Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, desde la Quinta de Olivos, encabeza en forma virtual el lanzamiento de la ampliación del Programa Ahora 12.
Gracias a todos y todas por estar ahí. Lamento no poder acompañarlos personalmente me hubiera encantado, pero, bueno, la prudencia indica que tengo que guardar estos días de aislamiento después de mi viaje a Perú.
Hoy creo que estamos haciendo algo significativo en favor de la economía argentina. Estamos lanzando un plan que fue un plan muy exitoso en los años de Cristina, que fue el Plan Ahora 12, pero que ahora lo estamos extendiendo algunos casos hasta la posibilidad de comprar hasta en 30 cuotas. Y con quién hacemos esto, con la misma idea que nos llevo al Gobierno, con la idea que nunca claudicamos, la idea que siempre nos movilizo, la idea que siempre nos motivó. La idea básicamente de pensar que la Argentina se recupera si la Argentina se produce, si la Argentina genera trabajo y si el que trabaja tiene una posibilidad de mejorar el consumo. Es un circulo virtuoso que estamos poniendo en marcha permitiendo que mucha gente pueda acceder a bienes que necesita y que no lo pueden hacer pagando de contado y que necesita hacerlo en cuotas de modo razonable. El plan es un plan muy ambicioso, definitivamente, porque suma ahora también indumentaria, ropa, calzado. Espero que los textiles que han aumentado sus precios fuertemente no aprovechen esta oportunidad de ventas para seguir aumentando los precios. Y que piensen en la posibilidad que todos los argentinos puedan lograr acceder a una mejor indumentaria sin que eso signifique mayores precios.
Hay también una gran oportunidad para todo lo que es la línea blanca, todo eso que estamos viendo allí en esa fábrica hermosa. La posibilidad que electrodomésticos, un lavarropa, cocina, televisores comprarse ahora en 30 cuotas. Y eso me abre una gran expectativa, la posibilidad que, vuelvo a repetir, pueda haber mucho más argentinos que consuman porque consumiendo van a mover un mercado interno que se abra, que se expanda y en esa expansión van a ganar empresarios que invierten a riesgo y dan trabajo, van a ganar los que trabajan y van a ganar los que consumen. La Argentina ha pasado yo estoy seguro los dos peores años de su historia porque definitivamente a una Argentina que heredamos llenas de problemas económicos, no se los voy a recordar porque todos los sabemos, donde la deuda que habló Martín hace un rato antes sigue siendo una mochila espantosa que tenemos que cargar como sociedad y que tenemos que resolverlo, hemos resuelto en parte y queda una parte pendiente con el Fondo Monetario. Tras eso vino la pandemia que no fue un problema argentino fue problema de la humanidad entera, es un problema del mundo. Es el mundo el que ha padecido los efectos de la pandemia y nosotros tuvimos que enfrentarla en condiciones muy difíciles porque, claramente, el sistema de salud estaba virtualmente abandonado, tuvimos que no solamente crear más hospitales, hospitales modulares, sino también poner camas, respiradores ahí donde hicieron falta para que ningún argentino le faltara la atención médica que pudieron necesitar si fuera que el virus lo atacara.
Y nosotros con eso pudimos cumplir y tener la tranquilidad de que cada uno que necesito la atención sanitaria allí estuvo el Estado presente cumpliendo su parte. Lo veo ahí a mi querido Alberto Rodríguez Saá que siempre recuerda a Ramón Carrillo, y efectivamente tratamos de seguir al mejor ejemplo de Carrillo poniendo al Estado en el lugar que corresponde, llevando salud donde los argentinos nos necesitaban. Y después hubo una segunda etapa que fue la etapa de vacunación y empezamos entre los primeros países del mundo, y fuimos atacados una y otra vez, y maltratados una y otra vez haciéndole sentir a la gente que en verdad estábamos sometiéndolos a vacunas de mala calidad y espantando a la gente de la vacunación. Gracias a dios los argentinos y argentinas no escucharon eso, las voces, y fueron a vacunarse. Y hoy ya hay más del 70 por ciento de las personas entre más de 18 y más de 18 años adelante, más del 70 por ciento ya han sido vacunados. Y ahora hemos empezado la vacunación de los mejores de 18 años, de 12 a 18 años, que registran enfermedades prevalentes. Y, ¿qué es lo que buscamos? Cuanto antes vacunar a la mayor cantidad de argentinos. Ya ese 70 y pico de por ciento que tienen por lo menos una dosis ya tienen seguro un 80 por ciento de inmunidad. Y eso da cierta garantía de que, si se llegan a enfermar nuevamente o por primera vez podrán llevar la enfermedad de un modo más, más, más fácil. Pero nosotros seguimos porque sabemos que detrás de la vacunación esta esa puerta de salida de la que hablaba recién Santiago, esa puerta de salida que nos va a permitir reencontrarnos con la vida que queremos. Y, ¿qué es la vida que queremos? La vida que queremos es la vida donde volvamos a salir a trabajar donde podamos dejar de lado el barbijo, donde podamos compartir nuestros afectos, abrazar a nuestros seres queridos, compartir un asado, una comida, salir al teatro, salir al cine, ir a escuchar música, ir al fútbol, todas cosas que la pandemia nos privó de hacer. Y tambien recuperar el ritmo económico necesario para que la Argentina crezca y produzca todo lo que debe crecer y producir. En ese camino estamos.
