PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, DURANTE LA CENA OFRECIDA EN HONOR DE SUS MAJESTADES LOS REYES DE ESPAÑA, EL REY FELIPE VI Y LA REINA LETIZIA ORTIZ, CCK, CABA
Buenas noches a todos: muchas gracias por acompañarnos en esta noche que queremos homenajear a sus Majestades que nos visitan y nos honran con su visita. Es la primera visita que hacen como Reyes de España a la Argentina; es la primera visita de Estado en más de 30 años. Realmente, queridos Felipe y Letizia, espero que en estas horas que llevan y los días que nos quedan por delante, de una agenda intensa, puedan sentir el afecto de los argentinos, la hospitalidad y la cercanía, la misma que sentimos con Antonia y Juliana, cuando los visitamos hace dos años.
Realmente, en este país, y hablo por todos los que están acá y por todos los que nos están viendo, desde sus casas, los argentinos queremos mucho a los españoles. Además, quiero decirles que tomamos esta visita no solo como una demostración más de afecto, sino también como una manifestación de apoyo y respaldo a este camino que hemos emprendido los argentinos, un camino de cambio profundo, que busca resolver los problemas de fondo, que arrastramos hace tantos años los argentinos y que claramente cuesta, requiere de mucho esfuerzo pero qué les voy a contar a ustedes que ya recorrieron ese camino, hace muchos años atrás y lo importante para nosotros es ver los buenos resultados que el pueblo español ha tenido, en términos de mejora de la calidad de vida de todos sus habitantes.
El año pasado veníamos creciendo, veníamos asomando la cabeza –sus Majestades– y el mundo cambió, nos quedamos sin crédito y eso nos obligó a acelerar este proceso de ordenamiento macroeconómico, especialmente empezar a tratar de equilibrar nuestra situación fiscal, que arrastramos hace décadas, hace más de medio siglo de desequilibrios. Y logrando el equilibrio fiscal –ustedes saben– que vamos a lograr sacarnos de encima la inflación, que es una de las cosas que más castiga a un pueblo, vamos a recuperar el valor de la moneda y eso nos va a llevar a tener crédito y el crédito es fundamental en el movimiento diario de una comunidad no solo para acceder a la vivienda propia, sino también para que las Pymes, las medianas empresas, las grandes empresas se puedan desarrollar y puedan crecer y así generar empleo que es la solución a la pobreza.
Nosotros tenemos, tal vez más que nunca, proyectos e iniciativas muy valiosas en energías renovables, en energía no convencional, en minería, en turismo, en industria, en agroindustria, en servicios con valor agregado y para eso necesitamos buenos socios. Y realmente la historia ha demostrado que los mejores socios que tenemos son los españoles. Ya hoy, acá, nos acompañan muchas de las empresas más importantes, de España, que ya están acá hace muchos años y que apostaron por nuestro país y han sobrevivido a todas las vicisitudes que hemos tenido y siguen apostando, como apostaron nuestros abuelos españoles, hace muchos años atrás, por Argentina, por pensar que este era un lugar donde podían construir una familia y un mejor porvenir. Como también –lo hablábamos, hoy, su Majestad– muchos argentinos, a lo largo de este último siglo, en distintos momentos de crisis políticas y económicas fueron hacia España y fueron, también, muy bien recibidos.
Pero hablando de españoles, hoy leía que tenemos gallegos en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires; andaluces que se instalaron en Tucumán, Salta, Mendoza y San Juan; valencianos en Corrientes y Misiones, y vascos asentados en las principales ciudades de la Argentina, y todos ellos, muchos de sus descendientes hoy aquí nos acompañan, tuvieron una participación muy activa en sus comunidades, todos ellos ayudaron a construir instituciones, clubes, periódicos y el aporte de ellos hace a nuestro acervo cultural, artístico y político.
Por eso, hoy quiero decirles a sus Majestades, que desde que soy Presidente, me he propuesto personalmente no solo potenciar, sino hacer crecer este vínculo único, que tenemos con el pueblo español, que –lamentablemente– en el principio del siglo XXI, o sea en el gobierno pasado tuvimos tensiones y conflictos irracionales, que por suerte no llegaron a quebrar esta relación que, al final del día, creo yo inalterable porque el afecto es realmente muy, pero muy profundo. Pero lo bueno es que hoy España y Argentina; Argentina y España están más juntos que nunca, estamos juntos en el mundo luchando por la paz, por el multilateralismo, en la lucha contra el cambio climático, el terrorismo, el crimen organizado, entre muchas otras cosas. Tenemos realmente agendas comunes.
Y también no me quería olvidar, ambos creemos –y lo hablamos hoy en nuestra reunión de trabajo– en la importancia, en la oportunidad gigantesca que es terminar el acuerdo Unión Europea-Mercosur. Eso abre un abanico de infinitas oportunidades para nuestras comunidades y, de vuelta, desarrollo de empleo, de proyectos, de dinamismo que tantos los argentinos necesitamos. Y creo, sinceramente, que en unos meses más los argentinos vamos a despejar todas las dudas, que hoy existen en el mundo, alrededor de nuestro proceso electoral; los argentinos vamos a confirmar que hemos tomado un rumbo decidido y que estamos convencidos de lo que estamos haciendo y que no vamos a volver atrás. (APLAUSOS). Y eso va a hacer que muchísimas más empresas españolas vengan a trabajar en conjunto con nuestras empresas, con nuestro talento argentino para desarrollar proyectos en beneficio de ambos países y de ambas comunidades.
Por todo esto quiero proponer un brindis: por sus Majestades, a 500 años de una de las grandes gestas de la humanidad, cuando Sebastián Elcano dio la primer vuelta al mundo cambiando mucha de esa historia, en ese momento, en un año que para los argentinos también es una gesta que nos encuentra, acá, para ratificar lo que estamos haciendo, para estar convencidos de que el camino requiere del esfuerzo, requiere del trabajo, pero nunca más volveremos a los atajos ni a las soluciones mágicas, por la amistad entre los argentinos y los españoles.
¡Viva España y viva la Argentina! (Gritos de: “Viva” y aplausos).