Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, por el acto del Día de la Construcción, a través de videoconferencia, desde la Quinta Presidencial de Olivos
Buenas tardes a todos y todas. Felicitaciones y felicidades por el Día de la Industria a los empresarios y a los trabajadores del sector, de la Construcción, perdón, no de la Industria, de la Construcción, a los empresarios y a los trabajadores de la Construcción. Créanme que me hubiera encantado poder estar allí acompañándolos, pero lamentablemente el mal tiempo que hay en la zona nos impidió poder llegar a Axel y a mí, porque estábamos los dos deseosos de poder compartir allí este encuentro, y por muchos motivos. Un motivo es que Loma Negra está haciendo trabajos de ampliación en su empresa y nos hubiera gustado celebrar con ellos esos trabajos, también porque para nosotros la Construcción es un motor central para el desarrollo económico argentino. Yo recuerdo cuando los recibí aquí en Olivos, estábamos todos preservándonos de salir a la calle y estaban todos muy inquietos por lo que se vislumbraba en los tiempos de pandemia, la necesidad de quedarnos aislados en nuestras casas y todas las consecuencias que eso definitivamente deparaba. Y en realidad, me acuerdo perfectamente que les transmití, o traté de hacerlo, de transmitirles tranquilidad, de decirles que poco a poco íbamos a ir retomando el ritmo y que nadie iba a quedar a la deriva, que para ustedes era una gran preocupación, porque pensar en cómo encarar en la pandemia la Construcción era un tema muy complejo, muy complejo.
Allí hablamos por primera vez de la necesidad de desarrollar protocolos para poder mantener en marcha la obra pública y también para empezar poco a poco, en algunos lugares del interior del país, a poner en marcha la actividad privada de la Construcción. Y en realidad, también les dije que se quedaran tranquilos porque no iban a quedar a la deriva, y nos ocupamos con Matías Kulfas y con Martin Guzmán de garantizar en estos tiempos, donde la actividad se lesionaba, porque la pandemia así lo imponía, que no quedaran desamparados ni las empresas y ni quienes trabajan en esas empresas. Y así fue como la Asignación para el Trabajo y la Producción fue una herramienta que mitigó los efectos nocivos de la pandemia en toda la actividad económica, pero en la Construcción fundamentalmente.
Y como bien dijo Axel, quienes creemos como creemos y pensamos como pensamos, la actividad de la Construcción tiene un rol central, central, porque tiene demasiadas cosas a favor. Primero tiene un efecto multiplicador. Cuando uno habla de Construcción, no habla de Construcción en abstracto. Cuando la Construcción se mueve, se mueve la producción de cemento, se mueve la producción de acero, se mueve la producción de ladrillos, se mueve la producción de vidrio, se mueve la producción de la madera. Empiezan a tallar un montón de actividades que confluyen en la actividad de construir, que es impresionante. Tiene además la virtud de que gran parte de todo eso no necesitamos importarla. La Construcción se hace básicamente con producción nacional y eso también es un dato muy importante, porque detrás de la Construcción no solo hay albañiles que trabajan. Hay también quienes producen cementos, quienes producción acero, quienes producen vidrio, quienes producen madera y el trabajo se multiplica por doquier en todos los rincones del país.
Para nosotros la Construcción es verdaderamente el motor que va a encender la economía, que va a dar trabajo. Y por eso, nosotros le hemos prestado tanta atención. En estos tiempos, donde algunos ven ajustes donde no los hay, en verdad hay que mirar el Presupuesto que hemos propuesto para el año entrante y compararlo con el Presupuesto del año 2019, que es el que está vigente en el 2020, porque prorrogamos ese Presupuesto. Y si uno mira lo que va a dar cuenta, lo que va a poder advertir, es que la inversión en obra pública se multiplica por dos. Pasamos de dedicarle el 1,1 al 2,2 por ciento. Y en verdad eso es multiplicar por dos los recursos del Estado, para poder promover esa obra pública que la Argentina necesita. Que en gran medida necesita para terminar las viviendas que dejaron abandonadas en sus construcciones en el año 2015, algo que hablábamos con el ministro Ferraresi días atrás y que queremos darle prioridad, porque allí hay miles de casas que serían solución para miles de familias, para volver a impulsar la Construcción de nuevas viviendas a las que puedan acceder sectores medios, a través de créditos hipotecarios posibles. Por eso, hemos pensando en cambiar todas las fórmulas de actualización de los créditos hipotecarios y concentrarnos en la idea, como bien dijo el Presidente de la Cámara de la Construcción, de que esos créditos y esa deuda se actualice solo teniendo en cuenta el salario. Si mejoran los salarios, podrán mejorar las cuotas, pero que no se convierta en una nueva frustración como la que hemos vivido en estos últimos años. Por ejemplo, con los créditos UVA, que en verdad terminaron siendo un dolor de cabeza para quienes lo tomaron. Pues bien, la idea de poder avanzar en el desarrollo de la construcción de viviendas es una idea que nos hemos fijado. Jorge tiene ese objetivo como un objetivo central y yo estoy seguro que lo vamos a poder empezar a lograr a partir del año entrante. Pero también es llevar adelante las grandes obras de infraestructura vial que la Argentina necesita, porque la obra pública, además de las viviendas, es centralmente la construcción de carreteras, la construcción de puentes, la construcción de otro tipo de infraestructura, diques. Todas esas ideas que se quedaron paralizadas en el año 2015 y que la pandemia no nos permitió arrancar, hay que ponerlas en funcionamiento ahora. Y para eso vamos a poner todo nuestro esfuerzo porque, como dije al comienzo y como bien marcó Axel en el discurso que acabamos de escucharlo, para nosotros la Construcción es una actividad motorizadora de muchas otras actividades, y es además generadora de empleo por excelencia. Así que lo que tenemos que hace, como bien dijo el Presidente de la Cámara de la Construcción, es trabajar muy juntos, codo a codo, porque necesitamos volver a poner de pie al país lo antes posible.
