Buenas tardes a todos y a todas; antes de empezar con la ceremonia de juramento, como ministro de Defensa, del distinguido Jorge, amigo, quiero despedir a dos colaboradores importantes, que tuvimos, en estos dos años primeros: primero, a Daniel Arroyo, que - de verdad - trabajó incansablemente, en un tiempo de la Argentina, heredamos una situación social muy difícil y en el medio nos agarró la pandemia y fue incansable su trabajo y sólo gratitud te tengo. (APLAUSOS).
En segundo lugar, quiero despedir a otro amigo, que no lo despido como amigo, porque amigo seremos siempre, a Agustín Rossi. Ha sido para mí una persona muy importante, no solamente en lo que fue su área específica: el ministerio de Defensa, sino que fue un puntal importante, a la hora de tomar decisiones y poder analizar con él, Agustín tiene esa virtud de tener una capacidad de lectura de la realidad, que yo valoro mucho. Nos conocimos, hace muchos años, tuve el honor de traerlo al Frente para la Victoria, allá cuando – con Néstor – empezamos a caminar y nuestra amistad nunca se quebró y nunca se va a quebrar. Gracias Agustín por todo: (APLAUSOS)
Y voy recibir a dos compañeros y amigos, que tienen muchos méritos personales para ocupar los cargos que van a ocupar; con “Juanchi”, a quien voy a tomarle, después, juramento trabajamos, estos dos años, en una situación muy difícil, como con todos los Intendentes, que veo allí arriba, muy codo a codo, junto con Axel, haciendo frente a una situación muy compleja, en una provincia muy difícil y, la verdad, es que no solamente ganó mi afecto, mi cariño, la verdad ganó mi respeto por verlo trabajar como lo hizo.
Cuando Daniel me anunció su decisión de querer ser candidato a Diputado, en la provincia de Buenos Aires, y querer sumarse a nuestra lista pensé que “Juanchi” era la persona indicada. Así que “Juanchi” sos muy bienvenido. (APLAUSOS).
Y finalmente, quiero darle la bienvenida, al querido Jorge; con Jorge hemos sido ministros juntos y ya hemos tenido la oportunidad de compartir un Gabinete. Jorge Taiana es un hombre – como suelo decir yo – que ya, a esta altura, juega en otra liga, porque tiene una historia de vida muy importante, una historia personal muy importante. Es un hombre, que tiene una enorme calidad, también – como la tiene “Chivo” - de entender los problemas de Estado y de poder ayudar a resolver los problemas de Estado.
Así que para mí es una alegría reencontrarte, otra vez, en el Gobierno; sabés la confianza que te tengo, el cariño, el afecto y respeto, que te tengo. (APLAUSOS).