Anuncio del presidente de la Nación, Alberto Fernández, de un nuevo programa de asistencia social y económica, en el Consejo Federal Argentina contra el Hambre, desde el Museo de la Casa Rosada
Muy bien muchas gracias a todos y todas por estar aquí, aunque sea en la distancia, gracias a quienes me precedieron en la palabra, que fueron muy enriquecedoras; gracias querida Estela, valoro tanto tu acompañamiento y tu compromiso: estamos viendo un momento muy singular en la Argentina, la Argentina está viviendo el momento singular, que vive el mundo, que es el momento de la pandemia. La pandemia, de verdad, nos asota de un modo impiadoso, avanza sobre nosotros sin advertirnos y cuando los cuidados aparecen y frente al riesgo el virus encuentra la pasividad de los que gobiernan lo que termina pasando es que el aumento de los contagios es exponencial, complica a la salud de muchos argentinos y – lamentablemente – mata a muchos argentinos.
Y además todo esto ocurre, en un contexto difícil para la Argentina, porque cuando nosotros llegamos al Gobierno, la cruel realidad es que recibimos un país con una pobreza tremenda y un 53 por ciento de inflación, que había visto caer a 23.000 medianas y pequeñas empresas y así había visto deteriorar el trabajo registrado. Y vimos, en esos años, yo escuchaba a mi querido “Gringo” Castro, que siempre tan cerca de los que más lo necesitan, como en esos años se prepararon para ver cómo sobrellevar semejante paliza a los sectores más empobrecidos, de la Argentina, y cómo se organizaron para crear eso, que él llama trabajar sin patrones, y que otros llamamos economía popular, como se dieron fuerzas a sí mismos para poder sobrellevar semejante crisis. Y cuando nos hicimos cargo – con la ilusión de que todo podía ser más simple –y a muchos de ustedes los vi, en aquellas primeras reuniones, en la Mesa contra el Hambre, la verdad es que apareció la pandemia y todo se hizo más complicado, todo se hizo más difícil.
Nosotros, a pesar de eso no cedimos, en la lucha contra el hambre, pero la pandemia fue más dura con nosotros y les complicó las posibilidades de vida a muchos argentinos, a los que les fue difícil llegar a sus lugares de trabajo y se quedaron sin trabajo porque el restaurante, el bar – donde trabajaban – dejo de trabajar. Estas son realidades, que pasan en todo el mundo y también – lamentablemente – pasan, en la Argentina, pero en ese contexto nosotros nunca bajamos los brazos contra el hambre. Nada me preocupa más que el hambre, de los argentinos, y más me preocupa cuando veo que los chicos y las chicas, menores de 14 años, 6 de cada 10 de ellos están bajo la línea de pobreza. Siempre me acuerdo de alguien, que dijo, en aquella Reunión contra el Hambre, que comer es mejor que pasar hambre, pero comer no es alimentarse. Alimentarse es otra cosa, es poder darle al cuerpo los nutrientes adecuados, la comida adecuada.
Y a mí me preocupa mucho, que tengamos semejantes niveles de pobreza, entre los chicos y chicas, entre nuestros niños y niñas, porque en esa edad, es donde se está formando el hombre y la mujer del futuro y el hambre, que padecen esos chicos se va a ver reflejado, el día de mañana, en muchos aspectos de la vida de esos chicos y de esas chicas, que muchas veces va a ver afectada, inclusive su capacidad cognoscitiva, por no haber recibido, en tiempo y forma, durante la niñez, la alimentación adecuada.
Nosotros – decía yo – siempre nos preocupamos, en este tiempo por ver cómo atender la situación de los que peor están. Primero, los últimos; lo dije el 10 de diciembre, cuando asumí y sigo creyendo exactamente lo mismo. Llegamos, pusimos en marcha la Mesa contra el Hambre; pusimos en marcha la Tarjeta Alimentar; con Fernanda Raverta, desde la ANSES, nos hemos preocupado porque siempre la Asignación Universal por Hijo funcione, crezca, llegue a más personas. Nos preocupamos porque nuestros jubilados no vean caer sus ingresos; nos preocupamos por combatir la pobreza como único modo posible de hacer sustentable una sociedad que quiere crecer.
