Palabras del presidente Mauricio Macri al encabezar la inauguración del viaducto del ferrocarril San Martín
Buenos días, buenos días, en el comienzo de esta semana corta ¿qué mejor manera de empezarla poniendo que en valor lo que somos capaces de hacer, como decía Horacio? Felicitaciones Horacio, Franco, todo el equipo, Guillo. Esta es una obra realmente de calidad internacional.
Pero, no puedo, también, dejar de recordar, no es que me estoy poniendo un poquito más viejo y nostálgico, pero fueron como 13, 11, 12 años atrás cuando nos sentamos a hacer los primeros planes de gobierno para la Ciudad de Buenos Aires, donde tomamos conciencia, algo muy emblemático, que paradójicamente, diría yo, que está lleno el país, pero en este caso eran barreras físicas, trabas en calles por toda la Ciudad. Más de 100 barreras. Y vimos que en 100 años se habían hecho nada más que cuatro pasos bajo nivel. Nosotros dijimos “qué tarea”. Realmente, era apabullante pensar si íbamos a poder llegar a remover tantas barreras. Era un trabajo inmenso, pero, también, como se dijo, valía la pena porque era para cambiarle la vida no sólo a los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires, sino a cientos de miles de bonaerenses que ingresan todos los días por el ferrocarril a la Ciudad de Buenos Aires. Así que nos pusimos en marcha a planificar, a explicar, porque hace tanto que no se hacía que los vecinos, cuando ibas al barrio a decirles “queremos hacer un paso bajo nivel”, de entrada, decían “no, por las dudas, no”. Como pasa generalmente que, por las dudas, decimos que no y después empezamos a escuchar. Y ahí hicimos, en ocho años, 24. Y, de golpe, en tres años y medio, una revolución gracias al viaducto del Mitre inaugurado, el de hoy, el San Martín, más el del Belgrano Sur van a ser más de 27, más todas las calles que se destraban. Son realmente decenas. Y uno dice ¿por qué, si en ocho hicieron 24, ahora, en tan poco tiempo, hacen tanto más? ¿Es una casualidad? ¿Es un acto de magia? No, esto es causalidad. Esto tiene que ver con haber hecho las bases, que en este caso es una curva de aprendizaje, una planificación, un trabajo en equipo, y el pensar en el mediano y largo plazo, no estar pensando siempre en mañana porque los conflictos que no resolvemos se nos acumulan. Y, este trabajo en la Ciudad de Buenos Aires es recambio en la circulación que seguirá, porque como ya tenemos la capacidad, ya sabemos de qué se trata, ya sabemos lo que queremos, y ya sabemos que podemos, esto no para. Horacio y su equipo, combinado con el equipo de Transporte nacional, seguirán, como sigue en la provincia, como dice María Eugenia. Y, ahora, estamos haciéndolo en la provincia.
Y, justamente, cuando pensamos en el país, la Argentina hace décadas que dejó de crecer como debía porque se llenó de barreras, se llenó de trabas, y en estos tres años y medio lo más importante que hemos hecho es encarar la primera barrera, que es la de las cosas y los valores sobre los cuales queremos vivir, y las cosas que no queremos nunca más. Lo que dijimos hace tres años y medio fue que no queremos nunca más mentiras, nunca más estafas, nunca más corrupción, nunca más trampas, nunca más atajos, nunca más la cultura criolla mal entendida, la viveza criolla mal entendida. Y, habiendo decidido eso, y habiendo cambiado eso ya, es que comenzamos a remover las barreras físicas y por eso estos viaductos se transforman en rutas, en autopistas por todo el país, en trenes que empiezan a transportar no sólo mejor a los argentinos, sino el trabajo de los argentinos, en puertos, en aeropuertos, en energía que se había transformado en una nueva barrera porque nos habíamos quedado sin energía.
