Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, presenta en la provincia de Misiones la segunda Edición del Programa Previaje 2021-2022
Buenas tardes a todos y a todas, feliz de estar acá en Misiones, mi querido Gobernador, la política uno cuando ya empezó a transitar a los años y llega a los sesenta y dos, como en mi caso, la verdad lo obliga a conocer a mucha gente y a vincularse con mucha gente. A veces en la política, que es un lugar donde hay mucha puja, mucha disputa, porque todos quieren ser y los lugares son escasos, uno no logra siempre muchas amistades: acá tengo un amigo yo, y siempre que vengo recibo su afecto y su amistad sincera, honesta. Forjamos esa amistad en un tiempo tan difícil, como fue el tiempo de la pandemia, donde Oscar me vivía planteando los problemas que Misiones tenía, porque ese puente, que hoy está cerrado, y que tenemos que ver cómo reabrir, era un lugar de llegada, en un mundo que había cerrado todo, había cerrado vuelos, había cerrado aeropuertos, había cerrado…, no la Argentina, el mundo, y muchos argentinos para poder llegar, como estaba cerrado Ezeiza y estaba cerrado el acceso a los grandes aeropuertos internacionales, elegían legar hasta Foz Iguazú en un tiempo en donde además Brasil era particularmente liberal en el tratamiento de loa pandemia, y de ahí cruzaban. Y tuvimos que articular muchas cosas juntos, para evitar que ocurriera lo que todos sabíamos que pasaba, que con esos pasajeros venía un virus muchas veces, y ese virus se propaga peligrosamente entre todos nosotros. Ese derrotero nos tocó vivir con el Gobernador ,que siempre tuvo esa franqueza que tuvo también acá, de defender a su provincia, de pensar en sus misioneros y misioneras, y de demandarme, porque es uno de los gobernadores más demandantes que tiene la Argentina, quiero aclararlo, pero demanda para su provincia, demanda para que los misioneros y las misioneras vivan mejor, y también para la Argentina, porque cuando está pidiendo lo que está pidiendo, en este caso para el Aeropuerto de Puerto Iguazú, y que esa competencia con Foz Iguazú no sea tan injusta, cuando uno ve esa diferencia entre los dos aeropuertos, dice que zoncera, porque la verdad perdemos que los vuelos lleguen acá por unos pocos dólares más que pueden hacerse para la Argentina.
Pero lo cierto es que estoy muy contento de este plan que estamos lanzando, que tiene una segunda etapa, y que fue muy exitoso en el verano que pasamos, cuando el año 2021 empezaba, que me acuerdo que cuando el Secretario de Turismo me lo planteó, dudó mucho, porque todos teníamos muchos miedos sobre los riesgos que significaba empezar a reabrir, lo que yo creo fueron las dos actividades más dañadas por la pandemia, las dos más grandes víctimas que la pandemia tuvo: la gastronomía y la hotelería, que tienen un común denominador, se llama turismo. Las grandes aerolíneas del mundo tuvieron que ir a pedir socorro a los estados para seguir funcionando, nosotros socorrimos a Aerolíneas, está bien, debíamos hacerlo, porque iba a haber un momento en donde esto iba a pasar e íbamos a necesitar de todas esas aerolíneas.
Pero no fue un problema centralmente nuestro, fue el problema que vivió el mundo, muchos no lo entendieron y decían “dejen todo abierto, dejen que la gente se mueva, la gente tiene libertad: si fuera la libertad contagiarse yo la entiendo, porque cada uno tiene derecho hasta de lastimarse a sí mismo, pero el problema no era ese, el problema era que quien se contagiaba era vector de un virus que contagiaba a otros que no quería contagiarse, y no había remedios, no había vacunas en ese momento. El tiempo fue avanzando, llegaron las vacunas, empezamos a vacunar, aceleramos el proceso vacunatorio, En el entremedio de un tiempo y otro, nosotros no dejamos de prestar atención a los que estaban padeciendo más, y entonces creamos mecanismos para ayudarlos a sostener sus hoteles, sus restaurantes, y creamos los ATP, y dimos créditos. Nos dimos cuenta que en muchos barcitos, en muchos restaurantes chiquitos, había mucha informalidad, y entonces la ayuda del Estado no llegaba, entonces ahí creamos el IFE, para que sirva como ayuda para todos esos trabajadores de lo que ahora denominamos que es economía popular, y en otro tiempo llamábamos informalidad, y tratamos de estar siempre presentes, siempre presentes, acompañando a cada uno de los que tienen hoteles, más grandes, más chicos, de los que tienen grandes restaurantes o tenían un barcito, a todos tratamos de llegar.
