Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, durante el anuncio de la ampliación del Régimen de Zona Fría (RZF), y reducción de las tarifas de gas, desde Olavarría, provincia de Buenos Aires
Muchas gracias a todos y a todas; gracias, muchas gracias a Olavarría, por recibirme, feliz de estar acá en esta tierra tan linda y tan pujante, tan importante para todos los bonaerenses y también para todos los argentinos: yo les voy a pedir un permiso –antes de que hablemos de aquello que nos convocó hoy – que me dejen reflexionar con ustedes algunas cosas que, honestamente, tengo la necesidad de decir, francamente se los digo. Porque los pibes más jóvenes, que me conocen dicen que no soy un careta, nunca lo he sido y nunca quise dejar de dar la cara, cuando debí dar la cara y nunca quise esconderme detrás de nadie, cuando tenía que dar la cara yo. Néstor decía siempre, que nosotros somos gente común con responsabilidades importantes, hombres y mujeres comunes con responsabilidades importantes.
Nosotros nos abrazamos con Axel, con Sergio, con Cristina, con Máximo un desafío del 10 de diciembre, del año 2019; era muy difícil porque sabíamos el país que nos dejaban y – repentinamente – empezó la pandemia y la pandemia nos obligó a revisar cosas y a cambiar planes y nos exigió muchas restricciones, definitivamente. Y yo le pedí a muchos argentinos y argentinas que – por favor – nos acompañaran porque era necesario cuidarnos, era necesario preservar la salud de todos y cada uno de nosotros.
Yo, todos esos meses me quedé trabajando, en Olivos, por recomendación de los medios, pero Olivos se convirtió repentinamente en casi una ciudad porque allí iban los Gobernadores, los Diputados, las ministras, los ministros, los secretarios, empresarios, iban futbolistas, dirigentes de fútbol, actores, actrices, gente que tenía problemas que la pandemia les había causado y que también necesitaban ser oídos y una de las cosas que tengo como Presidente y como hombre común que soy es esa necesidad de escuchar a todos. Y la verdad que viví todo ese tiempo en un gran vértigo, en un gran vértigo, un vértigo que no es que me hizo tener reuniones con diez personas, me hizo tener reuniones con cientos de personas. Y no podía hacer otra cosa, porque yo soy el Presidente de la Argentina y tenía que escuchar para ir resolviendo problemas.
Y alguna vez llegó un pedido para ver quiénes ingresaban a Olivos y nosotros hicimos público ese pedido, y no ocultamos nada, mostramos exactamente porque – gracias a Dios – nada debo ocultar de mi vida personal, nada, absolutamente nada. Y entonces, así se conoció el listado de gente que ingresó a Olivos y después todo lo demás ya lo conocen ustedes.
Y en ese contexto, el 14 de julio, día del cumpleaños de mi querida Fabiola, Fabiola convocó a una reunión con sus amigos y a un brindis, que no debió haberse hecho, que – definitivamente – me doy cuenta que no debió haberse hecho. Y que lamento que haya ocurrido, claramente lo lamento. (APLAUSOS). Y que – mirado en retrospectiva – debía haber tenido más cuidados, que evidentemente no los tuve. Hoy, Santiago Cafiero, a la mañana, explicó esto, qué pasó, que todos lo supieron porque nosotros lo contamos, eh, porque no ocultamos nada, porque están los listados de quiénes entraron y salieron, de Olivos, pero que lastima a mucha gente, que entró por distintos motivos, y que – de repente – se ve en los diarios, lastima a los seres queridos. Los que hacemos política ya hay un momento, donde el cuero se nos curte y entonces las balas son más difícil que nos entren, pero los que vivimos con gente, que no tiene que ver con la política, sufre y padece mucho todo esto. Desde esa condición humana, que tenemos los que hacemos política lamento lo que ocurrió. No va a volver a ocurrir. (APLAUSOS). Muchas gracias a todos y todas, muchas gracias, de corazón, muchas gracias. (APLAUSOS). Gracias, de corazón, no saben lo bien que a uno le hace recibir la comprensión de los hombres y mujeres, gracias, de corazón.
