Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, por la inauguración del Hospital Penitenciario en la Unidad 58 y la culminación del Plan de Infraestructura Penitenciaria Provincial, en Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires
Gracias a todos y todas, muchísimas gracias, muchas gracias. Se han dicho muchas cosas importantes desde aquí, y voy a ser breve porque hablamos muchos, somos muchos, y temo que se deshidraten muchos más, así que voy a ser muy breve, pero voy a ser muy breve.
Miren, se han hablado acá cosas todas importantes decía, de lo importante que ha sido contar con los recursos para mejorar el sistema sanitario, mejorar el sistema carcelario, y ocuparnos de todos y cada uno de los ciudadanos no solo de la Provincia de Buenos Aires, de la Argentina toda. En un momento que yo siempre comento, es un momento, Axel me va a entender muy bien, los ministros me van a entender muy bien, es lo más parecido a caminar a ciegas en un pantano, uno nunca sabe dónde está pisando porque no sabe dónde está el problema. Fíjense ustedes que cuando creímos que el problema empezaba a superarse, aparece una sepa allá en Europa y todo parece volver a empezar, la misma pesadilla. Y así, en esa realidad, en ese contexto, tenemos que hacernos cargo de la Argentina, y nosotros lo hacemos muy convencidos, sabiendo que nuestra primera prioridad es salvar la vida y cuidar la salud de los argentinos. Ahora, argentinos somos todos, argentinos somos los que estamos acá, son los que están en aquellas casas, argentinos son también los que están internados después de haber cometido un delito, cumpliendo una condena.
Días atrás estuve con el “Chino” en una cooperativa de trabajo de expresos, allá veo a un compañero que lo vi a aquel día. Gente que había cumplido sus condenas, algunos con unas condenas muy severas, y que se habían reunido en una cooperativa para darse cuenta, para descubrir, que había una oportunidad mejor a la delinquir, que es la de trabajar. Lo veo ahí al “Cuervo”, que hace un trabajo enorme en los barrios más humildes de la Argentina. Muchas veces la gente que recurre al delito, que termina en el delito, sale de las carencias, de las desigualdades, que en esos barrios se viven. En verdad, el secreto es que la condena sirva para que nadie más se vea otra vez predispuesto a delinquir, para eso tiene sentido la condena. En verdad, Mandela ha dicho mucho porque ha estado muchos años presos y ha hablado mucho de la condición del preso, del privado de la libertad, pero vengamos más cerca. Las cárceles serán sanas y limpias dice la Constitución argentina, las cárceles serán sanas y limpias, y es eso lo que debemos hacer, porque a nadie se lo recupera socialmente en un lugar de marginalidad, en un lugar donde se los segrega, en un lugar donde se lo discrimina, en un lugar donde se lo abandona, en un lugar donde no se le da de comer, en un lugar donde no se lo cura. Nadie, en esas condiciones, puede sentirse con vocación y voluntad de reintegrarse a la sociedad.
Y por eso creo que, más allá de lo estructural que ha dicho maravillosamente mi amigo de siempre Julio, más allá de lo que estructuralmente ha sufrido la Provincia y de lo que estructuralmente ha hecho en este año, que es increíble, y del esfuerzo que “Kato” desde la Nación con Martín han puesto por recuperar toda esta crisis carcelaria que vive la Argentina toda, que no es solamente la Provincia de Buenos Aires, más allá de todo ese esfuerzo y de todo ese problema estructural, hay un problema ético, ético, ético, que no debemos olvidar. El problema ético, que es lo que nos diferencia de muchos de nuestros adversarios, muchos de nuestros adversarios dicen mano dura y que se pudran en la cárcel, y nosotros decimos Justicia que cumplan la condena y que vuelvan a la sociedad a reintegrarse en la sociedad. Eso, eso, es una diferencia ética que tenemos nosotros con ellos, es una diferencia ética que tenemos con ellos. No es un problema de mano dura, no es un problema de sumirlos en la indignidad del encierro y de las carencias, es un problema de entender que estamos en una sociedad muy desigual, donde muchas veces la desigualdad conduce a la desesperación del delito, como única salida, y que eso tenemos que corregirlo.
Por eso, en estos días, que todos sentimos que estamos más cerca de un horizonte, porque está llegando la vacuna y que sentimos que por ahí empezamos a mejorar, yo los llamo a la reflexión a todos. Cuando volvamos a la normalidad, ¿a qué normalidad queremos volver? Porque esta normalidad donde 15 mil personas hacen huelga de hambre porque no le dan comida, no quiero volver más, no quiero volver más, porque esta normalidad donde se hacinan seres humanos no quiero volver más. Quiero volver y quiero crear otra normalidad, desde la ética que tenemos, la ética que nos dice que todos somos seres humanos, todos merecemos ser tratados dignamente, y aún el que es castigado, en el castigo debe ser tratado dignamente. Y yo estoy seguro que podemos hacerlo, porque es la oportunidad que nos da la pandemia, empezar de nuevo, empezar otra vez, y empezar a hacer las cosas bien. Para que el día que salga algunos de los argentinos o de las argentinas que hoy está padeciendo, soportando, la condena que la Justicia le ha impuesto, y vuelva a los barrios, esos barrios que el “Cuervo” tanto trabaja, los encuentre con un lugar donde solo lo obligan a volver a delinquir, sino que se encuentre con la oportunidad de tener un refugio de afecto, un refugio de cariño en su familia, un lugar donde poder seriamente reintegrarse como una persona a la sociedad.
Así que, cuando yo estaba en campaña, me cuerdo, le rendimos un homenaje a mi querido maestre el “Bebe” Righi. El “Bebe” decía siempre que a un Gobierno también se lo mide por cómo trata a los presos, y a un gobierno también se lo mide por cómo son sus cárceles. Estás haciendo un buen Gobierno, Axel, porque esto es lo que un buen gobierno digno y ético debe hacer. Yo los invito a que no nos haga claudicar, que todos los agoreros, que todos los días suenan por ahí, tratando de generar desaliento, tratando de hacernos pelear entre nosotros, tratando de dividirnos, que no lo logren. Dense cuenta de todo lo que fuimos capaces de hacer en el peor momento de la historia de la humanidad, y lo hicimos juntos, lo hicimos unidos, y unidos pusimos todo lo mejor de nosotros. Yo quiero mucho a esta Provincia de Buenos Aires, es la locomotora que mueve a toda la Argentina.
Estuvimos, siempre le digo a Axel, se lo decía antes de la campaña, lamento enormemente no haber podido trabajar con vos en su momento. Me di el gusto, hace un año que trabajo con Axel, vamos a terminar este año juntos y vamos a empezar el año que viene juntos, todos unidos, haciendo la Argentina que nos merecemos.
Gracias a todos y todas. (APLAUSOS)