Cuando hablan de los ajustes en la economía nacional y en lo fiscal, yo los invito a que miren el Presupuesto del año entrante, y lo que van a ver es que lo único que se ajustó es el pago de intereses de la deuda. Piensen ustedes que el año entrante nosotros tendríamos que estar pagando, alrededor de 12 mil millones de dólares de deuda, solamente de intereses, y piensen que todo eso se ha acotado sensiblemente. Y que todo ese dinero, que debíamos destinar al pago de la deuda, nosotros queremos destinarlo a más obra pública, a más viviendas, a más educación, a mejor salud, a más desarrollo de la ciencia y tecnología, que es lo que definitivamente nos va a permitir construir el país que todos queremos construir. Hay en materia de Construcción dos aspectos, construcción y de obra pública, fundamentalmente, dos aspectos que abordó el Presidente de la Cámara de la Construcción a las que yo también quiero sumarme. Uno garantizar, como lo estamos haciendo desde el Ministerio de Obra Pública, la más absoluta trasparencia en la contratación de la obra pública. Esto porque en los últimos años, además por cuestiones políticas, se ensañaron muchas veces contra la obra pública, lastimaron el desarrollo de la obra pública, la pusieron en un cono de sombra, a veces con razón y a veces, exclusivamente, por móviles políticos, y la verdad que polarizaron una actividad central para el desarrollo de la economía del país. Por lo tanto, como no queremos que los pícaros, vuelvan a hacer lo mismo, desde el primer día estamos trabajando, imponiendo a todo el trabajo de la obra pública la trasparencia que merece para que no sigan frenando a la economía, bajo el falso propósito de evitar el mal uso de los recursos del Estado. Somos los primeros en querer garantizar la trasparencia, pero somos los primeros en querer impulsar la obra pública para que de una vez por todas ese motor ponga en funcionamiento la economía. Hay un segundo aspecto, que me preocupa y mucho, que es que todos observan que los resultados en la construcción en materia económica en los últimos meses son muy alentadores, crece la producción de cemento, crece la producción de chapa, y lo estamos viendo es que esa mayor producción alguien la compra y la retiene, y dificulta la tarea que tiene que comprar esos materiales para poder construir. Y allí veo yo una nefasta actitud de acaparar esos bienes, tratando de especular con un mejor precio en un futuro. bueno, a quienes estén haciendo eso quiero advertirles que voy a ser inflexible, voy a caer con todo el peso de la Ley de Abastecimiento que la Ley le otorga al Estado. Porque si bien es cierto que siempre consideré despreciable la conducta del especulador, especular en pandemia hace al que lo hace mucho más que despreciable, y no voy a permitir que eso ocurra.
Así que el ministro Kulfas ya tiene las instrucciones y la Secretaria de Comercio tiene las instrucciones pertinentes para caer con todo el peso de la Ley allí, donde veamos que alguien está acaparando recursos para la construcción y está frenando la salida argentina solo para buscar un mejor precio, un mejor resultado el día de mañana. Eso no lo vamos a permitir, básicamente, porque no podemos hacerlo y porque es un acto de miserabilidad profundo hacer esto en medio de una pandemia, cuando todos estamos poniendo nuestro empeño en salir adelante. Yo los convoco a hacer lo que hicimos hasta ahora, mantener el diálogo, trabajar juntos, el Estado, los empresarios y los que trabajan. Y de una vez por todos entender que hay una Argentina que nos merecemos y que todavía debemos construirla, y que podemos empezar a construirla hoy mismo, hoy mismo en el día que celebramos el Día de la Construcción.
Los abrazo a todos y todas, y gracias por dejarme participar de este (corte de audio). (APLAUSOS)