Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, por la inauguración de la nueva planta de pintura de Volkswagen, en General Pacheco, Provincia de Buenos Aires
Muchas gracias a todos y a todas por estar acá, y gracias a Volkswagen por esto.
Es la tercera vez que estoy en Volkswagen, estuvimos hace un tiempo cuando la pandemia empezaba a complicarnos la vida y ustedes con el sindicato fueron capaces de generar los protocolos adecuados para que la industria siguiera moviéndose. Y hoy estoy acá viendo algo que a mí me pone muy contento, me pone muy contento porque es una inversión que la Argentina necesita, me pone muy contento porque es trabajo para argentinos, me pone muy contento y acá está Juan Cabandié, nuestro Ministro de Medio Ambiento porque además es un modo de darle color a los autos, que respeta el ecosistema, que usa menos aceite, que usa más agua, que gasta menos energía. Y en verdad esa es una de las cosas que se me ha metido en la cabeza, que la pandemia nos obliga a repensar cómo favorecer una producción donde el medio ambiente se respete, porque el medio ambiente es el lugar donde vivimos simplemente, es nuestro mundo, nuestro hogar, nuestra gran casa. Y en la medida de que nosotros seguimos sin prestarle atención, bueno, más daño le hacemos a la casa en la que vivimos. Así que celebro por partida doble lo que estoy viviendo hoy, hoy estoy viviendo más inversión, más trabajo, mejor calidad en la producción y más cuidado del medio ambiente. Miren todo lo que tenemos para celebrar, es mucho, es mucho.
Ahora, tengo una gran alegría de poder vivir este momento y ser partícipe de este instante, pero yo me quedo mucho con la historia que contó el amigo, con la historia que contó Paco, ¿no? Nos contaba que Volkswagen estaba como en el fondo de la tabla, pasándola muy mal, todo era muy difícil y en verdad había que remontar ese momento complejo. Y es muy lindo escucharlo a Paco contar cómo lo hicieron porque, ¿qué fue lo que hicieron? Se pusieron de acuerdo los responsables de la empresa con los que trabajan en la empresa, y ahí se dieron cuenta que se hacían falta mutuamente, y en un barco que se hundía no hubo ninguno que creara agujeros en el fondo del barco. Lo que hicieron es ver cómo tapar los agujeros para ver cómo salir adelante, y este es el resultado, este es el resultado. Porque yo insisto en esto, lo dije ayer en la UIA, no nos hemos dado cuenta lo que hicimos, no nos hemos dado cuenta lo que hicimos como sociedad, y lo hicimos porque tuvimos miedo a una pandemia, y fue el miedo lo que nos unió. Ahora, lo que tendríamos que darnos cuenta es para qué sirve esa unidad, esa unidad sirve para esto, para que el barco no se hunda, para eso sirve la unidad. Y ahora lo que tendríamos que pensar es en la importancia de la unidad, no ya frente al miedo de un virus, que nos causa un virus, sino lo que vale la unidad frente al desafío de crecer, lo que vale la unidad frente al desafío del desarrollo, lo que vale la unidad frente al desafío de invertir y dar trabajo. Para eso sirve la unidad, no para salvarnos de un virus. Para salvarnos de un virus fue necesaria la unidad, aprovechemos esa unidad para hacer creer a la Argentina, ese es el secreto, ese es el secreto.
Y la historia que contó Paco es una historia magnífica. Paco, lo conozco hace muchos años, sabe cuánto lo quiero y respeto, como respeto y lo quiero a Pigna, Pignanelli, el Secretario General del Gremio, pero yo respeto mucho porque son de esos gremialistas que no se olvidan nunca los intereses que representan. Y Paco decía bien que no teníamos los mismos intereses, nos chocaban, se chocaban nuestros intereses, y claro que se van a chocar, muchas veces se van a chocar, porque uno es el interés del que trabaja y del que representa a los trabajadores, otro es el interés del que maneja y representa de algún modo los intereses de los accionistas, otro es el interés del Estado. Pero lo que tenemos que saber es ver cómo podemos potenciar los puntos de acuerdo y no potenciar los puntos que nos diferencian, ese es el secreto, y para hacerlo tenemos que trabajar juntos, siempre juntos. Que esa unidad que supimos forjar, por el miedo de un virus, se vuelva eterna y que la unidad sirva para hacernos crecer, porque definitivamente nos hace falta, nos hace falta empresas que confíen en la Argentina, que inviertan en Argentina, que den trabajo a la Argentina. Toda esta producción que estamos viendo, el 70 por ciento de esta producción, de esas camionetas Taos, se van a exportar. Esos son dólares que entran en una Argentina que necesita de dólares, ¿se dan cuenta cuán virtuoso es todo lo que estamos viendo? Y esto se pudo hacer, como dijo el responsable para América Latina de la empresa, cuando la empresa estaba en el fondo de la tabla, y necesitó de los jugadores, de motivar a los jugadores, para jueguen el partido más difícil y puedan salir victoriosos. Acá están, ganaron el partido, los felicito. Déjenme que el Estado se sume a esta unidad y construyamos el país, esa Argentina que definitivamente todos nos merecemos.
Gracias a todos y todas, muchísimas gracias. (APLAUSOS)