Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, por la promulgación de la Ley 27.636 de promoción de acceso al empleo formal para personas travestis, transexuales y transgénero, en el Museo Casa Rosada
Buen día, buen día a todos, a todas y a todes también, hoy más que nunca. Gracias por estar acá.
Mientras nos organizamos en el despacho con Elizabeth, con Alba, y que hablamos un poco de cómo transcurren estas cosas, estos momentos, que son momentos de lo personal muy lindos, muy gratificantes, pero que son momentos únicos para la vida de muchas personas, únicos. Le contaba a Elizabeth que yo tuve una gran maestra en estos temas, Vilma. Me acuerdo que estábamos en la campaña donde Vilma era nuestra candidata a diputada, y hacía campaña con la Ley de Matrimonio Igualitario que en ese momento era casi tabú entre nosotros, y un día con criterio de Jefe de Campaña, le dije Vilma tenemos que hablar mucho del matrimonio igualitario, y me contestó, porque le dije “finalmente le estás hablando a una minoría”, y me contestó “las minorías sólo tienen derechos si las mayorías le dan los derechos”. Ella no se debe acordar esa frase, para mí me definió todo, me definió todo, porque si no está la decisión de las mayorías de igualar a todo es imposible igualar a todos, porque precisamente los que son minorías no tienen la fuerza, para pedir esa igualdad, no tienen esa fuerza.
Y la verdad que yo celebré y siempre lo recuerdo que aquel primer Gobierno de Cristina fue un Gobierno maravilloso, fue el Gobierno más progresista que ha tenido la democracia a la hora de otorgar derechos, de ampliar derechos. Son los años de la Asignación Universal por Hijo, del Matrimonio Igualitario, de la Muerte Digna, del Código Civil que resuelve muchas cuestiones vinculares, y fue tremendo lo que se avanzó en esos años, pero soy consciente de todo lo que falta avanzar, y la verdad quisiera ganarle a Cristina y que mi Gobierno sea más progresista que el de ella, y de más derechos que los que dio ella. Ahora, desde que llegamos con Elizabeth, con Vilma, nos pusimos una agenda de ampliación de derechos, y si ustedes hacen memoria a lo largo de toda la campaña yo repetía una y otra vez que la mejor Argentina es la Argentina que daba derechos y la peor era Argentina es la Argentina que quita derechos. Porque hay también una Argentina que quienes creen que dar derechos es un problema, porque creen que rompen status quo, creen que es mejor un país con derechos para algunos, y no se dan cuenta que con esas lógicas también están activando la cultura del descarte, ya no por cuestiones económicas, sino por cuestiones culturales, morales, éticas, no sé cuáles, per están generando descarte en la sociedad. Y una sociedad que descarta a su gente es una horrible sociedad, es casi pensar en el descarte en una sociedad es una contradicción. La sociedad ampara, nos une, nos vincula, no nos separa, no hace que unos puedan acceder a lo que otros no pueden acceder.
Y desde ese día, con esa certeza y con aquella frase que me quedó de Vilma dando vuelta, ella no se debe acordar, pero desde ese día yo me di cuenta que si somos mayoría tenemos que darle todos los derechos que los que no son mayoría no pueden lograr, y que de ese modo sí vamos a hacer una mejor sociedad. Y entonces, me preocupé por el tema y la verdad es que lo hao con gusto, para mí son momentos insisto muy gratificantes, momentos como estamos viviendo hoy. Entonces, pudimos avanzar con la Ley del Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, pudimos legalizarlo, parecía una cosa muy difícil y pudimos hacerlo, y lo hicimos en el Congreso también, donde hubo un debate, donde se respetó el debate, donde se tuvieron distintas posturas y finalmente se lograron consensos mayoritarios que permitieron que la ley sea sancionada, y que finalmente nosotros podamos promulgarla.
