Palabras del presidente de la Nación, Alberto Fernández, por entrega de viviendas del barrio Saladita, partido de Avellaneda, provincia de Buenos Aires
Muchas gracias, gracias a todos y a todas, muchas gracias de corazón, muchas gracias.
Qué lindo homenaje para Néstor, yo me acuerdo de ese 27 de abril, como nunca, porque para nosotros era un día muy especial, éramos presentados en el escenario público como una banda de locos que se les había ocurrido ser Presidente. “Este tipo del sur, ¿de dónde salió?”. Nadie sabía cómo se pronunciaba el nombre. Un día siempre recuerdo, un dirigente de la primera, me había pedido Néstor que me reuniera con ellos, y me dijo “está todo bien, pero, ¿cuándo vamos a conocer a ‘Kirchshinger’?”, me dijo. No sabía cómo se llamaba, pobre Néstor. “¿cuándo lo vamos a conocer a ‘Kirchshinger’?”, me dijo. Pero la Argentina necesitaba un tiempo distinto y nadie representaba un tiempo distinto mejor que Néstor. Yo siempre le decía a Néstor, en aquel entonces, que la diferencia sustancial con el resto, que competía con él, es que el 11 de marzo del 73 estaba en la Plaza pero abajo, todos los demás estaban en los balcones. Todos eran dirigentes que venían de aquellos años, todos, el único nuevo era realmente Néstor, era alguien que se expresaba como alguien diferente y que además mostraba una gobernación realmente distinta, distinta, impecable en su gestión, con muchas convicciones. Y ese 27 de abril fue un día singular, definitivamente singular, porque fue el comienzo del triunfo. Nosotros sabíamos que teníamos que llegar a la segunda vuelta, si llegábamos a la segunda vuelta, Néstor era Presidente, y llegamos a la segunda vuelta. Y Después en aquel entonces, nuestro contendiente, el hoy lamentablemente fallecido Carlos Menem, decidió no ir a la segunda vuelta, y así Néstor se consagró un día que no fue cuál fue, Presidente. Entonces, tuve que llamarlo decirle “escúchame, ya sos Presidente, porque me dicen que Menem se baja hoy a la tarde”. Y no entendíamos nada, y me fui al departamento de Néstor y Cristina y allí estuvimos hablando para ver cómo nos organizábamos, porque ese día ya era Presidente, Néstor. Así que es lindo que hoy esta entrega coincida con un aniversario de un triunfo maravilloso de Néstor, que fue el comienzo de una etapa distinta de Argentina, que seguramente como toda etapa de la historia tendrá claroscuros, pero que en el resultado final el saldo es muy positivo, sin ninguna duda, sin ninguna duda.
Y nada hay más lindo que entregar viviendas, nada hay más lindo que entregar viviendas, porque la vivienda es definitivamente un derecho humano, tener un techo o un lugar que cobije a uno, a su familia y a sus seres queridos, es a esta altura de los acontecimientos un derecho humano y uno no puede negar eso. Pero hacer viviendas no es solamente darle un techo a cada uno, es darle condiciones de vidas, es darle un lugar cerca donde los chicos puedan ir al colegio, donde puedan ir a hacer deportes los más jóvenes, los chicos que quieran hacerlo, donde tenga un lugar de recreación como puede ser esa pileta que se está programando, donde todos tengan luz en las calles para la tranquilidad y seguridad de todos, donde el agua y las cloacas lleguen a todos. Todo eso hace falta desarrollar y construir. Y yo cada vez que vengo a estos barrios, muchas de estas casas quedaron terminadas en diciembre del 2015, y me pregunto cómo alguien no las terminó, cómo fue que alguien no pensó en la necesidad de tantos de ocupar estas casas. Y la verdad no le encuentro respuestas, la única respuesta que le encentro, ¿saben cuál es? Es el odio, el odio, que alguien odie tanto que diga que prefiere que las casas queden vacías, antes que alguien recuerde quién hizo las casas. A mí qué me importa si estas casas las terminó Cristina y las tengo que entregar yo, si lo que me importa es que ustedes tengan casas. Eso es lo que le tiene que importar a quien gobierna. Lo importante es resolver los problemas de la gente, y la mejor democracia que podemos construir es precisamente aquella que continúa asistiendo a la gente, resolviéndole problemas, más allá del tinto político que cada gobierno exponga. Está claro que no por algo nosotros somos peronistas, y no por algo ellos son conservadores para llamarlos de algún modo, porque a los peronistas nos interesa el progreso social, es lo que más interesa, nos interesa el desarrollo social y nos interesa la igualdad y nos interesa que todos crezcan, como siempre digo, en el mismo lugar donde nacen, que allí encuentren educación, que allí encuentren trabajo, que allí encuentren alegría y vivan felices en el lugar donde nacieron. Eso es lo que más nos preocupa. Terminar con los desequilibrios, con las desigualdades, combatir ese flagelo espantoso que es el hambre, combatir el flagelo que es la pobreza. Bueno, eso es lo que queremos nosotros, y sabemos que nada eso ocurre si el Estado no está presente, porque esto no lo hace el mercado, esto no lo hace el mercado, esto lo hace el Estado. Si el Estado no lo hace, estas casas no existen, es así de simple, es así de simple.
