Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández en el acto de presentación de “Activar cultura”, en el Centro Cultural Kirchner, CABA.
Muchas gracias, buenas tardes a todos y todas, gracias, muchas gracias por estar acá; gracias Liliana, quiero verte bien, porque nos llevamos lo mejor de Horacio, nos dejó lo mejor a todos, disfrutémoslo. (APLAUSOS)
Hay mucha gente muy valiosa acá, algunos los adivino, lo veo a Juan Falú, con su maravillosa guitarra, con su guitarra extraordinaria. Juan, tengo tu guitarra; Juan me regaló, una vez una guitarra y yo tengo una guitarra mía que le quiero regalar a vos, ya la tengo. Además veo a muchos y muchas: veo a Santoro allí, mi compañero de siempre; veo a Carlos Rotemberg, gracias Carlos por estar; lo veo a Pablo Echarri por ahí, gracias Pablo por estar. Después se me empiezan a complicar reconocer las caras con tanto barbijo, pero yo creo que hoy es un día importante, porque – en verdad – todo lo que estamos haciendo tiene que ver con que estamos saliendo de un tiempo difícil, donde a todo lo que tuvo que ver con lo cultural fue particularmente difícil, porque estás salas estuvieron vacías.
Me acuerdo que, en el medio, de la pandemia – cuando los momentos eran más duros – un día Lito me contó que estaba contando acá y vine, creo que fue en esta misma sala, yo me acuerdo y estaba todo vacío y estaba Lito solo, con su piano, y yo me senté al lado de Lito a escucharlo, recién terminaba de grabar, fue tiempos difíciles. Me acuerdo que Pedro Aznar me llamó un día y me dijo: “hoy tocó”. “¿En dónde?”, indagué, “Por streaming” y después Lito hizo lo mismo. Y un día me escribió alguien que quiero mucho que es Jorge Drexler y me dijo: “hoy toco, en Madrid, por streaming” y bueno disfrutábamos aunque más no fuera de ese modo, de lo que tanto necesitamos que es el arte.
El arte no es una cosa banal, es algo central en la vida del ser humano. Yo lo digo siempre, por eso desarrollan los pueblos sus culturas y por eso se valen del arte para desarrollar sus culturas. Escriben, tallan, pintan, danzan, todas expresiones artísticas que hacen a los pueblos singulares. Siempre digo yo que cualquier sociedad, de cualquier comunidad, sin duda, le hace falta la alimentación para poder crecer con salud, pero hace falta también el arte, porque el arte alimenta el alma de los pueblos; y sin arte los pueblos quedan a mitad de camino.
Todo este tiempo nosotros sentimos, que con la ausencia de todas sus producciones, sus actuaciones, de su música, de sus danzas, de sus pinturas, de sus esculturas no estábamos viviendo plenamente. Y claramente no estábamos viviendo plenamente, pues nos faltaba el arte; lo suplíamos como podíamos, a veces por streaming, a veces mirando una película vieja; lo que más me preocupó, en todo este tiempo, era que no se apagara la llama del arte.
En estos días me han cuestionado mucho, pero – la verdad –es que me ocupé mucho de hablar con muchos de ustedes. Pablito vino a verme; Alejandra Darín vino a verme; Florencia Peña vino a verme; Carlitos Rotemberg vino a verme; Luis Brandoni vino a verme. Vino a verme un montón de gente, que tenía la misma preocupación que tenía yo, a ver cómo remontamos esto, porque es muy difícil lo que estamos viviendo, es muy difícil y había hasta contradicciones entre las mismas personas, que querían lograr el mismo objetivo, pero claro, cómo se filmaba una serie o una telenovela con barbijo; cómo se daba un beso en el cine.