Y de repente ocurrió lo que siempre ocurre, que hay una economía que crece y que efectivamente lo ha contado Matías, lo ha contado Martín, una economía que crece y cada vez que nuestra economía crece empieza la disputa de ver quién se lleva la mayor tajada, la puja por ver quién se lleva la mayor tajada y ahí es donde a uno lo apena mucho ver lo que pasa, porque yo celebro, no saben lo que celebro que los precios internacionales de los commodities crezcan, que la carne argentina sea tan demandada. Lo que no celebro es que los argentinos paguemos los alimentos como los pagan los que requieren nuestros alimentos y lo que no celebro es que la carne de los argentinos y las argentinas las paguemos como la pagan, en Francia, en China o en cualquier latitud del mundo. Eso no lo celebro y ahí es donde yo dijo que la puja sectorial – de algún modo – tiene que encontrar un límite y tiene que encontrar un punto, donde solidariamente digamos: “¡Basta, pensemos en nuestra gente, pensemos en los que necesitan!”. Porque si no todo el esfuerzo que hacemos tratando de poner recursos, en los que la están pasando mal, terminan pasando la aspiradora los poderosos, se terminan llevando el dinero y a nosotros no hay dinero que alcance para poner, en el bolsillo de nuestra gente, si cada vez que ponemos dinero los precios siguen subiendo. No hay manera, no hay manera y es allí, donde yo que celebro el diálogo como modo de progreso, en una sociedad, quiero también llamar la atención de todos.
Miren por la Asignación Universal por Hijo, quienes las cobran, hoy la AUH, parte del IVA, de los alimentos ya no pagan IVA, una parte es así y nosotros podemos analizar si es una solución, que nosotros saquemos el IVA a los alimentos, para los que reciben la Tarjeta Alimentar. ¿Qué aportan los empresarios, en todo esto? ¿Cuál es el aporte que hacen? ¿Los sectores más pudientes, de la Argentina, cuál es el aporte que hacen? Porque el aporte lo tiene que hacer, el Estado, o sea para resolver el problema de los precios tenemos que cobrar menos impuestos, en un Estad degradado que es lo que nos han dejado, que tuvimos que salir a invertir en salud, en educación porque estaba todo caído abajo.
Entonces yo ahí lo que pido – perdón por la vehemencia – pero es la vehemencia y la preocupación del dolor y del afecto, yo ahí lo que pido es que – por favor – el esfuerzo tenemos que hacerlo todos, no algunos. Y los que menos esfuerzo deben hacer son los que menos tienen, que son los que – indefectiblemente – tiene que ir a comprar sus alimentos y ven que los precios no paran de subir. Por lo tanto, a esos no les vamos a pedir más esfuerzos, porque no son ellos los que deben hacerlo. Y cuando yo miro los balances de las empresas alimenticias cómo perdieron, en el 2019 y cómo ganaron, en el 2020 no saben lo que celebro que hayan ganado, pero lo que les pido es que entiendan que están en una sociedad, que la está pasando mal, donde el 40 por ciento de los argentinos la está pasando mal y que tienen que colaborar con ese 40 por ciento, que la está pasando mal.
Y que no hay ninguna explicación para que, en la Argentina, donde las tarifas siguen siendo controladas. Miren, si hubiera seguido el aumento de tarifas, que el gobierno que me precedió tenía predispuesto, este mes, tendría que haber aumentado la electricidad, en el 165 por ciento y no lo hacemos para cuidar a los argentinos y no lo hacemos para cuidar a la producción. Y hasta tenemos cuidado con el aumento del gas para la pequeña y mediana empresa para que no sufra en su capacidad productiva, porque seguimos apostando a los empresarios que invierten, que dan trabajo, que producen, seguimos apostando a todo eso.