A pesar de que han sido de los dos peores años estoy seguro de la historia de la vida argentina, por lo que nos tocó pasar como pandemia, yo tengo la alegría de haber sido acompañado por grandes gobernadores en cada provincia, lo veo allí a Sergio Uñac, a Alberto Rodríguez Saá, a mi querido Omar Perotti, lo veo al Vicegobernador, Manuel Carlos, de Córdoba, lo veo a mi amigo de siempre Juan Manzur, a Ricardo Quintela, lo veo al Gobernador de Tierra del Fuego: todos ellos estuvieron unidos al Gobierno Nacional para hacer frente a estos dos años que quedarán en nuestra memoria como una experiencia que no queremos volver a repetir, pero como una experiencia inigualable, y que nos ha enseñado cosas, nos ha enseñado la importancia que tiene el Estado a la hora de generar igualdad en sociedades que no lo son; nos ha enseñado la importancia de la Salud Pública y de la Educación Pública, temas que yo espero ya no sean objeto de discusión en esta campaña ni en ninguna otra, espero que ya no pidan cerrar los colegios y cerrar más universidades, y espero que ya no pidan cerrar más hospitales públicos, espero que hayan aprendido.
Pero lo que más espero que los argentinos hayamos aprendido es recuperar el sentido de la palabra solidaridad, porque no hay ninguna sociedad que pueda progresar y desarrollarse si no es que esté unida; no hay ninguna sociedad que pueda desarrollarse viendo como el otro esta caído y seguir caminando como si el caído no debiera levantarse.
Yo quiero pensar en esa Argentina de unidad más allá de todo lo que escriben, de todo lo que soporto cotidianamente que escriben sobre mí, sobre el Gobierno, sobre nuestros compañeros, en verdad nada añoraba más que la unidad de los argentinos. Nosotros, los que abrazamos esta causa, que es la causa del pueblo y de la gente, nada añoramos más que la unidad de nuestro pueblo, porque sabemos que así es mucho más fácil lograr los objetivos. Y yo hasta el último trabajaré insistentemente porque esa unidad se concrete, porque esa unidad sea posible, no es la unidad en el discurso único, es la unidad en la diversidad, es la unidad con miradas distintas, pero con los mismos compromisos y con los mismos objetivos. Algunos dirán ese objetivo lo logramos caminando para acá, y el otro dirá lograremos ese objetivo caminando para otro lado, pero el objetivo que no esté más en discusión, nosotros necesitamos construir una sociedad más justa, más igualitaria, más equilibrada, que dé oportunidades a todos, necesitamos construir una Argentina federal, con un norte que siga mendigando del país le preste atención, y un sur que se desarrolle por sí mismo y que deje de pedir a la Argentina central derechos que objetivamente tienen. Si no construimos ese país federal, si no ampliamos ese país en unidad, seguiremos frustrándonos una y otra vez. Yo no soy de los que piensan que Argentina es un país inviable, soy de los que piensan que la Argentina es un país maravilloso. Yo no creo que existan provincias inviables, existen provincias maravillosas a la que la historia no les ha dado la oportunidad de ser lo que objetivamente pueden ser. Yo no soy de los que creen que en la Argentina sobran veinte millones de argentinos, yo creo que en la Argentina hacen falta todos los argentinos, y necesitamos construir un país que a todos los argentinos los ampare.
Eso lo vamos a hacer con la vacuna, que nos va a dar la tranquilidad de que un virus, mientras siga circulando, porque va a seguir circulando, dicen los especialistas, por mucho tiempo más, que su circulación no nos frene, que su circulación nos deje seguir andando, en unidad, para construir el país que nos merecemos, de una vez y para siempre.
Gracias, los abrazo, gracias por la oportunidad de participar, aunque sea a la distancia. (APLAUSOS)