Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el XLVIII° Congreso Nacional Bancario
Buenas tardes a todos y a todas, gracias por estar ahí, gracias Sergio por invitarme, de verdad gracias, para mí es un honor que me hagan partícipe de un Congreso de hombres y mujeres que trabajan en un sindicato tan importante, como es la bancaria. Acá con Axel ya casi nos sentimos congresales, así que somos congresales con derecho a oír, no con derecho a votar y está muy bien, pero me han dado el privilegio también de participar de la paritaria y el acuerdo paritario que acaban de subscribir y que pude yo estampar mi firma como testigo del encuentro entre el sector de banqueros y el sector de los bancarios. Y eso me pone contento, me hace feliz, porque eso va impulsando algo que a nosotros nos preocupa mucho, que es que los trabajadores y las trabajadoras, y cada argentino y cada argentina, en Argentina, tenga más derechos. Eso es lo que más me importa. Lo que más me importa es que el sueldo de los trabajadores no se retrase respecto de la inflación, y le ganen, porque ya se retrasaron muchos años. Y por lo tanto, que podamos ir corrigiendo dentro de todas las dificultades que tenemos esa realidad, a mí me da una enorme tranquilidad, una enorme tranquilidad.
Bien decía Sergio en su discurso, y bien también lo dijo Axel, y lo hablamos siempre con Axel. Con Axel nos reímos y decimos “la próxima vez que nos digan de ser candidato, leamos la letra chica, porque nadie nos había avisado que íbamos a tener que enfrentar a una pandemia”. Pero la verdad es que nosotros llegamos el 10 de diciembre con un ímpetu enorme, por tratar de poner de pe a una Argentina que estaba caía, estaba muy golpeada, y no nos tenemos que olvidar de eso, no nos tenemos que olvidar, y en un proceso electoral como el que se viene, no nos tenemos que olvidar. Porque a esos años no solamente se endeudó a la Argentina del modo irresponsable que se endeudó, y nadie puede decir que “bueno, pero yo avisé que esto podía pasar, le dije a mi gente que tengan cuidado porque esto iba a pasar”, porque lo que yo sí recuerdo es que él nos recomendaba en inglés, hablando en Nueva York, que nos enamoremos de Christine Lagarde, eso sí me acuerdo. Y en ese momento, estaba poniendo a la Argentina de rodillas frente a un crédito que nunca íbamos a poder pagar, que él lo sabía, también lo sabían las que eran las autoridades de Fondo, y mal que les pese ellos son directos responsables de lo que han hecho. Axel, el otro día, destacaba un dato, que vale pena traer a colación, para que se den cuenta de lo que fueron capaces de hacer. El Fondo Monetario Internacional, después de la tragedia de la pandemia, ha dispuesto ir a socorrer al mundo, a todo el mundo, a todo el planeta. Ha destinado para eso 50 mil millones de dólares, pero para la Argentina de Macri destinó 57 mil millones de dólares. Dense cuenta ustedes el despropósito que fue ese crédito, para que ahora vengan a decirnos graciosamente, “yo avisé que era difícil tomar eso”. Por favor, por favor, nos hicieron durante cuatro años un daño incalculable, que la pandemia y la tragedia de la pandemia hace que mucho de nosotros dejemos a un segundo plano, porque otras urgencias vienen a reclamarnos acciones, pero que no es bueno olvidar nada eso. No es bueno olvidarse que tuvimos una gobernadora en Buenos Aires, que se jactaba de no abrir hospitales, y que decía que abríamos universidades para gente pobre que nunca iba a poder llegar a esas universidades. Y no es bueno olvidarse que había un Ministro del Interior que dejó sin inaugurar 15 mil casas, que los argentinos necesitaban, porque no quería que un argentino pudiera pensar que le debía esa casa a la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, porque todos ellos vuelven de las cenizas, abusando a la tragedia que estamos viviendo y dejando de lado lo que fueron capaces de hacer.