Después si esto se llama estatismo, populismo, peronismo, pongan el nombre que quieran, para mí es resolverle problemas a la gente. Es eso. Y todo esto podemos hacerlo después de un tiempo muy difícil que explicó muy bien Jorge, y que explicó muy bien Axel, que es el tiempo que nos tocó vivir, cuatro años previos donde estas casas estaban vacías, “pero no vamos a entregarlas, porque tenemos que contar quién las hizo”. Después un año y medio de pandemia, con todo el dolor que la pandemia significa, con todo lo que nos cuesta adecuar nuestra vida a las exigencias de la pandemia, pero aún en pandemia nunca cedimos nuestras banderas y nuestras convicciones. Nuestra preocupación por el hambre, nuestra preocupación por los desposeídos, es de siempre. No te enojes con ‘Vicky’, nunca pide permiso, ni a mí me pide permiso. Está muy bien porque ella tiene una preocupación, que es la gente que tiene hambre y está obsesionada con eso, y va a cada rincón del país para ver de qué modo ayuda a resolver los problemas. Es lo mismo que hace ‘Kato’, cuando va a buscando obras en el interior que hacen falta para el desarrollo. Y es lo mismo que hace Daniel, es lo mismo que hacemos todos. Y yo agradezco mucho el tiempo que te tomaste de hablar de cada uno de los ministros, ¿sabes por qué? Porque muchas veces leo los ministros no están, los ministros están ausentes. Los ministros no están a veces en los canales de televisión y en los diarios, ausentes no están nunca. Están todo el día trabajando haciendo lo que tiene que hacer y eso corre para todos, para todos, cada uno en su lugar. Y es muy importante el detalle con el que Jorge menciona a cada uno de los que participaron en este encuentro, y hay otros, ‘el Chivo’ Rossi en Defensa que está ayudándonos con las Fuerzas Armadas a vacunar, a resolver problemas sanitarios que se han creado. Matías Kulfas, y debe haber otros, no me gusta hacer nombres por si nos olvidamos alguno, pero la verdad es gente muy importante para que nosotros podamos avanzar y crecer. Y la enorme suerte, que yo siempre digo, de haberme cruzado en esto con Axel, ¿no? Siempre cuando hablé por primera vez con Axel nos gruñimos, no voy a mentir, porque le criticaba cosas y él se defendía, con una enorme entereza y una enorme honestidad intelectual. Y en ese momento, cuando termine la primera reunión, no sé si vos te acordás, me invitó a comer a una parrilla en una esquina que era imposible, pero, bueno, ahí fuimos, ¿te acordás? Cuando terminó la reunión le dije qué pena no haber trabajado con vos, ojalá algún día podamos trabajar. Me estoy dando el gusto todos los días de trabajar con Axel todos los días. Pagó la cuenta, pagó el asado, el asado lo pagó él, de eso dejo constancia. Pero la verdad es que somos un gran equipo de trabajo que le ponemos mucha fuerza, le ponemos mucha garra, que a veces nos falta más es muy posible, que algunos de nuestros ministros la pasan peor que otros, es muy seguro, porque al Ministro de Turismo le cuesta muchísimo promover el turismo en una pandemia. Al Ministro de Cultura le cuesta muchísimo promover la cultura cuando los teatros y los cines están cerrados, es muy difícil. El Ministro de Educación está lidiando todos los días con la realidad que nos toca vivir y nos reinventamos. Y el otro día le decía a Nicolás, me decía a Nicolás no hables de clases virtuales porque hay muchos chicos que no tienen todavía… porque el Plan Conectar de Cristina se frustró, entonces, hay muchos chicos que no tienen conectividad, hablemos de clases a la distancia que es lo más exacto. Y yo me quedé pensando, ¿no? Hasta eso perdimos, perdimos la posibilidad de darle a cada chico una notebook para que pueda estudiar en sus casas y tenga conectividad en su casa. Eso fue lo que nos pasó, esa es la tragedia que vivimos.
Pero siempre después de la tragedia vienen momentos reconfortantes, esto es un momento reconfortante. Ver que ustedes tienen sus casas es un momento reconfortante, ver que este barrio se ha terminado y se va llenando, y siguen las obras es un momento reconfortante. Nosotros valoramos que se creen las escuelas, valoramos a los municipios y a las provincias que se crean escuelas, en una Provincia donde esos cuatros años previos cerraron escuelas, no las abrieron. Y el otro día con Nico hablábamos y repasábamos el tema de las universidades, y decíamos, tenemos cuatro universidades para pensar poner en marcha en el Gran Buenos Aires. La Universidad del Litoral, la Universidad de Ezeiza, una Universidad de la zona de Cañuelas, ¿y la cuarta cuál era, Nico? ¿Pilar? Y la Universidad del Delta. Cuatro universidades, ¿y por qué nosotros creemos eso? Porque a diferencia de lo que otros querían que los pobres no estudiaban, si nosotros le damos oportunidades a los que menos tienen, cada oportunidad aprovechan. Y esas universidades del Conurbano que dijeron otros que no servían para nada, están llenas de primeras generaciones de estudiantes universitarios, hijos de trabajadores. Eso es lo que nos diferencia, Axel, eso nos hace diferentes. La verdad que no tenemos que ni prepararnos, ni que tener un programa, nosotros sabemos, que es lo que nos enseñó Evita, que donde hay una necesidad hay un derecho y donde vemos una necesidad ahí estamos para estar cerca.
Gracias a todos y a todas. Gracias a ustedes, albañilas, por el trabajo hecho. Gracias y felicitaciones a los que hoy han recibido su casa, gracias a los albañiles, a los compañeros que están allí en la escalera, gracias al compañero de Argentinos Juniors que se puso la camiseta en aquel balcón. Gracias a todos y todas. Celebremos, hoy hay gente con más casas. Muchas gracias. (APLAUSOS)