PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA NACIÓN, MAURICIO MACRI, EN LA APERTURA DE LA JORNADA NACIONAL AGRO 2018, SALÓN DE LOS EVENTOS DEL PALACIO DE AGUAS CORRIENTES, CABA
Buenos días a todos: gracias Dardo por la invitación y podría decir firmo y vayamos a trabajar porque adhiero a cada uno de los conceptos, pero realmente gracias por invitarme a esta reunión, que es una reunión más de la gran familia, una familia que entiende la importancia de la cultura del trabajo, del esfuerzo, del valor de la palabra, de superarse y que no tiene que aflojar en sus alternativas. Y sé que vengo hoy, después de un año difícil, porque hemos sufrido la peor sequía, en más de 50 años. Y eso afectó no sólo a los productores, afectó a sus pueblos, a sus comercios, a toda la industria que rodea al campo y, además, tuvimos una serie de tormentas externas y alguna interna que también ha tenido distintas consecuencias, dependiendo del sector.
Pero haciendo gala de esa garra y de esa convicción de que no se pueda parar, que siempre ustedes han tenido de apostar al futuro está yendo – como dice Luís Miguel – por la revancha del trigo, a hacer de vuelta una cosecha histórica, como fue la cosecha del año anterior, que la superamos como nunca antes. Y como lo estamos haciendo llevando nuestros productos, cada vez, a más mercados.
Lo que yo siento, y es lo que sentimos todos los argentinos y ustedes especialmente, que siempre han estado expuestos a los avatares climáticos, que cada obstáculo, cada problema, cada golpe que recibimos y superamos nos fortalece, nos ratifica que estamos, que somos, que podemos.
Y especialmente en este momento, donde los argentinos hemos decidido un cambio profundo, en términos de ustedes sembrar una nueva Argentina y sembrarla de raíz. Y ustedes saben, que cuando uno tiene que sembrar tiene que preparar el terreno, desmalezar. Y yo diría desmalezar es sacarnos de encima la resignación, “el no se puede”, las trabas, el escepticismo y poner ahí, sobre la mesa, todo esta fuerza, que tenemos los argentinos y que tienen ustedes los hombres del campo, poner la esperanza, el entusiasmo, las ganas, el optimismo y hoy también – como dijiste Dardo, una vez más – la solidaridad, porque dada la emergencia les he tenido que pedir a todos los que tienen mayor capacidad en la sociedad, que son los que ya hoy, a pesar de todas las cosas estructurales que todavía la Argentina no ha resuelto, hoy pueden exportar. Y esta vez ha sido a todos los sectores, a los cuales les hemos pedido este último esfuerzo temporal – temporal - de un impuesto, que es malísimo, perverso, porque justamente va en contra de lo que queremos que es desarrollar cada economía regional, orientada no sólo al mercado interno, sino a la exportación y creando empleo privado de calidad, que permita el arraigo, que permita elegir en libertad a cada argentino dónde vivir y dónde trabajar.
Y esto tiene que ser para acompañar la transición – como también vos dijiste – donde tenemos que terminar con 70 años de engaños, de frustraciones, de no enfrentar la realidad, que nos ha llevado a creer que somos muy vivos viviendo de prestado para después no cumplir con aquellos que nos prestan; 70 años de gastar más de lo que tenemos; 70 años de crear impuestos distorsivos que destruyen la creación de empleo formal, condenando a muchos de los que tienen empleo, hoy, que sea sin las leyes y las garantías que les corresponden.
Por eso creo que en esta transición, donde estamos trabajando con los Gobernadores, con los Intendentes, hoy con toda la autoridad que tienen ustedes y todos los sectores de la exportación argentina tienen que estar sentados a la mesa a decir: “señores, queremos ver que se hagan las reformas estructurales; queremos ver que el Estado se adapta a este modelo de país que todos queremos”. Un país - donde insisto - se genere empleo genuino, empleo que dignifica, empleo que hace protagonista a todos los argentinos, empleo que te hace sentir que no necesitás despertador para ir a trabajar porque lo que hacés te entusiasma, no es tan sólo un salario por un cargo, que no tiene un trabajo asignado.
