Anuncio del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, acerca de la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio, por la pandemia del nuevo coronavirus, COVID-19, desde Olivos.
Ayer tuve una larga charla con los Gobernadores y las Gobernadoras de las provincias más afectadas, por el coronavirus. Quiero que pensemos juntos cómo vamos a seguir.
Acabo de terminar una reunión, con el Gobernador de Buenos Aires y el con el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Vamos a pensar un poco juntos qué pasos tenemos que dar frente a la situación en la que estamos.
Los casos, las muertes y las zonas afectadas, en América, están en aumento, a pesar de eso – en la Argentina – la cantidad de fallecidos, por millón de habitantes, continúa siendo comparativamente menor a la de otros países.
Esto es porque hasta ahora no se ha saturado el sistema de salud, gracias al esfuerzo, que hicimos como sociedad, el incremento de camas de terapia intensiva con respirador, la construcción de hospitales modulares y por el compromiso incesante de los trabajadores y trabajadoras de la salud. En este tiempo, también, la ciencia ha logrado notables avances con tratamientos y vacunas que se están investigando, en la Argentina. Produciremos, en nuestro país una vacuna para toda Latinoamérica.
Hoy tenemos un horizonte temporal mucho más claro, mucho más completo. Por eso no podemos descuidarnos ahora; actualmente hay 18 provincias con zonas de transmisión comunitaria sostenida. El problema ya no es sólo del AMBA, el problema está en todo el país.
Como ya sabemos si aumenta la circulación de personas, si nos relajamos, si nos descuidamos no hay sistema de salud que aguante.
Hace, un mes y medio, el 93 por ciento de los nuevos casos estaban, en el AMBA; en las otras provincias era sólo el 7 por ciento. Ahora, en las provincias ese porcentaje se multiplicó por 5, hoy representa el 37 por ciento, del total de casos.
Estamos muy preocupados por Jujuy, donde el sistema de salud está al límite y siguen aumentando los casos; también nos preocupa Mendoza, donde la circulación y los contagios se incrementan. Además, seguimos de cerca las acciones específicas, que realizan Santa Fe y Córdoba con cierres localizados. Hay ciudades – como General Roca y Tartagal – donde los sistemas de salud no son tan robustos. Allí hubo un importante aumento de casos y de necesidad de camas, en poco tiempo.
Por eso, en común acuerdos con los Gobernadores, tomamos la decisión de prorrogar las medidas de cuidado, el aislamiento sanitario, el distanciamiento físico, hasta el próximo 20 de septiembre.
El Área Metropolitana de Buenos Aires – como sucedió en el mundo y con las ciudades más pobladas – es la zona donde ha sido necesario mantener restricciones, durante más tiempo. Parece haber allí algunos datos alentadores, pero no deben llevarnos a un estado de relajamiento ni confianza. Estamos muy lejos de haber resuelto el problema, en el AMBA.
Por eso hoy podemos dar algún nuevo paso, al autorizar los encuentros – de hasta 10 personas – al aire libre manteniendo la distancia de 2 metros y el uso de barbijo casero. Esto estará vigente, en todo el país, y será implementado en cada jurisdicción, pero del mismo modo mantenemos la prohibición de reuniones de personas, en lugares cerrados. Allí la posibilidad del contagio se incrementa significativamente.
Con gran unidad social y política la inmensa mayoría de la sociedad tiene conciencia de los riesgos y de las medidas de prevención. Es más necesaria que nunca la responsabilidad personal, que tiene impacto colectivo para lograr minimizar los riesgos, es necesario que cada uno de nosotros, cada una de nosotras sea conciente del momento que vivimos, de la responsabilidad que nos cabe a cada uno de nosotros y de nosotras. Está en nuestras manos ver cómo podemos combatir definitivamente al virus.
Yo los invito a que sigamos trabajando, como hasta ahora, que no naturalicemos los contagios, que son muchos y que mucho menos naturalicemos las muertes. Lo que necesitamos es parar los contagios y si paramos los contagios vamos a parar las muertes.
Los abrazo – a la distancia – con el cariño y el afecto de siempre.