Cuando la pandemia empezó en Argentina, y en esos días yo, siguiendo el consejo que a todos y a todas les daba, me quedaba trabajando en Olivos, una tarde viene Elizabeth y me dice “escuchame, tenemos que empezar a ver de qué modo nosotros favorecemos el acceso de la comunidad trans a la formalidad del empleo”, porque en verdad sino la estamos condenando siempre a una marginalidad. Y le dije “sí, es muy cierto eso, eso tenemos que resolverlo”. ‘Eli’ me hablaba de la necesidad de la ley, y yo le dije hagamos la ley, pero empecemos nosotros, si el Poder Ejecutivo puede resolver esto disponiendo que tiene que ingresar al sector público personas de la comunidad trans, y eso va a ser un impulso para que los demás poderes del Estado se sumen y lo hicimos. La verdad que fue re fácil hacerlo, fue re fácil hacerlo. Y llegó la Ley, y la Ley tuvo ese resultado del que hablaba recién Elizabeth, una ley muy importante porque lo que hizo fue ampliar derechos, y cada vez que en Argentina ampliamos derechos somos una mejor sociedad, somos una mejor comunidad. Y yo debo reconocer que en el año y medio de pandemia que llevamos el Congreso trabajó muchísimo, sacó muchísimas leyes y sacó leyes tan importantes como esta.
Días atrás, cuando recordábamos a los que nos dejaron en la pandemia, en una parte de mis palabras, yo hice lo que siempre hago que es llamar a que estemos juntos y que estemos unidos, a que no nos separemos más, desde ya tanta división nos complota contra nuestro futuro. Y planteé la necesidad de sostener, crear, revitalizar, darle fuerza a una democracia donde la diversidad exista, inexorablemente en una democracia la diversidad debe existir, pero dentro de la diversidad tiene que haber puntos de encuentros que nos unan. Uno de esos puntos de encuentros es dejar de marginar al otro, uno de esos puntos de encuentro es terminar con la cultura del descarte, uno de esos puntos de encuentro es entender que, como enseñó Vilma, las minorías tienen derechos y las mayorías deben reconocerles esos derechos. Así que, si todos entendemos eso y el resultado del Congreso parece que no soy solo el que piensa eso y eso me alienta, lo que nosotros debemos hacer es trabajar todos los días un poco más para que no haga falta una Ley que diga que en la administración del Estado debe haber un cupo de personas trans, porque nunca vi una Ley que diga que tiene que haber un cupo de hombres o un cupo de mujeres. En el Estado trabajan personas con la identidad de cada una de ellas y lo que tenemos que hacer es respetar y convivir la identidad de cada una de esas personas. Eso debemos hacer y yo espero que muy pronto no haga más falta dictar leyes de este tipo, ni normas de este tipo. Las dictamos porque estamos confrontando contra una cultura que viene de mucho tiempo, que le cuesta aceptar, pero estamos decididos a que acepten, estamos decididos a que se terminen cualquier tipo de discriminación en la Argentina.
Y como le dije recién a Elizabeth aprovechemos que estamos nosotros ahora que estamos convencidos de esto y hagamos rápido todo lo que tengamos que hacer para que no haya más leyes en el futuro y esto se vuelva una regla de convivencia, simplemente, simplemente. Así es que, con estas palabras, con la alegría que me da esto que estamos haciendo, pidiéndoles a los empresarios que también colaboren con todo esto y que participen, que se sumen, desde el Estado vamos a impulsar y vamos a promover que lo hagan, que sumen personas trans a sus cuerpos de trabajo, a su fuerza laboral. Pedirles a todos mis ministros que, en ese listado, en ese registro donde hay alrededor de 4 mil personas, vayan y busquen allí y sumemos a esas personas a la formalidad de ser parte de una sociedad, que tengan allí la posibilidad de encontrar un futuro, es lo mejor que podemos hacer por nosotros, no por los otros, por nosotros, porque vamos a ser parte integrantes de una sociedad mejor.
Felicitaciones a las que trabajan todos los días por esto, y gracias a todos y todas. (APLAUSOS)