Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el acto de jura de los nuevos ministros y funcionarios del gabinete, desde el Museo Casa Rosada
Buenas tardes a todos y a todas: antes de pasar a la ceremonia formal quiero dedicar unos minutos para hacer algunas reflexiones. El domingo pasado el pueblo de la Nación argentina dio un veredicto y yo – en aquel momento expliqué – que como todos nosotros somos parte de un movimiento que sabe escuchar las demandas populares, que sabe escuchar la voz del pueblo e iba a tomar cuenta de los reclamos, de qué cosas habíamos hecho mal, de en qué cosas nos habíamos equivocado, de qué cosas no llegamos a hacer y debemos acelerar y, en realidad, a lo largo de la semana, escuché a muchos y a muchas porque quiero cumplir con mi palabra de entender el por qué la gente votó como lo hizo.
En realidad, hay veces en que los dirigentes, cuando la gente vota y no los elige, los dirigentes se enojan con la gente; nosotros cuando la gente no nos vota nos enojamos con nosotros porque en realidad algo habremos hecho mal y nos preguntamos qué habrá sido lo que hicimos mal y en realidad nosotros debatimos de cara a la gente, planteamos nuestros debates, nuestras discusiones y nuestras diferencias que siempre tienen un sentido único, que es superar la instancia y tratar de encaminarnos a un momento mejor. En realidad, nunca los debates me han afectado, nunca los debates me han preocupado; soy presidente del partido Justicialista, me preocupa mucho más un movimiento político silenciado, un movimiento político obediente, un movimiento político que no discute, que un movimiento político que reflexiona. (APLAUSOS).
Y así tomo y he tomado las palabras de todos y cada uno y cada una de los que hablaron.
Ahora estamos empezando, en esta etapa de reflexión, ayer tuve la suerte de pasar un día muy tranquilo de reflexión, en mi Rioja querida. gracias Ricardo por recibirme allí en tu tierra, y fue un día realmente de reflexión, donde pude tomar distancia de muchas cosas y de pensar en lo que se viene, lo que se viene tiene que ver con decisiones que vamos a empezar a tomar a partir de ahora, muchas de las cuales ya teníamos previsto tomarlas de ante mano, y que tienen por objeto dar respuesta a una parte del electorado argentino que evidentemente la pandemia lo ha afectado, lo ha dejado mal, y todo el crecimiento económico que objetivamente ocurre no ha llegado a ellos con la velocidad que hubiéramos querido que llegue, y en eso vamos a trabajar, ya estamos trabajando.
Miren, yo sigo insistiendo que hay dos países en pugna, y que tenemos que resolver eso. Hoy a la mañana estuve con Carla hablando, Carla me trajo esto, ustedes dirán qué es esto, esto es una vacuna contra la fiebre hemorrágica argentina, contra el mal de los rastrojos, es una enfermedad propiamente argentina. Esta vacuna se hizo en Argentina hasta que en el año 2017 dejó de hacerse, y hoy volvimos a hacerla. (APLAUSOS)
Esa vacuna sirve para ejemplificar de que países en pugna estamos hablando, de un país que se despreocupa de la salud pública y abandona a los argentinos a su suerte, no dándoles las vacunas que necesitan, y un país que dice que nuestros científicos sigan trabajando, para poner en valor a los argentinos dándoles la salud que los argentinos y argentinas merecen, esa es la diferencia. Hay muchas diferencias, no somos parte del país que quiere que los que trabajan pierdan su empleo sin que nadie los indemnicen, no somos parte del país que quiere flexibilizar, entre comillas, derechos de los que trabajan. No somos parte del país que quiere seguir con la concentración, abandonando al norte y al sur, queremos todos ser parte de un país que se integre, que funcione unido, que trabaje con mucha fuerza para sacar de la postergación a los que han quedado postergados, primero por la situación económica heredada, después por el malestar que a todos nos causó la pandemia.