Bueno, dicho esto, vayamos a aquello que nos convoca, que es lo que realmente debe preocuparnos, hoy, porque – como en aquel entonces – me preocupaban los problemas, de la Argentina, me sigue preocupando hoy y sigo dedicado a ver cómo resolvemos los problemas, que la Argentina tiene, que son muchos. Y como bien dijo Axel, parece que algunos piensan que la pandemia sirve para aplicar una suerte de pastilla, que borra de la memoria lo qué pasó, en la Argentina, pero antes de la pandemia.
También podremos recordar lo que pasó, durante la pandemia, porque recuerdo la cantidad de marchas, que llamaron y que favorecieron múltiples contagios, pero bueno… me preocupa ver en qué punto estamos y qué es lo que estamos haciendo, acá, en Olavarría. Miren, yo creo – a pesar de la pandemia, que ha sido muy dura – nosotros hemos sido capaces como gobierno de poner en pie un país, que estaba arrodillado, en todo sentido. Piensen ustedes que era un país, donde el ministerio de Salud no existía; donde no existía el ministerio de Trabajo; donde no existía el ministerio de Ciencia y Tecnología. Piensen ustedes que vivíamos en un país, donde algunos creían, que en la universidad pública, “uno caía” y con ese discurso se conformaban.
Y vivíamos en un país, que tenía una provincia, que era Buenos Aires, donde una Gobernadora se jactaba de no inaugurar más hospitales y en esa misma provincia se cerraron escuelas y vivíamos en un país, donde una mañana nos levantamos, después de que la Argentina estaba en default, porque habían tomado 40 y tantos mil millones de dólares, del sector privado, y nos dijeron: “bueno, no nos prestan más plata, así que ahora vamos al Fondo Monetario”. Y en un minuto 30 nos informaron, que tomaban un crédito – de 57.000 millones de dólares para hacer frente al desastre, que había hecho, en la Argentina.
Yo, por entonces, era candidato y recibí a las autoridades del Fondo y les dije: “por favor, no les den más dinero, porque esta gente todo el dinero, que entra se lo fugan”. Y el Fondo no me escuchó, lo cierto es que desde el día que ocurrió la primera vuelta, algún día de agosto, 12 de agosto hasta el 27 de octubre, cuando ocurrió la primaria y la elección general, del sistema financiero argentino se fugaron 23.000 millones de dólares. Para eso sirvió la plata, que el Fondo le entregó a Mauricio Macri y a su equipo de maravillas, según él decía, para eso sirvió.
Nosotros tuvimos, que remontar todo eso, pero en el medio de la pandemia, tuvimos que recuperar esos hospitales, que estaban sin terminar y los terminamos. Acá, en la provincia de Buenos Aires y en La Matanza, con Axel, terminamos dos, que estaban casi listos e inexplicablemente como la Gobernadora se jactaba de no hacer más hospitales estos quedaron sin terminar y los terminamos en tiempo récord porque la pandemia nos corría muy de cerca y lo mismo hicimos con muchos otros hospitales, del interior del país. Ayer, en Entre Ríos, recordábamos con el Gobernador, que en Entre Ríos, hicimos otro tanto y como no nos alcanzaba el tiempo para construir más hospitales – de esa envergadura – construimos casi una treintena de hospitales modulares que distribuimos a lo largo de todo el país. ¿Y qué conseguimos con eso? Conseguimos que, en la Argentina, el que se enfermara – como consecuencia de la pandemia – no tuviera que padecer la falta de atención médica. Y eso fue muy importante, porque nadie se murió en su casa, o se murió en la calle, porque no hubo un respirador para él. Nadie. (APLAUSOS)
Y la peleamos y mientras peleábamos eso tuvimos que resolver el problema de la deuda – como bien contó Sergio – e hicimos un acuerdo con los acreedores privados. Acuérdense cuando se jactaban de que había sacado un crédito, que íbamos a pagar a cien años, que desde el tiempo de Rivadavia nadie nos daba un crédito así. Bueno, todo eso tuvimos que renegociar y al cabo de la renegociación ¿qué logramos? Ahorrarles a los argentinos 37.000 millones de dólares, que ese es el resultado de la negociación, que nosotros hicimos con los acreedores. Cuando negociábamos con los acreedores las voces de ellos eran que nos estábamos quedando fuera del mundo y que estábamos proponiendo un disparate, cómo proponen una quita de este tipo, cómo proponen una tasa tan baja. La diferencia entre ellos y nosotros es que ellos representan a los acreedores y nosotros representamos a nuestro pueblo. Esa es la diferencia. (APLAUSOS).
