Palabras del presidente Mauricio Macri al compartir el festejo por el Día de la Bandera junto a niños de diferentes barrios de la ciudad de Rosario
Feliz Día de la Bandera para todos. Y buen día, buen día a ustedes, queridos chicos y queridos argentinos. Cada vez que nos deseamos feliz Día de la Bandera, que celebramos juntos, cada vez que ustedes juran lealtad a la Bandera, cada vez que nuestra bandera maravillosa flamea en nuestras escuelas de todo el país, ratificamos lo que nos une y también nuestra identidad. Esa identidad que demuestra que somos más que nosotros mismos, que somos parte de algo más grande. Y, además, esa identidad que tiene que ver con la diversidad, con la cultura del trabajo, con el amor a la familia. Acá hay muchos chicos y muchos padres, muchos docentes que lo hacen todo con mucho amor. Y, además, algo muy importante: recordamos que somos libres, con lo que significa la libertad. Y lo más importante de la libertad es que esa libertad nos hace responsables de nuestro futuro. Nos hace definitivamente entender que nuestro futuro depende exclusivamente de nosotros mismos. De lo que nosotros hagamos. Y por eso es que hace tres años y medio emprendimos un cambio. Un cambio que apuesta a hacer las cosas de una manera distinta, basados en nuestras capacidades, en nuestros talentos, en nuestro trabajo colectivo.
Por eso hoy, después de tres años y medio, estamos ratificando ese rumbo con convicción, con firmeza como que es el camino correcto. Y que esté costando más, que lleve más tiempo, no significa que no lo estemos haciendo, sino que significa que vamos en serio.
Que esto es a conciencia. Y que, por primera vez en décadas, estamos haciendo lo que había que hacer. Estamos diciendo con claridad esto sí y esto no. Esto sí queremos para nuestros hijos. Esto de volver al pasado no es lo que nos sirve para el futuro.
Y además decimos que no queremos más ocultamientos, mentiras, ejercicio patotero y prepotente del poder. Queremos encarar los problemas que tenemos y resolverlos, creyendo en nuestras capacidades, trabajando en conjunto. Y no queremos volver a situaciones donde aquellos que conducen abusan del poder en beneficio propio.
No queremos convivir más ni con la mentira ni con el ocultamiento ni con la corrupción ni con las mafias. Porque la corrupción nos arruina. Las mafias nos arruinan. Todo lo que tocan lo destruyen.
Y ahí es donde tenemos que estar juntos dando batalla. Porque, por ejemplo, el narcotráfico ataca a nuestras familias y nuestros jóvenes. Por eso, hemos decidido desde el primer día darle batalla al narcotráfico. Y con la ministra Bullrich y todo el equipo hemos batallado en cada rincón del país y ya llevamos quemadas más de 300 toneladas de droga, más de 85.000 detenidos por narcotráfico, 67 delincuentes detenidos por día desde que somos gobierno.
Y acá en Santa Fe, en Rosario, no hemos parado de desarticular bandas. Bandas peligrosas, derivadas e iguales o peores que la de Los Monos. Y seguimos trabajando porque esta batalla recién comienza y no vamos a escatimar ningún esfuerzo porque está en juego el futuro de todos ellos. Pero también las mafias destruyen nuestra capacidad de crecer. Impiden el crecimiento del país. Impiden el desarrollo, la generación de empleo en nuestro país.
Y, en este particular, me quiero referir a la patota del transporte. La Argentina tiene el costo de transporte más alto de toda la región. Y no es porque somos un país grande, somos un país muy grande. Es producto de privilegios acumulados en forma ilegal, en forma arbitraria, por el señor Hugo Moyano y Pablo Moyano que llevan a tener el costo del camión más alto de la región. Y esto es grave porque impide que generemos empleo en todo el país. Porque una pyme en Jujuy no puede llegar con su producto a un puerto para exportarlo al mundo porque no es competitiva porque el costo del camión que paga es mucho mayor que el costo del camión en otros países con los cuales tenemos que competir.
