Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, tras entregar distinciones a investigadores del Sistema Científico Nacional, en Casa Rosada
Buenos días a todos y a todas, yo voy a tomarme el permiso de sacarme el barbijo porque sino siento que murmuro y que no hablo; igual estamos a distancia.
Bien recordaba Daniel, que este premio lo instituyo Néstor, allá cuando empezamos la gestión, a instancias de Daniel, vamos a ser justos, tratando de promover algo que a nosotros nos importa mucho, que es la educación, el conocimiento, el saber científico y la tecnología. Me han oído decir una y otra vez que las sociedades ricas hoy, no son las sociedades que tienen petróleo, plata, oro, son las sociedades que tienen conocimiento, que han sido capaces de desarrollar la inteligencia, la ciencia y la tecnología. Por razones que uno no se explica, alguna generación pensó que la Argentina estaba llamada a ser el granero del mundo y solo se preocupó por producir materias primas y postergó, durante muchos años, el desarrollo científico, el desarrollo tecnológico. En el medio pasaron cosas, que permitieron por ejemplo se desarrollaran la industria nacional, allá en los años del 45 al 55 y que después también algunos promovieron el desarrollo científico y tecnológico, buscando por ejemplo la autonomía en materia petrolera, pero después volvimos a los años que algunos creyeron que la Argentina estaba destinada a ser simplemente el granero del mundo. Y después hubo otros que dijeron no, no somos el granero del mundo, somos el supermercado del mundo, y otra vez postergaron el desarrollo científico y el desarrollo tecnológico. Y la verdad yo estoy convencido que para que seamos una sociedad que avanza, necesitamos promover la educación, el conocimiento, el desarrollo científico y el desarrollo tecnológico, y que esto no se puede hacer con un Estado ausente, que el Estado debe estar presente promoviendo esto. La verdad que la búsqueda de la solución que la ciencia da o suelen ser un buen negocio, pocos invierten en eso desde el sector privado, y es el Estado el que debe invertir, para que las soluciones aparezcan.
Hoy fue premiada una de las que promovió y desarrolló estos barbijos, una científica argentina. Y estoy barbijos tienen una peculiaridad, no son iguales a otros barbijos, tienen una capacidad de contención del virus mucho más alta, que otros barbijos, y vendimos muchos barbijos en Argentina y en otros lugares. Y hoy cuando recibió el premio, le dije como veras estoy usando tu barbijo, pero me dijo hay que usar el barbijo inclusivo para que alguien que no escucha pueda leer los labios, y siguió pensando en ese desarrollo. Y así desde los kits para detectar los virus que se desarrollaron en la Argentina, hasta las vacunas que se están empezando a producir en la Argentina, las mismas vacunas que se están produciendo con licencias de otros países, demuestran que el desarrollo de la ciencia y la tecnología es central, es central. Este salón, que es el Salón Blanco, con motivos de la pandemia prácticamente no se abrió, y cuando tuvimos que ver dónde hacíamos este acto, que para mí era muy importante, muy importante, porque quiero que la Argentina ponga en valor a sus investigadores y a sus científicos, dijo no, vamos a abrir el Salón Blanco, tomemos los recaudos que haya que tomar. Seamos pocos, pero abramos para nuestros mejores hombres y mejores mujeres el lugar de más prestigio que tiene la Casa Rosada. Y a mí me enorgullece que este salón se abra para ustedes que este salón se abra para reconocer a los que investigan, a los que silenciosamente construyen una Argentina distinta.
En un día además, en una semana además, en un tiempo además, especial porque Alberto Kornblihtt es miembro de la Cadena de Ciencia Francesa. Y eso no es poco, eso es mucho que un argentino haya llegado hasta ahí. Parafraseando de alguna manera a Alberto, eso no está mal, eso está bien, eso está bien Alberto, y está muy bien por los franceses y por la academia que te eligió y te llevó hasta allí. Y que en la figura de Alberto, que es alguien a quien todos respetamos mucho, sea un incentivo para el resto, para seguir avanzando, para seguir construyendo, y para seguir haciendo de la Argentina un Centro de Desarrollo Científico y Tecnológico, como la Argentina puede ser, porque la materia prima de la ciencia y la tecnología son los hombres y mujeres educadas, y eso no sobra.
De verdad muchas gracias y los felicito a todos y a todas.