Entonces, cuando se quejaban, en verdad, no hacían otra cosa que ser vocero de los acreedores, no hacía otra cosa. Me acuerdo en la campaña, cuando un día, en Lomas de Zamora, dije: “voy a ocuparme que, en la Argentina, que me toque gobernar nunca más un jubilado tenga que pagar por un medicamento”. Y al día siguiente, todos los diarios explicaban el disparate que Alberto Fernández dijo, cómo va a hacer una cosa semejante, cómo va a hacer para que no se paguen más los medicamentos, por parte de los jubilados. ¿Saben qué hacía falta? Decisión política. ¿Saben qué hace falta? Hace falta pensar en los jubilados, eso hacía falta, solamente eso.
Nos explicaban una y otra vez que las tarifas tenían que aumentar, que las tarifas tenían que ser dolarizadas, que era un hecho irremediable, que el contexto global nos imponía semejante realidad. Pero resultó ser que pudimos llegar nosotros desdolarizar las tarifas y sostenerlas en el tiempo, sin aumento. Es cierto que nos cuestan subsidios del Estado.
Pero es cierto que yo dejé de escuchar algo que escuché en toda la campaña, “tuve que elegir entre comprar remedios o pagar la luz”, “tuve que elegir entre cenar cada noche o pagar el remedio o apagar la luz”. Es el temor de la gente que tenía que enfrentar aumentos de tarifas de luz, de 1.300, 2000, 3000 mil por ciento para el caso de la luz, los primeros para el caso del gas, todo eso desapareció y empezamos a hacer más previsible la vida de todos nosotros, de cada uno de los argentinos y de cada una de las argentinas, todo esto pasó en pandemia. Yo no lo dije en campaña, porque no sabía cuán fácil iba a ser hacerlo, per quien me precedió en el gobierno se llenó la boca, en el año 2015, diciendo que iba a eliminar el Impuesto a las Ganancias para los que vivían de un salario, él lo decía, cuando fue Gobierno no solo no lo hizo, sino que lo aumentó, yo no lo dije, pero lo hicimos. (APLAUSOS)
Pudimos avanzar en muchas otras cosas, cosas que tienen que ver con ampliar derechos, con dar más igualdad, con respetar la diversidad, hemos hecho todo lo necesario para que la democracia impere entre nosotros, a veces escucho que dicen “Alberto es un autócrata, es una nueva versión de que el presidente en principio era chavista, ahora soy autócrata, pero la verdad dónde está mi autocracia, no la encuentro, porque la verdad yo voy haciendo zaping por los canales de televisión y escucho las cosas que dicen de mí, y nadie ha sido proscripto por esto, y a nadie se persiguió por esto. Yo nunca llamé al dueño de un canal de televisión y le exigí que deje de hacer algo, y mucho menos lo encarcelé, yo no lo hice, y resulta que el autócrata soy yo, y resulta que los republicanos eran ellos. Y ahora vemos como poco a poco se va sabiendo la verdad, se va sabiendo todo, hasta se profugan antes de dar explicaciones.