Fuimos con Axel el otro día a inaugurar un tramo muy largo de la Ruta 7, cerca de Junín y de Chacabuco. En el tiempo nuestro, hicimos el doble de esa Ruta, de lo que hicieron ellos en cuatro años, pero si fueron al mismo puente donde fuimos nosotros y el Presidente se jactaba de golpear el asfalto y decir “esto es la realidad”. Eso era mentir, eso era mentira, no lo estaban haciendo. Esa es la realidad que nos toca. Nosotros venimos con toda la ilusión de poner a la Argentina de pie, y de repente la pandemia nos sorprendió. No esperábamos que eso pudiera ocurrir, no ocurrió en la Argentina, ocurrió en el mundo. La pandemia no hizo víctima a la Argentina, hizo víctima al mundo. Ahora, a la Argentina le era mucho más difícil poder enfrentar a la pandemia, ¿por qué? Habían cerrado el Ministerio de Salud, dejaban vencer las vacunas, volvió el sarampión entre nosotros que era una enfermedad que estaba erradicada. Al Ministerio de Salud lo hicieron desaparecer de un plumazo, al Ministerio de Ciencia y Tecnología lo hicieron desaparecer de un plumazo, le quitaron recursos a la salud, le quitaron recursos a la educación. Yo no sé cómo pasó, pero ahora de repente vienen a explicarnos a nosotros cómo tenemos que hacer para atender la salud. Están preocupadísimos por la educación de nuestros chicos, cuando fuimos nosotros los que siempre en cada momento de nuestra historia levantamos la bandera de la educación pública y de la salud pública. Yo entiendo que la tragedia de la pandemia nos tiene a todos preocupados en atender la crisis que la pandemia genera, pero por favor no olvidemos el lugar de donde partimos, no lo olvidemos, no lo olvidemos porque los responsables tienen nombre y apellido, están en los canales de televisión dando cátedra de lo que ellos no supieron hacer en su momento.
El otro día, para mi asombro, lo escuchaba al expresidente en un programa en Córdoba decir “el presidente Fernández no entiendo cómo es esto del Fondo, no debe negociar así, ¿cómo le va a pedir al Fondo que baje las tasas de interés? ¿Cómo le pide al Fondo que le dé más plazo?”. Mire, Macri, yo hago eso porque yo defiendo a los argentinos, usted se olvidó de los argentinos y los metió en un problema enorme del que todavía no podemos salir. Y todos esperaban que caigamos en default con el Club de París, y fuimos y negociamos con el Club de París, le planteamos que teníamos que necesitar tiempo, para poder encontrar una salida que no lastime más a los argentinos y lo logramos, y lo logramos, y no bajamos ninguna de nuestras banderas, y siguiendo negociando con el Fondo, y le seguimos pidiendo al Fondo que revise esas sobretasas que nos están cobrando, porque le dieron un crédito alguien que sabían que nunca iba a poder pagarlo. Y seguimos negociando con el Fondo, pidiéndole que nos dé más tiempo, porque necesitamos más tiempo para recuperarnos, porque nosotros estamos saliendo de la pandemia, pero todavía no logramos salir del todo de la tragedia que significaron los cuatro años que nos precedieron en la gestión.
A pesar de todo, este año y medio fue un año y medio dificilísimo, donde nunca bajamos los brazos, donde siempre privilegiamos la salud de nuestra gente ante cualquier otra cosa, donde sabíamos que habíamos recibido 36 por ciento de argentinos en situación pobreza, y fuimos a auxiliarlos y ponerlos al lado de ellos cada vez que nos necesitaron. Y no le pedí a ningún dirigente gremial, a nadie le pedí que hagan ajustes, que soporten menos escalas salariales, a nadie le pedí semejante cosa. Y en el medio por ahí nos dimos cuenta, pero gran parte de lo que prometimos en campaña lo cumplimos, porque hoy ningún jubilado paga sus medicamentos como dijimos que íbamos a hacer en campa. Y ahí tengo al Presidente del Banco Nación y el Presidente del Banco Provincia, y ninguno de ellos hoy está dando créditos a tasas del 98 por ciento o el 100 por ciento, y eso lo cumplimos. Y hoy el dinero de nuestros bancos públicos vuelven poner de pie a la pequeña y mediana empresa, al pequeño y mediano comerciante, al argentino y a la argentina que confían en poder salir adelante y recurre a su banco público para que lo auxilie. No está al servicio del Estado comprando lebacs, están al servicio de nuestra gente que para eso es la banca pública. Y también en el medio, dijimos la Argentina de los tarifazos se acabó, la Argentina donde un jubilado tenía que elegir entre pagar la luz o comprar medicamentos, se acabó, y lo cumplimos, y la Argentina de los tarifazos se terminó en la Argentina. Y también dijimos vamos a ampliar derechos y que la mujer tenga el derecho a interrumpir su embarazo si lo cree, o a tener a su hijo si lo cree, y aprobamos la Ley del Aborto y aprobamos la Ley de los Mil Días para darle a la mujer toda la libertad de decir qué quiere hacer con su vida, y lo hicimos en medio de la pandemia.