La pandemia se prolongó y muchos padecieron y vieron cerrar sus negocios, y yo tengo muy presente eso, y me pregunto diariamente, lo hablo mucho con Julio, que es porteño como yo y nos preguntamos siempre cuántos barcitos habrán cerrado en los barrios de Buenos Aires, y hablo de Buenos Aires y eso tengo que extenderlo a todo el país, y la verdad es que yo quiero que todos sepan que con este programa que hoy presentamos, que promueve el turismo, nosotros también estamos pensando cómo le podemos devolver el kiosco al kiosquero que lo perdió; cómo le podemos devolver el barcito al dueño del bar que lo perdió; cómo puede abrir ese pequeño restaurante de barrio, que se cerró porque no pudo sostenerlo, y que nosotros queremos que vuelva a funcionar; cómo los camareros, las camareras, los mozos, las mozas vuelven su trabajo a pleno, porque lo que sí tenemos más o menos seguro es que el tiempo más ingrato de la pandemia ha terminado, está terminando con la vacunación. Nosotros le prestamos mucha atención a la vacunación, y trajimos a la Argentina vacunas de excelencia, se dijeron muchas cosas, no importa, se siguen diciendo muchas cosas más, así que no es muy importante lo que se dijo. Lo cierto es que hoy el ochenta por ciento casi de los mayores de 18 años por lo menos han recibido una dosis, y en este mes de agosto estamos avanzando a mucha velocidad para que las segundas dosis lleguen antes que nada a los mayores adultos que no la han recibido, después empiecen a llegar a todos los argentinos. Y conseguimos la vacuna necesaria para que los jóvenes entre 12 y 18 años puedan vacunarse también, y ya empezó ese proceso de vacunación, ya empezó. Con la vacunación viene la inmunidad, y con la impunidad lo que vamos a tener es la posibilidad de recuperar lo que yo llamo la habitualidad de nuestras vidas. La habitualidad de nuestras vidas tiene muchas facetas, es por lo pronto no tener que pedirle a alguien bajate el barbijo porque no reconozco si sos vos, es poder vernos cara a cara, es poder rencontrarnos con nuestros afectos, es poder disfrutar del cine, del teatro, de un encuentro con amigos, yo de ir a un recital, tocar la guitarra con amigos, otros de jugar al futbol, de comerse un asado con los amigos. Todas estas cosas de las que nos vimos privados y que es necesario que volvamos a tenerlas, para que nuestra vida vuelva a tener el sentido que siempre quisimos que tuviera nuestra vida.
El turismo, ir a un restaurante, es parte central de la recreación de un ser humano, y la Argentina tiene lugares maravillosos, estamos acá en un Parque Nacional único en el mundo. Fabiola estuvo con su madre y sus hermanas no hace mucho tiempo en este hotel, y me decía “vos tenés que conocer las Cataratas”, yo decía, está exagerando, como ella conoce mucho a Misiones, dije está exagerando, me debe estar macaneando, pero ahora que me doy vuelta y veo esas Cataratas, ¡qué privilegio que tiene este lugar, qué privilegio increíble que tiene este lugar! ¡Qué lugar maravilloso que tenemos los argentinos, qué maravilla tiene el mundo ahí atrás nuestro, qué maravillas es para el mundo! Y esta inmensidad de estas Cataratas, y la belleza de este Parque Nacional, que debemos cuidar, debemos cuidar muchos. Días atrás estuve con el responsable del Consejo de Seguridad Americano, y hablamos del tema ambiental, y hablamos del problema de la Amazonia, y yo le contaba que tenía en el norte un gobernador que vivía pendiente de que los bosques y que las selvas sean cuidadas y protegidas, porque eran un reservorio de la mejor calidad de vida del mundo. Acá están los pulmones del mundo, y si no los cuidamos el mundo se deteriora y se degrada y nosotros vivimos peor, y me pregunto cuánto de la deforestación de la Amazonia habrá incidido, lo veníamos hablando con Juan, para que hoy el Río Paraná tenga la bajante que tuvo, porque han cambiando todo el régimen de lluvias como consecuencia de esa deforestación. Y si ustedes supieran, lo saben, cuánto influye en la calidad de vida de todos los que viven a las orillas de ese Río Paraná, todos los argentinos tomarían conciencia de lo que significa esta bajante, que termina afectando -para que nos demos cuenta de la trascendencia- hasta el funcionamiento de las centrales energéticas, hasta eso termina afectando.
