Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el Acto de Homenaje a las Víctimas de la represión de diciembre del 2021
Buenos días a todos y a todas, gracias por acompañarnos. Hoy es un día triste, objetivamente es un día, objetivamente es un día donde los argentinos nos enlutamos para recordar la muerte injusta de muchos argentinos y de muchas argentinas, no es un día de alegría, no es un día de algarabía, es un día de recuerdo, de memoria, en donde solo estamos acá para rendirle tributo a las víctimas de la violencia institucional, una violencia institucional que se desató, como bien decía Horacio, en el mismo momento en que el pueblo salió a las calles a decir basta, porque no aguantó más el pesar de un modelo económico que solo traía pobreza, dañaba y postergaba el futuro de millones de argentinos. Y la verdad que cuando ese pueblo se vino a esta Plaza, que es una Plaza histórica, donde el pueblo suele venir a expresarse, se encontraron con caballos, con gendarmes, con balas de goma y con balas de plomo, que se llevaron la vida de muchos argentinos y de muchas argentinas, acá y en otras latitudes del país, porque la protesta ese día alcanzó a distintas provincias del país. En verdad los argentinos estábamos mal y salimos a quejarnos, y muchos de los que salimos a quejáramos terminaron su vida ese día, por la brutalidad del Estado, por la incapacidad del Estado de dar respuestas, y por algo que hay que desterrar de una vez y para siempre, que es eso que llamamos violencia institucional, el Estado no está para ser violento, el Estado está para hacer justicia, no para ser violento, y menos para ser violento para con los que reclaman legitimante pro sus derechos, en verdad lo que uno tiene que hacer en el Estado cuando eso pasa es escuchar, no disparar tiros. Pero eso fue lo que nos tocó en esta Argentina, en ese tiempo, y en este momento que se cumplen veinte años de aquella jornada, nos pareció propicio que el Estado Nacional, institucionalmente, se hiciera cargo de lo ocurrido. Que no pasara con un día más, como una marcha de gente que busca revindicar la memoria y busca la justicia que nunca llega.
La justicia en este caso tardó en llegar veinte años, y la verdad llegó mínimamente, porque ninguno de los condenados fue condenado por los homicidios ocurridos, los condenados fueron condenados por delitos que me animaría a decir menores. Y llegó veinte años después, porque los que tenían que firmar el fallo sabían que esta Plaza se iba a colmar de gente el día 20, reclamando justicia, y quisieron acallar esas voces. La verdad no sé si lograron acallar esas voces con esa condena, lo que no han quitado es nuestro espíritu, nuestro espíritu es seguir manteniendo viva la memoria de esas víctimas, seguir reivindicando la idea de que el Estado no está para ejercer violencia contra el que protesta, desterrar definitivamente cualquier forma de violencia institucional, y seguir preservando los derechos que tenemos en una República de hablar libremente y de quejarnos libremente.
¿Cómo hace el Estado para recordar a quienes ese día dejaron su vida? Todos creímos, lo consultamos con los familiares de las víctimas, y todos que lo mejor es que cualquiera que entre por la puerta principal de esta Casa de Gobierno puede ver allí los nombres de los que en aquellos días perdieron sus vidas, y que lo recuerden los que entran a visitar la casa y los que entran a trabajar en la Casa, que los recuerden desde el Presidente hasta el último ciudadano, que esos nombres no fueran en vano, y que por esos nombres que están allí nosotros vamos a seguir luchando para que la violencia sea de una vez y para siempre desterrada, los derechos de los hombres y las mujeres respetados, y todos podamos tener una vida en armonía, aun cuando tengamos que quejarnos por algunas cosas que no nos gusten. (APLAUSOS)
Yo quiero transmitirles mi cariño, mi compromiso, mi afecto con cada uno de ustedes y con cada una de ustedes, es el compromiso que como Presidente asumo en nombre del Gobierno Nacional. Estoy seguro que todos en el Gobierno pensamos exactamente lo mismo, y espero que esta placa que vamos a descubrir ahora sea el homenaje que reciban los que ya no están, que sepan que sus nombres quedaron grabados en la memoria colectiva, y que la vida que entregaron no ha sido en vano.
A todos los abrazos y sigamos trabajando por una Argentina mejor.
Gracias a todos y a todas. (APLAUSOS)