Nosotros no nos detuvimos en ningún momento, salieron a la calle con carteles que decían “queremos libertad”, y yo me pregunto, ¿quién ha restringido la libertad? Pongan los canales de información y vean las cosas que se dicen, agarren un domingo cualquier dado y lean las cosas que se escriben. Estamos en un país donde graciosamente se acusa de coimero al que tiene que comprar vacunas para los argentinos y se acusa de envenenador al que consigue las vacunas, y cuando el envenenador consigue las vacunas, le reclaman la segunda dosis del veneno, en ese país vivimos y dicen que no tienen libertad, en ese país vivimos y dicen que no tienen libertad. Mire, la libertad bien entendida es la libertad de respetarnos, de que cada uno piense como quiere y yo no voy a hacer nada para que alguien deje de expresarse y de pensar como le vengan ganas, pero lo que sí voy a exigir es que nos respetemos y que fundamentalmente respetemos a nuestra gente, a los hombres y mujeres, a los niños y a las niñas, que viven en Argentina y dejemos de contaminarlos con mentiras. Cuánta gente a creído que la vacuna es dañina y todavía no se inoculó la vacuna por temor a eso, y esa gente está corriendo un riesgo enorme, y quién paga por eso, quién se hace responsable de eso. Nos dijeron no consiguen vacunas, fuimos de los primeros países que empezamos a vacunar en el mundo y hoy estamos entre los países, entre los primeros 20 países que más vacunas ha suministrado a du gente, y somos de los pocos países que producen vacunas y dijeron que no teníamos ningún plan, que no teníamos ningún proyecto lo dicen una y otra vez. Tenemos un plan es cuidar a los argentinos, tenemos un proyecto es que vuelva el trabajo en Argentina, tenemos una decisión que es poner a la Argentina de pie, tenemos la convicción de que no vamos a temer frente a nadie en lograr esos objetivos. Nosotros tenemos un plan, lo que pasa es que a ellos no les gusta nuestro plan porque el plan que les gusta a ellos es ajustar, es que echemos a la gente que sobra, a todo el que sobra en una empresa echémoslo, la primera variante del ajuste es el trabajo de la gente, los mandan a la informalidad que los llaman emprendedores ahora, como bien decía Sergio, pero en verdad es quitarles los derechos que tienen hoy de contar con una obra social, de contar jubilación, les quitan todos esos derechos. Nosotros tenemos un plan distinto, es un plan donde lo que más buscamos es que haya más derechos para los argentinos y las argentinas.
Ahí escuchaba, hoy a la mañana, que había una fuerte presión sobre mí, que hasta acá no he sentido, por una Ley que aprobó el Congreso disponiendo que en los medios de comunicación se debe respetar la paridad de género y dicen que me están presionando para que vete esa norma. No pierdan el tiempo, no pienso vetar nada que signifique más igualdad y más derechos para argentinos y argentinas. Y lo digo por convicción, estoy absolutamente convencido que es lo que debemos hacer. Y estoy seguro que en los días venideros vamos a profundizar a una velocidad de vacunación que hoy tenemos y vamos a vacunar con la mayor velocidad al mayor número de argentinos que podamos. Y estamos trabajando en ese sentido, es nuestra mayor preocupación, porque la vacuna es la puerta que nos abre el camino hacia el futuro, y el futuro lo vamos a construir, porque nos pusimos de pie pese a cuatros años de desgobierno que vivimos antes de la pandemia y nos vamos a poner de pie porque vamos a vencer a la pandemia todos y todas, unidos, sin distención nos merecemos otro país de una vez y para siempre.
Así que les agradezco de corazón que me hayan hecho participar de esta reunión, los felicito. Gracias Sergio y cuenten conmigo siempre. Muchas gracias a todos y todas (APLAUSOS).