Esto impide el desarrollo federal de nuestro país. Impide fortalecer el arraigo. Impide que cada uno pueda elegir vivir y trabajar donde quiere hacerlo porque es el lugar donde nació, donde están sus afectos.
La incidencia del transporte en el limón, por ejemplo, es el 24 por ciento. En las bebidas y gaseosas es del 44 por ciento. Y ustedes dirán: ¿eso es mucho? ¿es poco? Es muchísimo: es el doble de lo que cuesta incide en Brasil y Chile, por comparar algo. Eso significa que el productor de limón nuestro no puede competir con otros productores de limón. Y eso significa que se queda sin trabajo. Y también significa que nosotros, ustedes, con lo que cuesta, y con lo que cuidan el mango todos los meses, a ustedes les cuesta mucho más caro la gaseosa. Les cuesta mucho más caro la bebida o el limón. Y les cuesta más caro casi todas las cosas que se transportan por camión. Y lo peor es que, cuando los señores Moyano quieren imponer algo y la empresa no está de acuerdo, la pyme no está de acuerdo, ¿qué es lo que hacen? Le bloquean la planta, entonces lo funden. Y en esa situación tienen que ceder en algo que a la larga los termina dejando sin trabajo. Los termina haciendo tener que cerrar. Y lo mismo vimos hace poco cuando hicieron un paro. Organizaron un paro y los colectiveros que quisieron trabajar los apedrearon, les destruyeron los vidrios, incendiaron los colectivos. Y eso es lo que se tiene que terminar en la Argentina. Este comportamiento prepotente, patotero, ilegal que destruye el futuro de los argentinos.
Nosotros seguimos apostando al diálogo. Como lo hacemos en las decenas de mesas de productividad que hemos generado desde que somos gobierno. Y, en ese diálogo donde nos sentamos también con el tema logística sobre la mesa, hemos hecho avances espectaculares en la industria automotriz, en energía en Vaca Muerta, en la carne, en la madera. Y ahí estaban sentados los gremios ferroviarios, de vías navegables, de puertos, de cada actividad específica. Porque, por suerte, no todos los gremios son ni se comportan como el gremio de los Moyano. Y vamos a seguir apostando a eso. Porque en esas mesas lo que trabajamos en conjunto es para ver cómo mejoramos, cómo somos mejores en lo que hacemos y así tenemos más trabajo y le podemos exportar nuestro trabajo al mundo y le podemos dar algo a todos ustedes de mejor calidad, en menor tiempo, en menor costo.
Por eso, les quiero pedir hoy en este día tan emblemático que, insisto, tiene que ver con ratificar nuestra identidad, a todos aquellos que sufren estos comportamientos mafiosos y prepotentes como en el caso de Camioneros, que denuncien, que vayan a la justicia. A nuestros jueces, que investiguen. Y a aquellos que denuncian, que confíen. Porque ahora tienen un gobierno, tienen un presidente comprometido en terminar con estas mafias, en acompañarlos, en cuidarlos. Vamos a estar ahí para dar batalla porque tiene que ver con el futuro de los argentinos, con nuestro futuro, con nuestro trabajo, con estos chicos.
Y, por eso, hemos decidido emprender este camino. Y no es una cuestión solo del Presidente. Es de todos. Todos estamos comprometidos en crear esta Argentina sin privilegios indebidos, sin abusos, con la verdad, creyendo que trabajando juntos les vamos a dar una mejor educación a ellos, un mejor futuro a todos. Respetándonos, queriéndonos, entendiendo que nuestro vecino es una parte de nuestra familia y que juntos somos más, que juntos podemos más y que juntos estamos siendo la generación que vino a cambiar la historia para siempre.
Así que gracias a todos. Acá les dejo una bandera más para ustedes, otra para la intendenta. Feliz Día de la Bandera. Feliz día para todos. Muchas gracias.