Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández y el Gobernador provincial Sergio Uñac, después del recorrido por la provincia de San Juan, con el fin de evaluar los daños del sismo, de 6.4 grados, en la escala de Richter, ocurrido, en la noche del lunes, en esa provincia.
UÑAC.- Buenas tardes, muchísimas gracias para todos, muchísimas gracias querido Presidente, por estar en la provincia de San Juan; aplauso inmenso desde el corazón (APLAUSOS), de parte mía, de los funcionarios, pero también de parte de cada uno de los sanjuaninos, querido Presidente, en vos a quienes son parte de tu Gabinete, a Julio Vitobello, a Agustín Rossi, a Macarena, muchas gracias por estar acá, un aplauso para vos también, gracias por acompañarnos, del ámbito del deporte, que tanto queremos, además, los sanjuaninos las actividades deportivas, muchas gracias a Juan Pablo Biondi, muchas gracias también por acompañarnos; muchas gracias al vicegobernador; muchas gracias, en la persona del ministro de Obras y Servicios, a cada uno de los ministros del Poder Ejecutivo, muchas gracias a los Senadores y Senadoras, a los Diputados y las Diputadas Nacionales, acá presentes, en ellos a cada uno de los sanjuaninos y las sanjuaninas.
Creo Presidente, cuesta quizás describir de manera rápida, porque lo quiero hacer de esta manera para darte a vos, o para darle al Presidente la posibilidad de que podamos entre todos escucharle, pero antes de esto quiero agradecerte el gran gesto, porque cuando la situación es beneficiosa para todos es fácil contar con amigos, pero cuando la situación se pone difícil- como ayer a las 23 y 46 horas – cuando un terremoto del cual los sanjuaninos, de verdad, estamos semiacostumbrados, porque tenemos movimientos casi de manera permanente y porque nos habíamos acostumbrados a que, cuando se movía un poco, ni siquiera salíamos de la casa y anoche recordábamos lo que nos pasó a algunos, en el año 77, como quien habla, cuando lo sacaban de la casa del interior de la casa, hacía afuera porque no terminaba más de moverse la tierra y eso, obviamente generaba sensaciones encontradas, primero de no saber qué pasaba, pero también de no saber cómo iba a terminar esa situación, que eran quizás segundos o minutos, pero que parecían horas, meses o años, en los cuales se movía la tierra.
Y querido Presidente, inmediatamente, tuve el acompañamiento tuyo y de tus ministros y cuando digo tuve no lo digo esto sólo como ciudadanos, lo podría decir también, pero más enorgullece que lo digo como Gobernador, porque además represento a más de 800.000 sanjuaninos, que han estado muy pendientes, primero de lo que nos había pasado, porque evidentemente fue lo que nos sorprendió, pero inmediatamente pendiente de la ayuda tuya, Presidente, para cada uno de los sanjuaninos que no la han pasado bien y que a partir de este momento, de la firma de este convenio, van a poder cambiar su sentido de bienestar. (APLAUSOS).
Creo, Presidente, también que los sanjuaninos te hemos demostrado mucha calidez y puede estar relacionado con el clima que tenemos, porque evidentemente hoy te hemos recibido con un día de mucho calor, con poca humedad, no como en otras provincias, pero de mucho calor y eso nos hace mucho más cálidos a los sanjuaninos, pero también es verdad que los sanjuaninos somos esforzados, nos gusta dar vuelta a situaciones, nos gusta proponernos desafíos y eso también puede estar vinculado con esto que nos pasó anoche, con estos movimientos que tiene una antinomia en sí mismo, casi de manera indescriptible también, porque la misma fuerza destructiva, que genera el terremoto en sí mismo, a una provincia, nos genera una fuerza reconstructiva a cada uno de los sanjuaninos, que inmediatamente nos ponemos a trabajar para cambiar la situación y para construir lo destruido, para reparar lo que se rompió, fundamentalmente para reconstruir el espíritu de sentir, que desde acá, nosotros también podemos aportar a la reconstrucción, de la Argentina, que vos conduces Alberto y del proyecto del cual nosotros somos parte. Gracias por eso también, querido Presidente, gracias por hacernos sentir, que somos parte de esta Argentina federal y gracias por hacernos sentir que cuando estamos – literalmente – en el suelo, no las personas, porque en definitiva tenemos también la tranquilidad de decir, que quedaron en el suelo muchas cosas, gracias a Dios, materiales y que tenemos algunos heridos, que son leves y que se están reponiendo, pero que en definitiva, entre todos y con tu ayuda, vamos a dar vuelta a esta situación.