Si nosotros resolvemos esto, si somos realmente la generación que puso la verdad sobre la mesa, que puso la transparencia sobre la mesa, que apuesta sin miedo a una integración inteligente con el mundo, a un trabajo en equipo vamos a lograr con ese equilibrio, que la Argentina tenga un sistema financiero local, que permita financiar.
Hoy estamos viendo –todos comentamos – las tasas de interés de vuelta, lo que está castigando a nuestro sistema de Pymes, a nuestros pequeños emprendedores y eso siempre por lo mismo por un Estado desequilibrado que se lleva toda la plata que hay y nos somete al flagelo de la inflación, que no hemos podido erradicar, porque tenemos que erradicar el problema estructural.
Entonces, en estas tareas que hemos emprendido, de llegar a un equilibrio presupuestario, de empezar una baja permanente y constante de inflación nos va a traer claramente un sistema financiero, que empiece a ayudar y acompañar a aquellos que pueden crecer, que pueden desarrollarse y claramente también lo estamos haciendo. Ahí lo veo a Ramón, pero tenemos que hacerlo todos los sectores con convenios laborales modernos. Y cuando yo digo modernos es mirando lo que han hecho los que nos rodean, lo que han hecho en el mundo para crear más trabajo, porque todos queremos lo mismo, que haya más trabajo de calidad para los argentinos y para eso tenemos que abrir nuestra cabeza y entender cómo se mueve, hoy, el mundo laboral protegiendo al trabajador, pero la mejor manera de proteger al trabajador es que tenga un trabajo formal.
Entonces haciendo esas cosas, que tenemos pendientes, hace muchos años, a partir de profundizar el diálogo y no seguir etiquetas ideológicas, slogans que lo único que nos ha alejado es de un crecimiento sostenido, un desarrollo sostenible. Tenemos un enorme futuro y hoy lo puedo decir con mucha más certeza, con mucha más seguridad, porque hemos venido trabajando juntos dos años y medio en estas mesas de productividad que hemos creado, y que son una experiencia maravillosa, porque nos sentamos todos alrededor de la mesa, todos aquellos que representamos el Estado, el Gobierno hoy, la distintas agencias, los productores, los gremios, los industriales, y vamos conversando de cuáles son las trabas ilógicas, estúpidas, autodestructivas que nos hemos generado durante décadas, y estamos buscando cuáles son la soluciones. Y lo bueno es que las encontramos, lo bueno es que reconfirmamos que cambiando la actitud empezamos a solucionar simplificando la vida de lo que hacemos todos los días, como lo hicimos con los siete registros que ahora son solamente dos; como hicimos eliminando en el SENASA, transformando el SENASA en un institución cada vez más abierta y más amigable, de 1800 aranceles estamos en 300 aranceles -no sé si Ricky está por acá-; y vamos por más, vamos porque se haga todo a distancia desde su establecimiento, ¿por qué? Porque queremos devolverles el tiempo, que es lo más valioso que tenemos en este mundo, tiempo que ustedes necesitan para crear, para innovar y así abrir la puerta a otro argentino para que colabore con ustedes, colabore en ese crecimiento.
