Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández anunciando el envío, al Congreso de la Nación, de dos proyectos de ley para que las mujeres accedan al derecho a la salud integral, desde Olivos (videoconferencia)
Querido pueblo argentino, desde hace mucho tiempo vengo planteando la necesidad de que la palabra empeñada recupere su valor, en la política argentina. Esa palabra que empeño es siempre la expresión de mis más firmes convicciones, aquellas que me guían y conducen permanentemente.
A lo largo de toda la campaña electoral, al momento de asumir esta Presidencia, y al dar inicio a este período parlamentario, tomé un compromiso, ante ustedes, que hoy vengo a cumplir. En el día de hoy enviaré, al Congreso de la Nación, para su tratamiento dos proyectos de ley para que todas las mujeres accedan al derecho a la salud integral.
El primero de ellos legaliza la interrupción voluntaria del embarazo y garantiza, que el sistema de salud permita su realización, en condiciones sanitarias, que aseguren su salud y su vida. El segundo, instituye el Programa de los Mil Días, con el objeto de fortalecer integral de la salud, en la mujer, durante el embarazo, y de sus hijos e hijas, durante los primeros años de vida.
Mi convicción –que siempre he expresado públicamente – es que el Estado acompañe a todas las personas gestantes, en sus proyectos de maternidad, pero también estoy convencido que es responsabilidad del Estado cuidar la vida y la salud, de quienes deciden interrumpir su embarazo, durante los primeros momentos de su desarrollo.
La criminalización del aborto de nada ha servido, sólo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente, en cifras preocupantes. Cada año, se hospitalizan – alrededor – de 38.000 mujeres, por abortos mal practicados y desde la recuperación de la democracia murieron más de 3.000 mujeres por esa causa.
La legalización del aborto salva vida de mujeres y preserva sus capacidades reproductivas; muchas veces afectada por esos abortos inseguros, no aumenta la cantidad de abortos ni los promueve, sólo resuelve un problema que afecta a la salud pública.
La legalización del aborto permite, además - como ocurrió en la Ciudad de México o en Uruguay – que disminuyan los abortos y las muertes que ellos causan; brindando cobertura del sistema de salud también se facilita el acceso a métodos anticonceptivos para prevenir embarazos no intencionales.
La legalización del aborto no implica una carga para el sistema de salud; los procedimientos validados y que se utilizan con estándares de la Organización Mundial de la Salud, son, en su mayoría, ambulatorios, no quirúrgicos ni farmacológicos. El debate pues no es decirle sí o no al aborto.
Los abortos ocurren en forma clandestina y ponen el riesgo la vida y la salud de las mujeres que a ellos se someten. Por lo tanto, el dilema que debemos superar es si los abortos de practican en la clandestinidad o en el sistema de salud argentino.
Las mujeres más vulnerables en situación de pobreza son las mayores víctimas de nuestro sistema legal. Ellas deben someterse a prácticas inseguras por no poder costear lo que un aborto implica, muchas de ellas mueren en el intento o quedan afectadas en su salud por siempre.
Por otra parte, hemos instituido el Programa de los Mil Días, que busca bajar la mortalidad, mal nutrición y desnutrición, además de prevenir la violencia protegiendo los vínculos tempranos, el desarrollo emocional y físico y la salud de manera integral de las personas gestantes y de sus hijos e hijas, hasta los 3 años de vida. Este proyecto establece una nueva Asignación por cuidado de salud integral, que consiste en el pago de una Asignación Universal por Hijo, a pagarse una vez por año, para ayudar al cuidado de cada niño o niña, de menos de tres años.
También se extiende el pago de la Asignación Universal por Embarazo, hasta la fecha se perciben 6 mensualidades; con este proyecto se extiende a 9 mensualidades abarcando la totalidad del embarazo.
Finalmente, se amplía el pago por nacimiento y por adopción a las personas beneficiarías de la Asignación Universal por Hijo, que hasta ahora estaba excluidas de ese beneficio. Se prevé asimismo la previsión pública y gratuita de insumos esenciales, durante el embarazo y también para la primera infancia, coordinando y ampliando los programas existentes.
Asimismo buscamos establecer un abordaje especial para la detección oportuna de riesgos, durante el embarazo, tal como el caso de la presunción de trombofilia. Para estos casos se prevé el acceso gratuito a estudios diagnósticos y un modelo de atención específica.
Aprovechamos, también para crear el sistema de alerta temprana de nacimientos y de certificados de hechos vitales, con el objeto de garantizar el derecho a la identidad, de las niñas y los niños, recién nacidos. El DNI es una herramienta central para el ejercicio efectivo de derechos.
Finalmente, se proponen políticas prioritarias de género, fundamentales para prevenir y detectar de manera temprana, situación de violencia de género, de violencia sexual, o abusos en personas embarazadas, niños, niñas y adolescentes.
Cumplo así con mi compromiso de enviar ambos proyectos de ley para su debate parlamentario, siguiendo las reglas constitucionales, propongo que hagamos un debate franco y que se desarrolle en el marco del diálogo democrático.
Finalmente, les pido – como Presidente de todos los argentinos y todas las argentinas – que cuidemos el respeto hacía quien piensa de una manera distinta a la propia; las diferencias nos hacen una sociedad plural y enriquecen la democracia que tanto esfuerzo nos costó consolidar.
Por convicción personal, estoy seguro que estamos dando respuestas a una realidad que afecta a la salud pública y que con ello estamos ampliando derechos, en una sociedad que así lo demanda.
Que sea ley. Muchas gracias.