Todos temimos, no nos hemos dado cuenta, pero la muerte caminó todo este tiempo alrededor nuestro. Es horrible, pero nos pasó, hubo un momento en que el secreto era escaparle a la muerte y tuvimos que hacerlo lo necesario para escaparle a la muerte y tuvimos que hacer lo necesario, cuidarnos, aislarnos, esperar el tiempo de que llegara la vacuna, que nos empezó a dar cierto alivio, cierta libertad. Y llegó la vacuna, y hoy – gracias a Dios – tenemos a casi el 80 por ciento, de los mayores de 18 años, que – por lo menos – recibieron una dosis; nuestros adultos mayores ya prácticamente están cumpliendo y avanzando con las dos dosis. Empezamos a vacunar a los adolescentes, que también era una de nuestras preocupaciones y poquito a poquito estamos recuperando los sueños, estamos recuperando las ganas, estamos recuperando la vida y le metimos una zancadilla a la muerte y pudimos seguir adelante. Dejamos muchos, en el camino, muchos se enfermaron también, pero como dice Víctor Heredia: “aquí estamos, todavía cantamos”. Y eso es lo que hoy celebramos. “Aquí estamos, todavía cantamos”, llegó la hora de poner en marcha con toda la fuerza y con todo el apoyo, que el Estado tiene que poner para que las actividades culturales rápidamente se recuperen, porque ese alimento nos falta, y necesitamos que esto se llene rápidamente y que acá no esté yo, que haya músicos, artistas, haya bailarines, eso es lo que deseamos. Eso es lo que nos hace falta.
Todo lo que presentamos, hoy, sabiendo que allí, muy cerca, está la puerta de salida de la pandemia, es para decirles, hoy prendimos los motores para que todo vuelva a funcionar, como siempre debió haber funcionado.
Yo – desde el corazón, desde el alma – les digo gracias porque fueron muy comprensibles; a los productores teatrales, a los artistas, a los músicos, todos entendieron que la muerte caminaba entre nosotros y todos ayudaron a cuidarnos. Sólo gratitud tengo para con cada artista, para con cada productor, para con cada músico, con cada persona que tuvo que cerrar el museo, que administraba o postergar sus obras, donde iba a hacer algún tipo de presentación; sólo gracias por entender, sólo gracias por acompañar. De corazón, gracias.
Es muy feo ser Presidente, en un contexto, como el que me tocó a mí, de verdad no se lo deseo a nadie, porque es muy feo decirle a todos: “no podemos”, porque lo que hace un político es impulsarlos a todos a poder y generar los sueños y generar las fuerzas para poder. Me quedan dos años de revancha y en estos dos años, vamos a hacer todo lo que no pudimos hacer, hasta aquí. (APLAUSOS).
Y vamos a ocuparnos de todos: vamos a ocuparnos de los grandes artistas, esos que tanto admiramos y que nos encanta ver, pero también vamos a ocuparnos de los que empiezan, de los que buscan un lugar en la escena; vamos a ocuparnos de los que – en una manta – muestran sus artesanías, vamos a ocuparnos de poner en valor lo que cada ciudad, de la Argentina tiene para mostrarnos.
La semana que viene – “Kato” – vamos a Mar del Plata y vamos a poner en marcha de lo que llaman la casa del puente, pero no se llama así, te aviso y me va a retar ahí Magalí, pero no se llama así, sino es la “Casa sobre el Arrollo”, que es una obra arquitectónica increíble que tiene la Argentina y que ha quedado abandonada, que está en el centro de Mar del Plata, pegada a la universidad que tanto quiere Fernanda y ahí vamos a poner en Mar del Plata una nueva belleza para que vayan, a Mar del Plata, y lo disfruten. (APLAUSOS). Y lo vamos a hacer en cada rincón, del país; lo vamos a hacer con todas las casas sobre el arrollo que existan para que la Argentina vuelva a vibrar. Nosotros no somos ese pueblo que quieren algunos mostrar, somos un pueblo maravilloso, tenemos unos talentos increíbles, en el arte, en la pintura, en la música, gente que se destaca no solamente aquí, sino en el mundo entero. Yo les pido que demos vuelta a la página, estamos cada vez más lejos del tiempo ingrato, que nos tocó vivir y yo tengo un compromiso absoluto con la cultura y el arte. Debe ser porque soy un artista frustrado y uno añora aquello de lo que no fue capaz ser, pero tengo por todos y cada uno de ustedes una enorme admiración, un enorme respeto.
Por eso, les pido que saquen todas las fuerzas, que acumularon, durante todo este año y medio, para darnos lo mejor porque los argentinos – de aquí en adelante – es lo que más nos hace falta: mucho arte, mucha música, mucha danza, mucha pintura, mucho teatro, y “ya verás – como dice Fito – que no necesitaremos nada más”.
Muchas gracias a todos y todas. (APLAUSOS)