Y, todo eso, basado en entender que ser servidor público, estar en política es para hacer el esfuerzo correcto, y el esfuerzo correcto pasa por ayudar a otro argentino a poder desarrollarse, a poder progresar. Y una sociedad llena de trabas y de barreras no puede progresar, una sociedad que se decide a vincularse nuevamente con el mundo, que era otra barrera el aislamiento que tuvimos con el mundo, si quiere vender su trabajo tiene que tener un mecanismo en el cual lo pueda desarrollar. Y, ahí, desarrollamos la VUCE, la Ventanilla Única de Comercio Exterior para que cualquier argentino, en cualquier lugar de la Argentina, sin moverse de su pequeña fábrica, de su pequeña planta, de su casa, su oficina, o de donde trabaje, pueda hacer de forma digital que su trabajo llegue a otra parte del mundo. O, como este desarrollo que hemos hecho, que te felicito Guillo, de “¿Cuándo subo?” es maravilloso. ¿Vos viste, María Eugenia, lo que es eso? Para que la gente de la provincia que tiene que tomar los colectivos todos los días para venir, y la gente en la capital, eso es 15, 20 minutos que uno pierde de poder ocuparse un poquito mejor de que su hijo tenga todo lo que necesita para ir al colegio, o de emprolijar su casa, o de dormir un poco más, y ni siquiera tener la incertidumbre de estar en una parada de colectivo 20 minutos esperando que venga, en días de frío como lo que tuvimos la semana pasada, y ni que hablar de la inseguridad. Con este desarrollo, no sólo hemos hecho el esfuerzo correcto ocupándonos de los argentinos, sino que realmente le hemos devuelto millones de horas, a partir de ahora, a cientos de miles de argentinos.
Y esto es tan valioso, tan valioso, y si todos los que estamos en política, y todos deberíamos en algún momento, en nuestra historia, dedicarnos a ayudar al otro, a través de hacer buena política, si todos entendemos esto, esto es algo que se contagia, y que todos los días nos lleva a hacer más cosas. Como es esta autopista también que hemos generado en el acuerdo Unión Europea-Mercosur, primero, habiendo recuperado las buenas relaciones con nuestros vecinos que cuando llegamos al gobierno estaban todas en corto circuito, empezando por los uruguayos. Y, hoy, juntos, hicimos este acuerdo con los europeos donde muchas de nuestras familias de ahí vinieron. Y ésta es una autopista también de crecimiento porque es un convenio que nos permite comprometernos recíprocamente a cumplir, a tener reglas de juego claras y eso nos va a permitir tener más trabajo argentino en función de brindarle servicios a toda esta Unión Europea, este bloque de países de Europa.
Entonces, cada una de estas cosas lo que está demostrando es que podemos, que claro que podemos, que la resignación no es algo que pueda aceptarse, que los argentinos merecemos vivir mucho mejor de lo que hemos vivido. Y que, insisto, nuestra vida, nuestros hábitos, se generan en el día a día y eso genera costumbres en esto que comenzó en la Argentina hace tres años y medio, que es el compromiso por el hacer, por el crear, por el innovar, esto se va contagiando. Y esto que hemos hecho y que nos costó tanto estos tres años y medio, y yo sé también todo lo que nos ha costado, esto ha generado unas bases sobre las cuales proyectamos un crecimiento mayor y más rápido para los próximos 20 años. Porque, insisto, esto se contagia, y cuando uno ve que el de al lado tiene voluntad de hacer, y no tiene miedo a innovar, a cambiar, a apostar, eso contagia al otro, y eso está empezando a pasar en cada rincón de la Argentina.
Por eso, hoy, más que nunca, quiero agradecerle a todo el equipo lo que ha hecho en esta obra, una vez más, demostrando lo que somos capaces de hacer, e invitar a los argentinos a que sigamos, a que sigamos juntos porque juntos somos imparables, señores, somos imparables.
Gracias a todos. Felicitaciones. Felicitaciones.