No es casual que haya preferido a que un gobernador norteño se haga cargo de la Jefatura de Gabinete. (APLAUSOS) Lo hice más allá del afecto, el cariño y la amistad que nos une, por la convicción de que en ese norte tenemos que trabajar muchísimo para lograr esa igualdad tan deseada y tan postergada. Y el compromiso con ese norte es invariable desde siempre, la Argentina federal no es algo que me gusta declamar, sino que es algo que me gusta que ocurra, y por eso vamos a profundizar todo lo que hemos hecho para que esa realidad ocurra.
A todos los ministros salientes quiero darles mis gracias honestamente. Han sido funcionarios ejemplares que han dejado todo de sí en el tiempo que les tocó ser ministros, en un tiempo que además todos sabemos lo difícil que fue, fue un tiempo muy complejo, seguramente lo recordaremos todos y todas como los dos peores años de nuestra vida, un año en que un virus nos atacó y la muerte caminó entre nosotros. Estamos saliendo de ese tiempo, estamos pasando el tiempo de la pandemia, con nuevos bríos, con nuevas ganas, yo les pido a todos, a cada uno y a cada una, que pongan toda la fuerza, la soluciopn del problema de los argentinos no está en que nos dividan, está en que estemos más unidos que nunca para hacer frente a lo que hace falta. (APLAUSOS)
No me van a ver atrapado en disputas innecesarias, en disputas internas, mi única preocupación, como la única preocupación de todos los que somos parte de este Gobierno y de este espacio, es que los argentinos y las argentinas vuelvan a ser felices después de tantas desdichas vividas, en los cuatro años que precedieron mi llegada al Gobierno y en los dos años de pandemia. (APLAUSOS)
El miércoles, creo que es, vamos a tener la posibilidad de ir a José. C. Paz a inaugurar la Facultad de Medicina de la Universidad de José. C. Paz, y ahí yo quiero convocarlos a todos y a todas, a todos nuestros militantes para que vayamos juntos, para que unamos fuerzas, para que remontemos los resultados del domingo pasado, para que les demos cuenta a nuestros vecinos de todo el país, a los hermanos de todas nuestras provincias y hermanas de todas nuestras provincias, que por delante hay un país que reconstruir, y ese país no puede seguir construyéndose sobre la base de privilegios de pocos, es necesario construir un país donde la producción tenga sentido, donde el trabajo tenga sentido, donde cambiemos planes sociales por trabajo, donde definitivamente todos recuperemos la dignidad de tener un lugar donde encontrar el sustento diario para nuestras vidas.
Yo les doy las gracias a todos y a todas, agradezco realmente de corazón a cada uno de los ministros y ministras que acompañaron, para mí me honraron con el esfuerzo que han hecho, lo saben, y valoro particularmente, porque sé en qué escenario de dificultad tuvieron que trabajar. Y les agradezco a todos los que hoy vienen a asumir responsabilidades, a muchos los conozco, busqué entre aquellos que trabajaron conmigo en aquel maravilloso gobierno de Néstor Kirchner, y así lo encontré a Julián, que era Vice Ministro de Defensa, lo encontré a Daniel que era nuestro ministro de Educación, lo encontré a Aníbal, que fue ministro de varias cosas, lo encontré a Ros, que trabajó con nosotros en aquel momento, y también sumamos al querido Juan Manzur, que era en este momento Vicegobernador de la Provincia, que tejimos en aquel momento un vínculo muy estrecho, recuerdo como si fuera hoy cuando al comienzo de mi campaña, que estuve un par de días internado, que me vino a visitar en plena campaña por Tucumán, y ahí medio convaleciente yo le dije “metele Juan que vas a ganar”. Y ganó. Y vamos a seguir trabajando todos los argentinos y las argentinas unidas, todos, absolutamente todos y todas, sin exclusión, y vamos a recuperar el diálogo que la pandemia nos hizo perder, la Argentina no la resuelve ni un presidente, ni un grupo de ministros, ni siquiera agente que piensa en un mismo espacio político, la pandemia nos distanció, algunos promovieron ese distanciamiento, algunos aprovecharon la pandemia para dividirnos, vamos a trabajar con todos y con todas, en la Argentina que tenemos que construir todos y todas hacen falta, nadie debe quedar afuera de este tiempo de reconstrucción que nos debemos.
Les agradezco que me hayan permitido estas palabras, y vamos a tomarle el juramento a Juan. (APLAUSOS)