Y también esta convicción y esta esperanza se ha fortalecido en mí viendo cómo juntos hemos abierto más de 150 mercados en tan solo dos años y miedo, esto lleva a veces lustros, y todos los días vamos por más, no nos conformamos con ver que la miel llega de vuelta a Ecuador y a Brasil después de años; o la mandarina a China; o la carne a todas partes del mundo y especialmente a China y esperamos tener una muy buena noticia en algunas semanas más de decenas de frigoríficos más habilitados para exportar; o los cueros a Túnez. Queremos más, estamos seguros que podemos aspirar a más, porque lo hemos visto, porque nos damos cuenta que si realmente nos ponemos a trabajar juntos no hay nada que no podamos concretar en forma conjunta, obviamente con transparencia, con reglas claras, con trabajo en equipo, equipo que para siempre tiene que ser sector público y sector privado, porque uno que está de este lado tiene que saber lo que vale la creación de una unidad productiva, lo que cuesta, lo que cuesta consolidar esa pyme que le cambia la vida a muchas familias. Y todos queremos un país que también deje de pensar en que las pymes son buenas y las grandes empresas son malas, porque el país va a crecer si muchas de esas pymes, ¡muchas!, se transforman en grandes empresas, sino no hay crecimiento. Entonces lo que hay son buenos o malos empresarios, lo que hay es buenos o malos políticos, lo que hay son buenos o malos jueces, y así en todos los órdenes de la sociedad y de la vida.
Los desafíos que nos tenemos que plantear tienen que ser muy grandes, porque el mundo, como nunca antes, nos mira y espera mucho de nosotros. En pocas semanas se va a realizar la cumbre más importante que se haya realizado en la historia de nuestro país, que es la del G20, y ahí planteamos que nosotros los argentinos queremos ser parte de una solución global, de una demanda global que es la seguridad alimentaria, y claro que lo podemos hacer, claro que tenemos la capacidad y este es el momento donde el mundo nos está mirando. Y ustedes saben lo que es conseguir la atención, ¿ustedes lo han vivido cuántas veces en su vida? Cuando van a hacer una entrevista laboral, cuando quieren enamorar a su novio o a su novia, es “que me preste atención”, “que me dé un segundo…”, y ahora el mundo está prestándonos atención, el mundo nos está mirando como nunca antes, y ese es el momento en el cual tenemos que demostrar que acá estamos, que somos y que de verdad aprendimos y crecimos, y que no vamos a seguir repitiendo los mismo errores, es ahora. Y no solo nuestras potencialidades están en la agricultura y la ganadería -que por suerte sí las están-, también ahora vamos a lanzar un nuevo satélite SAOCOM, desde Estados Unidos, que va a potenciar la agricultura de precisión que ustedes también están haciendo. Entonces no solo es que vamos a duplicar, triplicar la exportación de la carne, sino que vamos a exportar, como ya también lo estamos haciendo, tecnología, tecnología de producción, genética, todo combinado con construir la infraestructura que necesitamos para que todo eso que vamos a producir pueda llegar a otra provincia, a otro puerto: rutas, autopistas, trenes, puertos, aeropuertos, porque también en las mesas de productividad tenemos los cítricos, la foresto-industria, la leche. Y también en la infraestructura tenemos la conectividad, que vamos a habilitar ahora una parte del espectro para que el área rural esté conectada, porque para todo esto que viene y que ustedes ya dominan de la tecnología, los drones, necesitamos conectividad, conectividad de calidad para que ustedes puedan mejorar y cada vez producir más.
Por eso no hay duda que el futuro está ahí, el futuro depende de lo que hagamos cada uno de nosotros hoy, acá, demostrando de verdad que somos la generación que no se va a volver a engañar; que esa voz que les he dicho que dentro nuestro dice: “esto tiene que salir bien” se fortalezca, y frente a todos los embates, todos los problemas que tengamos, internos o externos, mantengamos el rumbo. Porque este es el camino, no hay otro que la verdad, la transparencia, el trabajo en equipo, el no más engaños y el creer que el trabajo es lo más maravilloso que hay en la vida, es lo que te hace ser alguien, es lo que te hace sentirte con autoestima, con capacidad de demostrar desde el ejemplo a lo más lindo que tenemos en esta vida, que son los hijos, cuál es la forma de encarar la vida.
Así que les digo es hoy, es aquí, es ahora, a poner todo lo que tenemos porque esta vez sí va en serio.
Muchas gracias a todos. (APLAUSOS)