Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el lanzamiento de la segunda etapa de “Argentina Programa”, ante unos 20.000 jóvenes de todo el país.
PRESIDENTE. - Muchas gracias, muchas gracias, gracias de corazón. Gracias a todos y todas, gracias a todos y todas. Hoy es un día singular para nosotros, quiero serles franco, déjenme un ratito para contarles un poquito unas cosas. Yo he sido joven, claramente ¿no? No nací con esta edad he sido joven como ustedes. Y como la mayoría que son jóvenes, la verdad es que tenemos adentro nuestras unas enormes ganas de cambiar las cosas, de que las cosas sean de otro modo; una enorme voluntad por transformar el mundo. Tenemos una rebeldía que es propia de la edad y que ojalá nunca muera porque esa rebeldía hizo revoluciones en el mundo. Esa rebeldía de los jóvenes un día hizo una revolución con la cultura hippie y el rock, Los Beatles, los Rolling, Joan Báez, Luis Alberto, Lito, en Argentina; Manal. Esos jóvenes, también, en otro tiempo se expresaron y terminaron con un tiempo en Francia, como lo hicieron en mayo del ’68 y salieron a las calles.
Los jóvenes siempre han sido protagonistas de la historia y siempre, que han aparecido lo han hecho para dar vuelta una página, siempre. Y eso creo que tiene que ver con que la naturaleza es sabia y pone en el alma de los jóvenes una semilla de rebeldía, que busca más igualdad, más justicia, más libertad por sobre todas las cosas.
Me imagino - porque lo padecimos todos - que los jóvenes del mundo, también los argentinos, deben haber pasado dos años horribles. Lo sé, todos pasamos dos años horribles. Días atrás hablaba con Cristina, siempre lo hablamos con Axel, a Axel en broma decimos: “che, no leímos la letra chica del contrato, nadie nos dijo que venía una pandemia”. Lo decimos en broma, pero nadie previno una pandemia y nadie vislumbró lo que esa pandemia podría generar, en las distintas sociedades, en el mundo entero y también en las economías, nadie. Pero le decía, el otro día a Cristina, que yo no tengo duda que fueron los dos peores años de mi vida, porque son años de privación. Son años que le tenés que pedir al otro no hagas, son años donde le tenés que decir al otro cuídate. Decirle al otro eso y - además quedarse al frente de la conducción de un Gobierno - es algo doloroso porque cuando fui a hacer campaña, con Pepe Mujica, en el Nacional Buenos Aires, les pedí a todos que salgan a la calle a reclamarme las cosas que yo hiciera mal y de repente les tuve que cambiar el discurso y decirles: “ahora quédense todos, en sus casas”.
A nadie le privé que me marque las cosas que hicimos mal porque a todos los escuché y los escuchó. A veces cuando oigo decir que vivimos en una autocracia y prendo la tele y voy haciendo zapping y digo qué extraña autocracia, dicen cosas horribles de los autócratas, cada uno dice lo que se le da la gana, y está bien, eso es la democracia. Y yo que - desde mi juventud hasta acá - tengo un gen que nunca se me apagó, la madurez no la apagó. Unos dicen que uno es un revolucionario, de joven y un conservador de viejo. Yo mi vocación revolucionaria, de joven, la sigo manteniendo viva (APLAUSOS), la sigo manteniendo viva.
Y por eso, la verdad reivindico cosas, que tienen que ver con las libertades humanas, con las libertades de los ciudadanos, que nunca voy a dejar de defender, nunca, nunca. Porque a mí no me pasa eso de que soy liberal en los discursos para los jóvenes, en el tiempo de la pandemia, pero propongo que el resto siga igual. Yo quiero que, el día después de la pandemia, el mundo cambie y la Argentina cambie. Hay liberales que hablan de libertades, pero son muy conservadores y - en el fondo - lo que les proponen a los chicos es que salgan y luchen con los que les dijeron que se queden en sus casas, pero cuando salgan a la calle dejen que todos siga funcionando como estaba. A esos liberales píquenle el boleto, muchachos y chicas, porque - la verdad - es que ese discurso lo conozco bien. La libertad esa es la libertad para algunos y es catástrofe y penuria para millones (APLAUSOS).
Yo lo que creo es que los jóvenes han sido protagonista, también, en la Argentina, de un proceso de cambio impresionante y que han condicionado al poder, de la Argentina, para que esos cambios se confirmen ahora que la puerta de salida está muy cerca, que todos tenemos que vacunarnos para darnos tranquilidad y poder hacer frente a la pandemia y dar por terminado un tiempo ingrato de la pandemia.
Yo les digo, ahora, les pido que, por favor, más que nunca junten todas esas fuerzas y todas esas rebeldías para poder cambiar todo lo injusto e ingrato, que nuestro país tiene. Yo se los pido, se los pido desde el corazón, pues los necesito a todos ustedes, los necesito movilizados, los necesito reclamando porque ustedes; por ahí no se dieron cuenta. “Tany”, mi hijo, me lo dice siempre, pero la diversidad y el respeto a la diversidad vino de mano de la demanda de los jóvenes y los más adultos entendieron que debíamos permitir que cada uno sea feliz a su modo. ¿Y eso quién lo enseñó? Los jóvenes, ¿cuándo cambiamos? Cuando oímos a los jóvenes (APLAUSOS).