Por qué les cuento todo esto, porque también hubo un tiempo, mientras nosotros avanzábamos en este derrotero, donde siempre nuestra preocupación eran los hombres y mujeres de nuestra Patria, nuestro pueblo, a ellos les gusta más llamarlos gente, a mí me gusta más llamar pueblo a ese conjunto humano que somos nosotros. (APLAUSOS) Pareciera que la gente es algo distinto a mí, no, yo soy el pueblo como ustedes, somos parte del pueblo, todos somos el pueblo. Y resulta que en ese contexto nos seguimos preocupando, como dije yo el primer día, primeros los últimos, de ver cómo ayudábamos a los que peor estaban, y lo hicimos de muchos modos, ampliamos la Tarjeta Alimentar, ampliamos la Asignación Universal por Hijo, llegamos con el IFE a nueve millones de argentinos que la Argentina no sabía que existían, a qué se dedicaban, porque nadie se había ocupado de saber quiénes eran, dónde estaban. En la búsqueda, con el propósito de buscar más igualdad, en la búsqueda de lograr más igualdad se inscribe esta ley, que da una tarifa especial para las zonas frías, que déjenme contar que hubo un antecedente, allá por el año 2017, 2018, ahí el diputado Ramón fue el promotor de esa ley, que tuvo sanción en Diputados, que tuvo sanción en el Senado y que fue vetada por el presidente, porque seguramente habrá tenido más en cuenta lo que les importaba a sus amigos que le importaba a la gente. (APLAUSOS) Seguramente esto, lo que le pasaba al pueblo no le importaba, le importaba cómo venía le negocio de sus amigos.
Pero los tiempos cambiaron, llegó este Gobierno, Máximo tomó aquella idea, lo trabajaron juntos, Máximo hizo el enorme esfuerzo, seguramente con Sergio, de juntar la mayoría necesaria para que ocurra esto que hoy ocurre, porque no tenemos mayoría en Diputados, por lo tanto, ese es un trabajo adicional, pero hoy 17 provincias se ven favorecidas con esto, hemos agregado siete provincias más. No hemos hecho ninguna distinción política, Mendoza está beneficiada con esto, que es un gobierno opositor, y bienvenido sea, porque mi problema no es el Gobernador, mi problema son los mendocinos, lo que yo quiero es que vivan mejor los mendocinos, ese es el objetivo. (APLAUSOS)
Estamos llevando esta solución a cuatro millones de hogares, doce millones, casi trece millones del total de la población se ve beneficiada con esta medida, y las próximas facturas de gas que reciban, como bien dijo Liliana, ya van a tener descuentos entre 30 y el 50 por ciento de lo que hoy pagan. (APLAUSOS)
Y seguimos trabajando, porque mientras hicimos todo esto, también, a instancias de Máximo, salió una ley muy importante para la Argentina, que es una ley que es modelo en el mundo, la del Aporte Solidario de las Grandes Fortunas, que ha servicio para mucho, no solamente para que el Estado tenga más recursos, sino parea que podamos encarar un auxilio para los que más lo necesitan. Días atrás estuve en la provincia del Chaco, y allá, en las afueras de la Ciudad de Resistencia, hay un barrio muy pobre, muy humilde, que se llama la La Rubita, donde viven miles de familias, parte de los recursos que se originan en la recaudación de ese aporte solidario, van a urbanizar barrios como La Rubita, van a hacer mejor la vida de los argentinos y de las argentinas, y de verdad que les doy gracias a cada uno de en virtud de su fortuna aportaron lo necesario, les doy gracias, les agradezco sinceramente la solidaridad que han tenido para con su pueblo, y lamento mucho la miserabilidad de los que no lo hicieron, porque la historia dirá quiénes fueron los que pudieron y ayudaron, y quienes fueron los que pudiendo prefirieron la avaricia de ser más ricos. (APLAUSOS)
