Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, por la capitalización de la empresa IMPSA, en Godoy Cruz, provincia de Mendoza
Buenas tardes, gracias a todos y todas por estar aquí. Gracias querido Gobernador, gracias Julio, gracias querida Anabel por estar acá, gracias Vicegobernador, gracias intendentes e intendentas, gracias ministros que me acompañaron, gracias Juan Caros, gracias Antonio querido, gracias a todos los trabajadores y trabajadoras de IMPSA.
Es un día singular para mí, debo confesor, porque a lo largo de mi vida muchas veces me he cruzado con IMPSA. Le contaba a Anabel en el avión que yo era superintendente de seguros, allá por los años, cuando empezaba la década del 2000, y había una empresa de seguros del Grupo Pescarmona, y vine a visitar la empresa de seguros,
y me dijeron no querés conocer IMPSA. Y volví impresionado por lo que era IMPSA, no sabía que existía una empresa, en aquel entonces, con semejante desarrollo tecnológico. Me acuerdo que me impresionó mucho que me llevaron a ver cómo fabricaban una enorme pieza de acero macizo, y veía cómo se iba limando esa pieza, que iba cortando como tajadas de un fiambre el acero macizo, y yo no podía entender, desde mi lógica de abogado, que la mente humana hubiera sido capaz de haber desarrollado semejante tecnología. Y volví muy impresionado a Buenos Aires, y durante años conté lo que había visto aquí en IMPSA.
Llegué a ser Jefe de Gabinete y un día me visitaron los que eran dueños de IMPSA, y me dijeron “tenemos la idea de desarrollar energía eólica”, y me mostraron los primeros modelos de molino que estaban pensando desarrollar, y en un viaje que hice por aquel entonces me mostraron las aspas de los molinos, que no podía creer por la dimensión que tenían, que nunca imaginé que tuvieran esa dimensión, que eso se hiciera aquí en Argentina. Después viajé al exterior y pude participar de la puesta en marcha de alguna de las empresas, en este caso hidroeléctricas, donde las turbinas eran componentes de esas centrales hidroeléctricas construidas por industrias metalúrgicas Pescarmona SA.
Pasaron los años, me convertí en Presidente y ya IMPSA no me llegó con la alegría de todos esos años, me llegó como un problema y un problema muy serio, porque la realidad es que estaba en jaque aquella empresa que había desarrollado una tecnología increíble, que a mí me había impresionado veinte años antes y que repentinamente había entrado en una crisis muy profunda, y la disyuntiva era cómo salvarla. Anabel me llamaba permanentemente preocupada, porque era una empresa de su provincia que ella así sentía.
Con lo cual, ver hoy a IMPSA, recuperándose, poniéndose de pie, habiendo podido sobrellevar adelante una deuda que la agobiaba. Con Martín veníamos hablando en el avión y veíamos las similitudes de lo que le pasaba a IMPSA y de lo que le pasaba a la Argentina. Cómo poder ordenar una deuda, piensen en IMPSA como el país, altamente endeudada, con tasas del 9,5 por ciento que había que pagar, que para poder encontrar una solución había que reducir esas tasas, y había que también conseguir una espera de los acreedores, que además había que pedirles una quita. Que IMPSA esté hoy aquí en pie es el esfuerzo conjunto de todo eso, de quienes cedieron como acreedores, de los que apoyaron como el gobierno de Mendoza, y como el Gobierno Nacional, para que esta empresa se mantenga en pie y vuelva a funcionar. Y también la fortaleza de quienes tuvieron que asumir el desafío de enfrentar a los, a plantearles la cruda realidad, la verdad la fortaleza de poder hacer lo que a diario hacemos con Martín, que es enfrentar a esos acreedores y decirles “esto no podemos pagarlo, estas tasas son imposibles a tener” y en algunos casos pedirle, cómo hicimos con los acreedores privados, “esto no lo van a poder cobrar” y así logramos un ahorro, al cabo de 10 años de la Argentina, de 30 mil millones de dólares.
El ejemplo de IMPSA bien sirve porque puede ser un ejemplo, solo que de algún modo genere un paralelo en el análisis de lo que le pasa a la Argentina y lo que le pasó a la Argentina. Y como bien dice el Gobernador, que IMPSA la verdad que hoy se mantenga en pie, en funcionamiento y emprendiendo una nueva etapa, es en esencia el resultado del esfuerzo de toda la Argentina, porque el dinero que se invierte desde el Estado Nacional es dinero de toda la Argentina, apostando a una empresa que se desarrolló en Mendoza, donde hay 720 trabajadores mendocinos, pero que queremos que vuelva a tener los 1.300 trabajadores que alguna vez tuvo, y que vuelva a crecer su plantel, y que se vuelva pujante, y que vuelva a recuperar los negocios y mercados que ha perdido. Y es el esfuerzo de todo un país para levantar esta empresa, radicada en Mendoza, porque Mendoza es Argentina también, y porque si hay un problema en Mendoza hay un problema en la Argentina, y si Mendoza tiene una necesidad la Argentina tiene que atender esa necesidad. Es lo que hemos hecho siempre y es lo que seguimos haciendo. Y en ese encuentro de mantener en pie, una empresa emblemática de alta capacidad tecnológica, que es IMPSA, en esa alegría que me causa abrazar a los que trabajan aquí y verlos contentos, y supongo que hace un año atrás la cara era de más angustia, no de la felicidad que tienen hoy y de tener asegurada y sentir que tiene asegurado su fuente de trabajo. La verdad todo eso es el esfuerzo de todos, de todos. Y es tan importante que eso lo tengamos en cuenta, porque bien dijo el Gobernador, la verdad, terminan todos los días creando distancias entre nosotros y a veces por esa distancia la gente padece. Y lo que no hay derecho es que la distancia que algunos llaman grieta, postergue el desarrollo y el futuro de la mujer. Y cuando todos tenemos claros que lo que estamos haciendo es en favor de una comunidad, en este caso a favor de la Argentina, porque perder una empresa de la talla de IMPSA era una enorme pérdida para toda la Argentina, no era una perdida para Mendoza, era una enorme pérdida para toda la Argentina. Si nosotros entendemos eso de una vez por todas todo va a ser más fácil, si aprendemos a respetarnos en la diversidad todo será más fácil, si aprendemos a construir juntos en la diversidad todo será más fácil. Esto es lo que paso aquí en IMPSA y es un buen modelo que tomemos para darnos cuenta de que con el esfuerzo de todos podemos hacer un país diferente, y podemos sobrellevar la pandemia como lo estamos haciendo enfrentando un virus maligno, dañino, que se lleva la salud y la vida de la gente, pero sin descuidar la necesidad de que la Argentina siga creciendo y desarrollándose con más igualdad y justicia social.
Muchas gracias a todos. Felicitaciones a IMPSA, felicitaciones a los trabajadores y a las trabajadoras. Y, bueno, felicidades también a Mendoza porque ha recuperado una empresa emblemática, para la provincia y para la Argentina. Muchas gracias. (APLAUSOS)