Y el colectivo feminista, como algunos le dicen, el conjunto de mujeres que salieron a reclamar igualdad, Y justo es decirlo, hay mujeres que han dedicado su vida a esa demanda, y que hoy son mujeres adultas, pero si no hubieran salido las chicas a reclamar por esos derechos, ellas solas hubieran seguido pregonando sin la fuerza que dio el reclamo juvenil a la demanda de las mujeres. (APLAUSOS)
Cuando yo escucho decir por ahí “este es un Gobierno que encierra a la gente “, yo solo les pido que piensen, Cristina protagonizó en su primer mandato el gobierno más progresista, que más derechos amplió en la sociedad argentina, y yo siempre digo, medio en broma y medio en serio, que yo quiero ganarle a Cristina, quiero ser el Gobierno que más derechos abra para los argentinos y las argentinas. (APLAUSOS) Porque una sociedad que es libre es una sociedad que tiene muchas más posibilidades de crecer.
Yo solo les pido que entiendan que para mí, para Axel, para Daniel, que hizo un trabajo enorme con Carla, con Ginés en su momento, fue un momento muy ingrato tener que decirle a la sociedad por favor, quédense en sus casos, fue muy ingrato, y fue para todos muy difícil, para todos, lo sé, pero cada vez que lo pedíamos lo único que queríamos era garantizar vida de todos, nosotros con ese pedido lo que hacíamos era garantizarnos que sigan viviendo, era el modo que teníamos para prolongar la vida de todos, de los más jóvenes y de los más adultos. Cuando la pandemia empezó la Organización Mundial de la Salud lo primero que dijo fue “suspendan las clases”, y todo fue muy traumático para nosotros, pero lo que la Organización Mundial de la Salud era que los más chiquitos, los adolescentes también, no ponían en riesgo su vida con el contagio, pero eran vectores de contagio hacia sus mayores. Y tuvimos que parar las clases, ¿ustedes piensan que alguien disfrutó con eso?, nadie disfrutó con eso, a todos nos dolió eso, a todos nos dolió.
Yo seguí dando mis clases en la Universidad de Buenos Aires, por zoom, ¿ustedes creen que yo disfruto lo mismo una clase dada por zoom que una clase donde les veo los ojos al alumno? No es así. Solo alguien que tiene la cabeza muy dada vuelta y muy perversa puede pensar que alguien disfruta con tamaña penuria, nadie disfrutó de ese tiempo, nosotros disfrutamos de este tiempo, cuando la libertad está ahí cerca. Yo sueño que este lugar, este escenario se llene de músicos y esas plateas se llenen de gente que venga a disfrutar del arte, eso sueño, eso es la vida, eso es para mí vivir. Pero podemos estar hablando de esto porque sobrevivimos la pandemia, y sobrevivimos la pandemia porque primero nos cuidamos, porque primero fuimos solidarios con el otro, y porque después trajimos la vacuna, que algunos dijeron que era veneno, y algunos otros siguen recomendando que no reciban la vacuna, y nosotros insistimos, y nos acusan y nos acusan y nos acusan, y cuando terminan con una acusación empiezan con otra pero nosotros resistimos, resistimos porque estamos convencidos, porque sabemos que vivimos en un país injusto, porque sigo siendo joven y sigo reclamando justicia, porque sigo siendo joven y sigo reclamando libertad, porque sigo siendo joven y quiero que seamos solidarios, porque sigo siendo joven y quiero reclamar igualdad, porque sigo siendo joven y no quiero argentinos con hambre. (APLAUSOS)
Y no me voy a volver un conservador de los que usan la palabra “libertad” pero en el fondo solo piensan en tener un sistema perverso que generó tanta desigualdad como en la que vivimos. (APLAUSOS)
Nosotros ahora necesitamos que todos los jóvenes vuelvan a vivir la vida que queremos, como dijo recién Santiago, la vida que queremos, la vida que queremos es poder ir al colegio, poder encontrarse con sus afectos, poder encontrar un trabajo, por eso los planes que estamos presentando hoy, como el Plan Argentina Programa, es un proyecto que pretende capacitar a muchos jóvenes para que tengan una salida laboral, en una Argentina que tiene un potencial enorme y que tiene que ver con todo el desarrollo informático, y para eso necesitamos hacer programadores.
Y también hemos previsto, porque para nosotros el mérito sirve si las condiciones son iguales, por eso también hemos previsto que los chicos que puedan seguir estudiando en este plan puedan acceder a una computadora financiada por el Banco Nación, acercarle una computadora en este tiempo a alguien es elemental, porque la biblioteca de hoy se llama internet, porque hoy la información hay que buscarla allí, y es impensable vivir en un mundo donde la conectividad no llegue a todos, se enojan porque dije que internet es un servicio público, que se enojen, vamos a hacer un servicio público para que llegue a todos y todas las argentinas, y para que no nos estafen y nos roben con las tarifas. (APLAUSOS) Vamos a hacerlo, vamos a hacerlo, yo sé que todos ustedes anidan ese gen que quiere buscar el mismo mundo que yo busco, con más libertad.
Recién un compañero allá atrás, cuando me senté en el fondo, cuando me senté me saludó con los dedos en V, y espontáneamente levanté los dedos en V, cuando los levanté dije “uy, me deben estar transmitiendo, me van a decir que saludé con la V de la Victoria de los peronistas, es la V de la Victoria, es la V de la Vida, es la V de la Vacuna.
Gracias a todos y a todas. (APLAUSOS)