa más dolores de cabeza y en esa oportunidad dije algo que siempre creo y siempre repito, que no hay mejor inversión, en la sociedad del presente, que la inversión en educación.
Las sociedades más ricas son las sociedades que conocen; son las sociedades, que han invertido en el saber, en la educación, en el conocimiento, en la ciencia y la tecnología. Esas son las sociedades que realmente tienen un plus, una ventaja sobre el resto de las sociedades.
Y creo que la Argentina que ha tenido el enorme privilegio de haber desarrollado la educación pública del modo que lo desarrolló: primero, con la educación inicial y después con la educación universitaria no puede quedar atrás en ese concepto de sociedad y de país. La Argentina no puede desaprovechar todo el potencial que ha logrado tener logrando que – a través de los años – la educación pública se fortalezca y que tengamos hoy universidades públicas de excelencia, reconocidas en el mundo.
Yo que soy hijo de la Universidad de Buenos Aires – aquí está su Rector – la verdad es que pondero mucho a la universidad pública y siempre digo que en verdad cuando unos me dicen: “no, pero pará de crear universidades en el interior, no hacen falta tantas universidades”, yo recuerdo cómo nació nuestra Universidad, Alberto. Nuestra Universidad nació porque los porteños, afincados en Buenos Aires, no querían seguir mandando sus hijos a estudiar a Chuquisaca, a Córdoba o a Europa y querían que pudieran estudiar en el lugar donde vivían. Y así se hizo la Universidad de Buenos Aires y esa es la misma lógica, que han tenido cada una de las universidades, que se crearon, en el conurbano, o en las distintas ciudades o provincias, del interior de la Patria.
Definitivamente lo que está visto es que el Estado debe llevar la universidad a la gente, porque no siempre la gente puede ir a la universidad. Porque no es lo mismo estudiar, en Río Gallegos, que tener que cruzar toda la Patagonia para llegar a Buenos Aires, a Rosario, a La Plata o a Córdoba para poder estudiar, no es lo mismo. Y lo mismo podría decir de cualquier ciudad del Norte.
Por lo tanto, que nosotros sigamos desarrollando infraestructura en universidades para mí es la mejor inversión, que podemos hacer porque estamos invirtiendo en el futuro y porque nada nos va a hacer más ricos que tener generaciones de argentinos, que saben, que desarrollaron el conocimiento, que pueden investigar, que pueden involucrarse en la ciencia y la tecnología.
Hoy estamos inaugurando 75 obras, poniendo en marcha 75 obras, que suman a lo anterior un total de 167 obras que son desarrolladas en 56 universidades públicas que tiene el país además 5 centros de formación profesional, que está muy bien que lo hagamos también. ¿Y qué estamos queriendo con esto? Facilitar la tarea del que enseña y la tarea del que aprende, hacerles más fácil y más cómodo el tiempo que demanda en un aula a estudiar, a aprender, a enseñar, y la verdad es que son esos momentos donde uno se siente satisfecho, dice “este es el camino”, y estamos recorriendo el camino correcto.
En el tiempo que vivimos, vivimos en un país que debe mucha plata, y que se ha comprometido peligrosamente con un organismo internacional de crédito, y cuando llega el momento de ver cómo hacer frente a las obligaciones que otros tomaron, lo que siempre dijimos nosotros es esto no es a costa de ajuste sobre la gente, no es a costa de ajuste sobre la salud pública, no es a costa de ajuste sobre la obra pública, no es a costa de ajuste sobre la educación, y menos sobre la ciencia y la tecnología, y lo que estamos haciendo acá es dar un paso en ese sentido, más allá de que no tengamos el presupuesto, lo que tenemos es la visión política. Nos dejaron sin presupuesto, lo que no nos dejaron es sin decisión política, y nuestra decisión política es que las universidades sigan creciendo, que tengan mejores condiciones de infraestructura para poder cumplir con su cometido, y hacer todo lo posible porque nuestros jóvenes sigan accediendo al estudio universitario, porque a esos jóvenes les estamos dando un futuro dándoles conocimiento, con lo cual yo quiero darles las gracias a todos ustedes, que han sabido poder detectar las necesidades que en cada universidad existían, quiero agradecerles a los dos ministros, que han hecho un trabajo espléndido y lo siguen haciendo, y quiero invitarlos a que nos demos cuenta que estamos dando pasos para alcanzar mejor mañana.
Estamos dejando atrás un tiempo muy ingrato, muy ingrato, con lo ingrato que fue pudimos avanzar en 92 obras en ese tiempo difícil, ahora podemos avanzar en otras 75, con más decisión, con más fuerza, con menos miedos y sabiendo que hay un horizonte al que debemos llegar, que es el horizonte en el que todos las argentinas y argentinos estemos mejor preparados, con conocimiento, para afrontar los desafíos del futuro.
Gracias a todos y a todas por estar aquí, los felicito por todo este trabajo. (APLAUSOS)