Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, por el Día de la Militancia, transmitido en las afueras del Congreso de la Nación, desde Olivos, por videoconferencia.
(…) Y esa lluvia no impidió que miles y miles de argentinos se movilizaran para ver a quien terminaba un exilio, de 18 años; en el medio, golpes militares que fusilaron a argentinos; gobiernos democráticos con la proscripción del peronismo y con la llegada de Perón era el fin de una revolución que se autocalificó como Revolución Argentina y que terminaría el 11 de marzo de 1973, cuando Cámpora ganó la elección nacional.
La militancia es, definitivamente, un acto de servicio, es ponerse al servicio del otro. Los que abrazamos la política – desde nuestra juventud – sabemos qué significa. Ustedes saben qué significa.
Esa militancia política permitió, una y otra vez, que los gobiernos populares regresaran al poder, después de dictaduras o de tiempos democráticos, en donde definitivamente la política no se hizo en favor de las grandes mayorías, sino en favor de minorías.
Hoy nosotros celebramos el Día del Militante, y con esa celebración hay detrás un enorme compromiso, hoy ya no sólo existe la militancia política, la militancia – hoy – tiene y asume diferentes formas. Sería mejor hablar de que, hoy, es el Día de las Militancias. Hoy, la militancia política, la que está allí, en la Plaza; la que está acompañando a nuestros Diputados, lo que reclama es una Argentina más solidaria.
Después de cuatro años, donde fuimos testigos de un enorme endeudamiento, de una enorme fuga de capitales los argentinos queremos construir, una Argentina, más igualitaria. Ese país, que recibimos que definitivamente estaba en terapia intensiva, después se terminó de enfermar con la pandemia y nunca bajamos los brazos y siempre estuvimos al lado de los que más necesitaban. Lo hicimos llevando el Plan Alimentar, la Tarjeta Alimentar, aumentando la Asignación Universal por Hijo, lo hicimos llevando el IFE a argentinos que lo necesitaban, lo vamos a seguir haciendo, en diciembre, y vamos a estar al lado de todos los que necesitan del apoyo del Estado. Lo hacemos con la convicción de que estamos viviendo un tiempo, donde la solidaridad debe ser la regla.
Allí, en el Congreso, hoy se está debatiendo no un aporte a las grandes fortunas; se está debatiendo si los que más tienen pueden ser – en la emergencia – solidarios con el resto de los argentinos. Ese es el verdadero debate, no es otro. Lo ha dicho el Papa y permanentemente lo digo yo: aquí nadie se salva sólo. Acá de una vez y por todas tenemos que poner en valor a la solidaridad y entender que somos un país de hermanos.
Hablaba Perón, en aquella carta, que dejó a los argentinos, cuando regresó al país, aquel 17 de noviembre. Decía: “vengo a abrazarme con los peronistas de siempre, los más viejos, los que resistieron y vengo a abrazarme con la nueva generación”, juntos, unidos, más unidos que nunca debemos hacer frente a esta demanda de solidaridad, de la que yo hablo. Pero hay otras militancias: está la militancia medioambiental, que hoy tiene que estar acompañando la Ley contra el Fuego, para que se termine este mecanismo de atentar contra el medioambiente, quemando montes y quemando campos. Y también está la militancia de las mujeres que hoy deben tener la tranquilidad de que un Presidente está acompañando su lucha y su demanda para preservar su salud y tener la atención de la salud pública que merece, tanto la mujer que quiere llevar adelante su embarazo, como la mujer que quiere interrumpirlo.
Hoy es el Día de las Militancias y por eso me quiero sumar a ustedes, me quiero sumar en la algarabía que significa ser parte de la militancia. Mantengo en mi historial político mayor orgullo que el de haber sido y el de ser militante y yo quiero que todos sigamos siendo eso y que todos estemos atentos militando, porque la Argentina necesita, que muchos de los argentinos, que están ahí, en esa Plaza, y que necesitan un trabajo que hoy no tienen, la Argentina necesita crear ese trabajo para cada uno de los argentinos y las argentinas, que hoy, están reclamando tenerlo. Porque esos jóvenes que piden un medioambiente más sano tenemos que luchar juntos a ellos, pedir junto a ellos y concretar – desde el Gobierno – con medidas específicas para que el medioambiente, de una vez por toda sea preservado.
Y aquellas mujeres que buscan y reclaman por la igualdad de sus derechos aquí estamos. “Hemos vuelto para ser mujeres”, dije el día que ganamos la elección, sonó a furcio, tal vez fue un furcio, pero – en el fondo – lo que queríamos decir es que también volvíamos para darles a las mujeres el lugar que les corresponde, en el tiempo que vivimos.
A la distancia, desde Olivos, quiero sumarme a ustedes, darles las gracias por el esfuerzo de movilización, que han hecho: los que fueron caminando, los que fueron en sus autos, los que fueron en sus motos, gracias de corazón, no bajemos los brazos. Hoy somos más fuertes que nunca; más allá de que nos intentan hacer sentir o hacer creer otras cosas. Somos más fuertes que nunca porque estamos unidos y estamos convencidos de que es necesario construir un país distinto. Necesitamos empezar a construir, la Argentina que – definitivamente – nos merecemos.
Desde aquí va mi corazón, mi cariño a todos y a todas, a cada uno y a cada una de ustedes. Muchas gracias por acompañarnos.