Me resta – y para cumplir la palabra de ser corto y de quererte escuchar – porque además el Presidente ha alterado su agenda normal, porque tiene un encuentro con colegas míos, en La Rioja y evidentemente hizo un alto en esa agitada agenda, para venir a la provincia de San Juan. Yo quiero que te quedes no con mis palabras, ni siquiera con los aplausos y la satisfacción de los funcionarios, que están acá, creo que lo más importante que te vas a llevar es la imagen de esa mujeres, de esos hombres, de esos niños, que aún en situaciones tan difíciles, como la que vos y yo y quienes nos acompañaron, vimos en ese momento, con casas destruidos, con desesperanza, con falta de luz ni siquiera al final del túnel, ni el medio ni en el principio, porque – en definitiva – eso hace que se puedan perder las fuerzas para por ahí no tener ganas de levantarse y los sanjuaninos lo volvemos a hacer, quiero – querido Presidente- que te lleves la imagen de esas mujeres que decían que estaban orgullosas de ser parte de esta provincia, con sus cosas a favor y con sus cosas en contra, como lo tiene cualquier provincia, cualquier país, cualquier continente, que estaban orgullosas de ser parte de este movimiento – que vos lideras – y que vino a poner la cara, en el momento más difícil, cuando me podrías haber hecho, que lo hiciste, además, una llamada telefónica, me podrías haber mandado un convenio y lo firmábamos, vos allá y yo acá, me podrías haber dicho que le transmitas que íbamos a hacer las casas, inclusive podríamos haber hasta hecho las casas, pero lo más fuerte de todos es que vos decidiste venir a estar con cada uno de los sanjuaninos y eso tiene un valor trascendente en sí mismo. (APLAUSOS).
Sí para cerrar a los sanjuaninos nos ha pasado, en algunas oportunidades, tres, cuatro, cinco terremotos tan fuerte, pero sólo dos veces y no voy a hacer más referencia que a esto, porque quiero que sea bien institucional el acto y quiero cumplir con eso, sólo dos veces un Presidente vino, después de un terremoto no solamente a ver la situación, sino a hacerse cargo de cada uno de los daños no solamente materiales, sino de los daños que nos habían dejado en el espíritu, como nos pasó, en el 44 y como nos volvió a pasar, en el año 2021.
Gracias Alberto por estar acá, un abrazo grande para vos, gracias por acompañarnos siempre. (APLAUSOS)
PRESIDENTE.- Gracias, buenas tardes a todos y todas, gracias realmente por estar acá, déjenme contarles algunas cosas: corría el año 77, si no me equivoco, y yo ese día daba Derecho Romano, empezaba mi carrera de Abogado y a la mañana, muy temprano, yo vivo en Santa Fe y Coronel Díaz, frente a un shopping muy conocido, que es muy alto, y tembló toda la casa y bajé corriendo; no entendía lo que había pasado, pero lo que había pasado era que Caucete había temblado. Siempre me quedó esa sensación de qué debe sentirse cuando la tierra se mueve, porque los porteños no estamos acostumbrados a eso, pero cuando vivís, en un piso 12, y los temblores tienen esta magnitud, alguno de esos te llega. Y fue una impresión realmente desagradable para mí, estuve todo el día abombado, aprobé Derecho Romano, pero estuve todo el día mal, con esa sensación de qué era lo que había pasado tan temprano.
Ayer eran las doce y cuarto de la noche y me llamó Wado, y me dice “hubo un terremoto en San Juan”; “averiguá ya qué pasó”. Al ratito m e llamó, me dijo “hablé con Sergio”- para esto ya era como la una de la mañana-, me dice que ha habido daños materiales que todavía no pueden cuantificar, que no registran víctimas fatales, así que mañana sabremos”, y hoy a las siete de la mañana apenas me levanté lo llamé a Sergio, para decirle “voy para allá, ¿cómo te ayudamos, qué tenemos que hacer?”. En verdad no estoy haciendo nada especial, estoy haciendo lo que debe hacer un presidente de los argentinos, porque si yo sé que en San Juan por imperio de un terremoto hay un sanjuanino que está sufriendo, sé que hay un argentino que sufre. (APLAUSOS), y sé que mi única obligación es estar al lado, estar al lado no es firmar un decreto que transfiera fondos, estar al lado es mirar a los ojos a Romina, que allá en Rivadavia ayer se le cayó la casa encima, se salvó por milagro con su hijita, es decirle “vos quédate tranquila que te vamos a ayudar con Sergio a que tengas tu casa”, que no es una promesa de quien gobierna, es el compromiso ético del que abraza la política con la convicción de que lo hace para servir a los otros, para estar al lado de los que necesitan, para ser la voz de los que no tienen voz, para acompañar a los desamparados. Y la Argentina es una Argentina muy desigual, geográfica, territorial y socialmente muy desigual, y el deber nuestro antes que nada es cumplir con aquella promesa que me puse el 10 de diciembre del 2019 cuando asumí mi mandato, primero los últimos. (APLAUSOS),
hoy me vine hasta aquí para que los últimos, los que sufren en Rivadavia, los que sufren en Caucete, los que sufren en Pocitos y en Santa Lucía, que son los cuatro distritos más afectados por este terremoto, y Sarmiento, que sepan que estoy asumiendo un compromiso con cada uno de ustedes, que sé lo que están pasando, y quiero que sepan que no están solos, que estoy acá ayudándolos, y que estamos con Sergio codo a codo haciendo lo que debemos hacer, simplemente eso, que es trabajar rápidamente para sacarles el martirio que han pasado ayer y que están pasando hoy.