Tiene mucha razón el Gobernador cuando dice “yo que quiero cuidar los pulmones del mundo, y por eso pierdo”, porque en algunos lugares del mundo prefieren sembrar soja, y avanzar con la deforestación, y en otros lugares prefieren cuidar nuestro oxigeno y preservar esos bosques y esas selvas nativas. Y eso tiene que tener un precio, porque el precio de cuidar esa selva, es en beneficio de todos nosotros, y la sociedad tiene que hacerse cargo del cuidado de eso. Tiene que hacerse cargo económicamente de todo eso, porque eso lo cuida Misiones, no lo cuida toda la Argentina, lo cuida Misiones, y la Argentina tiene que reconocerle a Misiones el cuidado que hace de los pulmones por los que nosotros respiramos un mejor aire. (APLAUSOS)
Y después hay que pedirles a los misioneros que cuiden semejante belleza, que la cuiden del fuego, a veces el cambio climático favorece el fuego, pero el fuego se inicia, habitualmente, porque un inconsciente prende una llama y después no la puede dominar. Y por mucho que Juan trabaja mejorando las condiciones de los equipos de auxilio contra el fuego, la verdad es que lo que más necesitamos es la responsabilidad nuestra de no promover el fuego, yo sé que el Gobernador es muy severo con quien lo hace, y lo celebro, contás con todo mi apoyo, porque los que prenden fuego en esta zona están degradando el ambiente que todos necesitamos que mejore, así que está muy bien que lo hagas.
Y acá hoy elegimos estas Cataratas, este hermoso lugar natural que es el Parque Nacional de Iguazú, para anunciar esto que es un mecanismo de ayudar y promover el turismo, porque lo que queremos es que esa puerta de salida, que yo siempre digo está tan cerca, porque veo al ritmo que avanza la vacunación, nos permita disfrutar este verano como corresponde, y yo quisiera ver este verano Iguazú repleta de argentinos y de otros ciudadanos del mundo, disfrutando de esta belleza que hoy tenemos a mis espaldas, y de todo el contorno verde maravilloso que Iguazú tiene. Y también quiero, ahí estaba mirando, que disfruten de Los Colorados de La Rioja, de Los Andes mendocinos, de las bellezas de los lagos de Neuquén y de Río Negro, de la maravilla de Ushuaia, de las sierras cordobesas, que disfruten mi Buenos Aires querido, soy un porteño, con su oferta cultural, con su oferta arquitectónica, que va del Art Deco hasta la arquitectura francesa, pasando por la arquitectura española maravillosa de la Avenida de Mayo, la arquitectura monumentalista de mi Facultad de Derecho. Que disfruten de mis parques, del Parque Lezama, de la Plaza Francia, del Parque Centenario, del Parque Saavedra, que disfruten de todo lo que se puede disfrutar la Argentina, que vayan allí a las Sierras de Tandil, y encuentren allí sosiego y paz en tiempos tan difíciles. Que vayan a enamorarse de los Glaciares de Santa Cruz, del Perito Moreno, que vean la maravilla, la omnipotencia del Fitz Roy. Tenemos tanto para ofertar, tenemos tanto para hacer, y lo que necesitamos en encender esa máquina, de volver a confiar en el turismo, después de un tiempo que nos privó de muchas cosas.
Yo quiero que sepan todos los hombres y mujeres que están involucrados con el turismo, ya sea agencias de viajes, ya sean líneas aéreas, ya sean líneas de colectivos, los que tienen hoteles, los que tienen restaurantes, que sepan que estoy para ayudarlos, para volver a poner de pie el turismo en la Argentina. Que este este es un paso que estamos dando, que es promover que la gente vuelva a salir y disfrutar de nuestra tierra, pero que además sé que la han pasado mal, y sé que les cuesta levantarse, y que voy a estar ayudando a todos y cada uno de los argentinos, los que cerraron su bar lo van a volver abrir, los que cerraron su restaurante lo van volver a abrir, y los que cerraron su hotel lo van a volver a abrir. Vamos a hacerlo, porque hay otra vida, esta no es la vida que nosotros soñamos, hay una vida que queremos, hay una vida donde nos abrazamos, disfrutamos, vivimos, sonreímos, cantamos; nos caemos, los levantamos, nos perdemos, volvemos a encontrarnos, y en ese rencuentro está el abrazo, está el amor, están las ganas, está el compromiso, está la solidaridad, en todo eso está la vida que queremos, hagámosla. Gracias a todos y todas por este momento.