PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, TRAS RECORRER LAS OBRAS DE LA RED DE DESAGÛES CLOACALES SISTEMA RIACHUELO, DOCK SUD, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Buenos días, buenos días.

Agradezco realmente los deseos de feliz cumpleaños, es como dicen ustedes, no debe haber mejor regalo para un ingeniero que estar en su día viendo como una gran obra, una obra que le va a cambiar la vida a más de 4 millones de argentinos para siempre, ver cómo a avanza, que llegamos a la mitad. Lo que yo debería decir, como dijo alguien que me precedió, que viéndome hay un problema de “bad information” porque yo 60 no puedo tener, realmente hay que arreglar esto, digamos que tengo 35 años de ingeniero.

Pero realmente -como decía María Eugenia y había dicho antes Horacio- esta obra que ya llega a la mitad y que avanza a razón de 30 metros de túnel por día o más, rumbo a terminarse en un par de años y realmente lograr que cientos de miles de chicos puedan jugar en la calle, sin riesgo a enfermedades, a contaminación; que los desbordes del Riachuelo no afecten, que recuperemos el Riachuelo, porque también es un compromiso cuidar el medio ambiente y esta obra -acá Pablo Bereciartúa y la gente de AySA asienten con la cabeza- viene a también cumplir con un compromiso que hemos asumido los argentinos con el cuidado del cambio climático, realmente el cuidado del medio ambiente, el ponerle un freno a todo lo que está pasando en el mundo que lo vivimos, ¿no?: el año pasado tuvimos la peor sequía en 50 años, tenemos permanentes inundaciones, aludes y no solamente pasa acá, pasa en todos los países de la región, pasa en el mundo entero. Entonces es un compromiso también muy importante.

Pero esta obra, que se esperó hace tanto tiempo, la estamos haciendo porque parte del cambio que se generó en la Argentina en el 2015 tiene que ver con que las obras hay que hacerlas si son importantes para la gente, no si se ven o no se ven cuando se terminan. Porque claramente esta obra cuando se termine no se ve, el caño que saca los desechos cloacales está 40 metros debajo del lecho del Río de la Plata, pero ese no puede ser el valor que nos convoque. Los valores sobre los cuales uno tiene que trabajar, en esto de servicio público, es resolver los problemas de base, crear los cimientos para que un país pueda crecer. Y un país donde todos los argentinos no tienen acceso a los servicios cloacales, que no se trata la disposición final de los hechos cloacales, que no se tiene acceso a agua potable, es un país que no tiene igualdad de oportunidades.

Por eso este trabajo que está haciendo AySA en la región metropolitana y que está haciendo el Ministerio que conduce Rogelio Frigerio en todo el país, que es el Plan Nacional del Agua que tenemos, es que todos los meses haya más familias en argentinas que tengan acceso a agua potable y cloacas. Y eso es lo que estamos haciendo acá, construyendo esos cimientos de verdad para crecer, esos cimientos y esas bases que le van a permitir a la Argentina crecer durante muchos años en forma consecutiva.

Y también es muy importante destacar el valor, como también decían Horacio y María Eugenia, que tienen las obras públicas, porque la obra pública no solamente es trabajo. Porque la obra pública no solamente es trabajo -y quiero aprovechar a felicitar a todos los muchachos que está haciendo esta obra tremenda-, sino también la obra pública te permite capacitarte, te permite aprender, porque después de que se termine esta obra todos ellos: ingenieros, técnicos, trabajadores, van a haber aprendido muchísimo, van a haberse capacitado a niveles que no tenían antes de esta obra y van a poder seguir encarando otras obras con la última tecnología para mejorarle la vida a todos los argentinos, y esto es muy importante.

Y también ratificando este apoyo que nos está dando el mundo a través del Banco Mundial de que lo podemos hacer, como decía Horacio, lo podemos hacer; que somos capaces de empezar y terminar las obras, como dijo la Gobernadora, más de mil ochocientas obras en la Provincia que hemos hecho en forma conjunta que empezaron y terminaron, y no hubo ningún ruido, no hubo ningún cuaderno, no pasó nada más que dar trabajo para hacer la obra, terminar la obra y crear una nueva oportunidad para muchos argentinos, una nueva esperanza para muchos argentinos.

Y para eso los argentinos no pueden esperar a ver cuándo los políticos se ponen de acuerdo, a ver si trabajamos o no trabajamos en conjunto: hay que trabajar en equipo, como lo hacemos nosotros tres, porque acá nosotros tres representamos a cientos de personas que integran nuestros equipos que se sentaron a coordinar hasta el último detalle de esta obra, que está ahí entre el medio de la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires. Y los tres entendimos que era lo mejor para todos y esto es lo que impulsó y lo que impulsa esta obra y todas las demás que estamos llevando a cabo. Pero el trabajo en equipo que supone diálogo, supone transparencia, honestidad, poner el problema sobre la mesa, no tener miedo de decir la verdad: ¡no tener miedo de decir la verdad! No subestimar a los argentinos.

Los argentinos crecemos todos los días, cada día entendemos más cuál es el rumbo que nos va a llevar al futuro, que es un rumbo sin atajos, sin mentiras, si trampa; es un rumbo de trabajo, de hacer, de emprender, de innovar, de creer en la creatividad que todos tenemos y en la capacidad de aprender, sino pregúnteles a ellos, que seguramente muchos antes de esta obra no habían visto una tuneladora, y terminarán esta obra dominando perfectamente todo el trabajo que está alrededor de esta tecnología de avanzada.

Y nosotros les prometemos que vamos a seguir, como lo hicimos en la Ciudad de Buenos Aires, porque también ahí tuvimos que hacernos cargo de hacer obras que hace veinte, treinta años -como la del Arroyo Maldonado- se prometían y no se hacían. ¿Y qué pasaba? Todos los años llegaba la lluvia que inundaba y que les robaba el trabajo de semanas, de meses, de años a muchos argentinos.

Por vamos a seguir dándole prioridad en la Ciudad, en la Provincia de Buenos Aires y en todo el país a cuidar a la gente, porque lo que puede ser una bendición, que es el agua, si no hacemos las obras de infraestructura para mitigar estos cambios climáticos se transforma en una desgracia, una desgracia que nos hace perder vidas y que daña el funcionamiento de cientos de miles de familias.

Así que vamos a seguir todos comprometidos a trabajar, y yo por sesenta años más por lo menos, así que no tengo ningún problema.

Les agradezco a todos y que tengamos un buen día, un gran día para todos. (APLAUSOS)