Así que por eso temprano, después de hablar con Wado, le dije “voy a organizar las cosas para que antes de ir a La Rioja pueda pasar por San Juan y llevemos lo que San Juan necesita, y le pedí a Julio Vitobelo que hable con Jorge Ferraresi, nuestro ministro de Vivienda, para que rápidamente activemos parte de lo que le corresponde a San Juan de nuestro plan de construcción de 120 mil viviendas, y que de ese modo San Juan cuente con esos 7 mil millones de pesos para construir 1.800 viviendas para sanjuaninos que las necesitan hoy más que nunca. (APLAUSOS). Y además también asignar 120 millones de pesos adicionales para ayudar a urbanizar en el mientras tanto barrios obreros que están necesitándolo.
Yo lo que quiero es que también, pese al mal momento que pasó San Juan, se sientan orgullosos por algo, que esta vez ustedes, recién lo escuchaba a Sergio y me decía debe ser por eso, quizás ustedes no lo cuantifican en su exacta dimensión, pero ya en el año 77 cuando nos enteramos de lo que pasó en Caucete, se estremeció toda la Argentina, más de cien personas, ciento noventa y tantas personas habían muerto en un terremoto, y era una tragedia enorme, en la misma provincia donde muchos antes, ¿en el 44 fue?, murieron 10 mil personas, y ahora tenemos un terremoto casi de la misma magnitud que aquellos dos, y gracias a dios no lamentamos víctimas, ¿saben por qué?, porque San Juan aprendió y construyó una provincia antisísmica, y eso es mérito de ustedes, (APLAUSOS) En medio de tanto dolor, porque obviamente a nadie le deja en paz ver que alguien pierde su casa, tienen que tener una enorme alegría de que con el correr de los años fueron estrictos, pusieron las normas de construcción que correspondían, y gracias a esas construcciones anti cíclicas hoy pasó lo que acaba decir Sergio, nos habíamos desacostumbrados y de repente vimos que pasó esto, pasó esto, estaban desacostumbrados, porque no es que no pasa, pasa pero no lo sienten, y además pasó y no tuvieron que soportar ninguna víctima en el medio de la tragedia del terremoto, y eso es un mérito de la sociedad sanjuanina, de este gobernador y de quienes lo precedieron, que dijeron hagamos lo necesario para que nunca más tengamos otro Caucete, bueno, quiero decirles que lo van logrando, y que esta, aunque es una prueba de fuego triste y dolorosa, es una prueba de fuego que han pasado, y como provincia tienen que estar orgullosos, realmente.
En lo que a mí concierte voy a estar siempre al lado de cada sanjuanino y de cada sanjuanina, a Romina, como se lo dije recién, mi palabra vale mucho, vas a tener tu casa Romina, para que vivas con tu hija y no tiembles si la tierra tiembla. (APLAUSOS) Como le dije a cada uno y a cada una de las vecinas je que visité allí. Ahora solo puedo pedirles paciencia, tengan la certeza de que vamos a estar ayudándolos hasta que la emergencia la puedan pasar, y rápidamente, con el Gobernador, sé de su condiciones y sé de sus preocupaciones, y sé que prioriza lo mismo que yo que es a los que peor están, yo sé que pronto vamos a ver como la tierra empieza a moverse para que se construyan esas viviendas que hacen falta para que los sanjuaninos, en el próximo terremoto, no tengan que ver caer el techo de sus casas. Así que feliz de estar acá acompañándolos, la verdad no hice nada especial, hice lo que debía hacer como Presidente. Si hay un sanjuanino que sufre, sufre toda la Argentina, eso es hacer un país federal.
Gracias a todos y todas.