Mientras todo esto pasaba, conseguimos vacunas, y allí salimos a buscar vacunas por el mundo, en un mundo donde el noventa por ciento de las vacunas se concentraba en diez países, y llevamos adelante negociaciones con todo el mundo, fuimos a Oxford, a Rusia, fuimos a China, fuimos a Estados Unidos también, y hablé con todos los presidentes de todos los laboratorios, pero la campaña era que todo esto era un negociado, y cuando hicimos el acuerdo con el Fondo Soberano de Rusia, dijeron “acá hay una cuestión geopolítica, son marxistas”, no se enteraron de nada lo que pasó en Rusia, “son marxistas, son parte de un proyecto geopolítico, pero cuando firmé con Oxford nadie dijo que era un monárquico, nadie dijo eso; y cuando firmé con Moderna nadie dijo que era un pro norteamericano. Porque era mentira que nos estamos alineándonos políticamente con alguien, lo que estábamos haciendo era trayendo salud y vacunación para nuestra gente, eso era lo que hacíamos, para nuestro pueblo, para nuestros hombres, para nuestras mujeres, y antes que nada para nuestros adultos mayores, eso fue lo que hicimos. Cuando vacunamos a nuestros adultos mayores, dijeron están envenenando a la gente, y allá fueron con el recurso de siempre, a denunciarme por envenenador. Y uno traga saliva, y la familia de uno padece, pero uno traga saliva y sigue hablando y seguimos adelante, y cuando recibimos las primeras vacunas el problema era que nunca íbamos a tener otras vacunas que no fueran rusas, pero después llegaron las vacunas chinas, pero bueno, no van a tener vacunas rusas y chinas, pero después vino AstraZeneca, pero bueno, no van a tener más que las vacunas rusas, chinas y AstraZeneca, pero ahora llegó Moderna, pero ahora no sabemos cuándo vamos a poder vacunar a los chicos. Por favor, hay un momento donde tanta miserabilidad se queda al descubierto, y en donde en verdad no se le puede mentir tanto a la gente. Lincoln dijo alguna vez que es posible mentirle a algunos todo el tiempo, eso es posible, y es posible mentirles a todos algún tiempo, lo que no es posible es mentirles a todos todo el tiempo, muchachos, ya se dieron cuenta todos, paremos de una vez, paremos de una vez, porque ahora que la vacunación avanzó y ya casi el 80 por ciento de los mayores de 18 años tienen al menos una dosis, y el proceso de vacunación de la segunda dosis avanza a un ritmo importante en agosto; ahora que vemos allí la puerta de salida, por qué no nos ponemos a pensar en qué Argentina soñamos.
El otro día hablé de mi gen revolucionario, que me quedó a mis 62 años, terminé siendo tapa de un diario por decir una cosa así, en verdad de lo que estaba hablando es que cuando tenía 14 años empecé a militar, yo sigo soñando con vivir en un mundo más justo e igualitario, en una sociedad más equitativa que a todos les dé la oportunidad de crecimiento y desarrollo, sigo creyendo lo mismo, todos saben que son un reformista, pero lo que no quiero nunca es convertirme en un conservador, que como tiene resuelta su vida no le importa que el mundo cambie, yo quiero que el mundo cambie porque necesito que millones de argentinos y argentinas vivan mejor de lo que viven, y como es eso lo que quiero, voy hasta el último día de mi vida a revindicar mi vocación de cambio, de revolución, de reformismo, llámenlo como se les dé la gana, lo que no quiero es vivir este presente, no lo quiero. (APLAUSOS)
Ahora que está allí la puerta de salida ya estamos viendo cómo las primeras luces de la puerta que nos tapaba el sol empiezan a aparecer, se nota porque crece la industria, se nota porque crece la economía en general, porque crece el agro, porque crece el trabajo, y poco a poco vamos recuperándonos. Yo sé que tenemos muchas deudas pendientes, yo vivo pensando en el que tuvo que cerrar su kiosco, su almacén, su negocio, y ellos son hoy a los que más debo ayudar, yo lo sé, y ellos tienen el número uno en la fila, porque son los que se quedaron en el camino en la pandemia, y yo sé que están los jóvenes, que quieren recuperar este tiempo de encierro que han vivido, y recuperar la vida, la alegría, el deseo de aventura que todo joven tiene, y yo sé que están primeros en la fila, yo no me hago el distraído con nada, ni de las cosas que se me pasan por alto y a veces hago mal, ni de las necesidades que cada argentino y cada argentina tiene. Y como sé que somos un pueblo maravilloso, que se ha levantado mil veces, yo sé que esta vez nos vamos a volver a levantar, entre todos y todas y que por mucho que caven la grieta vamos a poder abrazarnos de una vez y para siempre, para que podamos vivir la vida que queremos.
Gracias a todos y a todas.