Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández - por videoconferencia - en el Foro Generación Igualdad, desde la Residencia de Olivos.
Muy buenos días a todos y a todas, desde aquí, desde Buenos Aires; querido Presidente Emmanuel Macron; estimados Jefes de Estado y estimadas Jefas de Estado; altas autoridades nacionales; representantes de organismos internacionales y de la sociedad civil, señoras y señores: tengo el honor de participar - en mi carácter de Presidente de la República Argentina - que es también parte de nuestra Patria Grande, la América del Sur, en este encuentro del Foro Generación Igualdad.
En primer término, quiero felicitar el destacado trabajo de Francia, México y ONU Mujeres por el modo cómo han llevado adelante para la realización del Foro Generación Igualdad.
Lamento – mi querido amigo Emmanuel - no poder compartir con ustedes este evento de modo presencial. En las últimas semanas la situación sanitaria, en la Argentina y en la región, se ha visto perjudicada por una nueva ola de COVID-19 y esta situación hizo imposible, que pudiera realizar este viaje, que tanto deseaba hacer.
La clausura de este Foro coincide, con los 26 años, de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y la adopción de la Declaración y Plataforma de Beijing, hechos que - a mi juicio - marcaron un hito en la historia de las luchas por el reconocimiento y la ampliación de derechos de las mujeres.
Veintiséis años después, la agenda de esa histórica Conferencia sigue vigente. Todavía existen – hoy - sólidos núcleos de exclusión y desigualdad, que afectan, sobre todo, a las mujeres y diversidades, que se encuentran, en situación de mayor vulnerabilidad. Me refiero, por sobre todas las cosas, a las mujeres en situación de pobreza, a las migrantes, a las indígenas, y a las personas discriminadas, por su orientación sexual o expresión de género. Sabemos que la desigualdad y la discriminación sólo traen penurias e injusticia y que esta situación se ha agravado, en el contexto de esta crisis sanitaria, que actualmente, provoca la pandemia del COVID-19.
Quienes tenemos la responsabilidad de gobernar debemos hacernos cargo de estas demandas; el dolor de las personas que se ven privadas de derechos y que sufren discriminación debe interpelarnos. Por ello es necesario adoptar políticas públicas contundentes, encaminadas a erradicar los patrones de desigualdad estructural; a reorganizar la vida social, de nuestros pueblos, apuntando a relaciones humanas más justas e igualitarias, sin opresión ni discriminación por clase, nacionalidad, etnia o género. Desde Argentina tenemos claro, que ese es el camino a seguir.
Una de mis primeras decisiones - al asumir el Gobierno, en diciembre de 2019 - fue jerarquizar este debate y posicionarlo en un lugar preponderante, de la agenda pública. Y por eso creé el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, cuya Ministra está aquí presente y me acompaña en este Foro.
Sabemos que las desigualdades exceden las fronteras geográficas y, por lo tanto, exigen respuestas colectivas. Por eso nos comprometemos activamente con iniciativas, como el Foro Generación Igualdad.
Desde mi Gobierno, el Gobierno argentino nos sumamos a este Foro y hemos asumido el liderazgo de la Coalición sobre Autonomía Corporal, Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos. La estrategia, en este caso, es la participación en la construcción de nuevos consensos y la voluntad de compartir - en forma colectiva - la experiencia argentina, vinculada con la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito y por la inclusión e igualdad de derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans.
Me enorgullece decir que, con la sanción de la Ley de Legalización del Aborto, el Estado Argentino asumió la responsabilidad de legislar y proteger con políticas públicas, la salud y la vida de las mujeres y de personas con otras identidades de género, con capacidad de gestar.
Esta ley nos va asegurar, que nunca más, en nuestro país, una mujer o persona con capacidad de gestar ponga en riesgo su vida o su salud, en ocasión de un aborto clandestino, y también va a significar una enorme transformación cultural, en términos de autonomía.
A la par, hemos sancionado una ley de Atención y Cuidado Integral de la Salud, durante el Embarazo y la Primera Infancia, que amplía en beneficios y derechos, y garantiza la atención de la salud a las mujeres, en la etapa del embarazo, y a los niños y niñas, en los primeros años de vida.
Para finalizar, quiero compartir con ustedes los compromisos, que el Estado argentino, decidió asumir, en este Foro, en materia de derechos sexuales y reproductivos. Estos compromisos, que estamos comprometidos con ellos apuntan a asegurar una educación sexual integral, en todo el territorio nacional, teniendo en cuenta los estándares de derechos humanos, género y diversidad, con un enfoque inter-seccional e intercultural.
También nos proponemos garantizar el efectivo acceso universal, legal y gratuito al aborto y a la atención post aborto. Y en esta línea, asumimos la tarea de fomentar, apoyar y participar en la promoción de la autonomía corporal y la salud y los derechos sexuales y reproductivos de niñas, adolescentes, mujeres, personas transgéneros y no binarias, en el marco de los distintos foros internacionales y regionales, de los que Argentina es parte.
Por lo demás, debo anunciar - en esta instancia - que el Estado argentino ha decidido integrar y co liderar la Alianza Global de Cuidados - junto al gobierno de México - para la promoción de sistemas integrales de cuidados y así construir verdaderas sociedades de cuidado más inclusivas y menos desiguales.
En definitiva, hemos asumido compromisos valiosos, que apuntan a reafirmar las políticas locales y a fortalecer la agenda internacional de derechos sexuales y reproductivos.
Creo yo que este foro es un punto de partida ambicioso, y espero que sea la plataforma para seguir trabajando, en conjunto, para garantizar más igualdad y más derechos.
Desde Buenos Aires, muchas gracias.