En este tiempo, nosotros no descuidamos lo que ocurrió con todos los argentinos y argentinas, que están en situación de pobreza. Por eso, ampliamos – allá por el mes de enero, si no me equivoco – los montos, en febrero, los montos de la Tarjeta Alimentar, aumentamos el 50 por ciento de esos montos. Eso ayudó a aliviar la penuria de los que reciben este ingreso para alimentar a sus hijos, pero se enfrentan con un aumento de precios de los alimentos que es imposible de explicar, imposible, imposible. Nosotros vamos a hacer un nuevo esfuerzo, desde el Estado; como bien dice Martín nuestro primer compromiso es con los que peor la están pasando y tenemos que ver la manera de poder financiar todo este esfuerzo que el Estado Nacional está haciendo, tenemos que ver cómo lo hacemos. En parte – y acá quiero hacer una mención especial – lo hemos logrado con el aporte solidario, que tan maltratado fue, en los medios, pero que el 80 por ciento de los que estaban afectados por ese aporte pagaron el aporte solidario.
Y yo quiero agradecerles a cada uno de los que pagó, porque en un momento de emergencia ellos fueron solidarios y los argentinos debemos tener gratitud con esos, que acumularon riqueza trabajando, produciendo, heredando, por lo que sea, pero cuando le pedimos un esfuerzo hicieron el esfuerzo y debemos estar agradecidos y debemos lamentar el egoísmo de otros, que dicen que con esta realidad, en esta situación no me toquen un centavo, cuando – en verdad – acumulan muchísimos centavos.
Pero a los que han pagado, quiero en nombre del pueblo argentino darles las gracias, decirles que estamos reconocidos que cuando les pedimos ayuda estuvieron, y que la sociedad argentina debe reconocer y agradecer ese esfuerzo, y también debe lamentar el egoísmo de otros.
En el medio de todo este contexto, les decía yo, nosotros estamos anunciando una serie de medidas, que en esta primera etapa tiene por objeto ayudar a esos chicos menores de catorce años, ustedes saben que la Tarjeta Alimentar, que nosotros creamos, era una tarjeta que recibían las madres, de niños que tenían hasta seis años, eso implicaba un millón seiscientos mil niños que quedaban involucrados con esta Tarjeta Alimentar, muchas de estas personas también recibían la Asignación Universal por Embarazo, y algún tipo de subsidio para las personas con discapacidad, sin límites de edad, que reciben la Asignación Universal por Hijo.
Ahora bien, toda esta inversión que nosotros hemos hecho desde febrero de este año hasta aquí, significó para el Estado Nacional una inversión de 123 mil millones de pesos, esto es un 0,33 del PBI. Marco este dato, porque por ahí muchas veces leo que somos un gobierno que ajusta, un gobierno que mezquino con los que necesitan, y cuando uno mira estas cifras se da cuenta que nuestra vocación por la progresividad- como bien dijo Martín- es absoluta.
Teniendo en cuenta los datos de pobreza que hemos vivido y la situación a la que el COVID nos obliga, lo que vamos a hacer ahora es ampliar la Tarjeta Alimentar para incluir a los niños y niñez de 14 años inclusive. (APLAUSOS)
Eso significa que ya el aporte no solamente lo van a recibir las madres que tengan hijos de hasta seis años, sino que lo van a recibir las madres que tengan hijos de hasta catorce años.
Los montos de las tarjetas se mantendrán más o menos igual, el monto de nueve mil pesos será para los que tengan dos niños de hasta catorce años. Pero el monto de la tarjeta de incrementa hasta doce mil pesos por mes para los hogares que tengan tres o más niños a su cargo. Si ustedes miran, la posibilidad de tal vez del incremento para algunos ha sido del cien por ciento.
También vamos a extender la Tarjeta Alimentar con un monto de doce mil pesos mensuales, a aquellas madres con siete hijos, que actualmente reciben una pensión no contributiva.
Estas medidas van a permitir incrementar un 50 por ciento del universo a donde llega hoy la Tarjeta Alimentar, y vamos a pasar de atender a un millón ochocientos mil niños y niñez, a atender a cuatro millones de niños y niñez, y la inversión adicional para el período mayo-diciembre va a ser de 130 mil millones de pesos, es decir un 0,35 por ciento del PBI. En total lo que el Gobierno Nacional va a invertir durante el año 2021, en este Programa, representa el 0,7 por ciento del PBI, y significan 250 mil millones de pesos.
La Tarjeta Alimentar, que hoy estamos ampliando, se suma a un paquete de otros proyectos y plantes que el Estado Nacional hay creado y sostiene en favor de esos sectores más postergados de la Argentina, el Programa Potenciar Trabajo, las políticas para el sostenimiento de cultura, el apoyo a empresas a través del Programa de Recuperación Productiva, préstamos garantizados con subsidio de tasa; el Plan de los Mil Días, podría seguir mencionando otros.
Y la lógica de todo esto es precisamente favorecer esa progresividad que tanto nos preocupa, salir de la Argentina de la gran concentración, para ir hacia una Argentina que distribuya mejor sus recursos y sus ingresos entre más argentinos y argentinas. Y en este sentido trabajamos y vamos a seguir trabajando.
Martín ha hecho un enorme trabajo en materia de ordenar la deuda, y esperamos poder terminar el trabajo pendiente de ordenamiento de la deuda que hemos heredado, pero todos deben saber que nuestra prioridad son esos argentinos. Hasta que los argentinos recuperen la dignidad de vivir en una sociedad que los contenga.
Yo, como el Papa Francisco cree, estoy seguro, esto convencido, que la cultura del descarte nos vuelve indecentes e inmorales, y en esta sociedad en la que yo vivo no descarto a nadie, quiero que se contenga y abrace a cada argentino y a cada argentina que habite esta tierra, y por eso vamos a seguir haciendo lo que dije el primer día, vamos a seguir ayudando, tendiendo la mano solidaria con la ética de la solidaridad -como decía Alfonsín- para rescatar de la pobreza a los que han caído en el pozo de la pobreza. Para trabajar con los empresarios para que realmente sigan invirtiendo, dando trabajo y ganando lo que razonablemente se debe ganar con una inversión: quiero ponerle fin a la puja distributiva que nos lleva a discutir quién se lleva la mayor tajada, y quiero que cada uno se lleve lo que corresponde, sabiendo que hay un 40 por ciento de argentinos que padecen.
Por eso les pido, con la vehemencia que habitualmente tengo- mañana va a aparecer algún diario diciendo se enojó, maltrató, yo no maltrato a nadie, les hablo desde el corazón a todos, a muchos los conozco desde hace años. Por favor, tomemos conciencia de lo que pasa en la Argentina tomemos conciencia del esfuerzo que estamos haciendo, sepan que no voy a cambiar ni un ápice lo que me comprometí en la campaña, que primero están los argentinos, que ningún acreedor va a ser priorizado a los intereses de los argentinos; que en esta pandemia, donde algunos han naturalizado en 24 mil contagios y 400 muertes diarias, yo no lo quiero naturalizar, cada contagio y cada muerte me duele, y a todos nos debe doler, y más nos debe doler que un 40 por ciento de los argentinos viven esa pandemia maldita en esas condiciones de pobreza en la que están. Así que hagamos un esfuerzo, el Estado lo está haciendo, cuéntenme el resto qué esfuerzo van a hacer para ayudar al Estado a sacar a los argentinos de la pobreza.
Gracias a todos y todas, muchísimas gracias.